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Pedro Sánchez sí es presidente del Gobierno, pero está acorralado en el Congreso. Veámoslo.
El pasado 16 de noviembre, hace menos de dos meses, Pedro Sánchez fue investido presidente
del Gobierno de España. Y en ese momento ya publicamos en este canal un vídeo alertando
de que esta legislatura estaría marcada por cinco minorías de bloqueo, es decir,
cinco grupos políticos que tenían capacidad de bloquear la acción legislativa del Gobierno,
siempre y cuando, claro, PP y Vox, que son la oposición al Gobierno, también votaran en contra.
Esos cinco partidos, que cada uno de ellos constituye una minoría de bloqueo, no los cinco a la vez,
sino cada uno de ellos por separado, son Esquerra Republicana de Cataluña,
Junts per Catalunya, Bildu, PNV y Podemos. Pues bien, en la primera votación parlamentaria
importante desde la investidura de Pedro Sánchez, esas minorías de bloqueo ya han entrado en juego.
Ayer el Congreso de los Diputados tenía que convalidar tres decretos leyes que habían sido
aprobados un mes antes por el Gobierno de Pedro Sánchez. Recordemos que en teoría el decreto ley
solo se puede utilizar en casos de extraordinaria y urgente necesidad, pero el Gobierno de Pedro
Sánchez, como en gran medida también todos sus predecesores, lo emplean habitualmente como forma
de anticipar la entrada en vigor de normas que confían que posteriormente serán convalidadas
por el Congreso. Pero ayer esa convalidación no se dio en el caso de uno de estos tres decretos
y estuvo a punto de tampoco darse en el caso de los otros dos. Concretamente ayer el Gobierno
intentó convalidar en el Congreso tres decretos leyes. El primero, la llamada Ley Ómnibus,
que traspone una Directiva Europea en materia de Justicia y cuya implementación era necesaria
para que la Unión Europea desembolsara dentro de los fondos Next Generation 10.000 millones de
euros. El segundo, el Decreto Anticrisis, que pese a llamarse así, contiene una subida de liva
de la luz hasta el 10% y una subida de liva del gas hasta el 21% a partir de marzo. Luego es verdad
que también contiene la subida de las pensiones para compensar la inflación del año 2023 o la
prórroga de la bonificación del transporte público. Pero la subida de liva de la luz y del gas te la
ejecutan entera en este Decreto Anticrisis. Y el tercero, el Decreto Ley de la Reforma del
Subsidio de Desempleo, una reforma que elevaba durante los seis primeros meses el subsidio de
desempleo, no la prestación, sino el subsidio de desempleo de 480 euros mensuales a 570 y que a
partir del sexto mes los iba reduciendo progresivamente hasta de nuevo 480 euros,
y que además volvía compatible ese subsidio de desempleo con el empleo, es decir, una persona
que encontraba empleo seguía cobrando el subsidio de desempleo durante 180 días. Se trata además de
otra reforma que nos exige Europa para desembolsar los 10.000 millones de euros del siguiente tramo
de los fondos Next Generation. Pues bien, de estos tres decretos leyes que se llevaron ayer al
Congreso para ser convalidados, sólo los dos primeros terminaron siendo convalidados. El tercero,
el de la Reforma del Subsidio de Desempleo, no. Y como decía, a primera hora de la jornada parecía
que los tres iban a ser tumbados. ¿Y por qué? Pues porque, repito una vez más, en el Congreso
hay ahora mismo 5 minorías de bloqueo. Basta con que alguno de los 5 partidos que he mencionado
antes vote en contra de cualquier medida que plantee el Gobierno para que esa medida no salga
adelante, siempre y cuando, claro, ni PP ni Vox se bajen del carro y apoyen al Gobierno. Y ayer hubo
dos partidos que amenazaron con votar en contra de estos decretos. El primero de ellos era Junts per
Cataluña y el segundo Podemos. El resto de minorías de bloqueo, Esquerra Republicana de
Cataluña, PNV y Bildu, de momento están entregadas al sanchismo y dijeron que iban a aprobar los tres
decretos sin ningún tipo de contrapartidas al menos conocidas. Pero Junts per Cataluña amenazó
con tumbar los tres y Podemos amenazó con tumbar el Decreto de Reforma del Subsidio de Desempleo y
el Decreto Anticrisis, pues que el Gobierno tuvo que ceder a gran parte de lo que le reclamaban
Junts y Podemos para que estas minorías de bloqueo no bloquearan los tres decretos. A Podemos,
el Gobierno le concedió prohibir los desahucios hipotecarios de personas vulnerables hasta el
final de la legislatura, es decir, hasta el año 2028. Y a cambio de esto, Podemos apoyó el Decreto
Anticrisis. No así el Decreto de la Reforma del Subsidio de Desempleo, pero sí el Decreto Anticrisis.
Y Junts per Cataluña, por su parte, consiguió muchas otras concesiones. En primer lugar,
modificar la Ley de Sociedades para imponer que las empresas cuyo centro de actividad esté en
Cataluña tengan la sede social en Cataluña, aunque la hayan trasladado fuera de esta región.
A su vez, el Estado central también se hará cargo del coste total de la bonificación del
transporte de cercanías. Esta prórroga que hemos dicho que se extendía durante todo el año 2024
a la gratuidad del transporte público por cercanías, en el caso de Cataluña, será financiada
totalmente por el Estado central y no cofinanciada por la comunidad autónoma respectiva. Además,
el Estado también se ha comprometido a publicar los datos de balanzas fiscales interterritoriales,
unos datos que no se publican en España, por desgracia he de decir, desde el año 2014,
de manera que no podemos saber cuál es el saldo fiscal de los residentes en una región española
frente al conjunto del Estado, aunque sí sabemos que en el año 2014, hace una década,
los ciudadanos que tenían un peor saldo fiscal frente al resto del Estado eran los que residían
en Cataluña, Baleares y, sobre todo, Madrid. Y, por último, Junts per Catalunya también ha
conseguido que el Estado central delegue en la Generalitat catalana las competencias en materia
migratoria, a pesar de que el artículo 149 de la Constitución española establece que esta es una
competencia exclusiva del Estado central. Pero bueno, ya sabemos que en España la Constitución
cada vez pinta menos, básicamente porque el gobierno hace lo que le da la gana y luego el
Tribunal Constitucional, copado por miembros escogidos ahora mismo mayoritariamente por este
gobierno, luego el Tribunal Constitucional convalida, haga lo que haga este gobierno contra
la Constitución. De hecho, cuidado, Junts no sólo ha pactado que el gobierno central le transfiera,
le delegue las competencias en materia migratoria, también ha pactado que el gobierno no se las ceda
al resto de autonomías, porque oye, si estamos ante una mutación constitucional en función de la
cual la política migratoria deja de ser una competencia exclusiva del gobierno central,
pues entonces el resto de autonomías también deberían poder reclamar la cesión de esa
competencia, al menos las autonomías que se quieran hacer cargo de la misma. Pero no,
Junts ha pactado explícitamente con el gobierno de Pedro Sánchez que esa competencia sólo se le
puede acceder a la comunidad autónoma catalana. Escuchemos de hecho a Jordi Turull, secretario
general de Junts per Catalunya, explicar hoy mismo que han pactado con el PSOE ceder la política
migratoria sólo a la Generalitat catalana. Porque nosotros al PSOE también le hemos dejado claro que
si nosotros no íbamos a consolidar el café para todos. Hacemos esto por Cataluña, pero lo hacemos
para todos. No, esto es por Cataluña. Y esta ley orgánica será el 150.2 por Cataluña. Y
eso también les iba a quedar muy claro en el Partit Socialista. Vamos, que Sánchez no ha pactado
derechos, sino privilegios. Porque cuando no existe igualdad ante la ley, cuando unos tienen más
derechos que otros, lo que existen son privilegios. Y cuidado, yo soy plenamente partidario de la
mayor descentralización jurisdiccional posible. Pero lo que no es admisible es que se pacte que el
resto de regiones de España no puedan estar jurisdiccionalmente descentralizadas, que solo
algunas regiones tengan acceso a esa descentralización competencial. En cualquier caso,
a cambio de estas enormes cesiones en favor de Junts per Catalunya, Sánchez consiguió que Junts se
abstuviera, más bien se ausentara de la votación parlamentaria, y gracias a ello se convalidaron dos
decretos, el decreto anticrisis y el decreto de la ley ómnibus. Sin embargo, Podemos siguió votando
en contra del decreto que reformaba el subsidio de desempleo, y como Podemos también es minoría de
bloqueo, aunque Junts se abstuvo, aún en el caso de que hubiese votado a favor, pero aunque Junts se
abstuvo, el voto en contra de Podemos tumbó la reforma del subsidio de desempleo. En definitiva,
después de las anteriores elecciones generales, se nos dijo, se nos repitió, con razón, que en
una democracia parlamentaria no gana a las elecciones aquel que saca más votos en esas
elecciones, gana a las elecciones aquel partido que consigue reunir un número suficiente de diputados
en el Congreso como para gobernar. Por mucho que el PP de Feijó fuera la fuerza política más votada,
si el PSOE de Pedro Sánchez consiguió recabar un mayor número de votos en el Congreso para
investirlo presidente y gobernar a continuación, fue, en el fondo, Pedro Sánchez quien ganó las
elecciones. Pero claro, si la máxima correcta es que gana a las elecciones quien consigue gobernar,
la pregunta que acto seguido deberíamos plantearnos es ¿Gobernar cómo? Porque lo que ha quedado
acreditado tras menos de dos meses de gobierno es que la capacidad de gobierno de este Ejecutivo es
una capacidad tremendamente precaria. Puede que en el Congreso hubiera una coalición de investidura
suficiente, pero desde luego lo que no ha habido y lo que no hay hoy es una coalición de gobernabilidad
suficiente. En cada votación en el Congreso, este gobierno se va a enfrentar a cinco minorías de
bloqueo, algunas de las cuales no se sienten en absoluto interpeladas con la gobernabilidad de
España. Junts per Catalunya, por ejemplo, quiere separarse del Estado español y ellos mismos dicen
que no van al Congreso a pactar leyes que sean buenas para el conjunto de España, sino que van
a extorsionar al gobierno para que le siga dando competencias en ese camino hacia la independencia,
pase lo que pase en el resto de España. Nosotros somos aquí para Cataluña,
no somos aquí para ustedes o para el reino. En cada votación parlamentaria, este gobierno se
va a enfrentar a cinco minorías de bloqueo que saben que pueden extorsionar cuanto quieran a
este gobierno porque el único objetivo que tienen los miembros de este gobierno, y sobre todo el que
preside este gobierno, Pedro Sánchez, es la supervivencia política. Y a cambio de extender
el plazo de esa supervivencia política, este gobierno está dispuesto a hacer lo que sea,
caiga quien caiga.