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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

El pasado grito de octubre Anténate se entrevistó a Pablo Iglesias, en este vídeo nuestro propósito
es analizar las respuestas, los razonamientos, los argumentos de cariz económico que ofreció
el líder de unidas Podemos a lo largo de esta entrevista. Como comprobaremos, son solo
unos pocos minutos los que se dedicaron al análisis económico, pero son unos minutos
muy jugosos por la cantidad de errores o de falsedades que se repiten en esta entrevista.
Empecemos por tanto por el principio, por la primera pregunta y el primer razonamiento
de Pablo Iglesias.
Antes le quiero preguntar por los segundos económicos, que también son especialmente
importantes. Hay pendiente, según Bruselas, un recorto de 6.600 millones. ¿Cómo se
hace eso compatible con un gobierno de izquierdas que pretende aumentar el gaso social?
Básicamente estableciendo un suelo de ingresos.
Démonos cuenta de que Pablo Iglesias está hablando de un suelo de ingresos. No conviene
perder de vista qué significa esto. Un suelo de ingresos significa que el Estado no puede
recaudar menos de x cantidad de dinero, recaudarla a costa del resto de la población.
A lo largo de la historia ha habido muchos economistas y muchos filósofos que han propuesto
techos de gasto y techos de ingresos. Es decir, que el Estado no pudiese devorar porciones
muy grandes de la sociedad para que los individuos tengan un mínimo espacio en el que puedan
desarrollar sus proyectos de vida. Por tanto, para limitar el crecimiento desmedido totalizador
de los estados, algunos economistas y filósofos, como digo, han propugnado que dentro de las
constitucciones haya techos tamaños máximos del sector público.
Lo que, sin embargo, está pidiendo Pablo Iglesias es que haya un suelo mínimo de ingresos.
Es decir, que aunque el Estado no necesite más recursos para prestar aquellos servicios
que se consideren necesarios que deba prestar el Estado, si es que hay algunos que caigan
en este ámbito, aun así el Estado tiene que recaudar una cantidad mínima, tiene que
cobrar una cantidad mínima de impuestos a costa de los ciudadanos, cantidad mínima
que, evidentemente, no va a ser reducida, no va a ser pequeña, va a ser un mínimo
muy alto, de tal manera que imaginemos una administración pública que es muy eficiente
a la hora de prestar servicios públicos. Bueno, aun así la propuesta de Pablo Iglesias
nos llevaría a tener que cobrarles impuestos a los ciudadanos para no recibir ningún tipo
de servicio porque, con menos gasto y portando con menos impuestos, también serían capaces
de prestarla. Es decir, el suelo mínimo de ingresos es, en realidad, un mínimo muy alto
de confiscación tributaria por parte del Estado en contra de la sociedad. Pero, sigamos.
España está a siete puntos porcentuales de distancia de los países de nuestro entorno
de la Unión Europea en justicia fiscal. Para decirlo bien claro, en este país las grandes
empresas no están pagando los impuestos que tendrían que pagar.
Bueno, bueno, vayamos por partes. En primer lugar, Pablo Iglesias habla de justicia fiscal
para referirse a subidas masivas y sangrantes de impuestos y, en general, la justicia lo
que presupone y lo que implica es respetar la propiedad ajena, no robarla, no apropiártela.
Pero dejando esta consideración de lado, lo mollar de esta intervención de Pablo Iglesias,
es que él afirma dos cosas. Primero, que nos separan siete puntos de presión fiscal
con respecto a la media europea, es decir, que en España la recaudación es siete puntos
de PIB inferior a la Unión Europea y, segundo, que esto se debe fundamentalmente a que las
grandes empresas no pagan impuestos. Esto es falso, es decir, la primera parte es más
o menos verdad, es cierto que en España la presión fiscal es más baja que en la media
de la Unión Europea, concretamente es 6,4 puntos más baja que en la media de la Unión
Europea, eso en euros actuales equivale a algo más de 70.000 millones de euros, pero
lo que desde luego no es cierto en absoluto es que esta brecha recaudatoria se explique
porque las grandes empresas en España no pagan impuestos. La recaudación, la media
de recaudación por el impuesto sobre sociedades en la Unión Europea es de 2,8 puntos del
PIB, en España es de 2,3 puntos de PIB, es decir, cinco décimas de diferencia. Estamos
hablando, por tanto, de que Pablo Iglesias pretende colarnos que cinco décimas de diferencia
en la recaudación por sociedades explican 6,4 puntos de PIB de diferencia, o dicho
de otra manera, que para Pablo Iglesias unos 6.000 millones de euros, que es lo que recaudaríamos
además, si recaudáramos la misma cantidad que en la media de la Unión Europea, 6.000
millones equivale a 70.000 millones de euros. Pues no, la diferencia de recaudación entre
España y la Unión Europea desde luego no la explica ni únicamente ni principalmente
la diferencia de recaudación por el impuesto sobre sociedades, que además no es un impuesto
que solo paguen las grandes empresas, sino que lo pagan todas las empresas, por tanto
mucho menos la diferencia de recaudación de esos 6.000 millones la explicará la
merma recaudatoria exclusivamente sobre grandes empresas.
Nosotros decimos, los bancos deben 60.000 millones a los españoles y los bancos no perdonan
las deudas a la gente que nos está viendo y que tiene una hipoteca. Bueno, con un incremento
en el impuesto de sociedades recuperamos los 60.000.
De nuevo, pausa, porque Pablo Iglesias está hablando de recuperar 60.000 millones de euros
que fueron prestados y que nunca deberíamos haber prestado o invertido, pero ese es otro
tema que fueron prestados a la banca. Y claro, si hablamos de cifras tan grandes como 60.000
millones de euros, parece que la diferencia con la recaudación del resto de Europa es
relativamente salvable. Creando un impuesto sobre la banca, subiéndole el impuesto sobre
sociedades a la banca, como propone Podemos, recuperaremos los 60.000 millones de euros
y nos pondremos al nivel de Europa. Aquí hay varias, en concreto, tres trampas muy importantes.
Primera trampa, muchos de los impuestos que coloquemos sobre la banca serán repercutidos
sobre los ciudadanos, en concreto sobre los clientes, tanto los que mantienen depósitos
en la banca como los que piden prestado a la banca. La evidencia de los impuestos sobre
la banca, la evidencia internacional, lo que pone de manifiesto es que los bancos repercuten
esos impuestos a través de mayores comisiones y a través de mayores tipos de interés para
aquellos que quieren financiación, por ejemplo, una hipoteca. Pero bueno, imaginemos que esto
no sucede o que esto no nos importa. Segundo problema con lo que ha manifestado Pablo Iglesias,
estamos hablando de recuperar 60.000 millones de euros de una vez. No es que cada año vayamos
a recuperar 60.000 millones de euros, no es que los bancos nos deban 60.000 millones de
euros por año, como mucho nos deberán 60.000 millones de euros a lo largo de toda su vida.
Por tanto, si la brecha recaudatoria entre España y la Unión Europea es de unos 70.000
millones de euros por año recaudando 60.000 millones de euros, una vez no vamos a cubrir
esa diferencia. Para verlo con cifras más claras, a lo largo de una década la diferencia
de recaudación entre España y la Unión Europea es de 700.000 millones de euros. Con
este impuesto a la banca idealmente recuperaríamos 60.000 millones de euros en una década,
no 700.000 millones de euros, que es la diferencia de recaudación entre España y la Unión Europea.
Y tercera trampa, esta especialmente llamativa porque pone de manifiesto que podemos se contradice
consigo mismo. Pablo Igles está hablando como si pudiéramos recuperar los 60.000 millones
de euros que el Estado invirtió en la banca en unos pocos años, que apenas con la propuesta
de Unidas Podemos de subir los impuestos a la banca recuperaríamos los 60.000 millones,
de una vez eso sí, pero lo recuperaríamos pronto, de modo que los políticos los tendrían
ya disponibles para gastarlos en las necesidades urgentes, por ejemplo, evitar el recorte por
el que la entrevistador le está preguntando a Pablo Iglesias.
Muy bien, de acuerdo con las propias estimaciones de Podemos, no las mías, que probablemente
serían todavía más bajas, sino las de Podemos, la recaudación esperada por estos impuestos
sobre la banca es de 1.000 millones al año. Al cabo de 5 años es un poquito más, 1.200
1.300 millones al año. En todo caso, entre 1.000 y 1.500 millones de euros al año. Esto
supone que tardaríamos en recuperar los 60.000 millones de euros de la banca entre 40 y 50
años. Por tanto, que no nos venda Podemos que el impuesto a la banca, aun cuando se
pudiera recuperar todo el dinero que hemos prestado, que no estaría mal dicho sea de
paso, aun cuando pudiéramos recuperar todo el dinero que hemos prestado y que no deberíamos
haberles prestado, que no nos vendan que ese dinero lo podemos utilizar ya mismo para los
problemas más inminentes de nuestra sociedad. No es así ni mucho menos. Están tratando
de vendernos que ingresos futuros, muy lejanos e improbables se van a transformar en ingresos
presentes y absolutamente ciertos. Y desde luego, esto de cierto, de verdad, no tiene
absolutamente nada. Decimos un impuesto específico para las grandes fortunas, quien tenga más
de 1 millón de euros y quedaría exenta por supuesto la primera vivienda hasta 400.000
euros. Y de nuevo, otra trampa. Recordemos cuál es la argumentación de Pablo Iglesias.
Pablo Iglesias está diciendo que España tiene una brecha de en torno a 70.000 millones
de euros al año de recaudación con respecto a la Unión Europea. Y lo que plantea para
cerrar esa brecha recaudatoria es recaudar más a costa de las grandes empresas y hemos
visto que la diferencia de recaudación entre España y las grandes empresas no es significativa
2, cobrar un impuesto a la banca, que en todo caso sería recaudación por el impuesto sobre
sociedades de modo que está incluida en la anterior estimación y 3, en este caso, establecer
un impuesto sobre los grandes patrimonios. Bien, ¿cuántos países europeos, cuántos
países de la Unión Europea tienen un impuesto sobre el patrimonio? Sólo uno. España. El
resto de países de la Unión Europea ni siquiera Francia ya no tienen impuesto sobre el patrimonio.
Por tanto, se nos venda que la diferencia de recaudación entre España y la Unión
Europea es que en la Unión Europea los ricos, los que tienen mucho patrimonio o grandes
empresas pagan muchos más impuestos, cuando lo que está proponiendo Pablo Iglesias es
establecer un impuesto que no existe en Europa es totalmente falso. La diferencia de recaudación
entre España y la Unión Europea no viene de ahí y, por tanto, que no nos vendan propuestas
que podrán ser defendibles o no. Personalmente, considero que el impuesto sobre el patrimonio
no es una buena idea, pero existen otros economistas que consideran que sería preferible un impuesto
sobre el patrimonio elevado, a cambio eso sí de rebajar, por ejemplo, el impuesto sobre
la renta. Eso, insisto, es una discusión que puede ser razonable y positiva. Ahora bien,
sentir con las cifras, decir que la excepcionalidad española es que aquí los ricos no pagan impuestos
sobre el patrimonio y que en Europa sí es falso o cuando es justamente al revés, aquí
hay impuestos sobre el patrimonio y en Europa no lo hay.
Si nuestro país se coloca en términos de justicia fiscal, en la media europea podemos
tener muchos más recursos para afrontar una desaceleración. Esto que significa que los
recortes los hacemos por arriba, que una minoría que tiene mucho pague un poquito más y que
no se tenga que ajustar el cinturón, siempre los trabajadores, los autónomos y la pequeña
empresa.
Nuevamente estamos ofreciendo información muy parcial, muy sesgada y muy errónea. Primero,
aunque incrementáramos brutalmente la tributación sobre las rentas más elevadas, no conseguiríamos
en absoluto cerrar el déficit actual y mucho menos el déficit que puede venir como consecuencia
de una desaceleración económica. En los presupuestos que pactaron Podemos con el PSOE
para el año 2019 y que finalmente se estrellaron en el Congreso, ya se contenían muchas subidas
de impuestos a las rentas altas, subidas del IRPF, aumento de impuestos sobre el patrimonio,
tasa tobin, tasa google. Lo único que quedó fuera de todas las reivindicaciones de Podemos
fue el impuesto sobre la banca que ya hemos visto que tenía un potencial recaudatorio
bastante modesto, bastante reducido. Pues bien, todo este paquete de subidas de impuestos
a los ricos que consensuaron PSOE y Podemos para el año 2019 y que no han entrado en
vigor, el propio gobierno estimaba con unas previsiones que la AIREF, la autoridad independiente
de responsabilidad fiscal, puso más o menos en duda, pero bueno, el propio gobierno estimaba
que la recaudación podía ascender a unos 5.500, 6.000 millones de euros en el mejor
de los casos. Bueno, el déficit actual, insisto, no el déficit que puede venir se llega a
una desaceleración, sino el déficit actual es de 30.000 millones de euros. Por tanto,
dejemos nuevamente de engañar a los ciudadanos diciéndoles que van a abastar recortes a
los de arriba para solucionar el desequilibrio actual o futuro de las cuentas públicas,
no es así en absoluto. Por no hablar claro de que si empezamos a subir impuestos a las
empresas, al personal cualificado, a los inversores, a los ahorradores, muchos de esos agentes
económicos lo que van a hacer es desinvertir en nuestro país o dejar de contratar en el
caso de las empresas. Es decir, parte del coste fiscal o regulatorio que les impongamos a
estos agentes, sin duda, lo van a intentar trasladar sobre terceros. Los recortes a los
de arriba pueden terminar convirtiéndose en recortes a los de abajo. Y esto, por tanto,
no debería excluirse del discurso político cuando se vende, que basta con que subamos
los impuestos a los ricos para que los demás, para que el resto de la sociedad, no notemos
ningún efecto. No es así, como digo, primero, porque los impuestos a los ricos no son ni
de lejos suficientes para cubrir el agujero presupuestario que tenemos y que podemos tener,
y segundo, porque subir los impuestos a los ricos va a tener efectos, repercusiones sobre
el resto de la sociedad, no positivas para ese resto de la sociedad.
Nos ha gustado que se han hecho muchas cuentas sobre esto y la posibilidad de que un aumento
de impuestos solamente a las clases sociales más altas de una cantidad de dinero suficiente
no es muy amplia. Usted lo sabe.
Sí, lo es. Y tenemos, además, muchísimo margen, ya digo, siete puntos porcentuales
de diferencia con la media europea.
Bueno, pues volvemos a repetir la mentira de que la brecha recaudatoria entre España
y la Unión Europea de 6,4 puntos, no siete, pero bueno, eso es lo de menos, 6,4 puntos
se explica porque en España los ricos pagan menos impuestos, que no es verdad. Hay, como
digo, 6,4 puntos de PIB de diferencia en la presión fiscal entre España y la Unión
Europea. Desagreguemos esa diferencia de presión fiscal. En España la recaudación
por impuestos sobre el consumo es de 9,4 puntos de PIB. En la Unión Europea es de 11,1 puntos
de PIB, es decir, la recaudación por consumo, por impuestos sobre el consumo en la Unión
Europea es 1,7 puntos de PIB mayor en Europa que en España, unos 20.000 millones de euros.
Sobre quiénes recaerían especialmente los impuestos sobre el consumo, sobre los más
ricos, probablemente no, sobre las clases medias y las clases bajas. Por tanto, ya tenemos
aquí una partida que nos diferencia de Europa que no afecta a los ricos.
Segundo, impuestos sobre las rentas del trabajo. ¿Cuánto se recauda en España? 16 puntos
de PIB. ¿Cuánto se recauda en la Unión Europea? 19,4 puntos de PIB. ¿3,4 puntos
de PIB? Unos 40.000 millones de euros de diferencia que podríamos pensar que aquí sí los impuestos
los pagan en mucha mayor medida las rentas más altas y no las rentas más bajas. Es
decir, que hay que subir el IRPF a los que ganan muchísimo dinero, porque subiéndoles
el IRPF a los que ganan muchísimo dinero recaudaremos mucho más. No es así. Esta diferencia
de recaudación por renta sobre el trabajo entre España y Europa se debe esencialmente
a dos motivos. El primero, en España las transferencias estatales, las rentas que proceden
de transferencias estatales, pensiones, prestaciones de desempleo, becas, ayudas a la dependencia,
etc. están sometidas a una tributación que en términos medios es la mitad que en la
Unión Europea. Es decir, los pensionistas, los parados, los estudiantes por las transferencias
que reciben del Estado, los ingresos que tienen pagan el doble de impuestos que los españoles.
Por consiguiente, si hay que equipararse con Europa recaudando más de las rentas del trabajo
una de las reformas que habría que hacer es subirles de manera muy importante los impuestos
a estos grupos sociales precarios. Pensionistas, en algunos casos, no todos ellos son precarios,
parados, estudiantes, de nuevo no todos ellos son precarios, pero algunos sí, y dependientes.
No parece que esa sea la medida más social del mundo. Segunda diferencia, que los ingresos
de las clases medias en el resto de Europa son más altos que en España y, por tanto,
van a pagar mucho más rápido los tipos marginales más altos del IRPF. Podemos comprender esto
con un sencillo ejemplo. Comparemos los tipos impositivos del IRPF en Francia, que es el
país europeo que tiene la presión fiscal más alta de toda Europa, por lo tanto es
una buena referencia. Ya digo, comparemos esto con los tipos impositivos del IRPF de España.
En Francia, el impuesto sobre la renta entre 9.000, 9.726.000 euros anuales, paga el 14%.
Entre 26.800, casi 27.000 y 71.800, casi 72.000, paga el 30%. Por tanto, fíjennos,
hasta 72.000 euros se paga en Francia entre el 14% y el 30% sobre la renta. ¿Qué sucede
en España? Pues en España, entre 12.500 y 20.000 euros se paga el 24%. Entre 20.000
y 35.000, el 30%. Y entre 35.000 y 60.000, el 37%. Es decir, alguien que esté ganando
50.000, 55.000 o incluso 45.000 euros, paga más impuestos sobre el IRPF en España que
en Francia. Porque en Francia, insisto, hasta más de 70.000 euros se está pagando el 30%.
En España, el 37%, el tipo del 37% empieza en los 35.000 euros. Pero es que a partir
de 60.000 euros en España ya se paga el 45% de tipo fijo. Es decir, todos aquellos que
ganan más de 60.000, ese exceso de renta lo tributan al 45%. En Francia, entre 72.000
y 152.000, se paga el 41%. Por tanto, los que ganen 150.000 euros siguen pagando menos
en Francia que en España. Solo es a partir de 152.000 euros cuando en Francia se paga
el 45%. Es decir, que para las rentas superiores a 150.000 euros, el tipo marginal del IRPF
es el mismo en Francia que en España. No es que en Francia, a partir de 150.000 o 200.000,
se pague el 70%, el 80%. No, el tipo marginal máximo a partir de 150.000 es el mismo en
España que en Francia. Pero es que en España es peor, porque ese tipo marginal máximo,
el 45%, no empieza en 150.000 euros, sino en 60.000. De modo que los españoles ya tienen
una tarifa de IRPF que es muy sangrante si la comparamos con la de casi cualquier otro
país europeo. ¿Cuál es la diferencia? Pues que en Francia hay mucha más gente que en
España que gana 40.000 o 45.000 euros, de tal manera que hay mucha más gente cotizando
pagando a tipos altos de la que hay y de la que pueda haber en España, porque obviamente
la solución ingenua a este problema, según muchos, será. Bueno, pues subamos los ingresos
a todos los ciudadanos, pero esto no es la multiplicación de los panes y de los peces.
Los salarios, sobre todo en términos generales, en ocasiones para algún grupo poblacional
concreto podría ser, pero en general no suben por decreto. Si fuera así, nada más sencillo
que imprimir prosperidad. Eso no se puede hacer. Con lo cual, si eso no es viable, sobre
todo a corto o medio plazo, la única alternativa que tendríamos para equipararnos con Francia
es que aquellos grupos de población que son más cuantiosos, y en España no son los que
ganan 40.000 o 45.000 euros, sino los que ganan 15.000, 20.000 o 25.000 euros, paguen muchos
más impuestos de los que pagan ahora. Y, por supuesto, esto tiene muy poco que ver con
que paguen más impuestos los más ricos. Esto tiene que ver con que las clases medias
paguen muchos más impuestos. La diferencia es que en Francia clase media es una persona
que gana mucho más de lo que gana en España, pero que la recaudación por IRPF en Francia
viene fundamentalmente de las clases medias. Y en España, si queremos equiparnos a Francia
o a cualquier otro país europeo y queremos incrementar mucho la recaudación del IRPF,
también inevitablemente ha de venir de las clases medias, no de los superricos como nos
vende Pablo Iglesias, para colocarnos la zanahoria que piquemos en esa trampa y luego, sí, recibir
el rejonazo fiscal de todas y todas. Las clases medias que se hablan de subir impuestos
a las clases altas se hacen a temblar, porque saben que al final acaba cayendo para abajo.
Nosotros somos transparentes. Ahí está nuestro programa. Cuando decimos 60.000 millones de
euros en la banca, cuando decimos impuestos a las grandes fortunas, hablamos de quien
tenga más de un millón de euros con la primera vivienda hasta los 400.000 euros 60. Es más,
somos la única fuerza política que plantea bajarle el impuesto de sociedades a la pequeña
y a la mediana empresa que facture menos de un millón de euros. Y planteamos también
bajar el IVA a los productos de primera necesidad. Para dejarlo claro, nosotros decimos bajar
los impuestos a las clases medias y a la gente trabajadora y a los autónomos que tienen
que tener de una vez cuotas proporcionales a lo que facturen y luego a los bancos, a
la gran empresa y a lo de unas multinacionales extranjeras que no pagan impuestos aquí,
hombre, que paguen lo que les toquen. Dejemoslo claro, si ese es el programa de unidas
Podemos, es decir, no subir ni un euro los impuestos a las clases medias e incluso bajárselos
y luego subir los impuestos a los bancos, a las grandes fortunas y a las grandes empresas,
si puede que se sea su programa, con ese programa no van a recaudar ni lejanísimamente lo que
están prometiendo recaudar, es decir, no van a cerrar ni de lejos la brecha de recaudación
entre España y la Unión Europea. Ni siquiera van a cerrar una porción mínima del déficit
público que hoy tenemos. No hablemos ya del déficit público que tendremos si viene una
desaceleración o una crisis más intensa. Por tanto, en alguno de estos dos puntos
están mintiendo. O no se van a conformar con recaudar esto o, si se conforman con recaudar
esto, la crisis tendrá que traducirse en más ajustes del gasto, porque no va a haber
ni de lejos dinero para cubrir los gastos con la exigua recaudación que van a obtener
por las propuestas que han planteado. O mienten cuando nos dicen que no nos van a tocar los
impuestos en las clases medias o mienten cuando nos dicen que no va a haber recortes del gasto
o incluso que va a haber aumento muy considerable del gasto para el conjunto de la población.
Los dos objetivos, las dos promesas, son radicalmente incompatibles.
Airse cuando les suben los impuestos en un país.
Bueno, en España se hacen muchos negocios y en buena parte de los países en los que
hay justicia fiscal esas multinacionales operan porque nosotros tenemos un mercado con una
demanda muy interesante. Los países más eficientes económicamente son los que tienen
justicia fiscal, donde ningún tipo de justicia fiscal son países del tercer mundo.
Esta desde luego es muy buena. A ver, es verdad que los países del tercer mundo tienen impuestos
muy bajos, básicamente porque sus estados son tan débiles que no tienen capacidad para
recaudarlos. No es que sean estados que proporcionen una envidiable seguridad jurídica a sus
ciudadanos, donde los derechos de propiedad, los contratos, la propia vida de las personas
esté garantizada y luego esos estados se abstengan de intervenir en la economía y
eviten confiscarles la propiedad de sus ciudadanos. No estamos hablando de eso, estamos hablando
de estados que son tan sumamente caóticos que no son, por un lado, capaces de garantizar
el respeto mínimo a los derechos de sus ciudadanos y que por otro tampoco tienen fortaleza,
capacidad para recaudar esos tributos. Es decir, que en esos contextos puede que no
se cubren impuestos, pero desde luego la propiedad privada tampoco está garantizada
por muchas otras vías y eso hace que sean sitios destinos de inversión muy poco atractivos
para cualquier persona que quiera ahorrar e invertir en alguna parte.
Pero bueno, dicho esto, es cierto que todos los países ricos son países que tienen estados
muy grandes, que tienen suelos de ingresos muy elevados donde se recauda muchísimo y
donde por tanto el estado tiene mucha capacidad para prestar servicios. Pues no, los ingresos
públicos totales no solo derivados de impuestos sino también de otras vías como copagos,
precios públicos, rentas de la propiedad del estado español son el año 2019 del 39,1%
del PIB. España tiene con este tamaño del estado una renta per cápita de 36.300 dólares
internacionales. Compáremoslo con otros países con estados más grandes. Por ejemplo, Finlandia.
Finlandia tiene una recaudación fiscal, unos ingresos públicos sobre el PIB del 52,5%
mucho más que España y su renta per cápita es de 41.800 dólares internacionales, por
tanto más que España. Lo mismo sucede en el caso de Suecia. Suecia tiene unos ingresos
públicos del 48,8% del PIB y una renta per cápita de 47.700 dólares internacionales
o lo mismo sucede con Dinamarca. En Dinamarca el estado tiene unos ingresos de 51,6% del
PIB y la renta per cápita es de 47.000 dólares internacionales. Por tanto sí, parece que
hay una relación a mayor estado, mayor renta per cápita. No sabemos si es que los estados
más ricos o las sociedades más ricas pueden permitirse el despilfarro de tener estados
muy grandes o que estados muy grandes proporcionan, alumbran, sociedad de ricas. Pero en todo
caso, si comparamos España con los nórdicos sí que es verdad que parece que más estado
va de la mano de más desarrollo. Sin embargo, esto no significa en absoluto que una sociedad
no pueda desarrollarse con impuestos más bajos.
Tomemos por ejemplo el caso de Australia. En Australia el sector público recauda el
36% del PIB, tienen ingresos públicos del 36% del PIB, es decir menos que en España.
Renta per cápita de Australia 46.600 dólares internacionales o el caso de, por ejemplo,
Japón. Japón recauda el 34% del PIB y su renta per cápita es de casi 40.000 dólares
internacionales. Por tanto, de nuevo más que en España o vayámonos ya a casos todavía
más notables. Por ejemplo, Taiwán. En Taiwán el estado recauda el 16% del PIB, ingresos
públicos del 16% del PIB y la renta per cápita es de 48.000 dólares internacionales.
No sólo más que en España, sino más que en Dinamarca, que en Finlandia y que en Suecia.
O vayamos al caso de Hong Kong. En Hong Kong el estado recauda el 20% del PIB y su renta
per cápita es de 56.700 dólares internacionales. Mucho más, por tanto, que todos los países
que hemos mencionado. O no digamos ya el caso de Singapur, donde el estado recauda
el 18.5% del PIB y su renta per cápita es de 90.000 dólares internacionales. Esto de
que no es posible desarrollarse, crecer y prosperar con estados más pequeños es una
falacia absoluta. Lo que es crucial es que el estado sea capaz de respetar las reglas
básicas de la sociedad, que sea un estado que no esté parasitando, que no esté interviniendo,
que no esté conchavado, con las mafias, con los cárteles, con los grupos de presión
para extraer renta de la sociedad. Pero una vez tienes un estado que respeta la propiedad,
los contratos y la vida, no es cierto que a mayor estado, mayor desarrollo y que a menor
estado, mayor pobreza, no es así. De hecho, para defender las huidas de impuestos y el
incremento del tamaño del estado, se suele comparar a España con los países nórdicos,
pero ésta no tiene por qué ser la mejor comparación. No en vano, tenemos cerca en
nuestro entorno países que son culturalmente mucho más próximos a España que los países
nórdicos, por ejemplo Portugal, por ejemplo Italia, por ejemplo Grecia. Todos estos países
mediterráneos recaudan mucho más que España, su recaudación, sus ingresos públicos sobre
el PIB son similares a los de los países nórdicos. Son estos países más ricos, en el caso de
Portugal y de Grecia son países más pobres que España, y en el caso de Italia es un
país que está más o menos a la par en nuestra renta per cápita pero que lleva estancado
20 años. Por tanto, ¿más estado es más prosperidad en países similares al nuestro?
Desde luego no, más estado es más burocracia, más corrupción política, más arbitraridad
por parte de los gobernantes, mayores transferencias arbitrarias de los políticos para comprar
votos, etcétera, etcétera, etcétera. Más estado no es más prosperidad, es más intervencionismo
del peor que pueda haber, intervencionismo, liberticida y anti-económico que termina más
bien socavando las bases de nuestra prosperidad. En definitiva, que en estos tres minutos de
entrevista económica, Pablo Iglesias no solo no ha contado ni una sola verdad sino que
además ha mezclado mentiras que son contradictorias entre sí.
Gracias por ver este vídeo, nos vemos en el próximo vídeo, ¡hasta la próxima!
Gracias por ver este vídeo, nos vemos en el próximo vídeo, ¡hasta la próxima!