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Tras casi medio año de negociaciones, las derechas neerlandesas, incluyendo el partido
de Heard Builders, han alcanzado un acuerdo de gobierno. Pero ¿cuáles son exactamente
los puntos clave de ese acuerdo de gobierno? ¿Qué medidas pretenden aplicar desde el gobierno
los partidos de la derecha neerlandesa? Veámoslo.
El pasado 22 de noviembre del año 2023 se celebraron elecciones legislativas en los
Países Bajos. Se repartieron los 150 diputados que componen la Cámara de Representantes de
este Estado europeo. En esos comicios, 15 partidos obtuvieron representación parlamentaria, una
enorme fragmentación del Parlamento que ha dificultado la conformación de un acuerdo
de gobierno porque la fuerza más votada en esos comicios, el Partido de la Libertad de
Heard Builders, aliado europeo de Vox en España, fue la fuerza política más votada. Obtuvo
37 diputados de 150. Y el resto de formaciones políticas en el arco parlamentario vetaban hasta
el momento cualquier acuerdo de gobierno con el Partido de la Libertad de Heard Builders.
Pues bien, hace menos de dos semanas esos vetos contra el partido de Heard Builders se vinieron
abajo y cuatro partidos de la derecha neerlandesa, que poseen más de la mitad de los diputados del
Parlamento neerlandés, concretamente el Partido de la Libertad de Heard Builders, el Partido Popular por
la Libertad y la Democracia de Mark Rutte, el Partido del Nuevo Contrato Social y el Movimiento Ciudadano
Campesino, esas cuatro formaciones políticas que, como digo, controlan 88 de 150 diputados en la Cámara
de Representantes neerlandesa, llegaron a un acuerdo de gobierno. ¿Y exactamente qué han acordado? ¿Cuáles
son los puntos clave de ese acuerdo de gobierno? Pues vamos a describirlos agrupándolos en cuatro
bloques. En primer lugar, inmigración. En segundo lugar, energía. En tercer lugar, agricultura y medio
ambiente. Y en cuarto lugar, finanzas públicas, es decir, impuestos y gasto público. En materia
migratoria se pretende restringir de manera muy considerable la entrada de inmigrantes en busca de
asilo, así como los procesos de naturalización, de obtención de la nacionalidad por parte de los
inmigrantes. Concretamente, se va a abolir el permiso de residencia por asilo indefinido. Todo
permiso de residencia por asilo tendrá un carácter temporal. En segundo lugar, las autoridades
neerlandesas denegarán automáticamente la petición de asilo a aquellas personas que previamente hayan
buscado asilo en otros países europeos y les haya sido denegado ese permiso de residencia. En tercer
lugar, ya no será posible la reagrupación familiar para los beneficiarios del asilo. Y en cuarto lugar,
los beneficiarios del asilo ya no tendrán prioridad a la hora de acceder a vivienda social por parte del
gobierno. A su vez, y como decía, también se dificulta, se añaden más requisitos para la obtención de la
nacionalidad neerlandesa. Primero, se extenderá el periodo de naturalización a 10 años, con
independencia del tipo de derecho de residencia del que esté disfrutando el solicitante de la
nacionalidad neerlandesa. En segundo lugar, siempre que sea posible, se exigirá que el peticionario de
la nacionalidad neerlandesa renuncie a su nacionalidad de origen. En tercer lugar, se requerirá un nivel B1
de neerlandés para obtener la nacionalidad neerlandesa. Y en cuarto lugar, también se añadirán
requisitos de conocimiento de la historia y de la cultura neerlandesa, incluyendo la historia del
holocausto y de sus víctimas en Países Bajos. Adicionalmente, la coalición de gobierno de derechas
también pretende imponer restricciones adicionales a la inmigración de origen no europeo. Tanto la
inmigración de origen laboral como la inmigración de origen estudiantil. Por ejemplo, se van a
incrementar las tasas universitarias en Países Bajos para los estudiantes extranjeros de fuera
de la Unión Europea. Y por último, dentro del bloque de migración, el nuevo gobierno de coalición
también pretende limitar el libre movimiento de personas dentro de la Unión Europea para los nuevos
países, no para los ya existentes, sino para los nuevos países que se unan a la Unión Europea en
el futuro. En materia de energía, sobre todo en lo relativo a su impacto en el medio ambiente,
el acuerdo fundamental del nuevo gobierno de coalición de derechas es que se respetarán los
compromisos asumidos hasta la fecha por el Estado neerlandés en materia de reducción de emisiones de
gases de efecto invernadero, pero no se firmará, no se aprobará ningún acuerdo adicional en materia
de reducción de emisiones más restrictivo que los ya existentes. Además, para alcanzar las metas de
reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la estrategia que adoptará el gobierno neerlandés
será ligeramente distinta a la adoptada hasta la fecha por otros ejecutivos previos. El gobierno
autorizará la exploración y explotación de las reservas de gas natural de Países Bajos, construirá
dos nuevos reactores nucleares en los Países Bajos, concretamente serán dos reactores modulares pequeños
y no descarta construir otros más en el futuro. A su vez, también eliminará los subsidios a los
vehículos eléctricos a partir del año 2025, fomentará la energía eólica en mar y no en tierra y eliminará
el impuesto a las emisiones de CO2. En tercer lugar, en el bloque de agricultura, sobre todo de nuevo en su
relación con el medioambiente, el nuevo gobierno de coalición neerlandés no forzará a los ganaderos del país
a reducir sus cabezas de ganado para, a su vez, cumplir con sus compromisos de disminuciones de emisiones
de óxidos de nitrógeno. Adicionalmente, las regulaciones medioambientales a los agricultores
y granjeros de Países Bajos no serán más estrictas que las que imponga la Unión Europea. Hasta el
momento, la Unión Europea fija un mínimo bastante oneroso de regulaciones al campo y los distintos
Estados miembros pueden, si quieren, volver esas regulaciones aún más estrictas, aún más onerosas.
Pues bien, el nuevo gobierno de coalición neerlandés se compromete a no agravar nacionalmente las
regulaciones europeas sobre el campo. Y, por último, también asume el compromiso de presionar,
de hacer lobby dentro de la Unión Europea para que ésta relaje las regulaciones que pesan sobre
los agricultores y ganaderos. Y, por último, en materia de finanzas públicas, impuestos y gasto
público, el nuevo gobierno neerlandés se compromete a reducir el gasto público de manera acumulada en
18.000 millones de euros hasta el año 2028. El nuevo gobierno neerlandés se compromete a reducir
de manera acumulada el gasto público en 14.000 millones de euros hasta el año 2028 para dar cabida
a ciertas bajadas modestas de impuestos. En primer lugar, se recortarán los impuestos
sobre la energía. En segundo lugar, se bajarán algunos tramos del impuesto sobre la renta.
Básicamente, parece que se rebajará el tipo impositivo sobre la renta a empresarios y ahorradores.
Y, en tercer lugar, también se eliminará el impuesto que estaba previsto sobre aquellas
empresas que recompraran sus propias acciones. A su vez, y vinculándolo con el bloque anterior,
también habrá una reducción de los impuestos especiales al diésel agrario.
Estas son las medidas fundamentales del nuevo gobierno de coalición de derechas en Países
Bajos. Desde luego, hay muchos otros puntos. Por ejemplo, en política exterior también se
comprometen a trasladar la Embajada de Países Bajos en Israel a Jerusalén. O a preservar el apoyo
militar a Ucrania y a elevar el gasto público en defensa hasta el 2% del PIB para cumplir con los
acuerdos de la OTAN. Es decir, que se trata de un acuerdo de gobierno que, en muchos puntos,
va directamente en contra de lo que se ha venido a llamar popularmente y en ocasiones de manera
demasiado conspirativa la Agenda 2030, añadir restricciones a la inmigración y eliminar restricciones
al campo o a fuentes de energía no renovables, como el gas o la nuclear. Pero a su vez, también en
otras materias, como la política exterior, están claramente alineados con la coalición de lo que
se ha venido a llamar también, en ocasiones de manera demasiado imprecisa, Occidente, tal como es
además comandada o teledirigida por parte de los Estados Unidos. Es decir, no se trata ni muchísimo
menos de un gobierno antisistema, de un gobierno que socave los fundamentos del establishment
político actual. Es decir, que hasta cierto punto este acuerdo de gobierno permite institucionalizar
a Guild Builders y su partido, y quizá de rebote a otros partidos de lo que también muchas veces se
ha venido a llamar la extrema derecha europea, como por ejemplo Vox en España. Si bien, como decía,
no es un acuerdo de gobierno que socave ni muchísimo menos el establishment existente,
sí lo reorienta muy tibiamente unos pocos grados. Así, en consecuencia, que nadie espere,
ni para bien ni para mal, un revolucionario cambio de paradigma político a raíz de este
acuerdo de las derechas en los Países Bajos.