Llega ese momento del año en el que echamos la vista atrás para descubrir que hemos vivido
un año apasionante. Un 2017 lleno de avances, nuevos descubrimientos, de trabajo y de progreso.
Un 2017 en el que nosotros aprendimos, sí, pero también la tecnología aprendió con nosotros.
En 2017, la tecnología aprendió nuevas formas de entendernos mejor. Aprendió a entender
nuestras palabras simplemente leyéndonos los labios. O también aprendió a entender
nuestro lenguaje corporal simplemente a partir de un vídeo tomado con una cámara convencional.
Y también a ver y comprender mejor el mundo que estaba delante de sus ojos,
mucho más rápido y mucho más eficiente.
Esta evolución en el campo de la visión por ordenador es lo que ha permitido que
sectores como el de la conducción autónoma hayan podido seguir experimentando su evolución
en este año. Un sector de futuro llamado a transformar completamente la forma en la
que vivimos. Con nuevos proyectos y competidores. Con nuevos mercados.
Con nuevos avances en leyes que se adaptan a un futuro cada vez más cercano.
Y por tanto, con nuevas oportunidades que poder explorar.
Muchos de estos avances han sido posibles gracias a las mejoras en las herramientas
de Machine Learning. Avances como los nuevos procesadores especializados para el cómputo
de modelos de inteligencia artificial o las nuevas librerías de programación publicadas este año.
En 2017, la tecnología no solo ha aprendido a percibir mejor la información,
sino que también ha aprendido a generarla. Por ejemplo, a generar voz humana mucho más realista.
O a generar el código fuente de una interfaz de usuario a partir de la imagen de su prototipo.
A partir de grabatos, a generar bocetos. A partir de bocetos, generar imágenes.
Y a partir de imágenes, a generar ediciones como nunca antes.
Editar París para que aparezca Venecia. O transformar el invierno en primavera.
O automáticamente pasar del día a la noche. Fue capaces de crear cara de personas que
nunca existieron. Y también fuimos capaces de suplantar la identidad de caras muy conocidas.
En julio vimos gracias al avance en técnicas de aprendizaje reforzado,
cómo los bots aprendieron a moverse mejor. Y aunque en su momento nos pareció
algo simpático, esto solo fue un preludio de lo que Boston Dynamics nos enseñaría después.
Y es que muchas cosas increíbles sucedieron este año. Alpha Go evolucionó notablemente
respecto a años anteriores, siendo capaz ahora de aprender sin necesidad de ningún
conocimiento previo. Esto es Alpha Go Zero. Y ya no solo se limita a ganar al Go,
sino que también venció a Stockfish, el que era hasta la fecha el mejor programa de ajedrez del
mundo. O el caso de Libratus, la inteligencia artificial que ganó el torneo de poker contra
4 campeones humanos. Y también tenemos a la tecnología de OpenAI, ganando en campeonatos
de Dota 2. Pero no te confundas, esto no va de ganar a juegos, sino desarrollar las técnicas
para superar los grandes retos de la humanidad. Ha sido gracias a la inteligencia artificial que
hemos llegado a ver el cosmos con mayor claridad. A diagnosticar la neumonía con mayor precisión.
A secuenciar nuestro genoma humano de manera más eficiente.
Y también a encontrar en los datos nuevos mundos hacia los que poder mirar.
Todas estas noticias demuestran que estamos viviendo una época emocionante, y que todo
el mundo debería entenderla. Por eso mismo y humildemente quiero destacar una última
noticia en este vídeo. En el metro octubre de este año dio comienzo a este canal,
un espacio en YouTube que busca acercar al público este mundo apasionante de la
inteligencia artificial. Inspirar y aprender. Y no me entiendan mal, esto no es un canal en
el que yo te enseño nada, sino en el que todos aprendemos juntos. Porque vivimos en una era
donde las máquinas aprenden, sí, pero nosotros también aprendemos.