Ciclismo, una escuela para la vida. Ciclismo Evolutivo, episodio 36
Hola, bienvenido y bienvenida a un nuevo episodio del podcast Ciclismo Evolutivo.
Ya sabéis, el podcast donde hablamos de entrenamiento, nutrición, psicología y cualquier aspecto
que tenga que ver con el rendimiento y con la salud, principalmente enfocado al deporte que más nos gusta, que es el ciclismo.
Y bueno, en el episodio de hoy traigo un tema que hace mucho tiempo que debería haber tratado
y me habéis pedido los suscriptores de podcast.
Entonces hoy quiero hablaros de cómo programar, ya no sólo el entrenamiento, sino todo lo que concierne
como formar, mejor dicho, más que programar, como formar a un deportista en estas edades tan críticas de formación.
Y con este podcast voy a hablarles a deportistas que sean cadetes y juveniles y luego también a sus padres,
porque no podemos separar una cosa de la otra.
Normalmente la influencia que tienen tanto los amigos, los profesores, los padres, los conocidos
y ahora también las redes sociales en los chavales es mucho, mucho más grande que la que ellos mismos
pueden tener respecto a su comportamiento.
Por tanto, de hecho, incluso más, quiero que este podcast vaya más a los padres que tengan chicos así,
que hay ellos mismos que quizás no les interese tanto, aunque bueno, voy a intentar hacerlo de forma que os pueda interesar a todos.
Entonces, como siempre, voy a hablar de entrenamiento, voy a hablar de nutrición, de materia también y de psicología, ¿vale?
Pero vamos a cambiar el orden y si en la mayoría de episodios empiezo hablando de entrenamiento,
en este caso considero que es mucho, mucho más importante empezar hablando de psicología, de contexto, de formación, etc.
y luego ya pasar a hablar de cómo entrenar a estas edades que buscamos conseguir, cómo hacer la nutrición
y bueno, un poco también algunas pizadas que quiero dejaros de cara al futuro que creo que os va a gustar,
pero eso vamos a dejar para el final, así tenéis que aguantar el episodio entero.
Bueno, pues empezando con el tema, yendo al contexto, lo primero que creo que tenemos que saber
es que las circunstancias que hay ahora en los chicos del contexto es muy diferente al que había hace 10 años, 20 años
y ya ni digamos porque podréis tener los padres de estos chicos que imagino que estaréis rondando la cincuentena ahora en su edad, ¿vale?
Yo, por ejemplo, me doy cuenta y no tengo tantos años, ¿vale? Yo tengo ahora mismo 27 cuando estoy grabando esto,
pero ya las circunstancias que ocurren ahora con internet, los cambios son tan rápidos que han cambiado mucho desde, digamos, mi paso por estas edades, ¿no?
Yo empecé a competir, por ejemplo, voy a contar ya mi caso ya que estamos, empecé a competir con 14 años en infantería de segundo año
y bueno, en esa época ni había redes sociales, había internet, pero vamos, no nos metíamos, pues yo creo que hasta 17, 18 años
y bueno, y ya que deciros, ¿no? Pues vosotros cuando cada uno sabe sus circunstancias.
Y yo, por ejemplo, me he dado cuenta de este cambio porque seguí entrenando chicos jóvenes, pues prácticamente desde que terminé la carrera,
luego también he estado, bueno, he hecho el máster de profesora de secundaria, he hecho las prácticas en institutos
y te das cuenta de que los cambios son muy bruscos, ¿vale? Entonces este va a ser principalmente lo primero que tenemos que tener en cuenta
a la hora de pensar en actuaciones de cara a no llevarnos a engaños o estar preparados para el mundo real
y es tener en cuenta estas cosas que nos vienen de internet y que un humano de por sí no está preparado, ¿vale?
Y muchas veces, bueno, el cerebro nos engaña en internet porque lo interpretamos como si fuese vida real
cuando son estímulos que están pensados justamente para esto. Bueno, ahora lo explicaré mejor, ¿vale?
Entonces, empezando un poco porque me he apuntado unos temas que quiero comentar y, por ejemplo, hablando de psicología,
creo que el principal problema de los chicos actualmente, de los chicos en edad de formación, viene precisamente de las redes sociales.
Por un lado, porque nos venden un éxito irreal que, y cuando digo irreal es que ni siquiera es cierto,
o sea, nos venden una felicidad continua, constante, personas exitosas en lo que hacen, que realmente no es así,
que son gente que no es tan exitosa como parece o no están tan contentas como parece, pero cuando publican algo,
cuando ponen las fotos tienen que vender esa imagen que venden o esa imagen de felicidad continua, de éxito,
lo que hace también la publicidad muchas veces, ya sea en televisión o en internet,
y eso hace que los chicos tengan una idea totalmente errónea de lo que es su vida y que en comparación con esta gente
o con estos influencers podríamos decir que ellos sientan que son un fracaso o que sientan que si no llegan al éxito máximo,
que si no llegan a ser profesionales o que os digo más, que si no llegan a ganar el tour ya están siendo un fracaso.
Entonces, creo que las aspiraciones actualmente de los chicos, y no en todos, porque al final hay mucha gente,
diferentes tipos de educaciones, pero en la mayoría creo que eran aspiraciones demasiado elevadas,
que no son malas per se, pero son malas porque no se saben controlar o porque cuando llega el fallo o el problema
se llega a una situación de ligera depresión.
A mí hay un filósofo o profesor, digámoslo de otra forma, que me gusta mucho, que se llama José Carlos Ruiz,
y él, que es profesor también de secundaria, habla mucho de esto, de que como ahora, en los últimos años,
ya los chicos no quieren aspirar a ser como sus padres o no aspiran a vida, digamos, cómoda,
sino que aspiran a cosas súper, digamos, complicadas o que se consideran por la sociedad súper exitosa.
O sea, ya nadie quiere ser, que os digo yo, carpintero como su padre o informático o policía loca o incluso profesor.
Ya se buscan cosas como mucho más extravagantes, o ser futbolista o ser profesional de los videojuegos o ser youtuber.
Son cosas como que llega una persona de cada 200.000 y no digo que sea malo soñar a lo grande,
pero que hay que tener un pequeño salvavidas y una capacidad de no autodecepcionarse cuando no se llega
o digamos que alguien les ponga en contexto que a futbolista profesional llega uno de cada 100.000.
Entonces, eso es lo que no se está poniendo muchas veces en contexto, pues a veces creemos que es coartar las ambiciones
o coartar los sueños de un niño, pero no es coartarlo, sino decirle, oye, a ver, que no es fácil,
que el problema es que antes se veía como alguien súper lejano, ¿no?
Antes, como no había internet o los famosos no tenían su Instagram o su Facebook, donde les ven la historia
y lo que hacen cada día, se veían como personas muy lejanas donde a nadie se le ocurría pensar
que iba a ser el próximo Maradona o el próximo Fernando Alonso.
Pero ahora, como los tenemos tan cerca, pues cualquiera lo ve tan fácil que cree que puede serlo.