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Itnig

Itnig es un ecosistema de startups, un fondo de inversión para proyectos en etapa inicial, un espacio de coworking y un medio de comunicación con el objetivo de construir y ayudar a otros emprendedores a crear negocios escalables. Nuestro objetivo es liderar negocios de alto crecimiento, y construir un ecosistema y una economía independientes donde nuestras startups y equipos puedan colaborar, fortalecerse y crecer más rápido. El podcast de Itnig es un podcast de negocios, tecnología y emprendimiento. Invitamos semanalmente a emprendedores y perfiles tecnológicos para hablar sobre sus startups de éxito. Siempre estamos buscando aprender y compartir conocimiento de las personas más interesantes del ecosistema. A través del fondo de inversión de Itnig, buscamos invertir en equipos con el talento y la ambición de crear negocios escalables con el potencial de cambiar mercados e industrias. Itnig es un ecosistema de startups, un fondo de inversión para proyectos en etapa inicial, un espacio de coworking y un medio de comunicación con el objetivo de construir y ayudar a otros emprendedores a crear negocios escalables. Nuestro objetivo es liderar negocios de alto crecimiento, y construir un ecosistema y una economía independientes donde nuestras startups y equipos puedan colaborar, fortalecerse y crecer más rápido. El podcast de Itnig es un podcast de negocios, tecnología y emprendimiento. Invitamos semanalmente a emprendedores y perfiles tecnológicos para hablar sobre sus startups de éxito. Siempre estamos buscando aprender y compartir conocimiento de las personas más interesantes del ecosistema. A través del fondo de inversión de Itnig, buscamos invertir en equipos con el talento y la ambición de crear negocios escalables con el potencial de cambiar mercados e industrias.

Transcribed podcasts: 697
Time transcribed: 26d 23h 57m 17s

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Somos dos fundadores, Efren y yo, que nos hicimos amigos en el Colegio Mayor.
Fujimos a Madrid, los dos somos gallegos, fuimos a Madrid a estudiar ADE.
Y bueno, pues teníamos como interés en común, la gastronomía, negocios,
que siempre hablábamos de negocios que nos gustaría montar.
Y llegó un momento en el que nos vamos al Colegio Mayor, él empieza a cocinar,
cada vez más monta un blog, de ahí acaba la primera edición de MasterChef.
Y ahí yo estaba ya trabajando, entonces yo vivo el problema,
este de, oye, pues estoy trabajando, tengo que comer, vivo con amigos en un piso compartido,
trabajo bastantes horas, llego a casa, no me apetece ponerme a cocinar,
pero quiero comer bien.
Y entonces, pues ahí estaba comiendo platos preparados, menú del día y demás,
que al final, pues nada me encajaba, o por salud, o por sabor,
o porque me parecía aburrido ya comer siempre lo mismo.
Y entonces se lo digo a Efren.
Estaba, bueno, aquí en Barcelona, en Navac, trabajando con Jordi Cruz,
y me dijo, oye, pues en…
¿Esto es un restaurante de Barcelona?
Sí, de 3 estrellas Michelin.
Ah, vale.
Sí, lo digo porque lo has dicho muy rápido, en todo el mundo lo hablas.
Vale, vale.
Bueno, estaba aquí y me dijo, oye, pues en la alta cocina se hacen, pues, sofritos, salsas, caldos,
un día a la semana…
Y duran, y duran a mar de bien.
Eso es, se abate, se envasa al vacío, y se sacan los menús de toda la semana.
¿Por qué no hacemos esto nosotros?
Para él iba a empezar a trabajar en Price,
y ¿por qué no hacemos esto nosotros los domingos en nuestra casa
para los menús de toda la semana?
Y entonces…
¿Tú qué estabas haciendo?
Estaba de, bueno, CFO de una empresa pequeña, familiar de textil.
Financiero.
O sea, tú estás de financiero en una empresa de textil,
y te llaman y dicen, ¿por qué no hacemos sofritos el fin de semana?
Bueno, me llama para… O sea, él sabía que yo tenía que hacer la comida…
No, tú le dices, tengo hambre, tú sabes cocinar bien, ayúdame.
Eso es.
Y él dice, pues mira, están haciendo esto porque no lo hacemos juntos.
A mí me molaba cocinar también, pero claro, sabíamos…
Vale, pero él era cocinero.
Bueno, era cocinero, estudió ADE, pero…
Pero fue Masterchef y tenía como una pasión muy fuerte por la cocina, ¿no?
Sí, una pasión muy fuerte.
Masterchef es una incubadora de negocios.
Aquí pasaba también Vicio, que también sale de Masterchef.
Curioso.
Eso es.
¿Vale? ¿Y?
Bueno, pues nada, me dice, ¿por qué no empezamos?
Y yo le digo, va a estar bueno, porque al final el pato es preparado en el supermercado y tal,
era un poco como estaba comiendo yo y no me parecía que estuviesen muy buenos
y tampoco a nivel de salud era la leche.
Me dice, a ver, tío, hacemos un restaurante de tres estrellas Michelin, va a estar bueno.
Y yo le dije, pues entonces lo vendemos.
Y empezamos en su casa, en un piso compartido que tenía como amigos y tal,
empezamos allí, pues, primero los domingos efectivamente cocinando para llevarnos al trabajo.
Después lo empezamos a hacer también para algunos amigos.
Yo se dejó mi trabajo.
¿Dejas tu trabajo?
Dejó mi trabajo, sí, sí.
¿Para cocinarle a gente tuppers?
Sí.
Es que esto es valiente, ¿eh?
Bueno, al final pensábamos que podía ser un negocio grande y, bueno,
pues era un problema que pensábamos que tenía mucha gente y que lo podríamos solucionar
y que cada vez iba a tener más gente.
Entonces, pues empezamos a cocinar, empezamos la primera semana, o sea, bueno, hacemos platos,
llegamos a una carta que nos parece que está bien, vemos que la comida se conserva,
aprendemos realmente bien a ver cómo se conserva la comida.
La primera semana hay siete personas que se animan a pedir y ahí vamos creciendo bastante rápido.
Hacemos los repartos, cocinamos nosotros, limpiamos nosotros, hacemos los repartos nosotros.
Y bueno, pues eso, llegamos a, no sé, a hacer veinte pedidos a la semana en una casa
donde acabamos comprando una masajera de vacío industrial, donde acabamos comprando otra
nevera, paelleros, memoras de butano, o sea, algo bastante heavy.
¿Todo esto con vuestros ahorros de un momento o con el cash que habíais generado del negocio?
Íbamos generando en ese momento dinero, sí, íbamos comprando todo esto.
¿Y con empresa ya?
No, no, no.
Porque antes me comentabas que empezasteis sin constituir la empresa, o sea...
Esto era una casa con amigos, entre comillas.
Amigos y amigos.
Y vuestra cuenta corriente personal.
Sí.
Y de ahí sobraba algo y ibas comprando cacharros para hacerlo mejor y más grande.
Eso es.
Hasta que llegó un momento en que dijimos, oye, esto es demasiado grande, vamos a montarlo en condiciones.
¿Y nos preocupaba la legalidad?
Sí, claro, por eso paramos.
No tanto de tributación y tal que también, sino del tema de manipular alimentos y...
El seguro de responsabilidad civil.
Evidentemente, ¿no?
Por eso decidimos parar porque empezamos, oye, vamos a ver entre nuestros amigos y tal, a ver cómo va esto.
Y esto creció y ya no era algo trivial.
Entonces decidimos parar y montar nuestro primer orador, montar la compañía.
Y esto es en enero de 2015 donde empezamos en el orador.
¿En serio?
En serio.
Efren deja su trabajo también.
Vale, tú estabas ya full time en esta transición, luego entra el full time.
Eso es.
Y ahí empezamos los dos juntos.
¿En dónde, físicamente?
En Madrid.
¿En Madrid?
Sí, en un barrio de Madrid.
¿Y cuánto dinero ponéis de vuestro bolsillo para arrancar el negocio?
3.000 euros.
O sea, bueno, en el principio 150 euros en la parte de casa.
Una tarjeta de regalo que tenía Efren de Masterchef.
Decidimos comprar la envasadora vacío y empezamos con eso.
Y luego de 3.000 euros que es el capital de la empresa.
Eso es.
Le metemos los ordenadores y le metemos todo.
Ah, o sea, metiste lo del otro lado.
O sea, no 3.000 euros, sino vuestro patrimonio equivalente de 3.000 euros.
Hostia, qué bueno.
Entonces, ¿financiáis con los clientes?
Sí.
Una cosa muy rara en este podcast.
Sí.
Sobre todo el primer día, ¿no?
O sea, desde cero ya empezáis a cobrar antes que a pagar.
Es que nosotros acabamos de salir de la universidad.
Teníamos 22 años.
¿Vuestro salario era cero?
Nuestro salario era cero.
Era lo que sobre, ¿no? Después de pagarlo todo.
Claro.
Y no podíamos.
O sea, ¿de dónde íbamos a sacar nosotros dinero?
Nuestra experiencia profesional era casi cero.
Bueno, pues empezamos el negocio que nos podíamos permitir empezar, ¿no?
Que era con un rentable.
Un rentable.
Claro.
Rápido.
Y bueno, pues ahí sí que damos el paso, el primer orador.
Y el primer orador sí que nos deja dinero nuestros padres.
Y con 33.000 euros en total, montamos el primer orador.
Claro.
Porque esto cuesta algo.
Claro, claro, claro.
Al final tienes que alquilar, tienes que meter maquinaria.
Y eso es un negocio.
¿Alquilar o comprar?
Alquilamos.
¿Las máquinas?
No, las máquinas las compramos.
Ah, el espacio, el espacio, claro.
Sí, sí, sí.
Compramos la maquinaria y empezamos.
Y esto es 2015, que es donde ya empezamos el negocio con Sociedad de IMSS.
¿Qué facturáis en 2015?
70.000 euros.
Fue un año bastante duro, donde casi no crecíamos.
Y pues al final nosotros estábamos todo el día cocinando, repartiendo, limpiando.
Trabajábamos un montón de horas a la semana, como 70 horas a la semana.
Y con una parte muy fuerte de trabajo físico.
Eso cocinando vosotros, tú y Efren.
Y repartiendo.
Limpiando.
Es un negocio duro, ¿eh?
Es un negocio duro, es un negocio duro.
Sobre todo los inicios de este tipo de negocios son muy difíciles.
Fue muy jodido, sí, sí, sí.
Entonces 70.000 euros del primer año.
¿Cuál es la evolución en ventas?
Vale.
Hasta hoy.
En el 16 hacemos ya 240.000.
Ahí somos capaces de crecer bastante.
Y en el 17 un millón.
Bueno, al final en el 16.
O sea, nosotros no sabíamos nada.
No sabíamos ni lo que era una startup.
No habíamos estudiado la carrera, pero no sabíamos prácticamente nada de una
empresa.
Y empezamos a aprender conforme vamos creando, ¿no?
Y eso, pues, llega un momento en el que dices, ojo, esto no crece, no crece, no
crece, y al cabo.
Los seis primeros meses, ¿no?
Crecíamos muy poco.
¿Por qué y tal?
Y empezamos a vernos.
Y de repente, pues, vamos leyendo en internet y descubrimos el tema de los
modelos de cohortes.
Lo que sí que vemos es que las cohortes son muy buenas.
La gente repite mucho.
Lo que pasa es que no captamos clientes nuevos.
No gastamos ni un euro en marketing.
Nosotros era un poco el, bueno, vamos a hacer algún producto que sea la leche.
Y esperara que venga una cola de gente.
Y no venía nadie.
Sorpresa.
Nunca viene nadie.
Por bueno que sea el producto.
Y encima es que el producto era, o sea, no habíamos gastado dinero en diseño.
Ninguno de nosotros sabíamos de diseño.
Era en plan que el producto estaba rico y ya está.
Pero ni siquiera parecía rico ni parecía bueno.
Entonces ahí empezamos a cambiar cosas.
Intentamos hacer que parezca bueno.
No solamente que lo esté, también que lo parezca.
Y esto ya era, perdona, principalmente a través de la página web.
Esto sí.
Porque los inicios eran más de boca o oreja.
Esto ya es web, tráfico, conversión.
100%.
Pero también con una parte fuerte boca o oreja que sigue a día de hoy siendo el
canal más importante de captación de clientes.
¿Hay algún tipo de referral?
Sí, sí, sí.
20 euros para el nuevo.
Bueno, 20 euros es para todo el mundo.
Bueno, pero si tú has recomendado a alguien y ese alguien viene por ti, tienes 20 euros también.
Ah, también tengo 20 euros.
20 más 20.
Eso es.
Hostia, más fraude veo.
Claro, claro.
Bueno, es que ese es el fraude.
Eso no me ha pensado.
Va a montar una red de bots con GPT.
Auto GPT.
Está perso hasta las tejas.
Vale.
Eso es.
Vale.
Entonces dices un millón de euros en el 17.
En el 17, sí.
Pero antes de eso, en julio de...
A ver si es verdad lo de Crunchbase.
En julio de 2016, que había el CME de 350.000 euros.
Sí, sí, es verdad.
Eso ayuda.
Sí, sí, claro.
Bueno, al fin, lo que os estaba contando.
Vemos el tema de cortes y decimos, bueno, realmente esto está bien, o sea, es un buen negocio.
Lo que pasa es que no captamos clientes porque no invertimos en marketing.
Y la inversión, o sea, y las dos veces que salimos en dos blogs y tal, tampoco conseguimos captar clientes
porque la gente que no se lo han recomendado entra en esta web y se asusta de muy fea
y como hay que hacer un pedido no se fija y tal.
Entonces, pues eso pasan al...
Bueno, hacemos el cambio.
Nos pasamos un verano entero haciendo fotos de producto, mejorando el packaging y demás.
Y a la vuelta de ese verano, pues empezamos a hacer una acción de marketing y hacemos una acción de marketing
con una newsletter donde, bueno, pues dice, oye, pues he probado esto y está muy rico y tal.
Y...
¿Quién le dice esto?
Madrid Confidential, se llamaba un blog, o sea, un blog.
Y manda esta newsletter.
Newsletters.
Sí, más o menos.
En una semana pasamos de hacer 40 pedidos a la semana a 100 pedidos a la semana.
Y como la recurrencia realmente era bastante buena, somos capaces de mantener esos 100 pedidos a la semana ya después para siempre.
Y ahí con esas ventas teníamos el dinero suficiente como para poder contratar a un cocinero.
Nos contratamos a un cocinero, yo me salgo totalmente de la cocina en ese momento y Efren empieza a salir parcialmente.
Y ahí empezamos a pensar en, oye, ¿cómo vamos a hacer esto más grande?
Porque al final, en una mini escala, pero habíamos demostrado que teníamos un buen producto por la que la recurrencia era muy buena.
Y, oye, que haciendo marketing, pues podíamos captar clientes.