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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Hoy Radio Nacional de España ha hablado sobre el liberalismo y la verdad es que no lo ha hecho demasiado bien.
En el programa Las Mañanas de Peppa Fernández hemos podido escuchar declaraciones como las que vamos a ir analizando a continuación. Empecemos.
Existen palabras moribundas, palabras que están muy vivas y otras a las que les da por resucitar de vez en cuando.
Y van cambiando de significado según quien las emplee.
Una de esas palabras, en concreto, un adjetivo va a ser el protagonista de esta sección de filosofía que se llama Pienso Luego Estorbo.
Y en la que nos embarcamos cada martes con Toño Fraguas. Hola Toño, buenos días.
Buenos días Peppa, buenos días a los escuchantes también.
Sí, hoy quería que volviésemos a la arena política después de hablar de Maimónides porque hay un adjetivo que a menudo asoma los labios de los políticos.
Y es un término bastante filosófico que en realidad nadie sabe muy bien qué significa.
Bueno, mejor dicho, significa una cosa u otra según quien lo emplee y eso también es muy gracioso.
Además, cambia de significado dependiendo de en qué país lo estemos usando.
Eso es, así que hoy en Pienso Luego Estorbo vamos a intentar desentrañar qué diantres significa el adjetivo liberal.
Bien, hasta aquí la introducción tiene un pase.
Es verdad que el término liberal es un término que se ha ido prostituyendo enormemente porque muchos partidos políticos, por ejemplo, se lo quieren apropiar.
Ahora, dar a entender que el término liberal es un término ambiguo que no sabemos exactamente qué significa, pues no es algo demasiado correcto.
El término liberal podrá tener cierta elasticidad porque hay muchas corrientes que se integran dentro del pensamiento político-liberal,
pero desde luego es un término relativamente bien acotado dentro de la filosofía política.
En todo caso, sigamos escuchando lo que esta pareja nos tiene que contar sobre el liberalismo.
Pues ahí está, en el 73 Julio Iglesias decía no presumir de ser liberal, lo hacían esta canción que se titula Minueto
y, toño, me imagino que aquí liberal no se refería precisamente a ninguna teoría política.
Pues te diría que sí y que no, porque el adjetivo liberal lo empleamos de muchas maneras
y supongo que aquí don Julio Iglesias lo estaba utilizando en el sentido que se usa cuando se dice que una pareja es liberal.
Bueno, digamos que en el ámbito afectivo y sexual el adjetivo liberal viene a significar no convencional,
a priori una pareja liberal estaría abierta a diferentes experiencias, no vamos a hundar mucho más porque creo que nos entendemos.
Nos entendemos. Bueno, en este sentido el adjetivo liberal no parece político.
No. Después de escuchar este corte uno podría estar tentado a efectuar un chascarrillo acerca de que el programa no ha empezado con especial buen pie.
Desde luego el término filosófico-político de liberal no tiene nada que ver con las relaciones abiertas o con la liberalidad en las relaciones sexuales.
Pero como a continuación comprobaremos Toño Fraguas, que es quien lleva la batuta en estas intervenciones,
arranca con esta reflexión para ya desde el comienzo introducir a la audiencia una idea equivocada.
La idea de que la filosofía política-liberal esencialmente con cómo te comportas en el ámbito privado de tu vida
y no en cambio con cómo te comportas en el ámbito público.
Pero la teoría política-liberal es una teoría sobre el ámbito público de las relaciones sociales.
Sobre qué está permitido o no está permitido en sociedad.
No es una teoría, o al menos no estrictamente, sobre cómo cada cual ha de vivir su vida personal.
Continuemos escuchando para ver cómo desliza esta argucia argumental.
Pero si es verdad aquello de que lo personal es político, pues entonces sí.
Porque el adjetivo liberal en este sentido también tiene una connotación política, una connotación cívica.
Ser liberal en el terreno afectivo sexual es también una forma de poner en cuestión ciertos valores heredados
que están igualmente cargados de contenido político.
Por ejemplo, la obligatoriedad del matrimonio religioso heterosexual, por supuesto,
o la prohibición de las relaciones prematrimoniales o la prohibición del uso del preservativo.
Es verdad que no hace tanto tiempo una persona podía ser considerada liberal o algo peor
si tenía relaciones prematrimoniales o si usaba anticonceptivos.
Sí, bueno, y hoy estas conductas se han ido normalizando y la liberalidad en las relaciones personales
va quedando restringida a prácticas de esas que no queríamos ahondar,
que todavía son malvistas por amplias capas de la sociedad, el intercambio de parejas,
la promiscuidad, el fetichismo, en fin.
Prácticas que son malvistas por muchas personas.
Igual que hace unas décadas estaban malvistas las relaciones prematrimoniales o el uso de anticonceptivos.
Eso es, y bueno, las mentalidades lentamente van cambiando.
La filosofía política liberal no significa que en el ámbito personal cada uno de nosotros
debe estar a favor de relaciones abiertas, a favor de la promiscuidad, tampoco necesariamente en contra.
Pero que no versa sobre ello, no se mete en ese debate cada cual puede vivir su vida
con aquel código moral de conducta que considere más adecuado.
La cuestión, lo que mandata el liberalismo es que tú vives tu vida como tú crees conveniente
y otro vive su vida como él cree conveniente y tú no leas de imponer al otro como a vivir su vida
ni el otro a ti como a vivir la tuya.
Eso significa que, evidentemente, un liberal se opondrá a la obligación del matrimonio,
a la prohibición de las relaciones prematrimoniales, a la prohibición del uso de anticonceptivos,
se opondrá a las prohibiciones o obligaciones que atenten contra la libertad personal.
Pero eso no equivale a que un liberal, a que todo liberal tenga que estar necesariamente a favor
de las relaciones prematrimoniales, del uso de anticonceptivos o de cualquier otra conducta
que atañe exclusivamente a las personas.
Las tolerará jurídicamente en el sentido de que no querrá prohibirlas o volverlas obligatorias,
pero luego, en su fuero privado, tendrá la opinión que considere oportuna.
En caso contrario, por ejemplo, estaríamos diciendo que una persona que tenga valores conservadores
en su vida privada, pero que no quiera imponerse los violentamente a través del Estado a otros,
estaríamos diciendo que esa persona no pueda escribirse a una filosofía política liberal
y, evidentemente, que sí puede.
Yo vivo mi vida como considero oportuno, tú vive la vida como tú consideras oportuna.
No es incompatible a ese nivel.
Lo incompatible, repito una vez más, es que una persona con valores conservadores o no conservadores
quiera imponerselos por la fuerza a otros, pero sí respeta como otros quieren vivir su vida,
aunque en la viva, desde unas coordenadas que otros podrían calificar de conservadoras,
esa persona puede ser exquisitamente liberal.
Y el adjetivo liberal, en este sentido, pues, alude a una mentalidad abierta,
no solo en el campo sexual, también en otros registros, una mente abierta en cuanto a costumbres,
convenciones, ideas, intereses...
El diccionario de la RAE ofrece hasta ocho significados del adjetivo liberal.
Y este sentido que estamos analizando ahora correspondería, yo digo, a las acepciones 4 y 5.
Sí, bueno, eso es la cuarta acepción de final liberal como aquel que se comporta o actúa
de una manera alejada de modelos estrictos o rigurosos, y el quinto significado se aplicaría
a alguien comprensivo, respetuoso y tolerante con las ideas y los modos de vida distintos
de los propios y con sus partidarios.
Esta última definición, si puede ser una definición correcta, siempre que recordemos
que el liberalismo es una filosofía política que, por tanto, teoriza sobre cuáles han
de ser los alcances de la ley, de la regulación del Estado, es decir, que el liberalismo lo
que predica es que la ley, la legislación, la regulación, el Estado ha de ser tolerante
con los modos de vida plurales de las personas dentro de una sociedad, que lo que tiene que
hacer es proteger la libertad individual de cada persona para que cada una de ellas pueda
desplegar su propio proyecto de vida.
Por tanto, si esta definición la aplicamos dentro del campo de filosofía política,
dentro del terreno de juego de la filosofía política, es una definición correcta.
Ahora, si la pretendemos aplicar a otras esferas de la vida privada a cómo tengo que vivir
yo mi vida haciendo uso de mi libertad, es decir, que tengo que pensar o que tengo que
hacer, siempre y cuando esté respetando la libertad de los demás, ahí nos estamos equivocando.
Una persona puede ser liberal en el sentido filosófico-político, es decir, puede respetar
estrictamente la libertad de los demás y puede defender que el orden político se tiene
que construir sobre la defensa de la libertad individual de las personas y al mismo tiempo
pensar que los comportamientos que adoptan otros individuos son comportamientos inadecuados,
antisociales, disfuncionales, pero tolerando jurídicamente que los desplieguen, aunque
esa persona crea que son comportamientos inapropiados, inadecuados o en todo caso comportamientos
con los que ella no quiere convivir, que ella no quiere aplicar ni a su vida ni a su entorno
ni a las relaciones que teje dentro de la sociedad.
Pero vamos a ver, Toño, en cuanto el contexto cambia, el adjetivo liberal altera su significado,
en España hay políticos que se definen como liberales y que, sin embargo, son profundamente
conservadores y tradicionales.
Sí, y luego hay personas que encajarían bien en esa definición de la RAE de comprensiva,
respetuosas y tolerantes con las ideas y los modos de vida distintos de los propios y que,
sin embargo, reniegan del adjetivo liberal porque lo consideran propio de personas conservadoras
y tradicionales.
O sea, que en este país los que se autodefinen como liberales en realidad no lo son y los
que sí lo son reniegan de la palabra liberal.
Pues algo de eso hay.
Y empezamos a llegar donde se quería llegar desde un principio.
Los conservadores, la derecha no puede ser liberal de ninguna manera y la izquierda es
consustancialmente liberal porque, aunque planteen muchísimas políticas que atacan
contra las libertades de las personas como tienen una mentalidad abierta, son tolerantes
en el trato personal y privado, entonces la izquierda, por definición, es liberal.
Yo puedo estar perfectamente de acuerdo, de hecho, lo estoy con que ni Vox, ni el PP,
ni ciudadanos son liberales, como mucho defenderán en algunos casos algunas libertades, especialmente
libertades de contenido económico, pero no son un partido coherentemente liberal, pero
evidentemente ni ellos lo son, ni tampoco lo son, PSOE, más país o Podemos.
De nuevo, estas formaciones podrán defender algunas políticas dirigidas a ampliar las
libertades personales, pero en términos generales defienden un intervencionismo muchísimo más
atroz del Estado en la vida privada de los individuos y, por tanto, por mucho que ellos,
los políticos de izquierdas, se consideren muy abiertos de mente, muy tolerantes, muy
progresistas, eso no los lleva a ser liberales en el sentido filosófico político, porque
las políticas que defienden son políticas que atacan de raíz las libertades individuales
y, por tanto, repito, no son liberales, pero una vez hemos empezado por definir liberal
como aquella persona que es tolerante en el ámbito privado, aunque sea radicalmente
intolerante en el ámbito público, en el ámbito de la legislación, pues claro, entonces
la izquierda, por muy liberticida que sea en sus políticas, podrá ser liberal si luego
en su fuero interno es muy respetuosa con la diversidad y la pluralidad de nuestras
sociedades.
Pero la cosa es más complicada.
Bueno, la cosa en esta sección siempre es más complicada.
Bueno, todo sería mucho más fácil, si en España usásemos el término liberal como
lo emplean en Estados Unidos.
Hombre, sería mucho más fácil si el objetivo es equiparar liberalismo con izquierdismo,
porque efectivamente en Estados Unidos liberal es aquella persona de izquierda radical, es
decir, aquella persona que está a la izquierda del Partido Demócrata, pero en absoluto,
esto resulta sencillo, resulta clarificador en Estados Unidos, porque en Estados Unidos
liberal no siempre ha significado esto, liberal no siempre ha estado asociado, digamoslo así,
a la extrema izquierda.
De hecho, en Estados Unidos tienen que hablar de clásical liberalismo, es decir, liberalismo
clásico, para referirse a lo que en Europa todavía nos referimos como liberalismo y
luego liberalismo, o neoliberalismo, para referirse al progresismo de extrema izquierda.
Por tanto, insisto, repito, esto será más clarificador, será más fácil para aquel
a quien le gustaría que se asociara el liberalismo con políticas frontalmente antiliberales
de izquierdas, pero en absoluto clarifica la cuestión, y de hecho en Estados Unidos
no lo tienen nada claro, cuando un mismo término tiene dos significados contrarios según el
adjetivo que le pongas, clásical ornivo.
No, a ver, a un tiburón de los negocios ni en Europa ni en Estados Unidos nadie le llamaría
liberal, salvo aquellos que no tengan ni la más remota idea de lo que es y de lo que
ha sido el liberalismo.
El liberalismo es una filosofía política, ser un empresario de éxito no te convierte
en liberal.
Es más, hay muchos empresarios que tienen éxito porque se alían con el Estado para
obtener prebendas y ganar más dinero a costa del resto de la sociedad, y esos empresarios
son frontalmente antiliberales, pero vamos, que simplemente ser un hombre práctico que
ha sido exitoso en el mercado no te convierte, insisto, en una persona que defienda un determinado
orden político, centrado en el respeto y restricto a la libertad de las personas.
Son dos temas radicalmente distintos, y sí, obviamente, en Estados Unidos, como ya hemos
dicho, liberal se refiere a izquierdista, progresista, izquierdista radical, pero como
ya hemos dicho, eso no fue siempre así en Estados Unidos, y la prueba es que si hoy
en Estados Unidos hablamos de clásica el liberalismo, liberalismo clásico, todo el mundo entiende
a qué nos referimos.
O sea, que si un estadounidense viene a España y oye a Pablo Casado decir esto…
El último Congreso Nacional propuse al partido como eje de mi actuación política lo que
para mí son los cinco principios del pensamiento liberal conservador, los que han funcionado
aquí y ahora, en todas partes y siempre.
Bueno, fíjate, el pensamiento liberal conservador, un estadounidense oye esto y le estalla la
cabeza directamente.
Decir pensamiento liberal conservador para un estadounidense o para un anglosajón es
como decir pensamiento izquierdista-derechista… Esto es una tontería, un estadounidense si
escucha liberal conservador o liberalismo conservador sabe perfectísimamente a qué
se refiere uno, al igual que si escucha clásica el liberalismo también sabe a qué se está
refiriendo, que en el uso popular de Estados Unidos se haya extendido el empleo del término
liberal liberal para referirse a una persona de izquierdas no significa que si adjetivas
liberalismo como conservador o como clásico el oyente no sepa a qué se está refiriendo
uno.
De hecho, hay muchos liberales clásicos que en Estados Unidos se consideran conservadores
fiscales y a nadie le extraña ese uso de los términos que nos podrá parecer adecuado
o equivocado.
Hay conservadores en Estados Unidos como Russell Kirk que han criticado ferozmente el liberalismo
sobre todo su versión libertaria porque consideran que una cosa es el conservadurismo y otra
el liberalismo y que por tanto no hay que mezclar estas dos filosofías políticas que
pueden tener algún punto en común pero que son filosofías políticas distintas, es
una crítica válida que sí se puede hacer, pero al igual que uno puede cuestionar que
el izquierdismo y el liberalismo no sean lo mismo y eso no impide que en Estados Unidos
si tú dices liberal uno entienda perfectamente a qué se está refiriendo, al igual que si
dices liberal conservador se entienda perfectamente a qué se está refiriendo uno.
Claro, bueno es que aquí también lo de liberal conservador suena un poco contradictorio ¿no?
Si entendemos por liberal lo que dice la RAE, alguien que actúa de una manera alejada
de modelos estrictos o rigurosos.
Bueno claro, porque un conservador lo que quiere es conservar estricta y rigurosamente
ciertas costumbres, ciertas tradiciones, ciertas situaciones.
Estoy de acuerdo en que liberalismo y conservadurismo son filosofías políticas distintas y que
no habría que mezclarlas.
Ahora bien, dar a entender que son absoluta y radicalmente opuestas tampoco es en absoluto
adecuado.
Liberalismo y conservadurismo sí tienen puntos en común.
El conservador por ejemplo es una persona prudente y escéptica frente a la omnipotencia
estatal que quiera recrear el orden social desde cero de una manera ingenieril, algo
a lo que evidentemente también el liberalismo se opone.
Asimismo, cuando el conservador defiende que hay que conservar determinadas tradiciones
que pueden ser tradiciones que protejan a la libertad individual, a la propiedad privada,
es decir, a los valores centrales del liberalismo, pues el liberalismo evidentemente también
querrá conservar ese tipo de instituciones sociales que son salvaguarda de los derechos
individuales.
Por tanto, todo depende de lo que se quiera conservar.
Si se quiere conservar lo que protege la libertad individual y la propiedad privada, pues el
liberalismo en ese sentido abrazará la defensa de la conservación de esos valores y de
esas instituciones.
Si se quieren conservar estructuras institucionales que cercenan la libertad de las personas,
evidentemente ahí, liberalismo y conservadurismo chocarán.
Pero bueno, incluso en ese sentido, el término conservador es un tanto ambiguo.
Por ejemplo, un estalinista durante la época estalinista era conservador, porque lo que
quería era conservar el régimen político estalinista, no quería cambiarlo, no quería
que el socialismo de planificación ultra-centralizada desapareciera, lo que quería era que ese
régimen se mantuviese de manera indefinida durante mucho tiempo.
Por tanto, si definimos conservador simplemente como que desea conservar lo que hay, pues
entonces las izquierdas también pueden ser ultraconservadoras cuando han llegado al
poder y evidentemente quieren conservar el poder y quieren conservar el modelo de sociedad
que han implantado.
Pero yo dime mal pensada, pero cuando una palabra cambia tanto de significado según
quien la emplee es porque alguien, generalmente, se quiere apropiar de ella de sus connotaciones
positivas.
Sí, es una palabra que queda bien, que queda bien emplear.
Hombre, estáis dedicando un programa a redefinir el término liberal para vincularlo a la
izquierda, pues está bien que esté reconociendo cuál es la intención última de este programa,
que es apropiarse del término liberal y de las connotaciones positivas para evitar
que sean otros quienes lo utilicen.
Fíjate que en origen la palabra liberal tiene connotaciones muy positivas, hace referencia
a aquello que se opone al absolutismo monárquico, aquellos regímenes donde el rey o el caudillo
eran elegidos por la gracia de Dios.
En los siglos XVIII y XIX los liberales defendían los derechos y las libertades individuales,
como por ejemplo el derecho a voto.
Sí, bueno, en sociedades con inercias feuduales donde grandes teratenientes de la nobleza
poseían la tierra y exprimían a los agricultores y a otros gremios con impuestos y diezmos
arbitrarios y criminales, los liberales también defendían la propia privada.
O sea que en origen los liberales representaban el progreso frente a esos monarcas absolutistas
que esquilmaban a sus súbditos.
Claro, por eso en Estados Unidos y en otros países, incluso en España, según en qué
contexto se emplee, la palabra liberal sigue significando progresista.
Hoy el liberalismo sigue defendiendo la libertad individual o la propia privada frente al absolutismo
estatal.
Un absolutismo estatal que ya no es monárquico en el sentido de que el propietario del Estado
quien está legitimado por la gracia de Dios para atacar las libertades individuales y
la propiedad privada no es el monarca, pero sí se sigue poniendo a ese absolutismo estatal
que hoy pretende obtener su legitimidad para hacer cenar esa libertad individual o esa
propiedad privada en la voluntad caprichosa de la mayoría.
Para un liberal que la mayoría de la población apoye e desee imponga que los derechos individuales
de otra persona, su libertad individual y su propia privada deben ser socavados no es
un argumento en absoluto suficiente para atacar esos derechos individuales.
Y esa es la posición de hoy de los liberales que es coherente con la posición de ayer
de los liberales.
Con todo, evidentemente, cualquier filosofía política va evolucionando, va mejorando
sus argumentos, se va adaptando al clima social en el que vive, pero hay una columna vertebral
que es la misma que conecta el liberalismo en sus orígenes con el liberalismo actual
que es la defensa irrestricta del proyecto de vida de cada persona, que es la defensa
irrestricta de la libertad personal de la propiedad privada frente a los tiranos privados o públicos
frente a quienes, desde la sociedad, intentan atacar esos derechos o frente al Estado como
agente monopolístico que pretende atacar esos derechos individuales.
La defensa, insisto, de esa libertad individual y propia privada frente a quienes quieran
atacarla.
Y yo sigo pensando que eso hoy es una concepción progresista de las relaciones políticas,
de las relaciones sociales, y quizá aquellos que defienden que el individuo debería someterse
a la voluntad arbitraria del Estado, simplemente porque está respaldado por una mayoría de
personas que apoyan la imposición de esa voluntad arbitraria, quizá esas personas deberían
dejar de llamarse progresistas.
No es que quienes defiendan políticas antiliberales y se llaman incorrectamente progresistas, deban
además empezar a llamarse liberales, es que aquellos que defienden políticas antiliberales
y se llaman incorrectamente progresistas, deberían dejar de llamarse progresistas.
Pero muchas personas de izquierdas reniegan del liberalismo.
Bueno, esto es porque cercenan el significado del término y directamente se lo regalan a
la derecha, se restringe su significado solamente al ámbito económico, y esto lo hacen tanto
personas de izquierdas como de derechas, oyen la palabra liberalismo y lo que entienden
es liberalismo económico, es decir, libre mercado, aquello que ha pasado a la historia
con el término francés de Le Sefer, o que en caso ya no es, dejar hacer.
A ver, una cosa es que el liberalismo no solo sea libre mercado, incluso que no sea predominantemente
libre mercado, que liberalismo sea una filosofía política, que no tiene un contenido único
o principalmente económico, y otra cosa muy distinta es que el liberalismo no tenga nada
que ver con la economía o con el libre mercado, justamente dejar hacer es un lema perfectamente
liberal, respetar a los demás.
Yo te dejo hacer, te dejo hacer evidentemente en la medida en que no ataques, no violentes
la libertad de los demás, pero te tolero jurídicamente, te dejo hacer dentro del ámbito de tu libertad
y de tu propiedad aquello que tú quieras.
Por tanto, las izquierdas que no se llaman liberales, que no se quieren llamar liberales,
yo diría que lo hacen porque tienen algo de pudor intelectual, como las izquierdas
no están defendiendo políticas económicas liberales, aunque a lo mejor en otros ámbitos
no económicos, si defiendan algunas políticas liberales, pues no se llaman liberales porque
no defienden un programa coherentemente liberal, no defienden el libre mercado, y si te falta
una de las patas importantes de lo que es ser liberal, pues entonces no eres liberal,
llámate de otra manera, pero no liberal, cuestión distinta es si la derecha española
debería llamarse liberal, que como ya he dicho antes, creo que tampoco, pero eso de
decir no, la derecha que defiende el libre mercado, supuestamente que a la hora de la
verdad tampoco o no demasiado, pero bueno, la derecha que defiende el libre mercado como
defiende las libertades económicas no se puede llamar liberal, ahora, la izquierda
que no defiende las libertades económicas, pero si defiende otras libertades, como ya
defiende solo esas otras libertades, entonces no solo es que se pueda, sino que se debería
llamar liberal, bueno, si la izquierda se puede llamar liberal en España, entonces la derecha
también, y si la derecha no se puede llamar liberal en España, entonces la izquierda
tampoco.
¿Dejará hacer en el sentido de permitir actuar a la iniciativa privada sin restricciones,
sin regulaciones, sin la intervención del Estado, de lo público?
Eso es, el problema es que esto llevado al extremo, pues implica despido libre, sanidad
y educación privadas, extinción del sistema público de pensiones, eliminación de los
subsidios por desempleo, implica desproteger a los más débiles.
Bueno, lo he comentado libre y una sociedad civil libre, con fibra comunitaria desprotegen
a los más débiles, ya es cosecha propia del autor.
No voy a entrar a debatir esto, lo que quiero mencionar es que de alguna manera se está
diciendo cómo el liberalismo lleva a un modelo de sociedad que no me gusta, un modelo de
sociedad donde el Estado tiene un peso muy reducido y donde las relaciones económicas
se rigen, fundamentalmente por relaciones contractuales donde prima la autonomía de la voluntad.
Entonces, he de decir que esto es anti-liberal, porque como me gusta las connotaciones positivas
que tiene el término liberal y no me gusta cuáles son las implicaciones reales de la
filosofía política liberal, pues tengo que deformar el término liberal y decir que todo
esto no es liberal, que el libre mercado, llevado al extremo, no es liberal.
No, eso será una aplicación coherente del liberalismo en todas las circunstancias,
que no te gusta el liberalismo, que no coincides con el modelo de sociedad liberal, que crees
que el modelo de sociedad liberal es un modelo equivocado, dañino, no pues, di que tú no
eres liberal, rechaza el término y la etiqueta de liberal y argumenta, porque consideras
que liberalismo se equivoca, pero no me digas, no, la gente se está intentando apropiar
del término liberalismo y luego resulta que cuando vas aplicando coherentemente lo que
es el liberalismo y llegas a unas conclusiones que no te gustan, dices no, eso no es liberal,
porque si eso fuera liberal yo tendría que decir que no soy liberal y quiero poder decir
que soy liberal.
Bueno, la ley del más fuerte, o sea que las cosas se queden como están, que las desigualdades
perduren, o sea que la injusticia se conserve, alguien que defiende la ley de la selva en
realidad es conservador, quiere que nada cambie, pero dirá que es liberal, porque queda bien
y lo estará haciendo para apropiarse de una palabra con notaciones positivas.
No, eso es lo que estás haciendo justamente tú, pero al margen de esta consideración,
lo que se ha expuesto en este último corte es un disparate.
Primero, la ley de la selva no tiene absolutamente nada que ver ni con el libre mercado ni tiene
nada que ver con el liberalismo, el liberalismo es un conjunto de reglas sobre cómo debe
estructurarse la sociedad para proteger jurídicamente la libertad, el proyecto de vida de cada persona
frente a la violencia que puedan ejercer los demás, incluyendo aquellos que son más
fuertes.
Por tanto, si algo no rige en la selva es el liberalismo, en la selva no hay liberalismo,
en la selva hay ausencia de normas que protejan a cada uno de los seres vivos de la selva
y por tanto eso no tiene nada que ver con el liberalismo, pero es que si además nos
vamos a que es la ley del más fuerte, la ley del más fuerte es la ley del monopolio
estatal de la violencia, es decir, la ley estatal.
La voluntad del Estado impuesta sobre los individuos y es a eso a lo que le quiere poner
coto el liberalismo.
El liberalismo es una filosofía política que le dice al Estado, aunque tú seas el más
fuerte, aunque tú seas el león, no por eso tienes que gobernar sobre mí, porque yo tengo
unos derechos que tú no has de poder violar, aunque tengas el monopolio de la violencia.
La ley de la selva es la ley del Estado, no es el liberalismo.
Bueno y decir que alguien que defiende la ley de la selva es necesariamente conservador,
pues ya es el remate del disparate.
Si vivimos en una sociedad liberal donde no hay ley de la selva y una persona quiere
conservar esa sociedad, será conservador con respecto a esa sociedad que no tiene nada
que ver con la ley de la selva.
Y a su vez, si vivimos en una sociedad que sí tiene mucho que ver con la ley de la
selva, es decir, la sociedad donde el Estado tiene la autoridad política para hacer y
deshacer a su gusto, simplemente porque detenta el monopolio de la violencia, pues aquellos
que quieren conservar ese tipo de sociedad que no suelen ser los conservadores y sí
las izquierdas, entonces están defendiendo efectivamente la ley de la selva, la ley del
más fuerte, la ley del Estado.
Una palabra que es mucho más compleja, ya lo estamos viendo más rica en sus significados
y sobre todo muy arregada en la historia de España.
Hombre, liberal era la Constitución de 1812, la PEPA, que para la época realmente era
un texto muy progresista y avanzado, lo que no entiendo es porque muchas personas progresistas
han dejado que el agitivo liberal sea monopolizado por los políticos conservadores.
Pues yo tampoco lo entiendo, no sé si es por ignorancia.
Yo tengo bastantes reservas con que la PEPA fuera una Constitución coherentemente liberal,
pero en cualquier caso, si hoy alguien propusiera aplicar la PEPA en España, sería tildado
no de conservador, sino de ULTRA conservador.
De hecho, la propia presentadora dice que era muy progresista para la época.
Bueno, si era una Constitución que salvaguardaba las libertades individuales, tanto las podría
salvaguardar entonces como ahora.
El liberalismo en términos generales es atemporal, la protección de la libertad individual
y de la propia privada es la protección hoy, ayer y mañana.
Decir que esa protección tiene que ir evolucionando con los tiempos, en realidad es defender
que tienes que socavar esa protección en función de aquellos grupos de poder que
estén controlando en un determinado momento el Estado.
Por tanto, realmente lo que se está haciendo es redefinir liberalismo como izquierdismo.
Como hoy el progresismo ya no es lo que era hace 200 años, como hoy el progresismo se
asocia con la izquierda, pues asociamos el liberalismo con el progresismo, en realidad
con una concepción vacía de progresismo y así ya podemos vincular el liberalismo con
la izquierda.
Eso es hacer absolutamente trampas, el liberalismo es una filosofía política con una serie
de principios que no son en general ni los que defienden la derecha ni tampoco la izquierda.
El caso es que España y los países de su entorno son todos democracias liberales, se
definen así y eso no quiere decir que en ellas no se pueda fomentar los servicios públicos
o el estado de bienestar, la regulación de las relaciones laborales o hacer compatible
todo eso con el respeto a la propiedad privada.
Al contrario, esas democracias son liberales precisamente porque se supone que están enfocadas
al progreso.
No, no, no, esto es un galimatías, son democracias liberales porque salvaguardan determinadas
libertades nucleares que defendieron desde un primer momento los liberales, como por
ejemplo la libertad de pensamiento, la libertad de expresión, la libertad de asociación,
la propiedad privada en cierta medida.
Es por eso porque esas libertades actúan como salvaguarda frente a la voluntad arrolladora
de la mayoría expresada en la democracia, por lo que cabe calificarlas de alguna manera
de democracias liberales, no porque sean progresistas o porque tiendan al progreso
ni muchísimo menos.
Si fuera por eso las llamaríamos democracias progresistas, pero no democracias liberales,
democracias liberales se llaman porque las libertades individuales ponen freno, ponen
algún freno a la voluntad de la mayoría.
No son tiranías de la mayoría, sino que son democracias controladas, tuteladas, restringidas
en parte por la defensa de esas libertades básicas de los ciudadanos.
De hecho, para enfatizar que España o otros países europeos tienen un estado de bienestar
hiperdesarrollado que atenta, claro, contra la propia privada y contra muchas libertades
de elección de los ciudadanos, no solemos decir que son estados liberales, decimos que
son un estado social y democrático de derecho, pero estado liberal por el estado de bienestar
en absoluto.
El lema de la arbolca francesa, una democracia liberal donde las haya, sigue siendo libertad,
igualdad y fraternidad.
Exacto, y mientras tanto en España seguimos con la empanada mental, somos un país lleno
de conservadores que se creen liberales y de liberales que no saben que lo son.
El lema de la revolución francesa, que por cierto concluyó en el terror rojo y en el
contraterror blanco, es decir, que tampoco es que sea una revolución demasiado ejemplar
sobre cómo se protegen las libertades individuales, el lema de la revolución francesa es un lema.
Y como tal, el significado de ese lema es bastante ambiguo.
A mí me gusta decir que una reinterpretación liberal del lema de la revolución francesa
es libertad individual, igualdad ante la ley y fraternidad voluntaria.
La reinterpretación, que es perfectísimamente coherente con los principios jurídicos y
morales del liberalismo, es una reinterpretación que ha puesto que muchos de los que en el
programa de Radio Nacional de España dicen que son liberales no suscribirían en absoluto,
como que la fraternidad ha de ser voluntaria, como que la igualdad ha de ser solo, igualda
ante la ley, como que libertad individual y no libertad colectiva.
Bueno, pues si no, compartes esas premisas, no eres liberal, serás otra cosa, pero desde
luego no liberal.
Bueno, luego existen los casos extremos, personas de extrema izquierda que no creen
la propiedad privada y personas de extrema derecha que no creen las libertades individuales.
Sí, afortunadamente son los menos, pero fíjate, en España incluso los partidos más
a la izquierda, estoy pensando en el PC, un partido que existe integrado en izquierda
unida y que a su vez gobierna junto a Podemos, ese PC histórico, luchó junto a otros partidos
por traer esta democracia liberal y estas libertades de las que disfrutamos.
Sin embargo, hay comunistas que reniegan de eso.
No los hay, pero también son los menos, pero en España, como en Portugal, en Grecia, en
Italia, en tantos otros países europeos, europeos occidentales, los comunistas no
solo aceptan, sino que defienden el publico y partidismo, ciertas formas de propiedad
privada, las libertades individuales, vamos, que esa disjuntiva que se escucha últimamente
de comunismo, socialismo o libertad que proponen a algunos, al menos en los partidos comunistas
de Europa Occidental, pues la verdad no aplica.
Hemos empezado el programa de radio diciendo que algunos se estaban apropiando de manera
inadecuada del término liberal, porque solo defendían algunas libertades, las económicas,
pero no otras, y hemos terminado diciendo que los comunistas también se pueden considerar
liberales porque han defendido el estado actualmente existente en España, lo cual tampoco es así,
porque los comunistas dicen que el estado que tenemos en España es un estado neoliberal
que hay que enterrar y reformar muy radicalmente para incrementar de manera muy sustancial
el poder y la capacidad de intervención del estado sobre la sociedad y sobre la economía.
Pero vamos, si haber luchado por el estado que tenemos hoy, te convierte en un liberal,
entonces todos los restos del franquismo que terminaron en la UCD, empezando por Adolfo
Suárez, secretario general del Movimiento, simplemente porque luchó por traer la democracia
que tenemos en España, ya sería automáticamente liberal.
Y no creo que Antonio Fraguas, y desde luego yo tampoco, considere que los herederos del
franquismo son liberales, simplemente por haber contribuido a traer la democracia que
hoy tenemos hoy en España, pues si no lo son los restos del franquismo, entonces desde
luego tampoco los comunistas, y a mí personalmente el lema de Ayuso, el de socialismo o comunismo
y libertad, es un lema que aunque le reconozco que va a tener eficacia, probablemente tenga
eficacia electoral, a mí no me gusta, porque es un lema deshonesto, intelectualmente, ya
lo he dicho en otras ocasiones, ni el PP es libertad, ni siquiera podemos, al menos el
programa que defiende hoy, es comunismo o socialismo, socialismo es la nacionalización
de los medios de producción.
Ahora bien, aprovechar ese lema, que es un lema como todos los políticos, bastante demagogo,
para decir que en realidad, comunismo y libertad van de la mano, ahí estás adoptando ya una
postura radicalmente anti-liberal, has empezado el programa diciendo que había algunos que
se querían apropiar del término liberalismo y que lo estaban mancillando y has finalizado
pisoteándolo de manera escandalosa a tu mismo.
Bueno podríamos llegar a firmar algo que es verdad, suena raro y contradictorio, el
comunismo occidental es bastante liberal.
Bueno pues, lo es, lo es, y más de uno renegará y argumentará en contra, pero lo hará en
un plano teórico, de hecho los comunistas, junto con los conservadores, los centristas,
los sociodemócratas, todos ellos se pusieron de acuerdo y ayudaron a traer a España y
a otros países estas democracias liberales de las que hoy disfrutamos.
Bueno pues hoy nos queda claro que siempre que escuchemos la palabra liberal tenemos que
ponernos un poco en guardia, no ver quién la emplea y con qué fin.
Sí, sobre todo si la empleáis vosotros, para esto hay que ponerse muy en guardia, fijaos
en cómo el programa termina en contradicción abierta y flagrante con cómo ha empezado
el programa.
Se nos está diciendo, los comunistas son liberales porque lucharon por traer la democracia
liberal que tenemos en España como los centristas o los conservadores.
Entonces los centristas y los conservadores también son liberales, pero si has empezado
el programa diciendo que los conservadores se llaman liberales y no deberían llamarse
liberales porque liberal significa lo contrario que conservador, o es que como quieres endosarle
sí o sí al comunismo de manera absolutamente absurda y racional, sin ningún tipo de lógica
histórica porque incluso los propios comunistas no se consideran así mismos liberales como
quieres encasquetarle como puedas al comunismo, el término liberal, al final termina retorciendo
tanto los argumentos que afirmas lo contrario de lo que has afirmado al principio del programa.
Ahora sí lo son porque lucharon por traer la democracia liberal como los comunistas
a España, todos aquellos que defiendan el Regimiento del 78 en España son liberales
porque defienden democracias liberales y por tanto todos los partidos políticos europeos
son liberales salvo aquellos que obviamente quieran implantar algún tipo de tiranía
y demás.
Si esa es tu definición de liberal, que es una definición, dicho sea de paso, bastante
deficiente, entonces no sé por qué tantos escrúpulos por decir desde el comienzo, es
que hay algunos que se llaman liberales pero no lo son y en cambio hay otros que no se
llaman liberales y sí lo son, sí son todos, ¿qué más da?
Olvidémonos de la palabra liberal porque no define prácticamente nada, liberal en esta
visión sería algo así como partidario del estatu quo del modelo europeo, punto, ya
está, es decir el 99% de la población europea, todo porque habéis querido montar un programa
para reprocharle a la derecha con razón que se llame liberal y apropiaros del término
liberal para endosárselo a la izquierda y al final insisto habéis terminado por extender
el término liberal a todo el mundo que defienda más o menos el estado de derecho actual porque
claro en caso contrario tendríais que decir que los comunistas no son liberales y eso
es algo inadmisible porque si hemos dicho al principio que liberalismo era progresismo
como vamos a decir luego que los comunistas que son progresistas no son liberales.
Un cacao absoluto que en lugar de aclararle a la audiencia que es el liberalismo solo ha
hecho que generar más confusiones para que el liberalismo al final no signifique absolutamente
nada.
Sabéis que si es liberal que no se nos obligue a todos los españoles a pagar con nuestro
dinero este tipo de programas.