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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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El intervencionismo de izquierdas ha destruido el mercado del alquiler en Cataluña. Veámoslo.
Cataluña es la única autonomía de toda España que hasta el momento ha establecido topes a los
precios del alquiler utilizando el instrumental político que le proporciona la ley de la vivienda
aprobada por PSOE, Sumar, Esquerra y Bildu. Estos topes legales al alquiler entraron en vigor el
pasado 16 de marzo y se aplicaron en 140 municipios de toda Cataluña, municipios considerados áreas
tensionadas, que comprenden, según la Generalitat de Cataluña, al 80% de toda la población de la
autonomía. Y la provincia más diferencialmente afectada por estos topes políticos al alquiler
ha sido Barcelona. ¿Y cuáles son los efectos esperados de establecer topes legales sobre los
alquileres? Para muchos, prohibiendo por ley que se pueda alquilar por encima de un determinado
importe monetario, por ejemplo, quedan prohibidos los alquileres por encima de 800 euros o por encima
de 1000 euros o por encima de 1300 euros, prohibir que se puedan alquilar viviendas por encima de
determinados topes monetarios permitirá abaratar el precio de los alquileres. Y desde luego, si los
políticos establecen un tope legal a los alquileres lo suficientemente bajo, es perfectamente posible
que bajen los alquileres de aquellas viviendas que se sigan arrendando legalmente. Ahora bien,
que bajen los alquileres de aquellas viviendas que se siguen arrendando legalmente, no significa
ni mucho menos que la accesibilidad a una vivienda se incremente. Porque si al fijar por ley un tope a
los alquileres muy bajo lo que provocas es que aumente la escasez relativa de viviendas en alquiler,
es decir, que el desequilibrio entre la oferta y la demanda de alquiler se acentúe, entonces se
estará volviendo más complicado alquilar una vivienda, porque habrá menos viviendas disponibles
en alquiler en relación con aquellas personas que desean alquilarlas. Bueno, pues dicho esto,
analicemos qué ha sucedido en el mercado del alquiler de Cataluña en el segundo trimestre del
año 2024. De acuerdo con el Observatorio del Alquiler, los precios medios de las viviendas
arrendadas han seguido subiendo en las cuatro provincias catalanas. Por consiguiente, al menos
hasta el momento, la aplicación de los topes políticos sobre los alquileres no ha conseguido
frenar que los alquileres sigan subiendo, que los alquileres sigan encareciéndose. Aunque,
desde luego, cabe la posibilidad de que, en caso de no haberse establecido estos topes legales a los
alquileres, estos se hubiesen incrementado durante el segundo trimestre de 2024 aún más de lo que ya
lo han hecho. Sin embargo, como decía, lo relevante no es tanto la evolución del precio promedio del
alquiler en una región, dado que por ley se podría establecer que quedan prohibidos todos los alquileres
por encima de 100 euros al mes, de tal manera que seguro el precio medio de los alquileres legales
bajaría. Lo relevante no es tanto la evolución del precio promedio de los alquileres en una región,
sino la evolución de la accesibilidad de la vivienda. Cuán fácil le resulta a los ciudadanos
que quieren alquilar, poder alquilar. Y en este caso, el Observatorio del Alquiler construye una
métrica bastante interesante. Una métrica que denomina presión sobre los alquileres y que se define como
el número de contactos, el número de interesados, en un periodo de 10 días por cada inmueble ofertado
en alquiler. Pues bien, observen cómo ha evolucionado en todas las autonomías españolas este indicador,
el de presión sobre los alquileres. Comprobarán que en el segundo trimestre de este año 2024 ha habido
una comunidad autónoma en la que la presión sobre los alquileres se ha disparado no sólo muy por encima
de la presión sobre los alquileres del resto de comunidades autónomas, sino también, y de manera
mucho más significativa, de su propia media histórica. Y esa autonomía en la que se ha disparado
la presión sobre los alquileres en el segundo trimestre de 2024, oh sorpresa, es Cataluña.
En el mismo trimestre en el que entran en vigor los topes legales al alquiler en Cataluña, única autonomía
que por ahora, y esperemos que por siempre, los ha aplicado, en el mismo trimestre en el que entran en vigor,
oh sorpresa, nuevamente, la presión sobre los alquileres se dispara en Cataluña.
Hemos pasado en el primer trimestre de 2024 de unas 80 solicitudes, unos 80 interesados por cada vivienda
en alquiler, a 318 solicitudes, 318 interesados por cada anuncio de vivienda en alquiler. En el resto
de España, la segunda autonomía con mayor presión sobre los alquileres es el País Vasco y registra
127 contactos por cada vivienda en alquiler. En Cataluña, insisto, 318 contactos cuando un mes antes
eran 80. ¿Y cómo es que se ha incrementado tanto la presión sobre los alquileres en Cataluña? Pues
porque, por un lado, las solicitudes de demanda en alquiler se han disparado a estos precios
controlados y, por otro lado, porque la oferta de viviendas en alquiler en este segundo trimestre
del año 2024 apenas se ha incrementado después de sufrir un enorme hundimiento durante el primer
trimestre de este año. Es decir, se consolida la desaparición de la oferta de vivienda en alquiler
en Cataluña. No en vano, en el primer trimestre de este año, la Generalitat ya había anunciado que
se iban a establecer controles sobre los alquileres en el muy corto plazo y los propietarios anticiparon
la retirada de esas viviendas del mercado del alquiler. Por hacer una comparativa, el número
de viviendas en alquiler en Madrid en el segundo trimestre de 2024 era exactamente el mismo que el
promedio del año 2023. Pues bien, en Cataluña, en el segundo trimestre del año 2024 había 21.000
viviendas menos en alquiler que en el promedio de 2023. Una caída de la oferta de alquiler de casi
el 14%. Si se te hunde la oferta y se te dispara la demanda, pues una de dos o aumentas precios,
cosa que ha sucedido en parte incluso imponiendo topes legales a los alquileres, o se te disparan
precios para desincentivar la demanda y fomentar la oferta, o alternativamente, si no permites por ley
que los alquileres aumenten todo lo que deberían aumentar, lo que tendrás será mucha mayor presión
sobre el mercado del alquiler. Habrá muchísima gente dispuesta a alquilar pagando los precios
regulados por ley, pero no habrá oferta suficiente a esos precios regulados por ley para todos ellos.
En definitiva, el problema de la accesibilidad de la vivienda en España es esencialmente un
problema de falta de oferta. Los altos precios de compraventa o los altos precios del alquiler son
un síntoma de esta carestía relativa de oferta. Y tratando los síntomas, por ejemplo, estableciendo
controles a los precios del alquiler, no conseguimos curar la enfermedad, sino generar otros problemas
adicionales a los que ya de por sí genera la falta de oferta de vivienda. Porque lo que hacen esos topes
legales sobre los alquileres es reducir todavía más la oferta e incrementar todavía más la demanda.
Por consiguiente, mayor carestía relativa de vivienda, que es el problema que hay que resolver.
Y el error de muchos ciudadanos bienintencionados ha sido encomendar la resolución de esos problemas
a aquellos que los han creado. No tiene ningún sentido encomendar a una casta política obsesionada
con que no aumente la construcción de vivienda en España la resolución de un gravísimo problema
de accesibilidad a la vivienda que tiene como causa última la falta de oferta de vivienda.
Colocar al zorro al cuidado del gallinero jamás fue la mejor idea para mantener las gallinas a salvo.
Y en Cataluña, ese zorro acaba de darle la puntilla al mercado del alquiler.