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¿Generan los bancos centrales inflación? ¿Y de qué manera exactamente lo hacen? ¡Veámoslo!
En vídeos anteriores dentro de esta serie sobre la inflación apadrinada por Freedom24 hemos
explicado qué es la inflación y por qué ésta empobrece especialmente a los más pobres y
enriquece a los gobiernos. Pues bien, en los dos últimos vídeos dentro de esta serie vamos a
explicar de manera más detallada cómo los gobiernos que se benefician de la inflación son capaces de
generar esa inflación. Recordemos que la inflación simplemente es la pérdida de valor de la moneda
como consecuencia de que su oferta supera su demanda. Y en la medida en que esa moneda es la unidad de
cuenta en la que expresamos todos los precios de la economía, cuando esa unidad de cuenta que es el
dinero pierde valor, todos los otros precios expresados en términos de dinero se incrementan.
Pues bien, el gestor más directo de la moneda en nuestras economías modernas es el banco central.
El banco central es el encargado de administrar la base, el fundamento, el núcleo de la llamada
oferta monetaria de una economía. Más en particular, los bancos centrales son los responsables de crear
la llamada base monetaria, denominada así porque es la base de la oferta monetaria. Tan responsables
son de crear la base monetaria que ésta no es otra cosa que un pasivo del banco central. Es decir,
la base monetaria, la base de la oferta monetaria de una economía, son los pasivos de ese banco central.
Pues bien, la base monetaria está integrada por dos componentes. Por un lado, las monedas y billetes en
manos del público. Los euros, los dólares, los yenes, que utilizamos en nuestro día a día para pagar. Y por
otro lado, las reservas de los bancos. La unidad monetaria que emplea el sistema bancario para
liquidar sus deudas entre sí. En este gráfico, por ejemplo, podemos observar cuál es ahora mismo, en mayo del
año 2024, la base monetaria total en dólares de los Estados Unidos. 5,7 billones de dólares. Pues bien, estos
5,7 billones de dólares se dividen en los dos componentes que hemos mencionado. Por un lado, 2,3 billones de dólares
de moneda en circulación. Moneda física en dólares, que es utilizada por los ciudadanos dentro y fuera de
los Estados Unidos. Sobre todo dentro, pero dentro y fuera de los Estados Unidos para efectuar sus
transacciones. Y 3,4 billones de dólares en reservas bancarias. Estas reservas, sí, exclusivamente en manos,
en poder del sistema bancario estadounidense. Pues bien, si la inflación es la pérdida de valor de la
moneda y hemos dicho que la moneda pierde valor cuando su oferta desborda la demanda del público
por esa moneda, entonces podremos señalar que el Banco Central genera inflación cuando incrementa la
oferta de base monetaria por encima de su demanda. Y puede incrementar la oferta de base monetaria por
encima de la demanda que el público desea mantener de base monetaria a través de dos vías. O aumentando
la oferta de moneda en circulación en manos del público por encima de la demanda del público de
esa moneda. O incrementando la oferta de reservas bancarias en poder de los bancos por encima de las
reservas bancarias que los bancos desean mantener en balance. Vayamos al caso más sencillo. Imaginemos
que el Banco Central crea más moneda física que aquella moneda física que quieren mantener en sus
saldos de tesorería los agentes económicos. ¿Qué harán esos agentes económicos si tienen más dinero
del que desean tener? Pues gastarlo. Y pueden gastarlo en forma de bienes de consumo, en cuyo caso el
precio de los bienes de consumo tenderá a subir. No siempre es necesario que el precio de los bienes
de consumo suba, dado que podría existir cierta capacidad productiva ociosa que lleve a que un incremento
del gasto en bienes de consumo se atienda con un aumento de la producción. Pero desde luego,
si este proceso continúa, el gasto en forma de bienes de consumo de la moneda indeseada por los
ciudadanos arrojará subidas en los precios de los bienes de consumo. Pero si las familias o las
empresas disponen de más moneda de la que quieren mantener en sus saldos de tesorería, la única alternativa
no es gastarla en adquirir bienes de consumo, sino que también pueden comprar bienes de inversión,
activos en un sentido más genérico. Si hacen esto, si gastan su saldo de tesorería no deseado en
comprar más activos, el precio de esos activos aumentará. Por tanto, la inflación se materializará
en una primera instancia en inflación de activos, en subida del precio de los activos. Sin embargo,
como efecto de segunda ronda, los que han vendido esos activos a cambio de dinero también tendrán
que decidir si desean mantener ese dinero extra que ha llegado a sus manos vendiendo esos activos
dentro de su saldo de tesorería o si no quieren mantener atesorado tanto dinero. Si este segundo
es el caso, ese dinero o parte de ese dinero que han cobrado vendiendo los activos será gastado
dentro de la economía, ya sea para comprar bienes de consumo o para comprar otros activos,
elevando progresivamente su precio. Por tanto, si la oferta de base monetaria en forma de efectivo
de dinero en manos del público se incrementa por encima de la demanda de ese dinero por parte del
público, ese dinero se depreciará, se volverá menos valioso y conducirá a un incremento de los
precios en el resto de la economía. Y en este sentido, tal como ya explicamos en un vídeo anterior
dentro de esta serie apadrinada por Freedom24, una forma de protegernos frente a la influencia
empobrecedora de la inflación es invertir en activos que abonen un tipo de interés superior a la
inflación. Y eso es algo que puede lograrse a través de los productos de inversión que,
por ejemplo, ofrece Freedom24. Uno de esos productos es la llamada Cuenta D, un plan de ahorro diario que
abona intereses del 5,31% en dólares y del 3,62% en euros, en ambos casos por encima de la inflación,
que no requieren ningún tipo de permanencia y que devenga diariamente los intereses. Por tanto,
se trata de un producto que permite la disponibilidad continua del dinero y que cubre, como digo, la
inflación que ahora mismo estamos experimentando tanto en la eurozona como en Estados Unidos. Y a su
vez también, Freedom24 ofrece planes de ahorro a algo más de plazo, 3, 6 y 12 meses, que abonan
rentabilidad desde hasta el 8,76% en dólares y de hasta el 5,98% en euros. En ambos casos, de nuevo,
por encima de la inflación. Tanto la Cuenta D como estos planes de ahorro a largo plazo, además están
protegidos por el Fondo de Garantía de Inversiones de Chipre por un importe de hasta 20.000 euros.
Si quieres obtener más información sobre los productos de inversión que ofrece Freedom24,
puedes obtenerla pinchando en el enlace que aparece en la caja de descripción de este vídeo y en el
comentario destacado. Pero, como hemos dicho antes, el dinero en circulación, el dinero en efectivo
en circulación es sólo uno de los componentes de la base monetaria. El otro componente son las
reservas bancarias. ¿Y cómo puede el banco central generar inflación a través del incremento de la
oferta de reservas bancarias? De entrada, tengamos claro que un banco no puede gastar directamente las
reservas bancarias. Las reservas bancarias sólo sirven para que un banco efectúe pagos a otro banco.
Pero un banco no me puede pagar a mí, a un particular, con sus reservas. Por tanto, por ejemplo,
si yo le vendiera a un banco un local comercial, el banco no me lo podría comprar con cargo a sus
reservas bancarias, con cargo a la tesorería de que disponen los bancos para liquidar sus deudas
entre sí. En este sentido, como las reservas bancarias sólo se mueven dentro del sistema bancario,
podría parecer que ningún incremento de la oferta de reservas bancarias puede llevar a la depreciación
del valor del dinero, que ningún aumento de la oferta de reservas bancarias puede generar inflación.
Pero esto no es así. Si un banco tiene más reservas bancarias de las que demanda o de las que le obligan
a demandar las regulaciones, porque puede ser demanda voluntaria o impuesta por ley, si un banco tiene más
reservas bancarias de las que desea, puede utilizarlas indirectamente, no directamente, pero sí
indirectamente, para adquirir otros activos que las reemplacen. ¿Y cómo puede un banco usar sus reservas
indirectamente para comprar otros activos? Ya hemos dicho que un banco no puede pagar directamente a un
particular con reservas bancarias. Pero eso no significa que no pueda desprenderse de ellas a
cambio de otros activos. ¿De qué manera? Pues un banco puede comprarle a un particular, si la regulación
lo permitiera, por ejemplo, un local comercial, creando nuevos depósitos de ese banco. Es decir, el banco
se queda con el local comercial que pasa a integrar su activo y le entrega al propietario y vendedor del
local un pasivo del banco, el depósito bancario, la cuenta corriente, que pasará a ser un activo
financiero del vendedor de ese local. O también un banco puede comprar el bono emitido por una empresa
a través de la creación de nuevos depósitos por parte de ese banco. El bono de la empresa integraría
el activo del banco y los depósitos que ha creado el banco para comprar ese bono, por ejemplo, en el
mercado primario, pasarían a integrar el activo o la tesorería de la empresa. Este tipo de operaciones
las puede hacer un banco, pero como vemos, ninguna de estas operaciones directamente reduce el volumen
de reservas que tiene el banco, pero sí terminará haciéndolo de manera indirecta. Cuando el particular
que ha vendido el local y recibe un depósito, o cuando la empresa que ha emitido un bono y recibe
un depósito gasten esos depósitos, lo normal es que terminen llegando a manos de otro banco, o más
bien a manos de un agente económico que es el cliente de otro banco. Pues bien, ese otro banco, cuando reciba
en cobro el depósito del primer banco, le dirá, págame este depósito. Y el primer banco le pagará con reservas.
Es decir, las reservas excesivas del primer banco terminarán siendo transferidas al segundo banco.
Y terminarán siendo transferidas al segundo banco porque el primer banco ha creado muchos depósitos para
incrementar sus tenencias de activos reales o financieros. Y la consecuencia última de una
creación excesiva de depósitos, que termina llegando a manos de otros bancos, es una pérdida
de reservas desde los bancos que han creado muchos depósitos a los bancos que han creado menos nuevos
depósitos. Pero además, y precisamente por esto último, el exceso de reservas bancarias en manos de los
bancos puede generar inflación por una segunda vía. Si los bancos, como tienen muchas reservas,
deciden crear más depósitos, ven que su posición de liquidez interna es muy buena y se atreven a
adquirir más activos reales o financieros generando más depósitos, como esos depósitos actúan como
sustitutos del dinero en circulación, del dinero en efectivo para familias y para empresas, si la
oferta monetaria en manos de familias y empresas en forma de depósitos se incrementa, un aumento de
la oferta monetaria, ya sea en forma de dinero en circulación o de depósitos bancarios que
reemplazan a ese dinero en circulación, un aumento de la oferta por encima de la demanda de dinero por
parte de familias y empresas llevará a una depreciación del dinero y, por tanto, a inflación. En
definitiva, que si los bancos centrales gestionan irresponsablemente la oferta monetaria o aquella
parte de la oferta monetaria que controlan, es decir, la base monetaria, de tal manera que
incrementan, contribuyen a incrementar la oferta monetaria por encima de la demanda monetaria,
entonces los bancos centrales generarán inflación, depreciarán el valor del dinero y llevarán a que el
resto de precios de los bienes de consumo y de los bienes de inversión dentro de la economía se
incrementen de manera generalizada. Sin embargo, hay que constatar que, a día de hoy, el principal
motor de la inflación dentro de las estructuras estatales existentes no es el banco central, sino
que son los gobiernos irresponsables que gastan a través de déficits públicos excesivos. Pero esto
último, cómo los gobiernos generan inflación cuando se sobreendeudan, lo explicaremos en el siguiente y
último vídeo dentro de esta serie apadrinada por Freedom24 sobre la inflación.