This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
La inflación en Estados Unidos se ha disparado hasta el 6,2%, su nivel más elevado en los
últimos 30 años. ¿Cuáles son los motivos de este estallido inflacionista? ¿Y qué
puede pasar a partir de ahora? Veámoslo.
La inflación en Estados Unidos alcanza su nivel más elevado en los últimos 30 años.
Desde diciembre de 1990 no veíamos una tasa de inflación tan elevada como la del mes
de octubre de este año 2021. En concreto, la inflación en octubre de 2021 se ubicó
en el 6,2% con respecto al mismo mes del año anterior.
Y no pensemos que se trata de una elevación de precios meramente conectada con la energía,
la inflación subyacente de Estados Unidos, aquella que excluye de su medición tanto
la energía como los alimentos, se ubicó en octubre en el 4,6%. La tasa más acelerada
desde el año 1991. O dicho de otra manera, estamos asistiendo ante un rebrote cierto
de los precios, ante un rebrote cierto e intenso y preocupante de la inflación.
Y por qué Estados Unidos, pero también el resto de Europa, están experimentando esta
elevada inflación. Ya tuvimos ocasión de explicarlo en un vídeo anterior, pero básicamente
la causa es que durante el año 2020, con la parálisis de la pandemia, hubo infra inversión
en muchos puntos en muchos sectores de la economía productiva. Y en el año 2021, conforme
la economía se ha reabierto y el gasto privado ha vuelto a dispararse, ese mayor gasto privado
se ha topado con una oferta que no es capaz de responder a la demanda de nuevos productos.
Si a esta circunstancia le añadimos la laxitud de las políticas públicas tanto fiscales
como monetarias que contribuyen todavía más a cebar el gasto privado, ya sea había endeudamiento
o ya sea había reparto de cheques a los ciudadanos o ya sea a través de gasto público directo
que eleva todavía más la demanda, pues si al resurgir del gasto privado le sumamos
la laxitud de las políticas públicas, tenemos un estallido de ese gasto público y privado
frente a una oferta que no es capaz de reaccionar a tiempo. La inflación, por tanto, tiene un
componente que es un componente mundial. El conjunto de países del planeta, al salir
de la crisis empujados por las políticas de estímulo, han incrementado demasiado el
gasto en relación con la capacidad mundial de la economía para aumentar la oferta. Esto
se puede ver en el caso de Estados Unidos en que existe una clara correlación entre
la evolución del índice de materias primas, la evolución de los precios de las materias
primas y la evolución del IPC estadounidense, cuando las materias primas globales se encarecen,
el IPC estadounidense también se encarece. Pero claro que estemos explicando la subida
de los precios de los bienes de consumo por la subida de los precios de las materias primas
no termina de indicarnos cuál es el motivo por el cual las materias primas se están
encareciendo. Una de las razones que explica en esto último, como ya hemos dicho, es la
inelasticidad de la oferta, que en 2020 nos incrementó lo suficiente la inversión para
aumentar la oferta de estas materias primas. Otra parte pueden ser las políticas energéticas
que para completar la transición energética están llevando a que muchas materias primas,
especialmente combustibles fósiles, dejen de producirse o dejen de invertirse en ellas
para aumentar la producción. Pero otra parte también se debe a que el gasto total de las
economías ha aumentado desproporcionadamente y en consecuencia ha empezado a tensionar
la oferta, la ha empezado a tensionar desde el lado de la demanda. Tenemos alguna evidencia
de que el gasto total dentro de las economías se está incrementando por encima de la capacidad
de la oferta para atenderlo. Sí, lo tenemos. En este gráfico podemos observar cuál es
la desviación con respecto al pib nominal neutro. ¿Qué es el pib nominal neutro? Aquel
nivel de ingresos nominales totales dentro de la economía, ingresos de familias y empresas,
que evoluciona según las familias y las empresas habían estimado. Es decir, que cuando hay
una desviación con respecto al pib nominal neutro, si la desviación es a la baja, significa
que familias y empresas tienen menos ingresos nominales de los que habían anticipado. Si
la desviación es al alza, significa que familias y empresas tienen más ingresos, y por tanto
es previsible que gasten más de los que habían anticipado. Por tanto, las desviaciones negativas
con respecto al pib nominal neutro nos estarían mostrando que las políticas fiscales y monetarias
están adoptando una posición contractiva, quizá necesaria, pero contractiva con respecto
a las expectativas de los agentes. Y, en cambio, las desviaciones positivas nos estarían
mostrando que las políticas fiscales y monetarias están adoptando una postura expansiva con
respecto a las expectativas de los agentes. Como podemos observar en el gráfico, desde
finales del año 2007, la desviación con respecto al pib nominal ha sido negativa. Es decir,
que el volumen de ingresos totales en la economía en cada una de esas fechas era inferior al
que los agentes económicos habían esperado, habían estimado durante fechas anteriores.
Por tanto, había una sorpresa negativa respecto al volumen de ingresos dentro de la economía
en esa fecha. Por primera vez, desde la anterior crisis económica del año 2007, desde el
tercer trimestre de este año, es decir, ya ni siquiera en octubre, cuando la inflación
ha sido todavía más elevada, sino en julio, agosto y septiembre, por primera vez en el
tercer trimestre del año 2021, la desviación con respecto al pib nominal ha sido positiva.
Es decir, que los agentes económicos están recibiendo más ingresos nominales de los
que durante años anteriores habían esperado para esa fecha, para el tercer trimestre del
año 2021. Y esto, claro, también se ha traducido en un crecimiento desproporcionado del gasto.
En este otro gráfico podemos observar el gasto en consumo personal expresado en millardos
de dólares en la economía estadounidense. La línea azul nos muestra la evolución real,
la que ha sucedido de ese gasto en consumo personal en Estados Unidos, y vemos como durante
la pandemia se hunde como es lógico. Pero hemos añadido una línea anaranja que expresa
cuánto habría aumentado el gasto en consumo personal de haber seguido creciendo al mismo
ritmo que crecía en el año 2019. Y, como vemos, ya en la actualidad el gasto en consumo
personal supera el gasto en consumo personal que habríamos tenido en la economía estadounidense
sin pandemia. Si ya Estados Unidos está gastando más de lo que habría gastado sin pandemia,
y encima ha habido una pandemia, es decir, que la oferta, la capacidad productiva de
la economía no es la misma que si no hubiese habido pandemia, pues mucho más gasto y no
mucha más oferta se traduce en mucha más inflación.
Por consiguiente, ¿por qué está subiendo la inflación en Estados Unidos? Pues tanto
porque la oferta se ha vuelto más inelástica después de la pandemia, ¿cuánto por qué
se ha disparado el gasto y se ha disparado el gasto en gran medida por las políticas
para estimular ese gasto. ¿Qué puede suceder a partir de ahora? Pues como ya expusimos
en otro vídeo, si durante los próximos meses se va normalizando la oferta, va aumentando
la oferta de productos y esa oferta de productos a base del gasto creciente, los precios empezarían
a moderarse. De hecho, parece que en la economía estadounidense, si nos fijamos en la evolución
de los precios de los productores, la evolución de los precios a los que venden los productores
a los minoristas, ya está habiendo una cierta parálisis en la escalada inflacionista. No
es que los precios estén cayendo, ni siquiera que estén subiendo mucho menos que en meses
anteriores, pero al menos la inflación en estos precios que anticipan los precios de
los bienes de consumo para el comprador final ya nos está acelerando. Si eso terminará
así y la oferta seguirá aumentando, pues quizá asistiríamos a un periodo desinflacionario.
Ahora bien, tal como ya explicamos en otro vídeo, cabe la posibilidad de que esta alta
inflación empiece a penetrar en las expectativas de los agentes, es decir, que los trabajadores
justamente porque ven que los precios están subiendo al 6,2% comiencen a reclamar, como
en parte es lógico, una subida salarial que les compense la inflación. Pero si los trabajadores
comienzan a reclamar una subida salarial que les compense la inflación, los empresarios
tratarán de hacer lo propio subiendo los precios para mantener su margen de beneficio.
Pero si los empresarios siguen subiendo los precios, los trabajadores podrían seguir reclamando
una alza de salarios. Evidentemente este proceso no puede ser infinito. Si la oferta monetaria
no se sigue incrementando, por mucho que los trabajadores, todos ellos, pidan más salarios
o por mucho que los empresarios pidan todos ellos mayores ingresos en forma de mayores
precios de venta, pues si no hay mayor capacidad de gasto, porque los ingresos no están aumentando
y los ingresos no están aumentando o porque la oferta monetaria no está aumentando, pues
por mucho que haya este intento de espiral precios salarios, no se traducirá en una
inflación continuada. Ahora bien, si la política monetaria y fiscal sigue siendo tan acomodaticia
como en la actualidad, los agentes económicos pueden reclamar precios y salarios crecientes
y esos precios y salarios crecientes sí podrían terminar materializándose, consolidándose
de esa forma en una inflación crecientemente acelerada.
Este debería ser el momento en el que tanto el gobierno estadounidense como la Reserva
Federal dejaran de echar gasolina al fuego de la inflación, abandonarán sus políticas
monetarias y fiscales muy expansivas. La economía estadounidense no sufre ahora
de un exceso de capacidad ociosa, no es que falte gasto para colocar a todos los factores
productivos a pleno rendimiento, lo que está sucediendo es que hay demasiado gasto en relación
con la capacidad de la oferta y por consiguiente habría que retirar parte de ese gasto ya
sea subiendo tipos de interés o reduciendo el déficit público, pero con lo que nos
encontramos es con que la Reserva Federal de momento no da muchas señales de querer
anticipar la subida de tipos de interés y nos encontramos además con que el Congreso
estadounidense acaba de aprobar el plan de infraestructuras de Joe Biden, todo lo cual
cebará todavía más el potencial inflacionista de la economía estadounidense.
Y si las autoridades monetarias y fiscales pierden el control sobre la inflación, entonces
sólo podrán recuperar el control sobre la inflación provocando en el futuro una recesión
que contraiga el gasto y que vuelva a atar las expectativas a precios más bajos. Los
estímulos excesivos de hoy son las recesiones de mañana, pero claro, a los políticos solo
les interesa hoy, no les interesa el mañana, de ahí que sean naturalmente irresponsables
y naturalmente inflacionistas.