This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
NFTs, una tecnología odiada por unos y amada por otros, una tecnología que está siendo
la punta de lanza de una revolución en el mundo del arte y que poco a poco estamos viendo
cómo está cambiando una industria que… pero Rocío, Rocío, para, ¿qué haces?
¿Qué haces?
¿Quemar un FT?
No, quién es NFTs?
Sí, por un momento, para quemar un FT es Carlos.
Así no te puedo invitar a mi canal, no puede ser que venga y me quieras prender fuego a
todo esto, pero bueno.
Sí, estás aquí por un muy buen motivo y es que estamos hablando de un tema polémico
que son los NFTs.
Totalmente, y que tienen dos lados, que están muy presentes, algunos lo alaban, otros lo
desprecian, vamos a ver las dos versiones.
Vamos a dar las dos versiones.
Una cosa importante que vamos a decir es que las versiones que vamos a defender cada uno,
aquí vais a ver el lado positivo de los NFTs, ella te va a contar el lado negativo, pues
no representan nuestras posturas reales, es simplemente una forma de contaros todo el
debate que está ocurriendo en este momento.
Exactamente, Carlos, así que yo te dejo aquí contando las bondades y me voy a mi canal
a echar la basurilla, que es muy importante también.
Que te gusta echar la basurilla.
Hombre, no lo sabes tú bien.
Así que si no te lo han contado todavía, vamos a ver cuáles son las virtudes de una
tecnología como los NFTs, pero antes un mensaje del patrocinador de este vídeo.
Y es que mientras profundizamos sobre criptomonedas y NFTs, pues creo que es un muy buen momento
para hablaros de esta súper aplicación financiera que a mí me está resultando bastante útil.
Revolute es una aplicación móvil que tiene un montón de funcionalidades para hacerte
la vida mucho más sencilla a la hora de gestionar tu dinero.
Una aplicación financiera sí, pero que cuenta con licencia bancaria de la Unión Europea,
con lo cual no tendrás que preocuparte de tu dinero ya que cuentan con una garantía
de depósito.
Por ejemplo, yo me he pedido con ellos una nueva tarjeta de débito que además he podido
personalizar a mi gusto.
Aquí un inciso para que veáis bien la tarjeta que está bastante guapa y además es metálica.
Y ahora con esta tarjeta, pues yo puedo ir haciendo pagos que van a quedar registrados
en la aplicación, con lo cual los puedo controlar mucho mejor, pero al mismo tiempo también
puedo ahorrar.
Y es que con esta tarjeta, pues podéis acceder hasta un 40 por ciento de descuento con diferentes
marcas como ASOS, Adidas, Uber, marcas que por lo general pues todos nosotros utilizamos.
Y aparte, como aplicación financiera, pues luego cuenta con un montón de utilidades
que están bastante bien, por ejemplo, poder enviar dinero a cualquier parte del mundo
a una persona que también tenga Revolute o una cosa que yo suelo utilizar bastante
que es esto de poder dividir los gastos entre amigos cuando vais a un restaurante o vais
de viaje.
Los gastos los tenéis integrado en la misma aplicación y entre más la voy usando, más
descubro cosas.
Por ejemplo, ahora he visto que si por ejemplo viajando tu vuelo se retrasa más de una
hora, pues ellos te pueden gestionar el acceso gratuito a Salabips en el aeropuerto.
No sé, tiene un montón de cosas.
Si queréis probarla os voy a dejar abajo en la caja de descripción un enlace para
registraros y también vais a tener un bono de bienvenida de 20 euros.
Tenéis toda la información abajo.
Muchas gracias a Revolute y seguimos con el vídeo.
Y para empezar, pues lo primero que tendríamos que hacer es definir qué es un NFT.
Pues un NFT es esto, o esto, o esto de aquí.
Y claro, tú dirás, pero Carlos, si esto es una imagen, esto es un GIF y esto es una
cosa 3D con la que puede interactuar.
Y no te faltaría razón.
Pero vamos más allá.
Imagínate que yo ahora cojo el archivo original, que técnicamente yo he generado, y lo proceso
para obtener de él un identificador que será único para dicho archivo.
Es decir, si modificara esta imagen en un solo pixel, pues este código de aquí cambiaría
al completo.
Y claro, ya sabríamos que este no sería el archivo original.
Pues esto, señoras y señores, es un código hash.
Vale, esto no es un NFT, esto es una cosa del mundo de la informática.
Es un código hash.
Y es que aún nos falta un último detalle.
Si cogemos ahora este código hash que identifica a nuestro archivo, a nuestro documento, pues
ahora lo que podemos hacer es codificarlo con otros metadatos que serán necesarios
para que todo esto funcione y almacenar todo esto en una blockchain.
Ahora sí, señoras y señores, podemos decir que tenemos un NFT.
A grandes racos.
Aquí lo que hemos hecho al final ha sido guardar el código que identifica nuestro
archivo en una cadena de bloques.
Un sistema de almacenamiento que va a garantizar hasta el fin de los días la seguridad de
la información que guardemos ahí.
Nadie podrá manipularla, nadie podrá eliminarla.
Y a partir de este momento, pues tú vas a poder gestionar la venta de dicha información.
La idea es que que esa pieza de información te pertenezca, pues implica que el archivo
que representa es de tu posesión.
Esto sería algo así como cuando tú vas a un vestidor a dejar una prenda de ropa y
ellos te dan un ticket para que luego puedas recogerlo.
Ese ticket sería el NFT que representaría a tu prenda de ropa.
Y si por algún motivo quisieras intercambiar tu abrigo por un cubata, pues podrías coger
ese ticket y vendérselo a otra persona, que a partir de ese momento pasará a poseer
tu abrigo.
Y ahora que lo has entendido, pues tengo que decir que tampoco era tan importante entender
el concepto.
Yo ahora podría empezar a explicarte que NFT significa non fungible token y que fungible
significa que bla bla bla bla.
Pero como digo, da igual.
Al final, lo que tienes que entender es que hablar de los NFT significa hablar de dos
cosas diferentes.
Por una parte tenemos la tecnología y todos los conceptos de cómo funciona y que nos
aporte, que nos deja de aportar.
Y por otra parte tenemos el fenómeno social, económico, especulativo, artístico de los
NFTs.
Hay mucha gente que se ha sumado al fenómeno de los NFTs sin realmente entender cómo funciona
la tecnología que está atrás él.
De la misma forma que mucha gente que critica la tecnología NFT sin entenderla, cuando
realmente lo que quieren criticar es al fenómeno NFT y a su primo el criptobro que nos deja
de dar la turra.
Sea como sea, hay muchos argumentos a favor y en contra tanto del fenómeno como de la
tecnología NFT.
Y yo quiero pasar un poco por todos estos argumentos para comentarlos.
Y vamos a empezar por uno de los más importantes, el que critica realmente a la tecnología
y es su enorme impacto medioambiental.
Sí, la infraestructura sobre la que se crean y distribuyen la mayoría de los NFTs es altamente
contaminante.
Punto.
Y esto es así con la mayoría de criptocosas cuyo funcionamiento se basa en una blockchain
que hace uso del método de consenso del Proof of Work.
¿Qué significa todo esto?
Te lo explico.
A ver, ya esto lo vimos en el vídeo donde te explicaba con detalle cómo funcionaba
el blockchain.
Pero te lo resumo fácil.
Al final de lo que va todo esto de buscar un sistema por el cual teniendo varios ordenadores
pues podemos organizarnos para crear pues una economía o un servicio de una aplicación
o un mercado.
Todo esto de forma descentralizada.
Decentralizado aquí significa que bueno, todos estos ordenadores van a actuar como
iguales y no va a haber un ordenador central que va a proveer este servicio del cual el
resto va a consumir.
No, aquí todos tienen que hacer el mismo trabajo.
Y ya vemos que aquí una de las cosas fundamentales a establecer pues es un mecanismo de consenso
para que todos estos ordenadores se puedan poner de acuerdo en cómo va a funcionar la
cosa.
Para esto, uno de los mecanismos que podemos implementar pues es la votación.
Y claro, hacer una votación con ordenadores no es tan sencillo como hacerla con humanos
donde tú al final te identificas con un DNI.
No, un ordenador virtualmente puede hacerse pasar por muchísimos ordenadores y por tanto
votar un alto número de veces.
Y claro, es por este problema que desde el campo de la informática tenemos que montarnos
complejísimos protocolos como el de blockchain para intentar dar solución a este problema
de encontrar consensos.
Y una de las soluciones que se han encontrado es la siguiente.
Si un ordenador quiere votar, pues no vale solo con decir soy un ordenador, porque ya
hemos visto antes que puede estar simulando miles y miles de ordenadores al mismo tiempo.
No, lo que vamos a hacer es también obligar a cada ordenador que quiera votar a tener
que donar parte de su capacidad de computación a la causa.
Pensemos por ejemplo que esta inversión en computación fuera resolver un sudoku.
Ahora, si este ordenador quisiera hacer trampas contra el resto del sistema, simulando ser
múltiples ordenadores, esto le obligaría a tener que dedicar una enorme capacidad
de computación para resolver un montón de sudokus.
Y es esta computación que hay que donar para poder hacer esta votación la que muchas veces
habréis escuchado como ordenadores que compiten por resolver un problema inútil, la que incentiva
a crear estas enormes granjas de minado con miles y miles de ordenadores gastando energía,
la que genera esta enorme huella de carbono que tanto se le critica al mundo cripto.
Todo esto nace del famoso problema inútil que estas máquinas tienen que resolver, lo
que se conoce como prueba de trabajo, o en inglés, proof of work.
Y aunque no me parece justo tachar de inútil a una computación que al final te está garantizando
la seguridad de tu sistema, de la misma forma que no diría que es inútil el tiempo que
está un guardia en una puerta vigilando cuando no pasa nada, no hay que obviar lo que es
cierto y es que esto es contaminante.
Esto genera una enorme huella de carbono, y aunque tenemos argumentos que dicen que
se utiliza mucha energía verde para hacer este tipo de computación, o el que busca
comparar si Twitter o Netflix contamina más o menos y que aporta más a la comodidad del
siglo XXI, en realidad todo esto es tan complejo de estimar que no tiene ni siquiera sentido
planteárselo.
Pero el argumento que sí puedo traer al debate y que creo que es muy importante para defender
todo esto, es que esto está a punto de cambiar.
Y es que si la revolución del blockchain ha necesitado a esta prueba de trabajo como
mecanismo de consenso para poder funcionar, actualmente nos encontramos con otro tipo
de blockchains que se están basando en otros mecanismos de consenso mucho menos contaminantes.
Por ejemplo, si tomamos la principal cadena utilizada para la distribución de NFTs,
la de Ethereum, ya hace tiempo que anunciaron que su actualización, el Ethereum 2.0, cambiaría
la Proof of Work, la prueba de trabajo por lo que se conoce como Prueba de Participación
o Proof of Stake, donde ya no haría falta que un ordenador tuviera que invertir parte
de sus recursos computacionales para llegar a consensos.
No.
Ahora lo que se le va a pedir a cada participante es que haga una demostración de parte de
sus fondos.
La panoja.
Una sesión parcial de su dinero que no va a perder, sino que solamente va a quedar
bloqueada temporalmente, pero que te permite hacer lo mismo de antes.
Si tú quieres ser un ordenador que quieres representar a múltiples ordenadores, vas
a tener que hacer una múltiple aportación de fondos.
Esto de nuevo está demostrado que genera el sistema de incentivos necesarios para poder
garantizar la seguridad de toda la red de blockchain.
Pero con una diferencia, nos hemos cargado por completo la necesidad de estar gastando
computación de forma innecesaria.
Hemos eliminado la Proof of Work.
Y este es el titular.
Quizá no te tengas que quedar con el concepto de Proof of Work o Proof of Stake, pero lo
que tienes que saber es que estamos próximo a que muchas de las cadenas y muchas de las
que actualmente ya están desarrollándose, pues tengan implementado este sistema de consenso
que no es contaminante y que, por ejemplo, la red de Ethereum, que es la que popularmente
se utiliza para compartir estos NFTs, pues está también próxima a actualizarse a este
sistema.
Según las estimaciones que ellos ponen en su web, con la actualización al nuevo protocolo,
el consumo energético quedará reducido en un 99,5%.
O bueno, usando la cintralogía de ellos, que me ha dejado un poco loco, que equipara
el costo energético por transacción con alturas.
Si comparamos el costo energético por transacción de la cadena de Bitcoin con la cadena actual
de Ethereum, pues sería como comparar la altura del Burj Khalifa con la altura de
la Torre de Pisa.
Ok, pero es que si añadimos en este gráfico lo que sería la futura evolución del Ethereum
2.0 con su Proof of Stake, la comparación por altura se reduciría en este caso al tamaño
de un tornillo.
Así que, bueno, aunque intuyo que el estigma de tecnología altamente contaminante va a
quedar muy ligado a los NFTs, al menos a ojos de la gente que no conozca cómo esto funciona,
creo que podemos llegar a un consenso de que estamos próximos a dar carpetazo al problema
de la contaminación.
Entonces, si asumimos que esta tecnología en un futuro próximo ya no va a ser una aniquiladora
de bosques, te pregunto, ¿la ves con tan malos ojos, te parece una tecnología tan
negativa?
¿A que no?
¿A qué?
Que los NFTs pervierten el arte.
Vale, lo entiendo.
Y es que aquí, ahora sí, estaríamos entrando en el pántano soterreno del fenómeno NFT.
Que por ejemplo te digan que un mono de estos ha podido venderse por 2,9 millones de dólares
pues es difícil de entender, o que un píxel rojo pueda costar más de un millón, o que
cualquier garabato creado por una inteligencia artificial ahora pueda valer esto.
Y lo entiendo, y es que son unas cantidades de dinero tan obscenas por cosas aparentemente
de tan poco valor que llega a ser hasta insultante.
Pero tienes que saber una cosa, te he mentido, porque sí, esto de aquí es un NFT y este
es su precio de venta, pero ni esto ni esto lo es.
Estas son obras de artes reales, físicas, que han estado expuestas en museos y cuyos
precios de ventas, sí, son estos que ves aquí.
Y ahora podríamos abrir el melón de si el valor de estas obras está justificado en
la evolución de la historia del arte, de si marcan un antes y un después, pero la
realidad es que seguramente entre nosotros haya muy pocas personas capaces de poder justificar
el precio de estas obras y diría que casi ninguno de poder pagarlas.
Los NFTs no son pioneros en esto de pervertir el mundo del arte, y de hecho más bien actúan
como una evolución tecnológica para que aquellos que ya venían especulando en el mundo
del arte, pues ahora puedan continuar haciéndolo en el medio digital.
Pero ni todo el arte sobrevalorado es sinónimo de NFT, ni todo NFT es sinónimo de una venta
multimillonaria.
La realidad es que aunque sí es cierto que el fervor especulativo por las criptocosas
está haciendo que mucha gente esté echando pasta a proyectos de dudoso valor artístico,
también es cierto que la gran mayoría de NFT que se producen generan poco o ningún
beneficio y se van directamente al vertedero del olvido.
De hecho, la actual oleada de titulares que nos apuntan a ventas multimillonarias de NFT
no son más que el reflejo distorsionado de querer contar lo anecdótico, configurando
así una suerte de sesgo de superviviente por el cual acabamos creyendo que cualquier
mierda se puede vender como oro.
Y como no es lo mismo contar lo que vivirlo, tengo que deciros que yo también he creado
mi propio NFT.
Hace cosa de un mes, con vosotros en directo en Twitch, procedí a hacer todos los pasos
para crear mi propio NFT y comercializarlo.
Tomé una inteligencia artificial como Gaugan, y a través de un poco de programación abusé
de su API para poder automatizar el proceso de transformación de cada una de las imágenes
de esta animación, pudiendo obtener un vídeo realista de cómo va cambiando el paisaje
como este de aquí.
Y bueno, como al final había malgastado inteligencia artificial para hacer esto y además lo había
convertido en un NFT, me pareció irónico llamarle cambio climático.
La obra, una vez creada y siguiendo las pausas de la gente que estaba en el chat, que sabía
más que yo, pues salió a subasta pública con un precio de entrada de 0,2 Ethereum,
que aproximadamente en aquel momento era unos 500 euros.
Y a día de hoy puedo confirmar con orgullo que esta obra me ha generado un total de cero
euros.
Bueno, menos aún, porque en realidad tenéis que saber que crear un NFT según cómo lo
hagas te puede costar más o menos dinero.
Pero bueno, qué esperaba, o sea, esto evidentemente por ese dinero no se iba a vender.
Y eso está bien.
Y es que es muy fácil llegar a ser extremadamente exitoso por factores difíciles de analizar
cuando uno es pionero en llegar a un fenómeno que todavía está muy poco explotado y que
todavía está en sus fases tempranas.
Pero claro, cuando ya se supera la ola del hype y más usuarios se van sumando a la moda,
pues es normal que esto se vaya estabilizando y que el mercado se vuelva más racional.
Y ahí es cuando se empezará a ver una mayor correlación entre el éxito de un proyecto
y el valor que ese proyecto aporta.
Y esto es algo que también irá ocurriendo poco a poco en el mercado de los NFTs.
Cada vez son más los ejemplos de artistas digitales, de trayector y trabajo demostrado,
que se van sumando a esta fórmula de compartir sus trabajos convertidos a NFTs, que ahora
sus comunidades podrán adquirir y servirá también esto como una nueva fórmula de apoyo
al artista, una fórmula como actualmente sería pues Patreon, pero con mejoras.
Y es en una de estas mejoras donde me quiero centrar como punto de defensa principal de
la utilidad de los NFTs.
Y es que creo que trae a la mesa un mecanismo de financiación nuevo y que va a marcar un
antes y un después en la forma en la que los creadores digitales se van a financiar
a partir de ahora, algo que me parece mucho más justo y que tiene un enorme potencial.
Me estoy refiriendo a los royalties.
¿Qué es esto?
Mira, cuando creo un NFT, yo como artista puedo tomar la decisión de fijar un porcentaje.
Pensemos por ejemplo un 10%, pues este porcentaje será lo que yo, autor original, obtendré
como pago cada vez que mi NFT se ha vendido, sin importar cuántas veces esto suceda.
Y esto parece una tontería, pero es revolucionario, ya que esto funcionaría automáticamente
sin necesidad de que haya terceras partes involucradas que estén controlando dónde
está mi obra, gestionando los dineros, solicitándoselo a los vendedores, no, esto funcionaría automáticamente.
Cada vez que mi obra se revenda, yo percibiré este porcentaje.
Y esto me parece importantísimo porque genera una redistribución mucho más justa de los
beneficios para el artista.
Al final, si tú eres un artista que vendiste tus obras en tus comienzos y has seguido trabajando
en la mejora de tu reputación y tu obra se ha revalorizado, pues tiene sentido de que
si alguien que la compró la ha vendido por un mayor precio, tú puedas percibir parte
del beneficio de el valor que ha ganado esa obra.
Al final, tú has sido el responsable de esto.
De verdad que considero que esto es una herramienta importantísima y que no tiene precedente
en el panorama digital.
Para mí esto es tan relevante como la llegada del fenómeno del crowdfunding con la aparición
de las redes sociales en Internet.
Y es que hoy en día muchos de nosotros, creadores digitales, dependemos de plataformas como PayPal
o Patreon para poder financiarnos con vuestro apoyo.
Pero al final del día, estas son plataformas centralizadas, que si quisieran, unilateralmente
podrían cambiar las reglas del juego.
Si por ejemplo llegara a Patreon y me dijera, oye Carlos, del dinero que tú percibes mes
a mes, nosotros nos vamos a quedar con un porcentaje mayor.
Yo poco podría ser.
Es el carácter descentralizado este tipo de tecnologías lo que creo que está marcando
un antes y un después.
Y por muy buena que pueda llegar a ser esta tecnología, esto no quita que también existan
numerosos problemas que están afectando a los artistas digitales actualmente.
Rossi lo está comentando mucho mejor en su vídeo, pero por poner un ejemplo, hay personas
que están tomando las obras de artistas sin su permiso, las están convirtiendo en NFTs
y las están vendiendo lucrándose con ellas.
Esto pues es un problema que tiene actualmente difícil solución.
Una solución que si llegara, creo que dependerá de que exista un marco legal que regule todo
esto y también de un mercado mucho más informado.
Al final pensemos que un comprador que está obteniendo una obra de arte pues no le interesa
que el usuario que se la haya vendido no sea realmente el propietario, porque esto al final
pues acabaría perjudicando al valor de la obra.
Y este es el panorama.
Personalmente creo que por mecanismos como los royalties o por una creciente cultura
donde se ve cada vez más con buenos ojos el adquirir bienes digitales, pues creo que
los NFTs se pueden convertir en el mecanismo perfecto para apoyar a artistas digitales,
a creadores de contenidos, a desarrolladores de videojuegos, lo que sea.
Y es que amigos, apoyar a tus creadores digitales favoritos está bien.
Mirad, mirad.
Voy a enseñar un ejemplo, a ver, venid por aquí, a ver, a mí por ejemplo me gusta mucho
el trabajo de estos dos artistas de aquí, se llaman Brosmine y es por eso que yo les
compré esta ilustración, claro, con esta ilustración no solamente decoraría mi casa
sino que también estaría apoyando pues su trabajo y si ellos ahora pues sacaran NFTs
pues también podría utilizar este nuevo mecanismo para apoyar lo que están haciendo.
Y bueno con esto ya empiezo a escuchar vuestras voces diciendo algo así como, claro Carlos
pero es que al menos con esto le apoyas y tienes una obra física que puedes utilizar
para decorar tu casa y no faltaría razón excepto por el último punto que quiero comentar
y es el metaverso.
Ya lo sé, ya lo sé, ya lo sé, la idea de metaverso no es nueva y si lo es para ti seguramente
lo poco que habrás oído pues no te habrá gustado mucho, pero tengo que reconoceros que
para mí el concepto de metaverso siempre me ha parecido una idea interesantísima con
un enorme potencial, una hibridación entre el mundo digital y el mundo real para poder
hacer nuestros mundos digitales pues espacios mucho más físicos, donde podremos vivir experiencias
pues más amplificadas, más enriquecidas, más inmersivas y que actualmente todavía
están restringidas a ser consumidas a través de una pantalla.
Como digo a mí esto me parece una idea fascinante y que esconde un enorme potencial, pero creo
que entiendo por qué esto a la gente pues no le parece una idea tan atractiva, pues
por ejemplo que el principal impulsor detrás de este fenómeno tecnológico sea Mark Zuckerberg
a través de Facebook, bueno, su actual meta pues no gusta mucho, o que la mayoría de
ejemplos que vemos de metaversos parezcan demos técnicas de Unity que las empresas dejaron
olvidadas en un cajón y que ahora rápidamente están sacando y desempolvando para vendérselas
bajo la etiqueta de metaverso, pues no ayuda, pero creedme que esto va a ser una tendencia
tecnológica que al igual que los NFTs va a acabar funcionando, ¿por qué?
Pues porque al final detrás de esto existe la posibilidad de que surja una industria
enorme y esto genera pues los incentivos económicos necesarios para que haya un montón
de empresas que están invirtiendo pasta en investigación y desarrollo, es el mercado
amigo.
Y es aquí donde yo reconozco mi fallo, porque pensaba que toda esta tendencia tecnológica
pues iría muy de la mano de otra tendencia que hemos visto los últimos años y es el
desarrollo del hardware para consumo de realidad virtual y realidad aumentada, al final si
estamos creando espacios digitales más físicos pues tiene sentido contar con hardware de
consumo que vaya en ese sentido.
Pero no fue hasta hace poco que me di cuenta que realmente la tecnología que está incentivando
y fomentando que estos metaversos surjan, pues no son ni la realidad virtual ni la realidad
aumentada, no, la tecnología que está haciendo que más marcas y más usuarios se sumen a
estos metaversos son los NFTs, ¿por qué?
Pues porque permiten crear escasez digital.
El concepto de escasez digital es lo que hace que cuando tú quieras trolear a tu cripto
influencer favorito haciendo esto de CTRL C y CTRL V en su NFT para copiarlo, pues
que a él se la sude.
Y es que estamos acostumbrados en internet a poder hacer infinitas copias de cualquier
archivo, pero con los NFTs es diferente.
Sí, tú puedes copiar este archivo toda la veces que quieras, pero ¿sabes que no puedes
copiar?
El certificado que indica el vínculo entre ese archivo y tú.
Si, por ejemplo, el autor de este activo digital pues ha creado una serie de 7 NFTs, este certificado
de propiedad le pertenecerá única y exclusivamente a sus compradores.
A menos que te hackeen en OpenSea, claro.
Sólo podrá haber 7, ni más ni menos, y esto es generar escasez digital.
Y tú aquí estarás pensando, pues vaya estupidez, ¿no?
El venderle a alguien la propiedad de un archivo que cualquier persona puede copiar y tener
en su ordenador.
Y aquí yo te respondería que si tú te vas a Google y buscas una imagen de un Picasso,
no significa que tú tengas ese Picasso.
Ok, vale.
Pero vamos más allá, porque veo un punto interesante en esto que comentas, y es ¿cuál
es el valor real que le aporta a un usuario el tener ese NFT?
Bueno, antes hemos visto que, por ejemplo, esto podría servir para que un usuario vieran
esto una fórmula de apoyo a un artista que le gusta, ok.
También es cierto que hay perfiles de personas amantes del coleccionismo que ven valor en
tener algo que es único y exclusivo, sin importar si es algo físico o digital.
Pero bueno, más allá de estos casos y del que compra NFT es por especular, ¿qué valor
podría aportarle al público general el tener en su posesión un NFT?
Pues ahí es donde entran en juego los metaversos.
¿Hacer control C y control V de una imagen en internet?
Ok, es posible.
Vale.
Pero ahora imagínate una evolución de internet donde, bueno, pues todos nosotros podamos
contar con un espacio físico que podamos decorar a nuestro gusto para reflejar cuál
son nuestros intereses, nuestro proyecto, lo que sea.
Este espacio físico, pues sería la evolución al metaverso del concepto de una página web
personal.
Y como digo, este espacio lo vas a poder decorar a tu gusto, pero aplicándose una regla.
Y es que este metaverso está programado con una ley que dice que, bueno, los objetos que
vayas a utilizar han de ser objetos que te pertenezcan, ya sea porque lo has creado tú
o porque se lo has comprado a otro usuario, vamos, como en el mundo real.
En esta dinámica que os planteo, los NFTs se pueden convertir en el soporte tecnológico
perfecto para poder representar la posesión de dichos bienes digitales.
Y si te fijas son estas reglas que limitan el funcionamiento de un metaverso, donde no
puedes subir cualquier imagen de internet o cualquier archivo.obj, sino solamente aquellos
que vengan representados como NFTs, los que estarían dando valor a esta tecnología,
ya que tener ese NFT significaría poder utilizarlo.
Y es que la visión de los metaversos a la escala a la que se espera solo será posible
construirlas si de forma descentralizada la creamos entre todos.
Y claro, que exista ahora una tecnología como los NFTs que también te permita desarrollar
economías descentralizadas, pues es todo un bombazo.
Porque a lo mejor en un futuro, cuando me compre ese cuadro, pues el artista me dará
junto también su NFT, del cual ahora yo tendré su posesión y podré utilizarlo para decorar
mi espacio en el metaverso.
O a lo mejor, si tú eres un artista 3D que disfrutas en tu tiempo libre de hacer modelos
espectaculares, pues ahora podrás abrir un comercio en el metaverso que pueda servir
para vender esculturas.
Yo que sé, las opciones son infinitas.
Y lo sé.
Sé que para muchos de vosotros esto se aproxima más a un capítulo de Black Mirror más que
un argumento en favor de los NFTs.
Pero ni el metaverso busca reemplazar al mundo real, ni los NFTs esclavizarnos laboralmente
en un universo de ceros y unos.
No.
Al final todo esto se plantea como una evolución necesaria de internet, donde gracias a tener
los incentivos económicos de poder controlar la creación y distribución de los bienes
digitales, pues podríamos estar próximos a vivir una revolución económica, sí, pero
también cultural, muy ligada al mundo digital.
Y claro, negarnos este tipo de tecnologías en una fase tan prematura pues sería tan
estúpido como negarnos a la utilidad de las redes sociales en los comienzos de internet.
Podríamos ser muy cínicos y decir que no, que esta tecnología, las redes sociales han
traído el mal y que son un prejuicio para nuestra sociedad, pero haciendo esto estaríamos
negando también la otra realidad y es toda la parte positiva que aportan.
Que sí, que en YouTube te puede ver un vídeo de fake news o de antivacunas, pero al mismo
tiempo esta es la plataforma que a vosotros os está permitiendo ver este vídeo, contenido
divulgativo tecnológico de forma gratuita y que a mí me ha permitido al mismo tiempo
poder profesionalizarme y vivir de ello.
Y ya os digo yo que cuando comenzó internet pocos tenían la visión de que esto fuera
posible.
Pero al final creo que el fenómeno de los NFTs, que creo que la mayoría de nosotros
podemos estar de acuerdo en que se puede criticar y bastante, es algo pasajero y coyuntural.
Y con este vídeo no pretendo hacerte un amante de los NFTs, porque ni siquiera yo lo soy.
Simplemente quiero darte una visión más completa de un fenómeno tecnológico que
creo que sí va a acabar teniendo un impacto importante en nuestras vidas.
Una tecnología que como hemos visto en un futuro próximo reducirá enormemente su impacto
medioambiental y que al igual que está empezando a revolucionar el mundo del arte, próximamente
empezará a revolucionar otras facetas de nuestro mundo, ya sea real o digital.
Así que nada, ida al canal de Rocio Vidal, la gata de Schrodinger y ahí podréis ver
el lado negativo de los NFTs.
Nos vemos.
Adiós.
Te quiero Willy.
Yo no.
Os dejo por aquí un par de vídeos sobre criptocosas que están muy interesantes y os informo
que si queréis apoyar este tipo de contenidos pues lo podéis hacer como siempre a través
de Patreon, pero también lo podéis hacer de forma descentralizada donando criptomonedas,
que algunos me lo habéis dicho, a mi wallet digital.
Voy a dejar los detalles abajo en la cajita de descripción y también tenéis la información
sobre Revolute, echadle un vistazo que está bastante guay.
Nos vemos en el próximo vídeo con más Inteligencia Artificial.