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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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A pesar de la potencial crisis financiera que ha sido desatada por las subidas de tipos
de interés, ayer la Reserva Federal, el Banco Central de Estados Unidos, volvió a subir
los tipos de interés y los colocó en el 5%. ¿Por qué lo ha hecho? Veámoslo.
Ayer, la Reserva Federal, el Banco Central de Estados Unidos, decidió subir sus tipos
de interés en 25 puntos básicos, desde el 4,75% hasta el 5%. Durante el último año,
por tanto, hemos pasado de unos tipos de interés del 0%, recordemos que en marzo del año 2022,
los tipos de interés todavía seguían en el 5% y que fue en marzo de 2022,
cuando empezaron a subir poquito a poco, desde unos tipos de interés del 0% hasta el actual 5%.
Se trata de uno de los procesos de subida de tipos de interés más intensos en toda la historia
de los Estados Unidos. Y desde luego no por casualidad, puesto que en el último año la
tasa de inflación de los Estados Unidos también se ha ubicado a uno de los niveles más altos de
su historia. Ha sido esa confluencia extraordinaria, tipos de interés en mínimos históricos,
inflación prácticamente en máximos históricos, lo que ha empujado al Banco Central a tener que
subir tipos de interés mucho muy rápido. Pero claro, una subida de tipos de interés tan rápida
en tan poco tiempo está llevando a que muchas cosas se empiecen a romper en muchas partes del
sistema financiero. Y precisamente por eso se había generalizado la expectativa de que los
bancos centrales empezarían a dar marcha atrás en su senda de subidas de tipos de interés. Si
los bancos centrales ya han subido tanto los tipos de interés como para que empiecen a
suspender pagos diversos bancos a ambos lados del Atlántico, parecería que ha llegado el momento
sí de detener las subidas de tipos de interés. Pero lo que ocurrió la semana pasada es que el
Banco Central Europeo subió los tipos de interés en 50 puntos básicos, y lo que sucedió ayer es
que la Reserva Federal subió los tipos de interés en 25 puntos básicos. Es decir que los bancos
emisores parecen no darse por enterados de la crisis financiera potencial incipiente que pueden
estar gestando con sus subidas de tipos de interés. ¿Cómo es posible que ellos, que tienen toda la
información del mundo, no se estén enterando de algo que todos los demás estamos viendo? Pues
la realidad es que, evidentemente, sí se están enterando. Lo que sucede es que ahora mismo se
enfrentan a un conflicto. Y el conflicto es pausar la subida de tipos de interés para evitar seguir
haciendo daño al sistema financiero o seguir con la subida de tipos de interés para continuar
luchando contra la inflación. Y es que la batalla contra la inflación todavía no se ha ganado. Y
una de las formas de ganarla, y la única forma a la que puede recurrir, por cierto, el Banco Central,
es subir tipos de interés. En un vídeo anterior ya explicamos todos los circuitos a través de los
cuales una subida de tipos de interés contribuía a estabilizar los precios. Pues bien, el Banco
Central sólo tiene un arma para luchar contra la inflación, y ese arma es subir tipos de interés.
Y la obligación del Banco Central es luchar contra la inflación. Por consiguiente,
si la inflación está desbocada y el Banco Central sólo puede luchar contra la inflación de una
manera, subiendo tipos de interés, el Banco Central ha de poner en la balanza, sigo subiendo
tipos de interés para luchar contra la inflación o dejo de subir tipos de interés para evitar que
se rompan más cosas dentro del sistema financiero. Y la decisión que han tomado hasta el momento es
que van a seguir subiendo tipos de interés para luchar contra la inflación. Y la han tomado por
una razón. Antes de que se empezaran a romper cosas en el sistema financiero, los bancos
centrales ya se habían más o menos comprometido de viva voz a subir 50 puntos básicos los tipos
de interés, el Banco Central europeo, o probablemente 25 puntos básicos la Reserva Federal. Con lo cual,
si lo que ha sucedido durante el mes de marzo les hubiese llevado a cambiar radicalmente de rumbo,
el Banco Central sólo subir 25 puntos básicos o no subir tipos de interés, la Reserva Federal no
subir nada los tipos de interés o incluso bajarlos, como especulaban algunos analistas,
lo que habrían señalizado los bancos centrales es que priorizan la estabilidad financiera a la
lucha contra la inflación. Y aunque en el fondo eso probablemente sea cierto, aunque el Banco
Central, cualquier Banco Central en última instancia antes preferirá evitar una crisis financiera que
derrotara la inflación generando una crisis financiera, aunque eso sea cierto no lo pueden
decir de inmediato y tan a las claras. Por tanto, si se habían comprometido de manera más o menos
pública y firme el Banco Central europeo de todas todas y la Reserva Federal sugiriéndolo con subir
tipos de interés, sólo podían subir tipos de interés en estas últimas reuniones, sólo podían
cumplir con su palabra para no dar a entender que están sometidos a los mercados financieros.
Esto es técnicamente lo que se conoce como dominancia financiera. Un Banco Central que
esté dominado por los mercados financieros es un Banco Central cuya prioridad no es proteger el
valor de su moneda, sino satisfacer las necesidades que en cada momento tengan los operadores del
mercado financiero. En este caso, claro, evitar una crisis financiera. Y claro, si tu prioridad no
es proteger a los tenedores de tu moneda, sino proteger a otros agentes económicos que no tienen
por qué poseer tu moneda, entonces la demanda global de tu moneda se puede resentir. Y si la
demanda global de tu moneda se resiente, entonces alimentas todavía más la inflación, de modo que,
claro, no era muy recomendable en estos momentos de alta inflación que se ponga en duda la
credibilidad del Banco Central, arriesgándose, por tanto, a que haya todavía más inflación.
Recordemos que hemos empezado este vídeo diciendo que los bancos centrales, al inicio de esta crisis
inflacionista, tuvieron un serio problema de credibilidad y que, por eso, se vieron abocados
a subir tipos de interés de manera muy rápida para recuperar credibilidad. Pues bien, no podían
dejar que su credibilidad estuviese en entredicho, cediendo a las primeras de cambio en su ritmo de
subida programado de tipos de interés. Distinto es el caso de lo que vaya a suceder a partir de
aquí. En la rueda de prensa de ayer, Jerome Powell ya dijo claramente que se había considerado,
que se había debatido dentro de la Reserva Federal pausar el ritmo de subida de tipos de interés.
Que habían decidido no pausarlo, pero que se había puesto ese tema encima de la mesa,
y que, por tanto, se considerará en próximas reuniones, y quizá en próximas reuniones si se
tome la decisión de pausar ya las subidas de tipos de interés, aun cuando la inflación no haya sido
claramente derrotada. Asimismo, desde el Banco Central Europeo ya han filtrado a la prensa,
que va a ser muy complicado que el Banco Central Europeo siga subiendo tipos de interés si la
Reserva Federal los deja de subir. Por tanto, parece ser que estamos llegando a una fase en
la que las subidas de tipos de interés están llegando a su fin, y no por haber derrotado a
la inflación, sino porque esas subidas de tipos de interés están generando problemas en los
mercados financieros. De hecho, ahora mismo la expectativa generalizada de los inversores es
que los tipos de interés de Estados Unidos empiecen a bajar a partir del mes de junio,
es decir, al comienzo del segundo semestre de este mismo año. Y si esa expectativa se termina
cumpliendo, lo que quedará claro es que ayer la Reserva Federal o la semana pasada el Banco Central
Europeo estaban jugando de farol, es decir, subieron tipos de interés para dar a entender que no
estaban dominados financieramente cuando en el fondo sí lo están, como probablemente se comprueben
las siguientes reuniones. Si dejan de combatir la inflación antes de haberla derrotado, por miedo
a lo que pueda suceder en los mercados financieros, entonces es que, como decía, tienen otras
prioridades. Y hasta cierto punto de decir que es comprensible que las tengan. No parece que la
mejor forma de luchar contra la inflación sea provocando la bancarrota de todo el sistema
financiero. Que sí, si la provocas, ganarás la batalla a la inflación, pero a un coste social
y económico brutal. Por ese motivo, si ya estamos llegando a unos niveles de tipos de interés que
están empezando a generar problemas serios dentro del sistema financiero, deberíamos haber llegado
a un punto en el que otros agentes económicos más allá del Banco Central se planteen la necesidad
de articular mecanismos para luchar contra la inflación. ¿Y quién es ese otro agente económico
que tiene algo que decir en la lucha contra la inflación? Los gobiernos. Y es que los gobiernos
son corresponsables de la generación de la inflación que actualmente estamos experimentando.
No solo los bancos centrales generaron inflación con sus políticas monetarias ultra expansivas,
sino que los gobiernos también generaron inflación con sus políticas fiscales ultra expansivas durante
los años 2020-2021, pero también, aunque en menor medida, 2022 y también 2023. Por tanto,
si queremos combatir la inflación, no solo tenemos la palanca de restringir los estímulos
monetarios, sino que también deberíamos tener y utilizar la palanca de restringir los estímulos
fiscales, es decir, regresar a una senda de austeridad fiscal, ya sea recortando gastos o,
desde una perspectiva más socialdemócrata, subiendo impuestos. Dicho de otra manera,
si queremos derrotar a la inflación sin destruir el sistema financiero, no habría que hacer depender
la lucha contra la inflación solo de las subidas de tipos de interés. Habría que
combinar los tipos de interés que ya han aumentado bastante con reducciones del déficit público,
no digamos ya con gestaciones de superávit público. Pero claro, como los gobiernos no
quieren reducir el déficit público porque eso mermaría sus expectativas electorales,
entonces la única forma de luchar contra la inflación es seguir subiendo tipos de interés.
Por eso la Reserra Federal subió ayer los tipos de interés, porque todavía no ha ganado la batalla
contra la inflación. Pero como también tensiona el sistema financiero, es probable que no suba
tanto los tipos de interés como debería, a vida cuenta, de que nuestros gobernantes no quieren
reducir el déficit público. Prefieren el déficit público maximizador de votos a la estabilidad
monetaria y a la estabilidad financiera.