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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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Jockovic ha sido finalmente expulsado de Australia. Una decisión justa? Veámoslo.
El tenista Servio Novak Jockovic ha sido finalmente expulsado de Australia en una
decisión que además ha sido validada por los tribunales del país. Por
consiguiente, parecería que, en efecto, Jockovic jamás tuvo derecho a entrar en
Australia, que la retirada inicial del visado fue una retirada conforme a la
ley, conforme al derecho, y que, en definitiva, todo lo que ha sucedido en
este caso se ha hecho bien por parte de las autoridades australianas, porque son
ellas las que finalmente han derrotado a Jockovic. ¿Es esta la conclusión que
cabe extraer de la reciente deportación del deportista Servio? Pues no tan rápido.
En un vídeo anterior ya expusimos la secuencia de los hechos que condujeron
a la retirada ilegítima del visado a Novak Jockovic. Retirada ilegítima del
visado según un tribunal del país. Ni siquiera según lo que nos gustaría o no
nos gustaría que fuera el derecho australiano, sino que, según el derecho
australiano, se violaron los procedimientos para retirarle a Jockovic
subisado y, por tanto, fue una retirada ilegítima según el propio derecho
positivo australiano. Todo lo que expongo en ese vídeo sigue siendo
perfectamente válido a día de hoy, con dos matices. Desde que lo publiqué han
aparecido dos nuevas informaciones que no está claro cuán relevantes son para
cambiar las conclusiones finales de ese vídeo. Por un lado, hemos conocido que
Jockovic, admitido por él mismo, cumplimento incorrectamente el formulario
de solicitud del visado al declarar que no había estado en terceros países
durante los días anteriores a la solicitud del visado. Por ejemplo, sabemos
que Jockovic sí estuvo en España a pesar de haber declarado que no había
salido de Serbia durante los días anteriores a la solicitud del visado.
Ahora bien, ¿cuán relevante es este hecho? Si hubiese marcado que visitó
terceros países antes de la solicitud del visado, ¿se le habría denegado este
visado? Pues no está claro. No es que las autoridades australianas exigieran para
conceder el visado que no se visitaran terceros países, era simplemente una
información más a evaluar por las autoridades australianas a la hora de
conceder o de denegar el visado. Lo que sí está claro es que mentir en la
solicitud del visado es un delito que podría llevar a la denegación del visado.
Pero de nuevo, si fue una mentira deliberada o fue un error de quienes le
rellenaron el formulario a Jockovic, es algo que debería dilucidarse
judicialmente si se pretende sancionar a Jockovic por esto. Y en segundo lugar,
también hemos conocido que el 16 de diciembre Jockovic estaba contagiado
por coronavirus. De hecho, ese contagio fue la base sobre la que obtuvo la
exención médica, que en un primer momento le permitió obtener el visado para
entrar en Australia sin estar vacunado, pero sorprendentemente el 17 de diciembre
por la mañana en lugar de guardar cuarentena, dado que estaba contagiado
por coronavirus, participó en actos públicos. Lo cual sugiere que, o bien
Jockovic es un irresponsable, porque estando infectado por coronavirus
participó en actos públicos, o bien que los resultados de la prueba PCR que se
hizo en Serbia y que dieron positivos eran unos resultados falsificados,
manufacturados, para obtener la exención médica en Australia. Por tanto,
irresponsable o mentiroso. Sin embargo, también cabe una tercera posibilidad que
es la que ha postulado Jockovic y es que el resultado de la prueba PCR que se
hizo el 16 de diciembre le fue comunicado por la tarde el 17 de diciembre y
por tanto el 17 de diciembre por la mañana, que es cuando participó en actos
públicos, todavía no sabía que estaba contagiado por coronavirus. En cualquier
caso de nuevo, si Jockovic efectivamente estaba infectado por coronavirus el
16 de diciembre, y él sí lo sabía el 16 de diciembre, lo que incumplió fueron
las normas del estado servio, no cumplió con las normas de cuarentena del
estado servio, no incumplió por tanto ninguna norma en el estado australiano.
Y si, en segundo lugar, lo que sucedió fue que Jockovic falsificó la prueba PCR
de tal manera que en realidad el 17 no estaba infectado por coronavirus y
por tanto podía participar en actos públicos sin ser un irresponsable, si
ese es el caso, si el resultado positivo de las pruebas PCR que se hizo en Serbia
es un resultado falsificado, de nuevo, esto es algo que debería demostrarse en
un juicio. No basta con que sospechemos que Jockovic está
mintiendo o está dejando de mentir, lo que deberíamos hacer en todo caso,
insisto, es demostrarlo. Y si se demuestra ante un tribunal, evidentemente el
tribunal le retirará el visado por haber presentado una prueba PCR
falsificada. Ahora bien, ¿acaso no se ha demostrado que Jockovic mintió? Porque un
tribunal australiano ha validado la decisión de retirarle el visado y de
deportarlo. Pues absolutamente no, la razón por la que se le ha retirado el
visado a Jockovic y por la que se le ha deportado no es que cumplimentara mal
la solicitud de visado, no es que presentara una prueba PCR falsificada,
no, la razón por la que se le ha retirado el visado es porque al ministro de
inmigración australiano le ha dado la real gana de retirarle el visado. Y es
que el ministro de inmigración australiano tiene el poder discrecional
de retirarle el visado a cualquier extranjero, alegando motivos de interés
público o de salud pública sin necesidad de justificar la base sobre la
que le está retirando el visado. No tiene que decir le retiro el visado porque
nos mintió en la prueba PCR, le retiro el visado porque se equivocó o nos
mintió al rellenar la solicitud del visado. No, simplemente tiene que decir
considero que es de interés público expulsar a esta persona del país lo
expulsamos. Leamos sino cuál fue la declaración oficial del ministro de
inmigración australiano para anunciar que había decidido retirarle el visado a
Jokovic y deportarlo del país. Hoy ejercí mi poder, mi poder, mi poder
personal, mi poder discrecional bajo la sección 133c3 de la ley de
inmigración para cancelar el visado del señor Novak Jokovic por motivos de
salud y orden público sobre la base de que era de interés público hacerlo,
retirarle ese visado. Esta decisión llegó después de la orden del Tribunal
Federal de Familia del 10 de enero de 2022 que anulaba una decisión previa de
cancelar el visado de Jokovic por motivos de equidad procesal. Es decir, lo que está
diciendo el ministro es como un tribunal le devolvió el visado a Jokovic porque no
se habían respetado sus derechos procedimentales, a mí ahora no me queda
más remedio que utilizar mis poderes extraordinarios para anularle
definitivamente el visado. Al tomar esta decisión consideré cuidadosamente la
información que me proporcionó el departamento del interior, las aduanas
australianas y el señor Jokovic. El gobierno de Morrison está firmemente
comprometido con la protección de las fronteras de Australia, en particular con
respecto a la pandemia de COVID-19. Agradezco a los funcionarios del
departamento de interior y a los funcionarios de aduanas que trabajan
todos los días para servir los intereses de Australia en entornos cada vez más
complicados. Y a su vez esta nota de prensa, esta declaración oficial del
ministro nos informa sobre el contexto dentro del cual el ministro puede ejercer
este poder extraordinario. El ministro de inmigración tiene amplios poderes
discrecionales para cancelar visados cuando sea de interés público hacerlo,
incluyendo motivos de salud, seguridad o orden público. Tras ejercer este poder,
la persona afectada en este caso Jokovic no podrá recibir un visado durante un
período de tres años excepto en ciertas circunstancias. Esas circunstancias
incluyen aquellas que afecten a los intereses de Australia o a la propia
compasión hacia el afectado. Todo esto, por cierto, ya advertimos que podía
perfectamente pasar en el vídeo que dedicamos a analizar el caso Jokovic.
Veamos el extracto de ese vídeo en el que hablé sobre esta posibilidad.
Y el quinto atropello que, por desgracia, puede terminar sufriendo Jokovic de
momento, todavía no lo ha sufrido, pero la espada de Damocles, si pesa sobre él,
es que finalmente el ministro de inmigración, el gobierno australiano,
decida en utilizar sus poderes extraordinarios, poderes que desde luego
no deberían tener, para expulsar a Jokovic por lo que ellos entienden que
es el interés general, que en realidad sería su interés personal de cara a las
elecciones del próximo mes de mayo. Pero si se le ha retirado el visado a
Jokovic, porque al ministro de inmigración le ha dado la gana a retirárselo,
ejerciendo su poder personal para retirárselo, porque el Tribunal
Supremo de Australia se ha tenido que pronunciar sobre este caso dándole la
razón al ministro. Bueno, en realidad el Tribunal Supremo de Australia únicamente
revisó si el ministro de inmigración había usado sus poderes discrecionales
dentro de la ley, es decir, únicamente contrastó si la ley habilitaba al
ministro a retirarle discrecionalmente el visado a una persona, apelando en este
caso a motivos de salud pública. Y lo que dijo el Tribunal Supremo es si ese
poder extraordinario lo posee el ministro y, por tanto, si el ministro lo ejerce,
la retirada del visado es conforme a derecho, porque hay una ley en Australia
que habilita al ministro del interior a retirar visados de manera absolutamente
discrecional. No es que el Tribunal Supremo entrar en el fondo del asunto, no es
que el Tribunal Supremo dijera si es verdad que hay un motivo de salud
pública para expulsar a Jokovic porque este señor es un peligro, porque
mintió en la declaración de solicitud del visado, porque presentó una prueba
PCR que se ha demostrado falsa. No, no, el Tribunal Supremo de todo esto no se
pronuncia, únicamente dice, ¿el ministro del interior tiene este poder? Sí, lo ha
ejercido, sí, pues entonces no hay nada más que hablar. Pero bueno, a lo mejor
cabría pensar que cuando el ministro de inmigración australiano ejerció sus
poderes discrecionales para retirarle el visado a Jokovic y apeló a motivos de
salud pública, el ministro de inmigración sí tenían la cabeza que Jokovic era un
peligro por todo lo que habíamos conocido recientemente sobre el caso
Jokovic, que relleno incorrectamente la solicitud de visado y que la prueba PCR,
el PCR positivo quizá era falso. Hay que aclarar que esto de que Jokovic fuera un
peligro para la salud pública es bastante discutible, porque Jokovic fue
obligado a hacerse nada más entrar en el país un test para acreditar que no
estaba infectado y en caso de que lo hubiese estado, debería haber guardado
cuarentena. Por tanto, sabemos que Jokovic entró sano en Australia y en la
medida en que se tutelen sus movimientos y en la medida en que se le
pueda exigir, por ejemplo, un test negativo diario, es muy complicado que
Jokovic pueda ser un peligro para nadie. No porta el coronavirus, no puede por
tanto contagiar el coronavirus y si se controla que en sus interacciones dentro
de Australia no se vea infectado por coronavirus, tampoco podrá infectar a
terceros. Pero, dejando esto de lado, aunque no estamos en la cabeza ni del
ministro de inmigración australiano ni del gobierno australiano, es bastante
discutible que se le retirara a Jokovic el visado por el hecho de que el
ministro y el gobierno australiano en general consideraran que Jokovic es un
riesgo para la salud pública. Todo apunta a que se le retiró el visado a
Jokovic para contentar a las masas de ciudadanos australianos que estaban
reclamando la expulsión de Jokovic, es decir, todo apunta a que se le retiró
el visado como ofrenda ante la turba. No olvidemos que en el mes de mayo de este
año hay elecciones federales en Australia y, por tanto, el gobierno
necesita mejorar su popularidad. ¿Cómo mejorar su popularidad? Pues buscando un
cabeza de turco al que cortársela para mayor disfrute de todas aquellas masas
de ciudadanos que deseaban cortarle la cabeza. ¿Por qué digo esto? Porque si leemos
la nota de prensa que publicó el ministro de inmigración australiano
después de conocerse que el Tribunal Supremo de Australia había validado su
decisión de retirarle el visado a Jokovic, en esa declaración se
vislumbra el motivo de fondo por el cual el ministro le retiró el visado. En esta
declaración del 16 de enero podemos leer, agradezco la decisión unánime del
Tribunal Supremo de Australia de validar mi decisión de ejercer mi poder
personal bajo la ley de inmigración, consistente en cancelarle el visado a
Novak Jokovic apelando al interés general. Como ya hemos explicado, el
Tribunal Supremo no entra a valorar los motivos por los cuales el ministro de
inmigración ejerce ese poder personal. Simplemente constata que tiene derecho a
ejercerlo según la ley australiana y que lo ha ejercido. La estricta política
fronteriza australiana nos ha mantenido seguros durante la pandemia, lo que ha
dado como resultado una de las tasas de mortalidad más bajas del mundo, una de
las recuperaciones económicas más sólidas del mundo y una de las tasas de
vacunación más elevadas del mundo. Y atención lo que viene a continuación, la
estricta protección de nuestras fronteras es una política esencial para
garantizar la cohesión social dentro de Australia. Los australianos han hecho
grandes sacrificios hasta este momento y el gobierno de Morrison está
firmemente comprometido con proteger esa situación tal como el pueblo australiano
espera. Es decir que se ha expulsado a Jokovic porque el pueblo australiano, el
pueblo soberano, así lo deseaba. El capricho de la masa frente a los
derechos de un individuo, que insisto no estoy diciendo que no hubiese que
revisar la documentación que aportó Jokovic, sobre todo en la medida en que
existan dudas sobre si el TES PCR era real o no era real o sobre si mintió
deliberadamente en la información que proporcionó en su solicitud de visado.
No estoy diciendo eso ni tampoco estoy diciendo que tras revisar esa
información no pueda concluirse que le debe ser denegado retroactivamente el
visado. Lo que estoy diciendo es que aquí no se ha hecho absolutamente nada de
todo esto. Aquí lo que ha terminado preponderando ha sido la arbitrariedad
de la masa sobre los derechos de un individuo. No se ha justificado por qué
esos derechos deben ser socavados. Se han socavado simplemente porque la mayoría
a través del gobierno así lo ha deseado. Que sí, que la legislación australiana
autoriza, habilita al ministro de inmigración a expulsar discrecionalmente
a aquellos extranjeros que no le guste que estén dentro del país. Pero
coincidiremos que ese mecanismo legalmente habilitado es un mecanismo
mucho más arbitrario y, por tanto, mucho más potencialmente lesivo de los
derechos de los individuos, de las libertades personales, que un procedimiento
reglado y contradictorio donde hay que justificar y demostrar sólidamente los
motivos para conculcar cualquier tipo de derecho de los individuos. Las
autoridades australianas decidieron renunciar a los procedimientos
garantistas para retirarle el visado a Jokovic, quizá porque pensaban que en
caso de seguir procedimientos garantistas no se le habría retirado el visado y
optaron, en cambio, por la vía autoritaria fácil. Te retiro el visado
porque aquí mando yo y así lo he decidido. Quizá Jokovic no debería haber
entrado en Australia. Quizá la prueba PCR que presentó estaba falsificada o
quizá la información incorrecta que proporcionó a los servicios de aduanas
era información crítica que habría motivado una denegación del visado.
Quizá Jokovic jamás debería haber entrado en Australia, pero lo que es
seguro es que Jokovic jamás debería haber sido deportado de Australia como lo
ha sido. Es decir, sin un procedimiento garantista donde se protejan sus derechos,
solo en virtud del ordeno y mando del ministro de inmigración australiano.