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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

El gobierno laborista de Nueva Zelanda ha decidido incrementar los impuestos en las
rentas más altas, así como aumentar también el salario mínimo que reciben los trabajadores.
Y estas dos políticas han animado a muchos representantes de la izquierda nacional a
reclamar que en España también debería seguirse un curso político similar. También deberían
adoptarse políticas parecidas a las anteriores, más impuestos a los ricos y más salario
mínimo. En el vídeo de ayer ya explicamos cómo la subida de impuestos en Nueva Zelanda
en realidad deja los impuestos todavía apreciablemente más bajos de lo que están en España. Podréis
consultar este vídeo arriba a la derecha en la sección de pestañas. Pero algunos
siguen insistiendo en que la subida del salario mínimo si es una virtud incontestable de
las políticas laboristas en Nueva Zelanda y que, por tanto, deberíamos copiar ese modelo
en nuestro país. En concreto, el salario mínimo en Nueva Zelanda se ha incrementado
a 20 dólares la hora. Corrigiendo por el tipo de cambio y por el diferencial de poder
adquisitivo entre las dos economías, esos 20 dólares por hora trabajada equivaldrían
a aproximadamente 10,5 euros la hora trabajada en España. Lo que, para una jornada laboral
completa de 40 horas semanales, equivaldría aproximadamente a 1.700 euros mensuales, dado
que ahora mismo el salario mínimo en España está en 950 euros al mes. Parecería que,
en efecto, en Nueva Zelanda el salario mínimo es el doble, prácticamente el doble que en
España. Y, por tanto, que deberíamos subir, quizás no hasta esos niveles, pero sí acercándonos
a ellos el salario mínimo en España. Bueno, a este respecto hay tres comentarios que conviene
efectuar. El primero es que la situación de la economía neozelandesa no es ni mucho menos
la misma que la situación de la economía española. El PIPE en Nueva Zelanda en el
año 2020 apenas se contrajo un 2,9%. Nueva Zelanda, aprovechando su posición de insularidad,
sigue una estrategia de supresión del coronavirus, es decir, adoptó, al principio, medidas
muy duras de distanciamiento social para conseguir que el virus se erradicara, desapareciera
completamente dentro de las fronteras de Nueva Zelanda, y a partir de ahí se limitó a controlar
el tráfico aéreo, permitiendo que la vida interna en Nueva Zelanda regresara a una completa
normalidad. Y eso ha favorecido que el PIPE, en lugar de caer un 10,8%, que es lo que ha
sucedido en España, apenas se redujera un 2,9%. Y eso también ha tenido traslación
en su mercado laboral. La tasa de paro en Nueva Zelanda a día de hoy es inferir al
5% de la población activa, en España supera el 16%. Esto, que significa que no necesariamente
la misma política laboral que se aplica en Nueva Zelanda, subir el salario mínimo, tiene
por qué ser beneficiosa, por qué ser provechosa en una economía como España, que tiene una
estructura empresarial muchísimo más debilitada y tiene una tasa de paro muy superior.
Pero es que, en segundo lugar, la comparativa no se está efectuando de manera correcta.
No es cierto que debamos comparar unos 1.700 euros al mes de salario mínimo en Nueva Zelanda
con 950 euros al mes en el caso de España, por varias razones. Primero, porque el salario
mínimo en España es un salario mínimo en 14 pagas, por tanto, hay que promediar en
12 meses el salario mínimo anual. Si hacemos esto, el salario mínimo en España ya no
es de 950 euros al mes, sino de 1.108 euros mensuales. Aun así, sigue habiendo diferencia
sustancial de 1.100, de poco más de 1.100 euros a 1.700, pues estamos hablando de una
diferencia de prácticamente el 50% del salario mínimo entre ambos países.
Pero es que, en segundo lugar, una diferencia importantísima que muy pocos han mencionado
y que muy pocos están teniendo en cuenta es que en Nueva Zelanda no existen cotizaciones
sociales, no existen cotizaciones empresariales ni del trabajador, pero desde luego tampoco
empresariales a la seguridad social. Y, por tanto, no es adecuada la comparativa entre
el salario español después de haber pagado cotizaciones sociales, después de que la empresa
haya pagado cotizaciones sociales sobre ese salario y el salario mínimo en Nueva Zelanda
en ausencia de cotizaciones sociales. Si calculamos cuál es el coste salarial para la empresa,
teniendo en cuenta las cotizaciones sociales, que al final también son un servicio que supuestamente
recibe el trabajador, porque en función de esas cotizaciones sociales que en gran medida
paga el empresario para el trabajador. El trabajador devenga una serie de derechos
frente a la seguridad social, el más conocido de los cuales es la pensión, pero en solo
la pensión también, por ejemplo, la prestación de desempleo, pues bien, si incluimos la cotización
empresarial a la seguridad social como parte de la remuneración del trabajador, tendremos
que el salario mínimo en España no son 1.108 euros al mes, sino 1.440 euros mensuales.
En tal caso, el salario mínimo de España, incluyendo las cotizaciones empresariales
a la seguridad social, equivale al 85% del salario mínimo en Nueva Zelanda, dado que
ese salario mínimo no implica el pago de cotizaciones empresariales a la seguridad social.
Pero es que el tercer factor que estamos olvidando en esta comparativa es que en Nueva Zelanda
no hay un único salario mínimo. En Nueva Zelanda hay tres salarios mínimos. En realidad
podríamos decir que hay dos salarios mínimos. El salario mínimo general, que es este del
que estamos hablando, y luego otros dos salarios mínimos, que son el mismo, para aprendices
y para jóvenes menores de 20 años. Estos dos colectivos tienen un salario mínimo reducido,
reducido en cuanto en un 20% con respecto al salario mínimo general, es decir, que el
salario mínimo de jóvenes y aprendices es el 80% del salario mínimo general. Recordemos
que hemos dicho que en España el salario mínimo que se aplica a todo el mundo, aquí no hay
distinciones, es el 85% del salario mínimo de Nueva Zelanda, lo que significa que para
jóvenes y aprendices el salario mínimo en Nueva Zelanda, incluso después de esta subida,
es inferior al salario mínimo de España. En definitiva, adoptar el salario mínimo de
Nueva Zelanda sí implicaría una cierta subida del salario mínimo de España para determinados
colectivos de trabajadores, pero para otros colectivos, que son además aquellos que más
pueden verse perjudicados por el salario mínimo, jóvenes y personas que entran por primera
vez al mercado laboral en categoría de aprendices, adoptar para estos colectivos, para estos
dos colectivos el salario mínimo de Nueva Zelanda, implicaría una rebaja del salario
mínimo, incluso, repito, después de la subida que acaba de aprobarse en estos momentos.
Mucho me temo, por tanto, que aquellos que a golpe de titular propagandístico están
reclamando importar en España las políticas que se están aplicando en Nueva Zelanda,
en última instancia están pidiendo, están reclamando, sin saberlo, que se adopten políticas
económicas muy contrarias a las que a ellos les agradarían.
Bienvenidos a Nueva Zelanda, el salario mínimo de Nueva Zelanda, el salario mínimo de Nueva
Zelanda.
Hasta la próxima.