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Acciones, bonos, depósitos, oro, bitcoin... Las categorías de activos son muy amplias.
¿En cuál de todas ellas conviene que invierta? ¿O acaso conviene que invierta en todas ellas
a la vez, tal como sugiere la estrategia de la cartera permanente? Veámoslo.
Hoy empezamos una breve serie de vídeos de la mano de la plataforma de inversión Mintos,
en la que vamos a tratar de desarrollar el concepto de cartera permanente. La cartera permanente es
una estrategia de inversión que responde a la pregunta que se pueden formular muchos inversores
de, dada la enorme cantidad de activos que tengo delante de mí, acciones, bonos, depósitos, efectivo,
oro, criptoactivos, inmuebles, materias primas, etc. Y dado que cada uno de esos tipos de activos
funciona mejor o peor según cuál sea la coyuntura en la que se halle la economía, y dado además
que como inversores no tenemos por qué saber cuál va a ser la coyuntura de la economía en los próximos
5, 10, 15 o 20 años, ¿cómo puedo seleccionar en cada momento aquel activo que va a proporcionar
un mejor rendimiento, dada la incierta, la ignota coyuntura por la que vamos a atravesar?
La cartera permanente, que es una estrategia de inversión desarrollada originalmente por el
inversor Harry Brown, quien por cierto fue candidato del Partido Libertario a la presidencia
de Estados Unidos en el año 1996. La cartera permanente, digo, parte de la base de que nos
va a ser muy complicado conocer cuál va a ser exactamente la coyuntura económica por la que
va a atravesar un país durante los próximos años. Vamos a tener inflación, vamos a tener
deflación, vamos a tener un fuerte crecimiento económico, vamos a caer en una recesión.
Como no es fácil, o incluso no es posible, conocer a qué coyuntura específica nos vamos
a enfrentar, y como cada activo, cada clase de activo funciona mejor en una coyuntura o en
otra, la respuesta que ofrece la cartera permanente a esta problemática es invierte en todos los
activos a la vez. Quizá estoy exagerando un poco, diciendo invierte en todos los activos
a la vez, o en todas las clases de activos a la vez, pero Harry Brown sí distinguía entre
cuatro categorías de activos. Acciones, deuda pública o privada a largo plazo, efectivo o
deuda pública a corto plazo, y oro. Y justamente la estrategia de la cartera permanente consiste
en distribuir nuestro patrimonio en partes iguales, es decir, un 25% de nuestro patrimonio
a cada una de estas cuatro categorías de activos. Un 25% de nuestro patrimonio a las
acciones, un 25% a los bonos a largo plazo, renta fija a largo plazo, otro 25% al efectivo
o a la deuda pública a corto plazo, o a los depósitos a corto plazo, y un último 25% al
oro. ¿Y cuál es la lógica de esta recomendación? Pues que cada una de estas cuatro categorías
de activos tiende a comportarse bien en una etapa distinta de la coyuntura económica. Por
ejemplo, las acciones y los bonos a largo plazo suelen comportarse bastante bien en momentos
de expansión económica. Y en cambio, el efectivo, los depósitos o la deuda pública a corto
plazo y el oro tienden a hacerlo mejor en momentos de recesión económica, cuando hay
más incertidumbre. Pero a la vez, la bolsa y el oro tienden a hacerlo mejor, o al menos
a actuar como coberturas en momentos de inflación, y por tanto podemos decir que los bonos y el
efectivo lo hacen mal en momentos de inflación. Pero, por el contrario, los bonos y el efectivo
o los depósitos lo hacen bien, lo hacen mejor que, por ejemplo, las acciones en momentos
de deflación. De tal manera que si tenemos cuatro tipos posibles de coyuntura, expansión
inflacionista, expansión deflacionista, recesión inflacionista o estanflación y recesión
deflacionista, tenemos al mismo tiempo un activo que lo hace especialmente bien en esa coyuntura,
otros dos que lo hacen moderadamente bien o que se quedan en tablas, y otro que lo hace
mal. Por ejemplo, en una expansión inflacionista la bolsa lo hará muy bien, porque se ve beneficiada
tanto por la expansión como por la inflación. El oro lo hará decente, porque aunque el oro
lo hace mejor en las recesiones, la inflación también supuestamente le beneficia. A su vez,
los bonos de largo plazo también lo harán moderadamente bien, porque aunque la inflación
los perjudica, las expansiones le benefician, y lo que desde luego lo hará muy mal en una
expansión inflacionista es el efectivo o los depósitos a corto plazo. Un activo que lo hace
muy bien, acciones, dos activos que lo hacen decente o, en el peor de los casos, se quedan
en tablas, bonos y oro, y un activo que lo hace mal. Y con el resto de coyunturas tendríamos
combinaciones similares. Por ejemplo, en una depresión deflacionista, pues tenemos un activo
que lo hace muy bien, que sería el efectivo, los depósitos a corto plazo. Otro activo que
lo hace decente, por el lado de la deflación, que serían los bonos a largo plazo, pero aún
así por el lado de la depresión no lo hace bien. Otro activo que lo hace bien por el lado
de la depresión, pero supuestamente no, aunque yo ahí tengo mis ciertas discrepancias, pero
en cualquier caso, supuestamente no, por el lado de la deflación, que es el oro. El oro
se revaloriza en depresiones, pero no tanto en las deflaciones. Y tendríamos un último
activo, en este caso la bolsa, que lo haría mal en medio de una depresión deflacionista.
La idea, como digo, es tener siempre un activo que lo hace muy bien, dos que lo hacen decente,
moderadamente y un activo que inevitablemente lo va a hacer mal, con la idea de que en cada
coyuntura la rentabilidad de lo activo que lo hace muy bien y de los dos activos que lo hacen
decente, compense la pérdida de rentabilidad del activo que lo hace mal. Hay que decir,
por cierto, que esta estrategia de la cartera permanente la elabora Harry Brown en los años
70. Y desde entonces, como poco, ha surgido una nueva categoría de activos, los llamados
criptoactivos, aunque el término no me gusta demasiado, o si queremos ir más a lo seguro,
ha surgido Bitcoin como categoría de activo. Y Bitcoin es un activo muy similar al oro,
es algo así como un oro digital, y por tanto, también podríamos incluir en la cuarta categoría
de activos, aquella en la que Harry Brown únicamente introducía el oro, también podríamos
introducir, en este caso, invierte en oro o en Bitcoin. Al respecto, por cierto, en vídeos
anteriores ya os expliqué que a través de la plataforma de inversión Mintos, que es
la entidad que apadrina esta serie de vídeos, podéis invertir en determinados activos, como
los bonos de titulización o como los bonos fraccionados, que integrarían, que formarían
parte de la clase de activos número 2, de los bonos a largo plazo. Pero también quiero
dejar constancia que a través de esta plataforma de inversión es posible invertir en ETFs que
os proporcionen exposición, es decir, a la primera categoría de activos, la bolsa. De
manera que, a través de Mintos, podéis componer al menos media cartera permanente con renta
fija y renta variable. Si quieres obtener más información sobre Mintos, podrás obtenerla
a través del link que aparece en la caja de descripción de este vídeo y en el comentario
destacado.
¿Pero esta estrategia de inversión, la cartera permanente, funciona o no funciona? Bueno, pues
hay un fondo de inversión que la viene más o menos replicando, con algunas variaciones,
modificando un poquito el peso de cada uno de los porcentajes anteriores, pero que la
viene replicando desde el año 1983. Es decir, que se trata de un fondo que ha atravesado por
coyunturas muy distintas. Inflaciones, deflaciones, expansiones económicas, depresiones... Y este
fondo, que se llama justamente Permanent Portfolio, es decir, cartera permanente, ha conseguido una
rentabilidad anual promedio desde su lanzamiento, en el año 1983, del 6,31%. Es una rentabilidad
bastante decente, pero que en todo caso se ubica por debajo de la rentabilidad proporcionada
por el Standard & Poor's 500 durante ese mismo periodo. Como podemos ver, entre el año 83 y
el año 2023, el Standard & Poor's 500 ha proporcionado una rentabilidad media anual del 11,61%, con lo cual
ha sido más rentable invertir en bolsa que seguir la estrategia del Permanent Portfolio. ¿Significa
esto que un inversor ha de rechazar la estrategia de la cartera permanente? No de manera necesaria,
porque sí, el Standard & Poor's ha proporcionado una rentabilidad más alta, pero también asumiendo un
riesgo más elevado. La estrategia de la cartera permanente es una estrategia más conservadora.
Está expuesta a menores riesgos porque no te juegas todo tu patrimonio a una única categoría
de activo, que en determinadas coyunturas va muy bien, pero en otras puede ir bastante mal. Con lo cual,
aquel inversor que tenga un perfil demasiado conservador para invertir la mayor parte de su
patrimonio en el mercado bursátil puede recurrir a la cartera permanente como una estrategia de
inversión menos rentable, pero también más segura, menos arriesgada. Ahora bien, para entender
adecuadamente la lógica económica que se haya detrás de la estrategia de inversión cartera
permanente, hace falta que entendamos algo mejor por qué, por ejemplo, la renta variable, la bolsa,
funciona especialmente bien durante las expansiones inflacionistas, por qué la renta fija a largo
plazo funciona mejor durante las expansiones inflacionistas, por qué el efectivo o la deuda
a corto plazo funciona bien en las depresiones inflacionistas y por qué el oro o bitcoin
funcionan mejor en las depresiones inflacionistas. En este vídeo meramente hemos enunciado que esto
es así. Pero en el próximo vídeo, dentro de esta serie de inversión apadrinada por la plataforma
Mintos, desarrollaremos con mayor detalle por qué cada una de estas categorías de activos funciona
especialmente bien en cada una de las anteriores coyunturas.