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Hola, bienvenidos y bienvenidas a un nuevo episodio del podcast Ciclismo Evolutivo, ya
sabéis, el podcast donde unimos la ciencia con la práctica y la experiencia real para
ofrecerte información útil de verdad acerca de entrenamiento, nutrición, psicología y
en definitiva todo aquello que pueda hacerte mejorar el rendimiento y la salud.
Y bueno, en el episodio de hoy pues toca la segunda parte del episodio anterior y quedan
muchas cosas por tocar interesantes sobre este modelo de la adaptación del organismo a los
estímulos. Por un lado, pues me gustaría hablar de cómo influyen las emociones o las
percepciones de la persona en esta respuesta, en la adaptación que nuestro cuerpo hace ante
un estresado, ¿vale? Cómo influye, por ejemplo, que estemos ansiosos o que estemos contentos o
que estemos divirtiéndonos, ¿vale? Esto modifica la respuesta, ¿no? También modifica nuestro
comportamiento posterior porque ya hemos visto que el comportamiento era una parte de la respuesta
física ante un estímulo. Y por otro lado, nos falta hablar también de la cara B o de las cara
oscura de la luna, ¿no? Y es la carga, esto que vamos a llamar carga holostática y bueno,
simplemente lo podemos definirlo como enfermedad, ¿no? Entonces, pues bueno, vamos a ver por qué se
produce este desgaste o esta enfermedad en el organismo tras ponernos a carga y si tiene,
por ejemplo, o si lleva a lo mismo la fatiga física que la fatiga psicológica o actúan de
forma separada, o sea, de, por ejemplo, fatigarte mentalmente, ¿te haría rendimiento en aspecto
físico? Bueno, vamos a ver si podemos tratar de buscar una explicación a partir de estos
modelos, ¿vale? Y bueno, esto lo vamos a hacer a lo largo del episodio, así que espero que os guste.
Bien, cuando nos enfrentamos a un estresor o a una situación que amenaza a nuestra integridad,
el cuerpo diseña un plan de actuación, un plan que pasa por una actuación fisiológica dentro
del propio organismo y una actuación comportamental, ¿vale? Modificando nuestro comportamiento,
lógicamente, para escapar de estos estresores. Y para llevar a cabo este plan necesitamos ser
guiados o conducidos por las emociones. ¿Por qué? Porque las emociones tienen la potencia
suficiente para conectar nuestros pensamientos y hacer que actuemos de forma rápida y potente para
salir de ese atolladero en el que nos encontramos unidos. De hecho, bueno, algunos autores, por
ejemplo, Daniel Kahneman, hablan de la existencia de dos especies de cerebro, ¿no? Digamos,
uno de acción rápida, ¿vale? Que serían las percepciones, el pronto, ¿no? Podemos llamarlo,
bueno, en inglés se llamaría good feelings, ¿vale? Serían los presentimientos y, por otro lado,
tendríamos un cerebro más racional y más lento, ¿vale? Que sería, pues, bueno, nuestro pensamiento
racional, ¿vale? Bien, cuando nos exponemos en la naturaleza ante un peligro, no podemos dejar que
tarde en actuar nuestro cerebro racional, que es más lento, ¿no? Entonces, actuamos en base a
presentimiento, en base a emociones que ocurren de forma intensa, ¿no? Muchas otras veces las
emociones pueden ser también derivadas de nuestro cerebro más lento, ¿no? Nuestro cerebro tipo 2,
pero normalmente las emociones parten de una necesidad intrínseca de actuar, ¿vale? Y las
emociones que hablamos, que pueden ser, pues, la ansiedad, la rabia, la furia o el amor, ¿vale?
Están conectadas totalmente con las reacciones corporales que vamos a hacer para tratar de salir
de la mejor forma de ese tipo de amenaza. Y es que las emociones son importantísimas para anclar
y ser persistentes en determinados comportamientos que evolutivamente han sido buenos para nuestra
supervivencia. Por ejemplo, como ponía en el episodio anterior, cuando estás atrapado en la
naturaleza y, por ejemplo, tus niveles de agua van disminuyendo, te vas deshidratando, puede ir
aumentando un sentimiento de ansiedad, que es bueno porque va a evitar que derroche agua, ¿no?
Lo mismo que si estás viviendo en un río y veas una sombra, te va a venir un sentimiento de miedo
intenso, que es bueno, ¿no? Porque va a evitar que el posible cocodrilo que podría estar detrás de
esa sombra te atrape. Lo importante de entender es que las emociones negativas y positivas tienen
graduaciones, ¿vale? No es lo mismo sentir un poco de ansiedad ante una brisna de hierba que se ha
movido, que en la naturaleza hay que sentir miedo real por una situación o sentir terror, ¿no? La
potencia de la emoción va a marcar el grado de disturbación, ¿vale? O el grado de ruptura de
la homeostasis y, por tanto, de cambios que se van a producir en anticipación dentro del organismo.
Por ejemplo, vamos a generar mucho más cortisol, ¿vale? O vamos a liberar mucho más glucosa. Si
nos aterramos un montón porque realmente nos aparece el cocodrilo, que si sentimos una amenaza
porque hemos visto la sombra moverse, ¿no? Hay graduaciones y, bueno, el cuerpo para controlar la
potencia de estas emociones, que se ajusten lo máximo posible a la amenaza que realmente vamos
a sufrir, pues se basa en nuestras experiencias pasadas que se van recalibrando. O sea, si vemos
una y otra vez una sombra, una y otra vez una sombra y nunca aparece el cocodrilo, pues cada vez
sentimos menos ansiedad, porque puede ser otra cosa. Y esto es lo que he hablado muchas veces,
que pasa, bueno, al hablar en público. La primera vez te pones nervioso y cada vez menos,
cada vez menos, porque vas viendo que no pasa nada. Y también pasa al contrario. Mucha gente tiene
fobia o pánico irracional a determinados sucesos, por ejemplo, a la altura o a los espacios muy
cerrados, bueno, a un montón de cosas. ¿Por qué? Porque durante su infancia han sufrido un trauma,
se han visto expuestos a una situación de estas de forma muy negativa. Y ahora una situación que
racionalmente no les supondría una amenaza grande en su organismo sí que provoca una reacción de
mucho estrés, de mucho terror y, por tanto, generando cambios físicos anticipatorios dentro
de su organismo muy potentes que, por supuesto, llevarán una fatiga asociada. Por tanto, aquí
creo que es bueno quedarse con esta idea de que las emociones se ajustan en función del grado de
amenaza que nos suponen las cosas. Normalmente hablamos siempre del espectro negativo del grado
de amenaza, pero creo que esto está un poco en el aire, pero creo que también habría un espectro
positivo de grado de disfrute de la tarea, desde un punto de tranquilidad hasta el bienestar y un
estado ya máximo quizá de felicidad. Pero bueno, lo que está claro es que la normalidad sería no
tener ningún estresor y siempre que sufrimos un estresor, este sentimiento de ansiedad, miedo o
terror se asocia a respuestas corporales de cambio y también comportamentales. O bueno, mejor dicho,
serían comportamentales en la naturaleza, pero ahora mismo podemos sufrir una respuesta de terror
y no tener ningún cambio físico. Por ejemplo, está a punto de tener un accidente con el coche,
que se nos ponga el corazón a mil, se nos dilata las pupilas, la presión arterial en 200 y no
podemos movernos, no hay respuesta corporal. Pero bueno, esto, como ya vimos en otros episodios,
tiene unos problemas a nivel de salud a medio y largo plazo bestiales, porque al final el cuerpo
que se prepara es para una explosión de energía, para una lucha o vida de la cual le privamos. Pero
bueno, esto ya no es cuestión de este episodio.