Toda sociedad como la nuestra tiene una serie de héroes, mártires que murieron defendiendo
su idea y ayudando al bien común, sin embargo esta cantidad es al menos duplicada en números
por otra categoría de héroes olvidados, héroes que no solo nadie conoce sino que
habrán sido o son maltratados por la sociedad del momento.
Había una persona que durante el año 2000 aprobó una ley de mejora de la seguridad
aérea, haciendo controles de antiarmas en los aeropuertos y mejorando la seguridad de
la cabina de los pilotos.
Esta persona habría evitado los ataques terroristas del 11 de septiembre, salvó millones de
vidas, no solamente del atentado sino de los hechos que ocurrieron después, sin embargo
y a pesar de tamaña contribución a la sociedad, no solamente hubiese pasado desapercibido
y no hubiera sido considerado un héroe, sino que se le habría respondido con ingratitud
y probablemente con una destitución del puesto de trabajo.
Habría sido criticado por las compañías aéreas, pues serían más gastos para ellas
y criticado por los viajeros, pues tendrían que hacer largas colas.
Nunca hubiese sido consciente del acto héroico cometido y seguramente terminaría sus días
pensando que era un fracasado y que se equivocó al implementar más seguridad en los aviones.
Este ejemplo es uno de tantos casos que no ocurrieron y sobre todo de un número incuantificable
de personas o de cosas que evitaron tragedias mayúsculas y que al no ocurrir no dejaron
ni héroes ni aprendizaje.
¿Cuánta gente y cuántas medidas habrán sido maltratadas por la historia precisamente
por evitar que pase una catástrofe?
Y además ¿cuánta gente o cuántas medidas nos pueden estar salvando de posibles calamidades
sin nosotros saberlo?
Imagine el oyente que mañana un político o un grupo de países declaran medidas urgentes
para frenar el cambio climático.
Esas políticas proteccionistas y a largo plazo podrían servirnos como especie para
evitar una calamidad.
Sin embargo, la paradoja es curiosa y es que si esas políticas tienen éxito, los que
la hayan implementado tendrán el rechazo de la sociedad.
Serán criticados por implementar medidas innecesarias contra algo que no pasó.
Podríamos poner muchos más ejemplos, pero como veis, por definición, en esta sociedad
nunca podrá estar valorada la prevención.
Como veis, quien tenga éxito de verdad en su labor de prevención será ignorado y en
muchos casos maltratado por el resto de la sociedad.
Los héroes son los que actúan a posteriori en algo que ya ha ocurrido.
Y esto la gente y nuestros políticos lo saben bien.
Pero como todo en la naturaleza ocurre en diferentes niveles y el nivel que nos ocupa
en este postcard sobre ciclismo y sobre salud es a nivel de las personas.
Está más que demostrado que el ejercicio físico diminuye el riesgo de morir por cualquier
causa, reduciendo en un porcentaje inmenso los peligros de morir por la mayoría de enfermedades
que matan a la gente hoy en día.
Ahora con el coronavirus vemos claro cómo personas deportistas pasan el virus con unos
síntomas mucho más leves que personas de su misma edad con un nivel de condición
física mucho menor.
Sabemos que un buen estado de forma diminuye los riesgos de tener complicaciones por COVID,
de desarrollar cáncer, enfermedades metabólicas, enfermedades cardiovasculares, enfermedades
cardiorespiratorias y enfermedades neurodegenerativas, o sea, la gran mayoría de enfermedades que
tenemos las personas a partir sobre todo de cierta edad.
Y ojo que con buen estado de forma no me refiero solo a nivel de condición física, sino
también a nivel de estado de ánimo, de movilidad y de peso óptimo.
Y por eso a esta altura de la película me he dado cuenta de que los profesionales de
la salud somos héroes y los que nos dedicamos a la prevención, héroes olvidados.
Los entrenadores, nutricionistas, psicólogos, médicos o fisioterapeutas contribuimos a
la prevención de catástrofes a nivel orgánico, prevenimos enfermedades y lesiones.
Sin embargo, si tenemos éxito, estamos destinados a ser olvidados.
Nadie sabrá que le salvaste de tener un cáncer con 40 años si el cáncer no llega
a producirse, nadie te va a mandar jamones por navidad por hacerle prevenir un infarto
con 57 años, jamones que sí mandará al médico que le operó ese mismo día, nadie
dirá que le hicimos salir de la depresión si no llegó a deprimirse, ni dirá que el
deporte le dio sentido a su vida si su vida no dejó de tener sentido.
Conozcámoslo, estamos destinados a ser héroes anónimos que morirán sin que nadie se acuerde
de ello, ese precisamente será nuestro éxito, otros se llevarán la gloria, las estatuas,
la financiación, los premios y el reconocimiento público.
Las personas a las que ayudamos no nos lo pondrán fácil, seguirán pidiendo más y
más dinero para el tratamiento de la enfermedad mientras que nosotros para la prevención
tendremos cada vez más trabas, seguirán pidiendo torres más altas y menos controles
en los aeropuertos, cuando el desastre climático llegue los únicos héroes serán los científicos
que diseñen un casco que nos permita seguir respirando.
Admitámoslo, es nuestro sino, los profesionales de la salud que nos dediquemos a la prevención
estamos destinados a ser olvidados y eso sin ninguna duda será la señal de que hemos
realizado nuestro trabajo bien.
Yo soy Manu Solarjona y esto ha sido ciclismo evolutivo, nos escuchamos en el próximo episodio.
Además ayudarás a su productor a seguir creando contenido con la misma pasión y
dedicación.