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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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Manifestaciones multitudinarias en Colombia en contra del gobierno de
Gustavo Petro. ¿Y qué dice Gustavo Petro sobre estas protestas masivas en su
contra? Que están llenas de ricos, de clases medias arribistas, herederas de
los esclavistas del siglo XIX. ¿Es esto cierto? ¡Veámoslo!
No hace ni siquiera un año que Gustavo Petro ha llegado a la presidencia de
Colombia y ya se está enfrentando a un creciente descontento popular, tanto por
los escándalos que azotan a su gobierno, cuanto por las muy polémicas reformas en
materia laboral o en materia de salud que pretende aprobar. Hace menos de una
semana, de hecho, las calles de muchas ciudades colombianas se llenaron de
miles de ciudadanos reclamando dimisiones y el fin de estas tan polémicas
reformas legislativas. ¿Y cómo ha reaccionado Gustavo Petro a esta
creciente oposición popular a la que se está enfrentando? Pues, en esencia,
descalificándola, acusando a los descontentos y a los manifestantes de
ser poco más que unos pocos ricachones que están saliendo perjudicados con sus
reformas y que por eso pretenden paralizarlas desde la calle. Pero,
supuestamente, los ciudadanos de renta más baja, aquellos en cuyo favor, se
orientarían supuestamente las reformas de Petro, estarían todavía a su lado.
Por tanto, sería una batalla del pueblo contra las oligarquías. Escuchemos a
Petro descalificar a esos millares de manifestantes que salieron a las calles
para protestar y mostrar la oposición a su gobierno.
Porque a través de los medios de comunicación lo que se va transmitiendo
son las ideas del esclavista, porque los esclavistas herederos son los dueños de
los medios de comunicación. Por eso convocaron a las marchas y no salió el
obrero, no salió la obrera, no salió la señora de los tintos, no salió la
enfermera, no salió el hombre que pega los ladrillos o pone los vidrios de las
ventanas. Salió una clase media altarrivista decir, fuera Petro, no
queremos sus ideas, exacto como salieron en 1851, con armas en la mano, a decir que
no querían que se les quitara la propiedad privada que eran los seres
humanos a los cuales llamaban esclavos. No ha cambiado mucho.
El obrero no salió a protestar, quien salió a protestar es la clase media
arribista, heredera de los esclavistas del siglo XIX. Las clases populares, por
tanto, nos dice Petro, siguen estando con él y, en cambio, quienes no están con él
son los ricos extractivistas que se lucran de los privilegios del estado
colombiano a los que ahora Petro quiere poner fin. Pero ¿es esto
verdaderamente así? En realidad no lo sabemos, no tenemos datos demoscópicos de
las personas que salieron a manifestarse hace menos de una semana en contra del
gobierno de Petro. No los tengo yo, no los tienen las encuestadoras colombianas y
desde luego tampoco los tiene Petro. Lo más probable es que entre los miles de
colombianos que salieron a protestar hace menos de una semana, encontremos a
ciudadanos de muy diverso nivel socioeconómico, pero en todo caso no
tenemos una encuesta que sondee cuál es el nivel socioeconómico del
manifestante promedio en las protestas contra Petro. Cuando Petro acusa a los
manifestantes de ser clase media alta arribista, herederos de los esclavistas
del siglo XIX, sólo está construyendo una narrativa autojustificativa con
absoluto desprecio de los datos, porque no los tiene para afirmar lo que afirmó.
De hecho, si nos planteamos quiénes poseen hoy una opinión más desfavorable del
gobierno de Petro, si las rentas bajas, las rentas medias o las rentas altas de
Colombia, descubriremos que en contra del relato absolutamente inventado de
Gustavo Petro, quienes muestran una mayor oposición hoy al gobierno de Petro son
las rentas bajas. Si acudimos a la encuesta polimétrica de junio del año
2023 elaborada por Cifras y Conceptos, la encuesta más habitualmente utilizada en
Colombia para conocer cuál es la evolución de la opinión pública sobre
el gobierno, descubriremos de entrada que ahora mismo ya hay más colombianos que
tienen una opinión desfavorable del gobierno de Gustavo Petro que
favorable. Concretamente el 55% de los colombianos tiene una opinión
desfavorable de Petro frente al 42% que tiene una opinión favorable. Y esto no
era así en ediciones anteriores de esta misma encuesta. Como podemos observar en
agosto del año 2022, hace menos de un año, el 62% de los colombianos tenía una
opinión favorable de Gustavo Petro y sólo el 29% una opinión desfavorable.
Por tanto, los ciudadanos con opinión favorable han caído 20 puntos y los
ciudadanos con opinión desfavorable han aumentado en 26 puntos. Todo ello en menos
de un año. Y si a continuación acudimos en esta misma encuesta a la
ficha de favorabilidad del presidente de Gustavo Petro, es decir, ¿cuál es el
perfil de aquellas personas que tienen una opinión favorable a Gustavo Petro?
Comprobaremos que, primero, los hombres tienen una opinión algo más favorable
de Gustavo Petro que las mujeres. El 45% de los hombres tiene una opinión
favorable de Petro versus el 39% de las mujeres. Que las personas entre 26 y 35
años son aquellas con una opinión más favorable del presidente.
Concretamente el 49% tiene una opinión favorable. Por ideología política, como
es lógico, quienes tienen una mejor opinión de Petro son las personas de
izquierdas. El 76% de las personas de izquierdas tienen una opinión favorable
de Petro frente a sólo el 21% de las personas de derechas. Y, por último, y
esto es lo que nos interesa para evaluar la veracidad de las afirmaciones
insultantes de Gustavo Petro contra los manifestantes que expresaron en las
calles su oposición al gobierno de Petro. Por nivel socioeconómico observaremos
que quienes tienen una opinión más favorable de Petro son las clases medias
y las clases altas frente a las clases bajas que son, en términos relativos, las
que tienen una opinión menos favorable de Petro. El 45% de las personas de
clase media tiene una opinión favorable de Petro, el 44% de las personas de clase
alta tiene una opinión favorable de Petro y sólo el 38% de las personas de
clase baja tiene una opinión favorable de Petro. Por tanto, quienes están hoy
menos a favor del gobierno de Petro y, por tanto, quienes es más probable que
salgan a protestar en contra del gobierno de Petro, no son las clases
medias altas a revistas, sino más bien las clases bajas. Y démonos cuenta, además,
de que las clases bajas no han tenido siempre una opinión desfavorable de Gustavo Petro.
Si acudimos al séptimo estudio de percepción de jóvenes, también elaborado por esta casa por cifras
y conceptos, comprobaremos que el 62% de las personas de clase baja, eso sí, personas de
clase baja de hasta 32 años, tenían una opinión favorable de Petro en noviembre del año 2022 y ya
en mayo de 2023, es decir, hace un mes, pero antes de que salieran los muy sonados escándalos de
corrupción que rodean al gobierno de Petro, ya sólo el 46% de los jóvenes de clase baja tenía
una opinión favorable de Petro. En pocos meses su favorabilidad entre los jóvenes de clase baja
había caído 15 puntos. Por tanto, claramente existe un sentimiento de frustración y de decepción
de los pobres de Colombia hacia ese gobierno que se presentaba como un salvador de las clases bajas
y que de momento no ha logrado nada materialmente perceptible en su favor. Sí, muchos golpes en el
pecho de que Petro es el Mesías que va a salvar a las clases bajas en contra de las oligarquías
arribistas de las clases medias altas, pero a la hora de la verdad, de momento, nada de nada. De ahí
el creciente enfado de este sector de la población hacia Petro, un enfado que no se ha incrementado
tanto, aunque también lo ha hecho desde luego, entre esas clases medias altas arribistas a las
que Petro culpaba de las manifestaciones en su contra. Parece que las clases medias altas de
momento no han salido tan relativamente perjudicadas del gobierno de Petro como han salido las clases
bajas. Y puede que sea una percepción equivocada, ni siquiera entro en esto, pero desde luego la
percepción está ahí, porque ahí está la oposición creciente al gobierno de Petro. No entre los ricos,
sino entre los pobres. Y por eso, cuando Petro se inventa que las calles de las principales
ciudades colombianas estaban inundadas de ricos que estaban viendo recortar sus privilegios por
la agenda reformista de Gustavo Petro, y que los obreros, las clases populares no se sumaron a esas
manifestaciones, Gustavo Petro está trasladando una imagen completamente distorsionada de la realidad
de Colombia. Porque la realidad de Colombia es que, a día de hoy, quienes más se oponen al
gobierno de Gustavo Petro son aquellos que venían a ser salvados por el gobierno de Gustavo Petro.
Es decir, son los más pobres. Ese obrero que Gustavo Petro no sabe ver entre las manifestaciones
multitudinarias en su contra. Y no salió la obrera. Pero como Petro no puede reconocer esto,
como Petro no puede reconocer que los más decepcionados con su gobierno son aquellos
en cuyo supuesto favor está gobernando, se tiene que inventar un relato absolutamente fantasioso de
que quienes lo criticaban desde las calles son ricos arribistas herederos de los esclavistas
del siglo XIX. Pero en realidad puede que lo que esté sucediendo sea algo mucho más simple. Que
aquellos que estén descubriendo en mayor medida las mentiras de Petro sean aquellos a quienes más
les mintió.