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Apple, la empresa más valiosa del mundo, acaba de presentar el que está llamado a
ser su nuevo producto estrella, el Apple Vision Pro, y el anuncio de este nuevo dispositivo
ha generado un pequeño temblor en la cotización de las acciones de Apple que en realidad y
visto en perspectiva debería ser considerado un auténtico terremoto bursátil. Veámoslo.
Apple es la compañía más valiosa del mundo. Su capitalización bursátil supera los 2,8
billones de dólares, algo así como dos veces el PIB de España. Y aunque es cierto que no
podemos comparar una variable stock como la capitalización bursátil con una variable
flujo como el PIB, esta comparativa sí nos sirve al menos para dimensionar la magnitud
del valor de Apple. De hecho, solo Microsoft se acerca a una capitalización similar a la de la
compañía de Cupertino. El valor bursátil de Microsoft es de 2,5 billones de dólares.
Y todas las demás empresas ya son apreciablemente menos valiosas que Apple o que Microsoft. Por
ejemplo, la tercera en la lista, Saudi Aramco, tiene una capitalización bursátil de 2,1 billones
de dólares. A su vez, la cuarta en la lista, Alphabet Google, tiene un valor de 1,6 billones
de dólares. Y la quinta, Amazon, tiene una capitalización bursátil de 1,3 billones de dólares.
Es decir, que Apple es más valiosa que dos veces Amazon. ¿Y por qué Apple es tan valiosa? Pues
porque a través de sus muy distintos dispositivos, aunque sobre todo a través del iPhone, Apple ha
revolucionado de manera muy intensa la vida de millones de personas. Por ejemplo, solo en el
año 2022 se vendieron 225 millones de iPhones. Es decir, un colectivo que equivale aproximadamente
a cinco veces toda la población de España se compró en el año 2022 un iPhone, a pesar del
alto precio de estos dispositivos. Y lo compró porque considera que este dispositivo es muy
importante para su vida, para su día a día. Y precisamente porque es tan importante,
precisamente porque es tan útil para ellos, están dispuestos a pagar ese sobreprecio que
incluye un margen de beneficios sustancial para Apple y que por tanto engrosa las ganancias que
es capaz de generar anualmente la compañía. Sin embargo, y siendo rigurosos, el valor bursátil
de Apple no depende de lo que esta compañía ya ha logrado en el pasado. No depende de cómo esta
compañía ya ha revolucionado hasta el momento nuestras vidas. La capitalización bursátil a
día de hoy depende esencialmente de lo que se espera que Apple vaya a lograr en el futuro.
La capitalización bursátil de cualquier empresa es igual al valor presente, al valor actual de
los beneficios futuros que se espera que esa empresa vaya a generar. O expresado de otro
modo, es igual al valor actual del valor económico a largo plazo que se espera, que se estima,
que los accionistas de Apple van a contribuir a crear en sociedad. Por tanto, la enorme
capitalización bursátil de Apple a día de hoy nos está informando de cuánto espera el mercado
que Apple siga revolucionando, transformando nuestras vidas en el largo plazo. Y previsiblemente para
que Apple pueda seguir revolucionando nuestras vidas en el largo plazo, Apple necesitará sacar
al mercado nuevos dispositivos que nos proporcionen nuevas funcionalidades, nuevas experiencias
distintas a las de los dispositivos que ya ha lanzado hasta el momento al mercado. De ahí que
ayer hubiera tanta expectación respecto al nuevo dispositivo que Apple lanzará al mercado y que
pretende ser algo así como el nuevo iPhone, es decir, el nuevo producto estrella de la compañía
en el medio largo plazo. Me estoy refiriendo claro al Apple Vision Pro, unas gafas de realidad mixta
que pretenden fusionar la realidad tal cual nos rodea con la llamada realidad virtual, es decir,
mezclar objetos reales con objetos virtuales. El potencial de este dispositivo ciertamente es
enorme. Si llegamos a incorporarlo en nuestro día a día, en nuestra forma de trabajar,
en nuestra forma de relacionarnos con otras personas, este dispositivo puede transformar
de un modo muy radical nuestras vidas, es decir, el modo en el que vivimos y convivimos. Por eso,
si Apple Vision Pro lograra su objetivo, es decir, crear y estructurar el mercado de realidad mixta
de tal manera que millones, decenas de millones o centenares de millones de personas terminen
actuando e interactuando diariamente a través de esta realidad mixta. Y si además el Apple Vision
Pro se convierte en el estándar de esta nueva industria, o al menos en la categoría Premium
dentro de esta nueva industria, si todo ello terminara sucediendo, la actual enorme capitalización
bursátil de Apple podría tener sentido incluso en niveles mayores a los actuales.
Con todo hoy a este respecto existen motivos para unas ciertas dudas o ciertas inquietudes
entre los inversores. Durante la presentación de ayer, la calidad del Apple Vision Pro estuvo a la
altura de las expectativas del mercado, pero el precio y la fecha de salida no lo estuvo.
Concretamente, el Apple Vision Pro solo estará disponible a comienzos del año 2024 en el mercado
estadounidense y a un precio inicial de 3.500 dólares. Siendo así, será capaz Apple de
convencer, de seducir, de persuadir a suficientes compradores lo suficientemente rápido como para
que estén dispuestos a pagar 3.500 dólares por este nuevo dispositivo y que además,
al igual que sucede con los iPhones, muchos de ellos estén dispuestos a pagarlos cada año
por comprar nuevas y mejores versiones de este dispositivo, las dudas, desde luego,
no son absurdas. Y justamente porque no lo son, nada más conocerse públicamente que
el Apple Vision Pro costará 3.500 dólares y que no estará disponible hasta comienzos del año 2024
y en un principio solo lo estará en el mercado estadounidense, las acciones de Apple sufrieron
una relativa caída. Su precio bajó de aproximadamente 183 dólares por acción hasta 178.5 dólares por
acción. Una caída, por tanto, de 4.5 dólares por acción. Y podréis pensar, bueno, 4.5 dólares por
acción tampoco es tanto, tampoco es una caída tan abultada. La decepción del mercado tampoco será
Bueno, pues pongamos en perspectiva estos 4.5 dólares por acción. Una caída de 4.5 dólares,
partiendo de 183 dólares por acción, supone que la capitalización bursátil de Apple se ha reducido
en un 2.5%. O expresado de otra manera, si el capital social de Apple está dividido en 15.730
millones de acciones, una caída, una pérdida de 4.5 dólares por acción supone una reducción de
su capitalización bursátil de 71.000 millones de dólares. Y 71.000 millones de dólares equivale
a toda la capitalización bursátil o casi toda la capitalización bursátil de las siguientes
compañías. Uber con una capitalización bursátil de 81.800 millones de dólares, Merck con una
capitalización bursátil de 80.000 millones de dólares, Iberdrola con una capitalización
bursátil de 77.700 millones de dólares, Mercedes Benz con una capitalización bursátil de 76.700
millones de dólares, Volkswagen con una capitalización bursátil de 74.700 millones de dólares,
China Telecom con una capitalización bursátil de 74.700 millones de dólares, BMW también con
una capitalización bursátil de 74.700 millones de dólares, Airbnb con una capitalización
bursátil de 72.900 millones de dólares, BNP Paribas con una capitalización bursátil de 72.500 millones de
dólares, Paypal con una capitalización bursátil de 72.000 millones de dólares, Axa con una
capitalización bursátil de 65.900 millones de dólares, Enel con una capitalización bursátil
de 65.500 millones de dólares o Vse Con una capitalización bursátil de 62.100 millones
de dólares. Es decir, que pequeños cambios en las expectativas sobre el comportamiento de mercado
que tendrá uno de los distintos dispositivos que va a comercializar Apple en el futuro,
es verdad que uno de sus dispositivos llamados a ser estrella, pero pequeños cambios en la
demanda esperada de mercado de uno de sus dispositivos conducen a fluctuaciones en
la capitalización bursátil de Apple que equivalen a todo el valor que se espera que
contribuyan a crear los accionistas de empresas tan relevantes como las anteriormente mencionadas.
Que el Apple Vision Pro tenga a largo plazo una demanda algo mayor o algo menor equivale a
todas las ganancias netas a largo plazo que obtendrán empresas como Mercedes, como BMW,
como Volkswagen por todos los automóviles que se espera que comercialicen a largo plazo o a las
ganancias futuras derivadas de toda la electricidad que generarán compañías como Iberdrola o como Enel
en el muy largo plazo. Puede que esta, en suma, sea la métrica más ilustrativa de lo gigantesca que
es Apple a día de hoy. Y es gigantesca porque también se espera que el bienestar social futuro
que contribuirá Apple a generar será igualmente gigantesco. Sólo el tiempo nos dirá si la
compañía de Cupertino estará a la altura o no de estas muy optimistas expectativas.
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