Hola y bienvenido al primer episodio de mi podcast Ciclismo Evolutivo. En este
podcast voy a compartir información realmente útil, libre de los vendeumos y
sed de entrenadores, donde no te encuentro que quiera escuchar sino las
cosas como son. Conoceremos todo lo relacionado con el máximo rendimiento en
ciclismo y la salud, interpretando de forma crítica la ciencia y uniéndola a
la práctica real de los mejores deportistas del mundo. El sentido común
y la unión de los diversos campos nos guiarán para evitar que los árboles
nos impidan ver el bosque. Quiero que descubramos cómo unir la
fisiología, la nutrición, la psicología y en general toda la ciencia del
entrenamiento para llegar de una vez por todas a los límites de la resistencia.
Y bueno, voy a dedicar este primer episodio a contaros por qué el nombre
ciclismo evolutivo. El ciclismo está claro, vamos a hablar especialmente de ciclismo,
aunque bueno, también algunas cosas de atletismo y sobre todo muchas cosas de
salud, de psicología, de temas que se pueden relacionar con el ciclismo, pero
también con otros deportes. Por tanto seguro que este podcast a alguien que
haga atletismo, que haga natación, le puede ser útil, seguro. Pero aquí el
apellido evolutivo es lo realmente importante. ¿Por qué evolutivo? Bueno, a mí me
gusta mucho mirar la ciencia, mirar artículos científicos que salen
antiguos, nuevos y mirarlos con un pensamiento crítico. Y claro, lo que te das
cuenta es que en cualquier campo, ya sea en el entrenamiento, en la salud, en la
nutrición, en la psicología, bueno, hay estudios a favor de algo y en
contra. El entrenamiento de fuerza, el entrenamiento en ayunas, comer, la dieta
cetogénica, el mindfulness, bueno, te puedes encontrar bibliografía a favor y en
contra. Esto en el ámbito de la medicina igual, en el ámbito de suplementos, pero
bueno, si nos metemos a analizar tendencias, cómo evolucionan los
resultados de los artículos o más bien de los metanálisis, que es la
revisión de muchos artículos juntos, lo que se considera la evidencia más
potente en los metanálisis, se ve que hay una tendencia clara en todos los
campos, por lo menos en todos los que tienen que ver con la salud, con temas
incluso psicológicos, temas medicinales, hacia lo evolutivo. Todo suele ir
hacia lo que nuestro cuerpo espera de nosotros, porque partimos de una cosa
que parece que es indiscutible ahora mismo y es que nuestros genes
apenas han variado desde el paleolítico, quiere decir que nuestros cuerpos,
nuestros cerebros, están cableados para un medio o para unas cosas, para unas
situaciones que ahora mismo ya no se dan. Esto está detrás de tantos problemas
de salud, enfermedades, incluso depresiones, en fin, un montón de
problemas de que nuestra vida no está alineada con nuestros objetivos, con lo
que nuestro cuerpo quiere, con lo que nuestros genes desean y ahora lo voy a
desarrollar. Vamos a empezar por lo principal, por lo básico. ¿Cuál es el
objetivo de nuestro organismo? ¿Cuál es el objetivo de la evolución de nuestra
genes? Y aquí está claro, el objetivo es reproducirse, el objetivo de los genes
es perdurar. El objetivo para lo que está diseñado el ser humano no es para ser
feliz, es para perdurar en el tiempo. Todos los sistemas de nuestro cuerpo
están diseñados para ello, para perdurar en un medio inestable. Cada animal, cada
mamífero, cada planta incluso, se va a evolucionar de una forma diferente para
conseguir el objetivo final, que no es otro que sobrevivir, ya sea mediante
nosotros mismos o mediante nuestros descendientes. Los seres humanos, para
conseguir este objetivo de supervivencia, hemos desarrollado unas características
únicas. Nuestros cuerpos están diseñados para las funciones que nos
hacían mantenernos vivos en el paleolítico, que eran, por ejemplo,
mantener una actividad física constante para ser capaces de buscar alimentos, ya
fuese por la caza por persistencia, o bien por la recolección, ser
capaces de huir y además tenemos una habilidad social muy bien desarrollada
porque mantenernos en tribus era lo que nos permitía mantenernos vivos. Los
seres humanos somos animales de tribus, somos animales que solo, bueno ya lo
vemos, nos ponemos tristes, no estamos felices y somos mucho más propensos a
enfermar y sobre todo a no sobrevivir. Un ser humano no tiene ninguna
herramienta, ningún superpodés para luchar contra un animal de tú a tú,
solamente la fuerza de grupo, la fuerza de la manada y además la inteligencia
eran las que nos permitían conseguir el objetivo de alimentarnos y de
subsistir. Nuestro cuerpo está tan desarrollado para sobrevivir en ese
entorno que cada vez nos damos cuenta, con muchos años de retraso, de que esas
condiciones son las que más favorecen nuestra salud e incluso nuestra
felicidad. Por ejemplo, en el campo de la ciencia del entrenamiento que nos damos
cuenta que el entrenamiento polarizado, hacer muchas tiradas a muy baja
intensidad y apenas una o dos sesiones de alta intensidad a la semana, intervalos
breves pero muy intensos, son lo que mejor nos sienta para mejorar el
rendimiento y mantener la salud. Qué curioso que justamente es lo mismo lo que
se suele hacer el ser humano en libertad hace millones de años, que era
muchísima actividad, se documentan unas 5 o 6 horas de caminata al día,
aproximadamente andaban unos 20 kilómetros al día para
recolectar, para encontrar alimento y además para practicar la caza de
persistencia que consistía en correr detrás de un animal hasta que éste se
agotaba. Esto lo conseguimos porque el ser humano en condiciones de calor es el
animal más resistente, somos los únicos animales que son capaces de sudar en
condiciones de calor. Se ha visto en las tribus indígenas que cazan asintos
todavía que se ponen a correr detrás de una cebra y claro la cebra corre más
que los humanos pero un grupo de humanos que son capaces de seguirle
la pista a esta cebra la van persiguiendo, la van persiguiendo y llega un
momento en el que por el aumento de la temperatura corporal la cebra es
incapaz de termos regular y llega un momento en el que se queda parada y
llegan y la cazan. Puede ser a las 3, 4, 5 horas de carrera continua en el monte
pero al final conseguimos cazar un animal y es que nosotros como ser humanos
estamos diseñados para ser deportistas de resistencia. No somos más fuertes, no
somos más ágiles, no somos más rápidos que ningún animal, solamente los podemos
cazar a través de la resistencia, de agotarlos. Si os fijáis en cualquier
animal, cualquier perro, veréis que cuando hace mucho calor la única forma
que tiene de bajar su temperatura corporal es a través de la lengua. Sacan
la lengua muchísimo e intentan retirar el calor que tienen en el cuerpo a
través de estos mecanismos, pero son mucho menos efectivos que la sudoración.
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