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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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El Parlamento Español
Esta semana el Parlamento español ha aprobado su contribución al tercer rescate a Grecia.
Combine destacarlo de tercer rescate porque, efectivamente, ha habido otros dos antes que
han fracasado estrepitosamente, salvo para reflotar al estado hipercorrupto, hiperclientelar
e hiperburocratizado que padecen los grigos desde hace décadas. Se ha tratado de un rescate
a expensas del contribuyente europeo y también del contribuyente español del que apenas se
han beneficiado las élites oligárquicas del país, a quienes se ha garantizado esa estructura
burocrática y clientelar y corrupta que, como decimos, han instaurado tanto la casta de
nueva democracia como pasó durante las últimas décadas como quiere mantener la neocasta
desiriza desde su llegada al poder y, en cambio, los grigos siguen padeciendo este estado
financiado a costa del contribuyente europeo. Pero, ¿cuánto nos ha costado exactamente
a los españoles el rescate a Grecia? ¿Qué parte de nuestros patrimonios hemos expuesto
al refletamiento de este estado clientelar, burocrático y corrupto? Pues, bastante dinero
en contra de lo que muchos tienden a pensar. Como digo, se ha practicado con Grecia tres
rescates. El primer rescate que se aprobó en el año 2010, constó de 6.700 millones
de euros, 6.700 millones de euros que fueron aprobados por el gobierno de José Luis Rodríguez
Zapatero para evitar que Grecia, en el año 2010, quebrara como debería haber quebrado.
Fue un rescate, por tanto, para rescatar tanto a la burocracia Elena como también,
en parte a los acreedores de Grecia, que deberían haber asumido íntegramente las
perdidas por prestarle a un estado tan sumamente irresponsable, manirroto e insostenible como
el griego. Pero bueno, en el año 2010 podíamos pensar que extendiéndole un rescate a Grecia
se podrían reformar, que así se mantendría unido el euro, que el país saldría adelante
y que, por tanto, con un cierto esfuerzo de los contribuyentes europeos quizá logramos
evitar males mayores. Lo que no tiene sentido es que, después del total fracaso del primer
rescate, acudiéramos a un segundo rescate, esta vez ya no en el caso de España de 6.700
millones de euros, sino de 17.000 millones de euros, es decir, más de dos veces el anterior
rescate. ¿Y de qué ha servido este segundo rescate? Pues de bastante bien poco, es verdad
que se avanzó en algunas de las reformas y de los ajustes que no se hicieron en absoluto
desde el año 2010, pero al final, con una ciudadanía masivamente en contra de esos
programas de ajustes, lo único que se consiguió fue encaramar a Siriza, a la neocasta de Siriza
al poder, prometiendo que iba a revertir los mínimos o los ciertos ajustes que se aplicaron
y las nulas liberalizaciones que se aprobaron. Y, por tanto, el segundo rescate que llevó
a Siriza al poder también concluyó en un absoluto fracaso. Y, por eso, después de
dos fracasos previos, vamos ahora con el tercer rescate. Tercer rescate cifrado en 10.150
millones de euros y que se va a otorgar al gobierno de Siriza. Por tanto, lo que tenemos
es que ha habido tres rescates, el primero un rescate para el PASOK, el segundo un rescate
que, si bien, se aprobó todavía con el gobierno del PASOK, era un rescate pensado claramente
para la nueva democracia, porque fue el rescate del año 2012, cuando la nueva democracia
estaba a punto de llegar al poder. Y ahora vamos con el tercer rescate, que será el rescate
de Siriza. Por tanto, se ha rescatado tanto a la casta como a la neocasta, y en el caso
de España los han rescatado tanto el PSOE, que fue quien aprobó el primer rescate, como
el PP, que fue quien ha aprobado el segundo y el tercer rescate. Pero es que si gobernara
podemos, ya nos han informado de que ellos también habrían votado a favor en el Congreso
de ese tercer rescate. Por tanto, lo que tenemos es una coalición de las élites extractivas
españolas para saquear al contribuyente español o al contribuyente europeo una alianza de estas
élites extractivas estatales con las élites extractivas estatales de Grecia, que se aprovechan
del saqueo de los contribuyentes europeos para mantener, ya digo, un estado que es mucho
mayor del que podrían mantener si tuviesen que recurrir a los mercados. Porque lo que
estamos hablando es de que el gobierno griego ha perdido absolutamente su credibilidad ante
todo el mundo. Por eso nadie le quiere prestar cuando emite deuda abiertamente y competitivamente
en los mercados. Y tienen que ser las burocracias europeas las que, después de haber sido defraudadas
y traicionadas dos veces, le siguen extendiendo crédito a Grecia para que haga lo que nadie
confía en que va a hacer, que es reformar de arriba abajo las instituciones estatales
que han oprimido a los griegos y que les han impedido desarrollarse prósperamente como
economía y como sociedad para, en cambio, mantener esas redes clientelares que extraen
renta tanto de Grecia como de Europa para costear una burocracia hipertrofiada. Algunos,
sin embargo, nos dicen que a los contribuyentes españoles no nos ha costado nada. Porque este
dinero que les hemos prestado a los griegos, insisto, 33.800 millones de euros en los rescates,
es decir, 1.850 euros por familia, que se dice pronto en España, que no nos ha costado
nada, que esos 1.850 euros por familia en realidad nos han salido gratis porque todo
esto se ha financiado con deuda. De hecho, nos insisten una y otra vez en que la financiación,
especialmente el segundo y el tercer rescate, no ha habido ni siquiera emisión de deuda
por parte de España y, por tanto, no es que los griegos nos deban dinero a los españoles,
sino que, según nos dicen algunos partidos, se ha avalado la deuda de inversores privados.
Vamos a intentar clarificar este punto mínimamente.
Efectivamente, el primer rescate, el que articuló el gobierno de José Luis Rodríguez
Zapatero, todavía no estaba creado el fondo de rescate permanente europeo, el famoso MEDE,
y por tanto, cómo se extendió el crédito al gobierno griego a través de prestamos
bilaterales. El gobierno de España emitió deuda pública en los mercados, captó fondos
y esos fondos los represtó a Grecia, al gobierno griego. ¿Cómo espera el gobierno de España
pagar esa deuda que emitió en los mercados para prestar la Grecia, con la devolución
del crédito que concedió a Grecia? Si Grecia, el gobierno griego, no paga la deuda que
tiene con el gobierno de España, nosotros tendremos que pagar, con nuestros impuestos,
la deuda que emitimos en los mercados para prestar la Grecia.
Ahí está claro, por tanto, que el gobierno español, si está expuesto o si está exponiendo
a sus contribuyentes al riesgo de que los griegos hagan lo que han hecho hasta ahora, que es
no pagar siempre que puede. Pero el segundo y el tercer rescate se articularon de una
manera un tanto distinta, que es lo que está sirviendo a muchos políticos, para decir
que España no ha prestado a Grecia. Lo que se hizo en el segundo y en este tercer rescate
es que se ha constituido el fondo de rescate permanente europeo, el MEDE, y básicamente
este fondo como se organiza, pues tiene unas ciertas, un cierto capital propio, pero muy
pequeñito, que van aportando los países miembros año tras año, y lo que hace este fondo es
emitir deuda en los mercados, como la que emitió el gobierno de España, emitir deuda
en los mercados, para con el capital que capte emitiendo deuda prestarle al gobierno griego.
Pero por qué se fían los mercados de prestarle al MEDE, si el MEDE apenas tiene recursos propios?
Si el gobierno griego no paga, el MEDE no tiene capacidad para pagar la deuda que ha
emitido en los mercados para prestar al gobierno griego. Por tanto, ¿por qué los mercados,
es decir, los ahorradores de todo el mundo, si le prestan al MEDE y no al gobierno griego?
Pues porque el MEDE cuenta con el aval de los distintos gobiernos europeos. Si el gobierno
griego no devuelve el dinero que le ha prestado el MEDE, el MEDE devolverá la deuda a los
inversores que la hayan adquirido para prestarle al gobierno griego a través de los impuestos
que cobren los gobiernos europeos y sus ciudadanos para pagar la deuda que han avalado con el
MEDE. Por tanto, en realidad, claro que estamos expuestos al mismo riesgo de infago de Grecia
que si le hubiésemos prestado el dinero directamente. El MEDE es un instrumento, un vehículo especial
para organizar y canalizar los préstamos de los países de los estados europeos a Grecia,
no es otra cosa. Y, por tanto, que ese préstamo se canalice a través de un aval al MEDE en
lugar de mediante emisión, directa de deuda, es completamente irrelevante. Son diferencias
de articulación jurídica que no cambian el trasfondo económico. Y el trasfondo económico
es que cada familia española está expuesta a Grecia por 1850 euros como media. Es decir,
que si el gobierno griego no paga, nos tocará pagar a cada familia española una media de
1850 euros. Es verdad que hasta ahora nos han metido la mano en el bolsillo para prestarle
el dinero que hayamos ganado a los griegos, al gobierno griego, pero nos la meterán en
caso de que el gobierno griego no pague. Ahora bien, no hay que atribuir toda la responsabilidad
de esta irresponsabilidad a Grecia. Obviamente, si el gobierno griego no paga, la culpa,
gran parte de la culpa, será suya por seguir con las mismas prácticas de sonestas y manirrotas
de las últimas décadas. Pero hay una culpa que no podemos obviar, que es la culpa no
de la casta griega sino de la casta española, es decir, de Pepe y de Pesoe. ¿Por qué Pepe
y Pesoe nos han metido coercitivamente a todos los españoles en un rescate a una administración
clientelar, corrupta y burocratizada como la griega a la que nunca se debería haber
rescatado? Pues simplemente porque la factura corre a nuestra cuenta y no a cuenta de los
políticos que, para mantenerse en el poder y codearse muy a gusto en Europa con sus pares
políticos, no tienen ningún remilgo en meternos ahora o en el futuro la mano en el bolsillo
para rescatar a gobiernos sobre los que no hay ninguna confianza porque ningún ahorrador
del mundo está dispuesto a prestar al gobierno griego a los tipos de interés al que nos
están obligando a todos los contribuyentes europeos a prestarle a la burocracia Elena.
Por tanto, estamos ante un cálculo político de las élites extractivas españolas para
rescatar a las élites extractivas Elena y quien paga, como siempre, es el ciudadano,
es el contribuyente.