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Ciclismo evolutivo

Unimos ciencia, práctica y experiencia para hablar de entrenamiento. Unimos ciencia, práctica y experiencia para hablar de entrenamiento.

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Hola, bienvenidos y bienvenidas a un nuevo episodio del podcast Ciclismo Evolutivo, ya
sabéis, el podcast donde unimos la ciencia con la práctica y la experiencia real para
ofrecerte información útil de verdad acerca de entrenamiento, nutrición, psicología y
en definitiva todo aquello que pueda hacerte mejorar el rendimiento y la salud.
Y en el episodio de hoy vamos a hablar con Ángel Gutiérrez, uno de los profesores que
más me ha marcado en mi paso por la universidad y con su forma de ver las cosas, incluso con las
cosas que sigue divulgando en las redes y vamos a hablar sobre salud, sobre nutrición, sobre psicología,
sobre entrenamiento en edad avanzada, en edad de jóvenes, sobre lesiones o sobre educación en
dos episodios que bueno, ese para la entrevista en dos episodios porque son súper interesantes
y no quiero que os canséis de escucharlo, sino que cada palabra de las que dice son para enmarcar,
así que sin más os dejo con la entrevista. Buenos días, estamos con Ángel Gutiérrez,
que bueno, sobre las presentaciones, profesor de Fisiología Deportiva en la Universidad de Granada,
divulgador, doctor, bueno, un montón de cosas. Muchas gracias por venir a la posca, la verdad que
sin duda invitado más importante y creo que pueden ser cosas muy interesantes para el que no te
conozca, pues bueno, si nos puede decir un poco más de lo que ha hecho en estos 40 años que lleva...
40, 40 son muchos, lo primero que tengo que decir es que estoy aquí porque te conozco de la facultad,
porque fuiste un alumno brillante y muy comprometido y cuando me dijiste de participar en el podcast,
la única posibilidad de decirte es que sí, aparte porque te sigo mucho en redes y te sigo mucho
también por otras personas que tú no lo sabes, pero mucha gente que viene a verme me habla de ti,
me habla de tus entrenamientos y de la formación y sobre todo de la calidad humana, tuya, entonces
yo empecé muy joven con el tema del deporte, practicando deporte y toda la idea durante mi
etapa deportiva era que al acabar mi vida deportiva dedicarme a esto de forma profesional y lo que
quería hacer era ser profesor de educación física como tú, ir a un INED y estudiar,
pues que hace 40 años o 45 años no había más que un INED en Madrid y en Barcelona y yo vivía,
mis padres vivían fuera de España, yo vivía con mis abuelos y no me dejaron irme de Pamplona,
tenía que estudiar allí, así que estudié medicina, un poco por afinidad con la idea de hacer
medicina deportiva y a partir de eso pues acabé mi carrera de medicina y decidí hacer un poco
medicina para sanos, para mejorar el rendimiento y la salud de la población y estar siempre en esta
tarea de prevención de enfermedades y de mejorar el rendimiento, de hecho casi la culminación de
mi carrera como profesor fue coordinar un programa de doctorado que se llamaba Fisiología del
ejercicio aplicada al control del rendimiento deportivo y la salud, que son las dos cosas que
me llaman la atención y en esos 40 años pues un montón de anécdotas y de trabajo siempre en
relación con deportistas y con la calle, soy muy callejero, no soy un médico de hospital y aunque
soy profesor de la universidad tampoco me veo mucho, no soy muy de estar metido en un laboratorio ni en
un aula y me gusta mucho pisar la calle. Para prepararme la entrevista había estado mirando
la libreta de Asignaturas de Fisiología que nosotros tuvimos un cuatrimestre y había una
frase que se repetea mucho y es la de come la mitad, muévete el doble y ríete el triple,
esa creo que es tuya, la podemos igual ir diseccionando y así podemos ir hablando de
primero de nutrición, de ejercicio y de psicología o de estado de ánimo. Bueno esa frase resume
probablemente las tres causas en las que por las que actualmente la gente enferma que son la
alimentación, que son el sedentarismo y que son las situaciones ambientales relacionadas con
las emociones y el estrés. Entonces es una frase realmente que cuando decimos comer la mitad,
moverte el doble y reírte el triple, en realidad estamos reflejando de alguna manera lo que ha sido
la vida de nuestros antepasados, que comían realmente muy poco, que hacían muchísimo ejercicio y no
tenían este ambiente competitivo, contaminado, de estrés, de violencia verbal y social que
genera ahora. Es verdad que ha habido guerras, que ha habido epidemias y que ha habido muchos
problemas a lo largo de la historia. De hecho estamos atravesando el periodo de la historia más
largo conocido, al menos en Europa, sin conflictos bélicos. Nuestros antepasados se lo han pasado mal,
pero desde el punto de vista de la nutrición, el ejercicio y las emociones y el estrés,
realmente creo que lo estamos haciendo muy mal. Es una sociedad que en general se alimenta mal,
que se mueve poco y que tiene muchísimo estrés. Y por resumir en una frase estos tres aspectos,
podemos realmente comer la mitad, comemos muchísimo más de lo que necesitamos, nos movemos
poquísimo, alrededor de diez veces menos de lo que deberíamos movernos, que es para lo que estamos
preparados. Y desde luego tendríamos que estar más en contacto con la naturaleza y más en contacto
con los demás y ahondar un poco en algunos principios que hemos perdido, pues de la amistad,
de la familia y del tiempo libre, de utilizar el tiempo libre en otra cosa que no sea siempre la
competitividad y la mejora y el dinero y el rango social y el estatus, que es cosa por la que lucha
mucha gente y perdiendo la salud allí. Es una frase que dije mucho y la seguiré diciendo.
¿Crees que estamos ahora más sanos que en el paleolítico o menos cuando llegamos a cierta edad?
Bueno, esto hay que enfocarlo bien, porque efectivamente España es el segundo país
más longevo del planeta según estudios y probablemente para el 2030 superaremos a Japón,
que es en la actualidad el más longevo. O sea, por pocos meses. A lo mejor ellos tienen una
media de 84,6 y nosotros 84,2. De edad media, teniendo en cuenta ambos géneros, masculino y
femenino. Bien, esto es una realidad que tiene que ver la gente que tiene ahora 80 años o 90 años,
como tiene mi madre, no tiene que ver con cómo vivimos ahora, sino tiene que ver con cómo vivieron
cuando eran pequeños. La gente de España que tiene ahora 80, 90 años o 95, nació en los años 20.
Mi madre nació en el 29, mi padre nació en el 24 y la gente que nació en esa época de la preguerra y
la postguerra lo que tenía que hacer era alimentarse con lo que tenía, que era todo muy natural,
muy saludable y tuvo que hacer mucho ejercicio para sobrevivir. Los años 30, 40, 50 fueron años duros.
Yo tengo una foto que proyectó en clase del año 1951 de la piscina de la Casa de Campo de Madrid,
una piscina olímpica que era la única que había y pues está en verano, está atestada de gente,
llenísima de gente y se ve en la foto en blanco y negro muy claramente, muy nítidamente todas las
personas que hay ahí, pero es que es imposible encontrar una persona obesa, imposible, imposible,
no hay, todo el mundo estaba muy bien alimentado y hacía mucho ejercicio y muy bien alimentado
desde el punto de vista de que comía lo que se necesita para comer. Como comentaba la cosa de mi
madre, pues vivía en un pueblo y comía huevos de su corral, la leche de sus vacas, los productos de su huerta
y no había tabaco, no había dulces, no había chuches, no había harina, no había comida rápida,
ni había pan blanco, ni había nada de esto y estaba trabajando prácticamente todo el día, pues eso
es lo que ha generado una salud extraordinaria en estas personas que está descrito ya como el gen del
29. No es una cosa que me inventé yo, sea una anécdota personal, sino que realmente esto sucede.
Entonces, la gente en los países poco desarrollados muere por infecciones, muere porque no hay vacunas,
muere por diarrea, muere por otras causas. Y en los países desarrollados morimos por enfermedades
cardiovasculares, enfermedades cardiocirculatorias, respiratorias y cáncer. Todas las principales
causas de muerte en los países desarrollados son casi todas prevenibles, son enfermedades que las
ha generado la civilización. En otros puntos del planeta donde no ha llegado la civilización, pues
no existen o existen en escasa medida. Entonces, una cosa es ser longevo y otra cosa es ser enfermo.
Es verdad que en los países desarrollados a partir de la jubilación se multiplica por cuatro el gasto
sanitario y casi todo el mundo mayor está polimedicado. Hay gente que toma entre 8 y 12
medicamentos diarios. Esto es una auténtica bicoca para la industria farmacéutica que intenta no curar
a los enfermos, sino hacerlos crónicos, perpetuar la enfermedad, porque es un negocio, el de las
farmacéuticas, un negocio completamente inmoral y con muy poca ética, pero que está así, está así
contado. Y por otra parte, pues la industria alimentaria se encarga de que consumamos la máxima
cantidad de alimentos posible, la calidad nutricional es lo de menos y lo que interesa es que estén buenas
para atacarnos a este centro del placer, que lo tenemos, genéticamente venimos determinados por un gen
que nos hace buscar permanentemente el placer y se vea dopamina, pasa con el tabaco, con el juego,
con la comida y estamos enganchados un poco en esa trampa. Entonces, siendo España un país longevo,
dudo yo que sea un país extraordinariamente sano. La prueba es que tenemos la tasa de obesidad
infantil más alta de Europa y de las más altas del mundo y dentro de poco esa infancia obesa serán
adultos obesos y seremos un país con muchos problemas de tipo metabólico, de tipo cardiovascular y
muchas enfermedades como el cáncer, ya por las alternaciones de tiroides que hay en la población
joven actualmente en España es espectacular. Habida lo que comemos, hay muchas niñas con 8 o 10 años
que han desarrollado ya sus pechos, tienen ya la memoria desarrollada con esa edad, porque estamos
ingiriendo una cantidad extraordinaria de disruptores endocrinos que están en los ambientadores, en los
perfumes, en las colonias, en los materiales de limpieza del campo, pues en las hormonas que se
da a los animales o a las plantas, está en fin, la contaminación ambiental por los vehículos, por
las industrias y tal, y entonces vamos a pasar de ser un país longevo a ser un país enfermo en un
mundo un poco enfermo, realmente el mundo está enfermo y esto que está sucediendo en España,
pues tiene posibilidades de revertirlo, pero tiene muy mal futuro, porque estamos generando una
sociedad enferma, decía un autor, no recuerdo el nombre, es peligroso estar adaptado a una
sociedad profundamente enferma, de forma que una persona que sea obesa y tenga un 40% de grasa
corporal, cuando se compara con el resto y está igual que los demás, entiende que es normal, y lo
normal no es estar obeso, ni usar broncodilatadores, ni tomar pastillas para dormir, ni tomar pastillas
para la digestión, ni estar siempre pendiente de un fármaco para sobrevivir, que yo le digo a muy
paciente, usted está bien, se encuentra bien, y dice sí, sí, yo estoy perfecto, yo no tengo nada,
qué tal tiene la glucosa, la glucosa la tengo alta, soy diabético, pero tomo metformina y la
controlo, bueno, o sea que toma un fármaco, y qué tal duerme, yo duermo como un niño, duermo
perfecto, sí, sí, toma algo para dormir, sí, sí, me tomo un orfidal y ya duermo ocho horas seguidas
de tirón, bueno, no, tiene insomnio, pero toma una pastilla, y la tensión arterial como la tiene,
no, no, la tengo 12-8, me tomo un metabloqueante, un diurético, un vasodilatador, y ya la tenía alta,
pero ya la tengo a 12-8, y toda esa gente que toma tantos fármacos, cree que está bien,
en realidad gente muy enferma, y estamos de alguna manera enmascarando una sociedad muy enferma,
con gente que va aumentando de edad, pero polimedicada, y siempre sometida a un sistema
sanitario que está absolutamente estrangulado, y colapsado, porque queremos médicos, un médico
por portal, y lo que tenemos que hacer es evitar la enfermedad, evitar los problemas, yo le digo
a los estudiantes de medicina, que tienen dos opciones, trabajar para curar a los enfermos,
o trabajar para que no se enferme nadie, como decía el otro día el paradigma de los hospitales vacíos,
la salud extrema sería cuando en Australia no haya nada, pasa un poco en otro lado de cosas,
como pasa en Holanda o en Dinamarca, en otros sitios, donde están cerrando las cárceles,
porque no hay delincuentes, o sea, no tenemos que tener un sistema penal punitivo, sino educativo,
cuando la gente está educada y vive en otro contexto, pues las cárceles sobran, y deberían
sobrar los hospitales, hombre, no todos, porque siempre hay gente que va a tener un accidente o va a
enfermar, pero desde luego estamos medicalizando la sociedad bajo los intereses espúreos de industrias
farmacéuticas que van de la mano de la política social, porque ya sabemos todos los escándalos que
hay acerca de las corruptelas en relación con las farmacéuticas, que es un negocio mucho más potente
que el de las armas, o el de las drogas, o el de la trata de seres humanos, pero son fármacos, nadie lo ve
como una cosa muy negativa ni mala, y nadie piensa que detrás de una industria farmacéutica haya una
persona sin escrúpulos, cosa que no es verdad. Yo creo que estamos llegando a un punto que es bastante
peligroso, donde la media es tan baja en ejercicio físico o en mala dieta, que todo el mundo considera
que come bien, todo el mundo considera que en peso está en la normalidad, todo el mundo considera que
hace mucho deporte cuando hablas con ellos, y ya casi tienes que defender, o tienes que ser tú el que
defiendas, que el ejercicio físico en gran dosis, como se ha hecho durante toda la vida, que una
dieta baja en calorías, puede ser buena porque ya eres el que te está siendo de la media. Al final,
un poco como con el deporte, que ya lo normal es irnos a los extremos. Bueno, tienes toda la razón,
Manu, porque, básicamente, estamos tocando los extremos. Hay gente que se empieza a vincular
al mundo del deporte y la alimentación de una manera un poco extrema y sin ser profesionales,
y quieren realmente llevar una vida dedicada exclusivamente a eso, porque hay una cierta
adicción hacia los deportes de riesgo o deportes de extremos, donde uno intenta superar cada día
su marca anterior, y, efectivamente, hay un cierto sector de población que está allí. Pero la realidad
es que, aunque haya bastantes personas que se van incorporando a las actividades deportivas,
no todo el mundo lo está haciendo con criterio. Y también es cierto que cada vez hay más
profesionales del sector que pueden dar buenos consejos, no todos piden la supervisión de un
profesional, empiezan a entrenar un poco, o en centros con personas no especializadas,
y tengo que decirlo, hay muchos box de crossfit, por ejemplo, donde los que llevan los box,
gente formada, gente fuerte, gente entrenada, gente vocacional y motivada, pero que eso no te
da los conocimientos para hacerlo del todo bien. Estamos siempre reclamando un poco la profesionalización
del sector, ponerte en manos de un personal experto. Nadie va al dentista o a un abogado o a un
arquitecto pensando que solamente es un aficionado, sino que tiene una formación detrás. Eso por un
lado. Por otra parte, lo de la alimentación me llama mucho la atención, que parece que uno se
forma en nutrición por lo que diga Pilar Rubio o Elsa Pataki en el hormiguero. Todo el mundo sabe
de todo, todo el mundo sabe de nutrición y cada uno te va dando un consejo. Unos dicen que hay que
comer cinco veces al día, otros siete, otros dos, otros uno, otros que hay unes, otros que solo grasa,
otros... En fin, hay muchas teorías a este respecto y la realidad, por encima de todo,
es que tenemos una sociedad cada vez más obesa, con más sobrepeso tanto a nivel infantil como en
adultos y cada vez más patología derivada de esa alimentación incorrecta. Cuando en realidad
creo que debería ser algo bastante sencillo. Sencillo y barato. Pero estamos atrapados un
poco por la publicidad, por la industria alimentaria y por la perversión que se ha hecho de los
alimentos que consideramos biológicos o saludables o ecológicos o la y toda esta nomenclatura.
Alimentarse no es tan complicado, entre otras cosas porque, como bien has dicho, había que comer
bastante menos. Decimos comer la mitad. Estamos realmente en unos niveles de ingesta y de actividad
física tan bajos que nos hacen muy poco eficientes desde el punto de vista metabólico. Tengamos por
poner un ejemplo. Si tú analizas el metabolismo basal, el consumo calórico de un bosquimano o de
un yanomani, de un nativo del Amazonas o de Nueva Zelanda, de los que viven todavía en un régimen
un poco salvaje, un poco primitivo, vemos que en una persona de mi misma estatura, de mi misma
edad y de mi mismo peso, en Europa, diríamos que consume una kilocaloría por kilogramos de peso y
hora. Que para una persona de 100 kilos serían 2400. Es decir, sería la cantidad de energía suficiente
para que esa persona mantuviera sus ritmos vitales, constantes y estuviese en un normo peso. Bueno,
pues esa misma persona viviendo en un ambiente hostil o, como digo, más primitivo necesita
exactamente la mitad. O sea, puede vivir con la mitad de alimento generando la misma cantidad de
trabajo que tú, porque son muy eficientes desde el punto de vista metabólico. Estamos, digamos,
convirtiendo nuestros organismos en muy perezosos metabólicamente de forma que necesitamos más para
lo mismo. Es decir, como un coche que gasta 10 litros a los 100 y otro gasta 5 litros a los 100,
los dos recorren la misma distancia. Incluso puede ir a la misma velocidad, pero uno consume mucho más.
Y es una cosa que va pasando demasiado rápido. Todas las adaptaciones del hombre a lo largo de
la historia son mutaciones genéticas aleatorias, favorables, que se van perpetuando. Pero sabemos
que en los últimos 300.000 años el ADN, el genoma, el cromosoma del hombre se ha modificado
un 0,5%. O sea, prácticamente nada en 300.000 años. Sin embargo, en las últimas cinco generaciones,
a pesar de que tenemos unas 750 generaciones a nuestras espaldas que han vivido de una determinada
forma, en las últimas cinco generaciones la forma de vida ha cambiado extraordinariamente. Y no el ADN,
el genoma, sino los ligandos, las histonas, proteínas que unen el ADN sí son muy susceptibles de
modificarse por el entorno, lo que llamamos epigenética, que es la influencia del ambiente
o el estilo de vida. La alimentación, el sedenternismo y el estrés influyen mucho en la expresión de
nuestros genes. De tal manera que empiezan a aparecer alteraciones que son genéticas,
heredadas, pero derivadas de mi situación actual, de mi modo de vida, y empiezan a
aparecer algunas perturbaciones. Como vivimos solamente 80 años de media, pues no nos da tiempo
de estudiarlo en toda profundidad. No podemos ver qué va a pasar dentro de dos, tres o cuatro generaciones.
Yo sí sé que mi abuelo, mi abuelo, el padre de mi padre nació en el año 1890. Cuando yo comento
esto, la gente lo ve así como imposible. Dice, a ver, hay una persona aquí de pie, hablándome,
que es un profesor, y su padre y su abuelo nacieron en 1890. Bueno, estaba bastante rápido. La vida
que llevó mi abuelo, o la que llevó mi padre, de la que llevo yo, o la que llevan mis hijos,
ha cambiado de una manera absolutamente extraordinaria. O sea, si lo pones sobre la
mesa, te quedas aterrado. Nunca hubo una modificación tan brutal del estilo de vida,
en cuanto a alimentación y en cuanto a trabajo físico. Si es verdad, que la mejora extraordinaria
de la atención médica, por las vacunas, el lavado de manos o los fármacos, nos permite
vivir mal. Una persona mayor tiene cataratas y se le puede poner un cristal nuevo, tiene una
rodilla mala y le ponen una prótesis. En fin, tiene un onquiste ovárico y se moriría en África,
y aquí lo salvas. Pero no podemos estar mirando siempre a la medicina para intentar solucionar
los problemas derivados de nuestra forma de vida. Creo que hay que actuar mucho en el estilo de
vida. Yo comento mucho con mis alumnos el proyecto Carelia, que se hizo en Finlandia. Proyecto Carelia,
con cat, le quiera que lo busque, pone proyecto Carelia en internet y va a quedarse absolutamente
asombrado de cómo se puede modificar todo un pueblo y pasar de ser la nación con el mayor cantidad
de enfermedad cardiovascular a ser la región y la nación más sana de Europa en solamente 50 años.
Sí, es lo que nos han dicho muchas veces, de la diferencia entre la edad cronológica y la edad
biológica, me acuerdo de morir joven lo más tarde posible. Sí, claro. Y bueno, imagino que no es lo
mismo al final, llegar a 60 años haciendo deporte con mucha gente y estando bien que llegar a 60 años
y no poder levantarte una silla. Sí, está muy de moda algunos conceptos que bueno, los hemos
normalizado, no vulgarizado, sino normalizado. Antes hablar de sarcopenia era una cosa muy rara,
se hablaba a lo mejor en las facultades y en algunas facultades. Ahora todo el mundo ya sabe
lo que es la sarcopenia, es la pérdida severísima de la masa muscular que afecta a la población en
general. Tú ves una persona de un país poco desarrollado y le ves fibroso, musculado y le
ves bien y sin embargo vas a cualquier playa, a cualquier piscina en verano y ves una población
pues un poco debilitada. Entonces la sarcopenia es la falta de masa muscular y lleva consigo la
dinapenia, que es una falta de la capacidad para ejecutar acciones de la vida diaria, ya no solamente
de trabajo deportivo sino de tu vida diaria, la dinapenia. La cratopenia es la falta de la capacidad
de ejecutar un movimiento rápido, falta velocidad, esa gente mayor que anda de forma calcina, que no
puede subir escaleras y eso al final da lugar a la dependencia. Mucha gente que para vivir necesita
otra persona. Cuando una persona mayor de 70, 80 años necesita de alguien para sobrevivir, para
cuidarla, pues necesita no una persona 24 horas que no podría estar, sino a lo mejor dos personas
jóvenes que estén ocho horas cada una ayudando a una persona que no puede hacer nada, con lo cual
tienes una persona dependiente que no participa, digamos, de la vida y otras dos personas bloqueando
su vida para ayudar a esa persona que no puede, porque toda su misión es ayudar a la que no puede
hacer. Entonces estamos llegando a una sociedad también así, muy mayor, una sociedad donde se invierte
la pirámide poblacional. Hay muy poca gente joven y mucha gente de edad media que luego será mayor.
Ahora mismo en España habrá unos 12.000 centenarios, pero para el año 2050 puede que haya 160.000
o 180.000 centenarios si todo sigue como hasta ahora. Entonces la idea es, como tú dices, Manu, es morir
joven lo más tarde posible y decimos siempre que una persona tiene la edad de lo que es capaz de
hacer. Si tú tienes 40 años y eres incapaz de hacer nada, eres un viejo o una persona mayor y sin
embargo gente de 70, 80 años muy capaz, que es completamente autónoma, que es capaz de trabajar
en el campo, trabajar en su casa, arreglarse la vida sin depender absolutamente de nadie. Vuelvo a
poner el ejemplo de mi madre. Tiene 90 años, vive sola y trabaja en el barco de alimentos, en
cáritas, en Médicos Mundi, ayuda, va, visita gente enferma. No paran, no paran. Entonces ni qué edad
tiene. Pues tú la ves y dices, no puede ser que tenga 90, porque tú asocias 90 a una persona de
crépita, en una silla, sentada, que le dan de comer con una cucharita. Entonces, claro, mi madre
tiene 90 años, pero es una mujer joven, una mujer muy joven y sin embargo hay gente de 60 años que
es una mujer, que son personas o hombres o mujeres muy mayores, porque yo le digo a algunas personas
en mi consulta que se suben al podoscopio, que equivalente a peldaño y medio, y se me quedan
mirando perplejos diciendo, ahí me tengo que subir. Gente realmente joven, que es incapaz de subirse
a una escalera con dos peldaños. Dicen que el ángel exterminador persigue a cualquier persona que
sea incapaz de afrontar 10 peldaños o un kilómetro, que lo veía como una distancia, un desnivel
inaccesible. Pero es que hay mucha gente joven que eso ya no lo puede hacer. Y el fruto es el estilo
de vida que llevamos, cada vez más dependiente de tecnología, de ascensores, de coches, de tal,
cosas que estamos haciendo con nuestros niños. Y en el British Medical Journal ha publicado un
artículo muy reciente donde ya considera que un niño a los 12 años se considera sedentario
recalcitrante y todavía no ha llegado a la edad de esa máxima expresión física y ya son sedentarios.
Hay niños con 12 años y menos que tienen síndrome metabólico, que son diabéticos, que son
hipotiroideos. Y son niños obesos que van a desarrollar casi con toda seguridad cáncer. De hecho,
se lo digo a mis alumnos, tengo alumnos en primero, en segundo y en cuarto de carrera, y les digo
siempre, uno de cada dos de los que estáis aquí vais a tener cáncer. Y la gente se queda mirando
como diciendo, no, no puede ser, no puede ser, a mí esto no me va a pasar. Pero claro, yo tengo 63 y
enterrado ya a muchos compañeros amigos míos de la infancia con cáncer de pulmón, cáncer de próstata,
infartados y muchos de ellos tienen prótesis de cadera, de rodilla, por el estilo de vida que hemos
llevado esa generación que nacimos en los años 50-60, donde accedimos de forma ilimitada a la
comida, al tabaco, al alcohol, a las fiestas y a la vida padre, sin tener en cuenta que eso tiene
un precio que hay que pagar y mucha gente ya lo ha pagado. Eso es muy lamentable. Mi misión en
este sentido como docente es intentar transmitir a todos mis alumnos y a su entorno, puesto que les
hago trabajar ya desde el principio y les hago ver que ya pueden ejercer un poco en su entorno
familiar. Ese proyecto Carelia que se hizo en Finlandia, les digo a mis alumnos que tenemos que
hacer nuestro pequeño proyecto Carelia en nuestro entorno. Que nuestros padres, nuestros abuelos,
nuestros amigos, nuestras parejas, compañeros de pis o colegio mayor, pues nosotros como autoridad
sanitaria, tanto desde el punto de vista de la educación física como la medicina, la fisioterapia,
tenemos la obligación de ejercer en cualquier momento. Somos sanitarios 24 horas y que toda esa
gente que nos rodea pues coma mejor, haga más ejercicio, intente estar mucho tiempo al aire
libre, socializarse, en fin, evitar situaciones de estrés a base nada más que de huir de ellas. Eso
se puede. No hay que acudir a los conflictos, sino más bien huir de ellos. En fin, esto es un poco,
un poco resumen, un poco eso que me dices tú. No sé si te contesto lo que me has preguntado,
pero es que me sale del alma. Sí, es interesante. Ya, siendo un poco más, imagina un deportista de
edad cronológica avanzada que quiere empezar el deporte o que ya lo está haciendo, ¿qué consejos
le podríamos dar a una persona de 50, 60, 70 años que quiera ponerse ahora a recuperar el tiempo
perdido, coger salud? Sí, bueno, esa es la pregunta del millón, porque efectivamente hay
muchas personas que llegan a los 50, 60 años y se han dedicado toda la vida a pagar la hipoteca,
pagar el coche, a cuidar a los niños y no han tenido tiempo de nada, no han tenido tiempo
de, digamos, dedicarse a entrenar. Gente que a partir de los 21, 22, 23, cuando acaba sus estudios,
o sea, se sitúa profesionalmente, pues abandona un poco la vida deportiva. Luego llegan los 50,
60 y muchos de ellos están orientados por los sanitarios. Tengo el caso de un reciente,
de una persona que acude a mi consulta con 65 años, se acaba de jubilar y le dice su médico,
le dice, mira, este hombre con 14 años se fue de casa, hijo de guardia civil y de una madre
silla de ruedas y que, en fin, con una infancia muy dura y mucho maltrato infantil y tal, el tío,
le dieron dinero para hacer la compra y se cogió un autobús, un tren y se fue a Andalya, se fue,
se fue a Irún, luego Andalya y se fue a Francia con 14 años y ahora tiene una flota de camiones.
Les voy a contar toda la historia de esta vida que es un extraordinario. El tío tiene una
una empresa de transportes con una flota de camiones y tal. Bueno, este hombre llega a los 65 años,
se va a jubilar y le dice a su médico, mira, me alegra mucho que llegue este momento de tu vida,
que te vas a jubilar y quieres disfrutar de la vida, pero eres hipertenso, eres diabético,
tienes problemas cardíacos y o cambias de vida drásticamente o no vas a poder disfrutar de tu
jubilación y de tu vida ni de tus nietos ni de nada, porque estás realmente fatal. ¿Qué
tengo que hacer? Dice, pues tienes que hacer ejercicio, tienes que empezar a moverte, tienes
que hacer senderismo, tienes que hacer trekking, tienes que salir al campo, mira si puedes correr
un poco o hacer algo de musculación. Bueno, este hombre ahora ha venido a verme porque tiene una
lesión deportiva, ahora tiene 72 años y tiene en la casa, no sé, tendrá 20 o 30 copas de las
carreras de diputación, de carreras de veteranos y tal. Toda esa gente mayor que nunca hizo ejercicio,
cuando empieza a hacerlo y se da cuenta de las bondades que tiene, de las ventajas que tiene a
nivel social, a nivel personal, a nivel físico, sanitario, ven cómo disminuye la tensión arterial,
disminuye el colesterol, disminuye el azúcar en sangre, cómo le quitan medicación, cómo duerme
mejor. En fin, todas las ventajas que se derivan se utilizan de forma extraordinaria. Yo muchas
veces lo cuento, algunos domingos por la mañana voy al gimnasio y yo, que ya tengo una cierta edad,
veo la mayoría de las personas mayores que yo, gente muy mayor. Y lo consejo que le daría es que
aunque sean regañatientes y sin estar muy convencidos, que empiecen. Porque cualquier persona
que se inicie en una actividad deportiva, a eso sí, le tiene que gustar. O sea, el deporte es muy
efectivo cuando lo que haces te gusta. Hay gente que le gusta jugar al tenis, hay gente que le gusta
salir con los perros a andar, hay gente que le gusta nadar, hay gente que le gusta la bicicleta,
hay gente que le gusta correr, hay gente que le gusta al gimnasio, pero lo que te guste. Tienes
que hacer lo que te guste. Y cuando llevas, no sé, te voy a decir diez días, muy poco, enseguida
se enganchan. Y es muy difícil soltarlo. Hay un poco de adicción, pues fíjate tú, adicción a la
salud. Puedes ser adicto a las drogas o al alcohol o al juego o al sexo y realmente hay gente que se
adicta a hacer ejercicio por estas cuestiones saludables, se encuentran muy bien. Entonces,
el consejo para gente mayor que no se lo cree mucho sería que empiece. Pero es muy difícil convencer
lo si no lo tienen claro. Y para eso está lo que llamamos, y lo hemos dicho aquí, la autoridad de
la bata blanca, los sanitarios o la gente sobre la que la sociedad confía un poco en nuestra
formación. Por eso digo yo que hay que ser muy exigente la formación de los alumnos universitarios
porque cuando salimos de la universidad la gente nos atribuye unos conocimientos que nos es
obligatorio realmente tener y convencer. Y hay que vender salud y ya está. Aunque la palabra
vender está feo, el momento que una persona mayor empieza y ve los beneficios de hacer ejercicio,
todas las experiencias que tengo con personas mayores son extraordinarias. Y de hecho,
hay una cantidad en pueblos, en muchas zonas de Andalucía, donde el colectivo de mayores
organizados, activos organizados por los patronados y por los ayuntamientos, pero pueblos desde 500
habitantes, de mil habitantes, es extraordinario. Hay mucha mucha fidelización cuando una persona
mayor, hombre o mujer, de una cierta edad comienza a hacer actividad física. La clave es empezar.
Dicen que llora de pena de ver el valle inundado. Es el espíritu vivo del bueno de Simón Pardo.
Se suicidó en la mañana que iban a echarlo de casa. Cómo vivir sin raíces cuando no te queda nada.
Dicen que aún fui de justicia por semejante barbarie. En donde hubo 3.000 almas, ahora ya ni corre el aire.
Cuentan de Vicente Alonso que se enfrentó al policía con su bastón de madera. Cómo olvidar aquel día.
Dicen que pocos han vuelto a ver lo que queda ahí arriba. Hay un extraño silencio donde antes había vida.
Fue la traición socialista el 7 de julio aquel año. Ejecutada la fuerza por guardia civil a Caballo.
Subidos a los tejados, gritaron que no se iban, que no se llama progreso dejar los pueblos sin vida.
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