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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Maldato de inflación en Estados Unidos, y la bolsa se hunde, Bitcoin se desploma, los
tipos de interés de la deuda pública se disparan, el euro retrocede, las divisas emergentes
tiemblan. ¿Qué está pasando? ¿Por qué este dato es tan preocupante? ¿Y qué nos
indica sobre el futuro de la economía mundial? Veámoslo.
Maldato de inflación en Estados Unidos, después de un mes de julio en el que la inflación
había dado buenas noticias a la economía estadounidense, porque la tasa interanual
se había moderado desde el 9,1% al 8,5% y los mercados esperaban un 8,7%, es decir,
fueron datos mejores de lo esperado. También ahora se confiaba en que Agosto consolidara
esta positiva tendencia y, por tanto, apuntara en la dirección de que el problema de la
inflación ya está empezando a remitir en Estados Unidos, permitiendo, en consecuencia,
a la Reserva Federal cantar victoria, moderar su senda de subidas de tipos de interés y
evitar una sangría económica y financiera ya no solo en la economía estadounidense,
sino también en el resto del mundo. Sin embargo, este precipitado gozo de los mercados
ha caído en un pozo. La tasa general de inflación en Estados Unidos se ha moderado en el mes
de Agosto, sí, desde el 8,5% al 8,3%, pero se ha moderado menos de lo esperado. Los mercados
confiaban en que cayera hasta el 8,1%. Todavía peor. La tasa de inflación subyacente, aquella
que no tiene en cuenta la energía y los alimentos no elaborados, ha remontado, ha subido con
fuerza, ha pasado del 5,9% al 6,3%, y todavía peor. La tasa de inflación subyacente no
interanual sino intermenso se ha ubicado en el 0,6%, uno de los ritmos más acelerados
del último año. Por tanto, en la inflación nuclear no se aprecia ninguna tendencia de
momento a una serie moderación de la evolución de los precios. Y la excusa de que los precios
suben única y exclusivamente por la evolución de los precios internacionales de la energía
cada vez tiene menos peso. ¿Por qué cada vez tiene menos peso? Pues porque justamente
el precio internacional del petróleo lleva varios meses cayendo, moderándose, ya está
incluso por debajo de los precios de antes de la invasión de Ucrania por parte de Rusia,
y porque además, como podemos observar en este gráfico, lo que más se está encareciendo
ahora mismo en la economía estadounidense no son los precios de la energía, cuya tasa
de variación interanual se está moderando mes tras mes. Lo que está empujando al alza
a los precios son sobre todo los servicios, ni siquiera los bienes manufacturados como consecuencia
de los cueños de botella derivados de la pandemia y de los problemas logísticos que
está causado. No, no, se están encareciendo los servicios, el precio de aquellas actividades
personales que normalmente presta a un ciudadano estadounidense a otro ciudadano estadounidense,
lo que sugiere por tanto que la inflación está más enquistada de lo que algunos querían
reconocer y que tiene también otras causas distintas a las únicas que algunos querrían
admitir. Y claro, nada más conocer este mal dato de inflación, los mercados lo han recibido
con miedo, la bolsa cayendo, bitcoin cayendo y los tipos de interés de la deuda pública
subiendo. ¿Y por qué sucede todo esto? Pues en primer lugar, porque este mal dato de inflación
pavimenta claramente el camino para una fuerte subida de tipos de interés en la próxima
reunión de la Reserva Federal. Hasta el momento se confiaba en que la Reserva Federal, si
la inflación se iba moderando, quizá en la próxima reunión, no subiría los tipos
de interés en 75 puntos básicos, sino que quizá empezaría a señalizar que la senda
de subidas se iría moderando y que por tanto en esta próxima reunión solo los iba a subir
en 50 puntos básicos. Bueno, pues ahora mismo el mercado ya da por totalmente descontado
que la Reserva Federal va a subir los tipos de interés como mínimo en 75 puntos básicos
y existe un 25% de probabilidades, según los mercados, por supuesto, de que la Reserva
Federal suba los tipos de interés en 100 puntos básicos, un punto porcentual entero.
De ser así, nos iríamos a un rango de tipos de interés ya la semana que viene, porque
la próxima reunión es la semana que viene, nos iríamos a un rango de tipos de interés
entre el 3,25% y el 3,5%. Y no pensemos que esto es todo, que da la reunión de octubre,
la reunión de noviembre y la reunión de diciembre, donde también se anticipa que
podría haber subidas de 75 puntos básicos o al menos de 50 puntos básicos, con lo cual
a buen seguro parece que terminaremos el año en Estados Unidos con unos tipos de interés
de al menos el 4% y recordemos que empezamos el año en el 0%.
¿Y esto por qué es tan relevante? Pues no solo porque unos altos tipos de interés afecten
a la economía estadounidense, a la que podrían arrastrar a la recesión, sino también porque,
como ya venimos explicando desde hace unas semanas, los tipos de interés que establece
Estados Unidos para su economía interna, para su propia moneda, para el dólar, inevitablemente
influyen en los tipos de interés del resto del mundo, tanto de economías desarrolladas
como de economías emergentes.
Tomemos por ejemplo el caso de la eurozona. Actualmente en la eurozona los tipos de interés
están en el 1,25% y eso porque el Banco Central Europeo en las últimas reuniones de los últimos
dos meses ha empezado a acelerar algo el ritmo de su vida de tipos. Pues bien, en la eurozona
están en el 1,25%. Si en Estados Unidos terminan el año en el 4, o en el 4,25% o en el 4,5%,
obviamente el euro se va a depreciar enormemente. El flujo de capital saldrá de Europa, donde
los capitales en euros apenas están obteniendo una rentabilidad del 1,25% y buscarán refugio
en Estados Unidos para obtener esa rentabilidad del 4, o del 4,25%. Y eso que provocará
venta de euros compra de dólares por tanto de preciación del euro y de preciación del
dólar. Y como ya dijimos, si el euro se deprecia, la eurozona importará inflación. ¿Cómo
puede el Banco Central Europeo tratar de evitar que la eurozona importe inflación por la
depreciación del euro? Pues subiendo los tipos de interés al mismo ritmo al que los está
subiendo Estados Unidos. La eurozona no se puede quedar atrás de las subidas de tipos
de interés de Estados Unidos. Y en consecuencia, este mal dato de inflación en Estados Unidos
significa, aunque pueda parecer una conexión muy indirecta, que el euribor va a subir en
la eurozona. El Banco Central Europeo subirá los tipos de interés y esa subida de tipos
de interés se trasladará al euribor. Pero es que las consecuencias de este mal dato
de inflación en Estados Unidos que obligará a la Reserva Federal a subir los tipos de
interés todavía más no solo afectarán a economías desarrolladas como la eurozona.
Bien y como justamente explicamos en el vídeo de ayer, también afectará a las economías
emergentes por los diversos mecanismos que expusimos. Un dólar más fuerte es para estas
economías menor comercio y peores condiciones financieras, por consiguiente mayor riesgo
de estancamiento o de recesión. Por consiguiente y en definitiva, lo que este mal dato de inflación
del mes de agosto de Estados Unidos nos está indicando es que la senda de restricción
mundial de la política monetaria todavía no va a llegar a su fin. Esa era la esperanza
de los mercados, que la inflación ya estuviese derrotada y que por tanto ya hubiésemos
llegado o estuviésemos muy cerca de llegar al pico de la subida de tipos de interés
y de la reducción de la base monetaria de los bancos centrales, pero ese no parece
que sea ahora mismo el escenario. Que la inflación se haya inquistado tanto en Estados Unidos
sugiere que los tipos de interés allí y en el resto del mundo van a tener que seguir
subiendo y que por tanto el enfriamiento económico necesario para curar, para subsanar, el sobrecalentamiento
económico previo, derivado de las políticas de estímulo durante la pandemia, puede que
termine siendo mucho más doloroso de lo que muchos quisieron creer.