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Eduardo Arzón ha publicado un nuevo vídeo en el que replica a las críticas específicas que le planteé aparte del marco teórico que presentó en su tesis doctoral.
Vamos a analizar si estas críticas tienen o no tienen fundamento. Adelante.
Eduardo Arzón ha publicado un nuevo vídeo en el que da respuesta a las críticas que dirigí contra algunos aspectos del marco teórico de su tesis doctoral.
Recordemos que en el vídeo anterior ya expliqué por qué cuando Eduardo dice que un superávit público implica un déficit en el sector privado,
implica endeudamiento en el sector privado, no está interpretando adecuadamente los balances intersectoriales.
Lo único que nos dicen los balances intersectoriales es que si la parte del PIB que el Estado reclama como impuestos supera la parte del PIB
de la que dispone efectivamente el Estado, vía consumo público, es decir, si existe un superávit más PIB reclamado que más PIB dispuesto,
eso implica una correlativa deuda privada. ¿Por qué? Porque el Estado tiene todavía derechos pendientes de cobro en términos de PIB.
Es decir, hay producción final en manos del sector privado que el sector público ha reclamado como propia pero de la que todavía no se ha apropiado el sector público.
Y justamente por eso el sector privado puede invertir más de lo que ahorra sobre su renta disponible,
porque la renta disponible, que es renta después de impuestos, no se ve totalmente mermada por los impuestos.
Hay parte de la renta privada que el sector público ha reclamado como propia pero que todavía no ha cobrado en forma de transferencia de bienes y servicios finales.
Y en tanto en cuanto no la cobre, esos bienes y servicios finales permanecen en manos del sector privado y mientras permanezcan en manos del sector privado,
es decir, mientras el sector público no cobre los impuestos con bienes y servicios,
pues esos bienes y servicios que permanecen en manos del sector privado pueden ser invertidos por el sector privado.
Bien, Eduardo me dice que estoy equivocado. ¿Escuchemos a Eduardo para ver en qué estoy equivocado?
Está completamente equivocado y lo está porque interpreta mal los aldos sectoriales.
Estos aldos no nos hablan de deuda futura o de derechos de cobro pendientes como el CRE, sino que nos hablan de gastos e ingresos ya materializados.
Los aldos sectoriales, de lo que nos informan, es de cómo las transacciones entre sectores, entre el sector público y el sector privado, por ejemplo,
generan cambios en el stock de activos y pasivos de cada uno de sus sectores.
No lo digo yo, ¿eh? Lo dice el propio Eduardo Barzón en su tesis doctoral.
Los modelos flujos Toconsistente permiten una aproximación a la realidad económica a partir de los flujos financieros que se contabilizan entre los agentes económicos.
Todo ingreso de una gente se corresponde con un gasto de otro y del impacto que dichos flujos tienen en los stocks financieros.
Si una gente ingresa más de lo que gasta, experimenta un incremento de sus activos financieros o una reducción de sus pasivos financieros y viceversa.
¿Cómo que los aldos sectoriales no nos hablan de deuda o de créditos a futuro?
Los aldos sectoriales nos informan de qué le debe cada sector a otro, de cuál es la posición activa o pasiva de un sector frente a otro.
Tú mismo lo explicas bien en este párrafo en tu tesis doctoral. Por tanto, si un sector tiene más ingresos que gastos sobre otro sector,
por ejemplo, si el sector público tiene más ingresos que gastos sobre el sector privado,
entonces el sector público tendrá un derecho de cobro, un crédito, un activo frente al sector privado,
y el sector privado tendrá una obligación de pago, una deuda, un pasivo en favor del sector público.
Lo que pasa es que Eduardo Garzón parece que no entiende el principio de de vengo
y considera que todo ingreso ha de ser necesariamente un cobro y todo gasto ha de ser necesariamente un pago. Escuchemosle.
De hecho, si el sector privado le debiese algo al sector público, como dice Rayo, eso no aparecería en los aldos sectoriales,
porque todavía no se habría producido ningún gasto ni ningún ingreso.
Aparecería en el balance financiero del sector privado, pero no en la contabilización de sus gastos y ingresos.
Vamos a ver, Eduardo, estás confundiendo el principio de caja con el principio de de vengo.
El principio de caja nos indica que los cobros y los pagos se tienen que registrar cuando se produce el movimiento defectivo,
cuando efectivamente cobro o cuando efectivamente pago.
Ahora bien, los ingresos y gastos se regulan en función del principio de vengo.
Ingresos y gastos los contabilizamos, los registramos, cuando surge el derecho de cobro o cuando surge la obligación de pago.
Si el corte inglés me vende una mercancía y yo no se la pago en dinero ahora mismo,
sino que me quedo a deberle esa mercancía que me ha debido el corte inglés,
el corte inglés claro que se anota un ingreso, y yo claro que me anoto un gasto,
aún cuando no lo haya pagado y aún cuando el corte inglés no lo haya cobrado.
Precisamente si entendieras el principio de de vengo entenderías que esa transacción
figurará tanto entre los ingresos y los gastos de los agentes económicos como en su balance financiero.
Y el principio de de vengo también se aplica a los ingresos fiscales del estado.
El estado se anota un ingreso fiscal no cuando lo cobra en efectivo, sino cuando obtiene el derecho a cobrar en el presente
o en el futuro esa determinada cantidad o de dinero o de bienes, porque de esto hablaremos más tarde.
Por ejemplo, en este documento que nos resume cómo se contabilizan los ingresos del estado podemos leer.
El criterio general establecido en Contabilidad Nacional para la imputación de la mayor parte de los ingresos
y en concreto para los impuestos y cotizaciones sociales es el de vengo.
No obstante, puede haber ingresos de vengados en un ejercicio y que no lleguen a recaudarse nunca,
con el fin de evitar el efecto sobre el déficit público de los ingresos de vengados y no cobrados,
el Reglamento 2516-2000 del Parlamento Europeo y del Consejo de 7 de noviembre de 2000
modificó los criterios inicialmente fijados por el sistema europeo de cuentas,
estableciéndose que la capacidad de necesidad de financiación de las administraciones públicas
no puede verse afectada por los importes de impuestos y cotizaciones sociales cuya recaudación se incierta.
O dicho de otra manera, el sector público registra, contabiliza los ingresos cuando surge su derecho a cobrarlos,
salvo en el caso de aquellos que sean de cobro incierto y en ese caso no se contabilizarían todavía como ingresos,
sino que en todo caso se contabilizarían como tales cuando se cobren,
pero solo con respecto a aquellos cuyo cobro sea dudoso.
Para la amplísima mayoría de los impuestos, se registran cuando surge el derecho a cobrarlos
y, por tanto, cuando surge la correlativa obligación del sector privado a pagarlos.
Esto que dices a continuación, por tanto, no es así.
Los salvos no reflejan pagos que se van a hacer en el futuro, sino que refleja pagos que ya se han realizado.
Que no, que las obligaciones fiscales reflejan pagos que ya se han efectuado o que se van a efectuar.
No se regulan por el principio de caja, sino por el principio de devengo.
Esta es contabilidad básica y de verdad me sorprende que rayos se haya confundido con algo tan simple.
Sí, efectivamente es contabilidad básica y es algo muy simple. En fin, sigamos.
El déficit del sector privado no implica que familias empresas le deban algo al sector público,
sino que simplemente indica que las familias empresas ya le han pagado al Estado más de lo que han recibido de él.
Recordemos que estamos hablando de balances sectoriales en términos de PIB.
Y, por tanto, lo que nos está diciendo, Eduardo Garzón, es que el superávit público
implica que el sector privado le ha entregado más PIB, más producción final al sector público,
de la que el sector público le ha entregado de vuelta al sector privado.
Esto es analíticamente incorrecto.
Eduardo podría tener razón, que ni siquiera, pero podría tener razón en que el superávit en términos monetarios
puede conllevar que el sector privado le haya entregado más cantidad de dinero
al sector público de la que el sector público ha gastado en el sector privado.
Como ya he dicho, ni siquiera así tendría porque ser correcto, dado que los impuestos se registran siguiendo el criterio de vengo.
Y, por tanto, lo que en todo caso implicaría es que el sector privado ha efectuado más pagos
o tiene más obligaciones de efectuar pagos al sector público de los pagos o de las obligaciones de pagos
que el sector público ha mantenido con el sector privado.
Pero es que ni siquiera esto es lo relevante.
Como he dicho, hace un momento lo relevante es que estamos hablando en términos de PIB.
Y el PIB es producción final, no es dinero.
La cantidad de dinero de un país no está incluida en el PIB.
En el PIB aparece el valor de los bienes y servicios finales producidos en una economía durante un periodo de tiempo.
Y, por tanto, aunque el sector privado haya pagado, haya entregado efectivamente
mayor cantidad de dinero al sector público de la que el sector público le ha entregado de vuelta al sector privado,
mientras el sector público no utilice ese dinero que ha cobrado para comprar bienes y servicios en el sector privado,
entonces el sector privado seguirá teniendo un déficit en términos de PIB con el sector público.
El sector público, digamoslo así, tendrá una capacidad adquisitiva todavía no ejercitada sobre los bienes y servicios finales producidos durante este año,
pero que en todo caso puede terminar ejercitando en el futuro.
Cuando hablamos de impuestos en los balances sectoriales en relación al PIB,
en relación a la distribución entre sectores sector público y sector privado de la producción final de un país,
hablamos de estos derechos de cobro del sector público sobre el sector privado que todavía no han sido ejercitados.
Es decir, del PIB en manos del sector privado que todavía no ha sido transferido la producción final,
no los flujos monetarios, la producción final que el sector público ha reclamado para sí,
pero que todavía no ha sido transferida desde el sector privado al sector público.
Releamos ahora el párrafo que ya hemos leído de la tesis de Eduardo Garzón y las cosas cobrarán más sentido.
Los modelos de flujo esto consistente permiten una aproximación a la realidad económica a partir de los flujos financieros
que se contabilizan entre los agentes económicos o entre sectores económicos.
Todo ingreso de un agente, por ejemplo, el ingreso del sector público a costa del sector privado,
se corresponde con un gasto de otro, los gastos fiscales del sector privado en favor del sector público.
Y del impacto que dichos flujos tienen en los stocks financieros.
Si un agente ingresa más de lo que gasta, es decir, si los ingresos del sector público frente al sector privado
son superiores a los gastos del sector público frente al sector privado,
ese sería el caso en el que los impuestos se quedarán simplemente pendientes de cobro,
es decir, surge una nueva deuda del sector privado en favor del sector público
o una reducción de sus pasivos financieros.
Esa es la alternativa que está contemplando, que está analizando Eduardo Barzon,
que a efectos prácticos es equivalente a la anterior.
¿A qué nos referimos con una reducción de los pasivos financieros del sector público en manos del sector privado?
Pues a la moneda fiat. La moneda fiat, los dólares, los euros, los yenes, las libras,
son pasivos del estado en manos del sector privado.
Por tanto, si el sector privado paga impuestos,
no entregando porciones del PIB, no entregando bienes y servicios finales al sector público,
sino entregándole dinero con tanta insonante, dinero en efectivo,
lo que hace el sector privado es transferirle de vuelta al sector público
un pasivo financiero del sector público, los dólares, los yenes, los euros,
que estaba en manos del sector privado.
Por tanto, lo que sucede es que el pasivo financiero del sector público en manos del sector privado
se reduce. Pero aquí, repito una vez más, lo importante no es si el superávit en términos de PIB,
si cuando el sector público se arroga la propiedad de una porción de PIB superior
a la porción del PIB de que termina disponiendo temporalmente,
lo importante no es si este superávit en términos de PIB,
si este superávit en términos de contabilidad nacional se financia
o con un incremento de los derechos de cobro del sector público sobre el sector privado,
que es lo que expliqué en el vídeo anterior, o con una reducción de las obligaciones de pago
de las deudas del sector público en manos del sector privado,
que es hacia donde garzón, legítimamente, pero es hacia donde garzón quiere redirigir el debate,
da igual que se financie ese superávit en términos de PIB
o con un incremento de los activos del sector público frente al privado
o con una reducción de los pasivos del sector público frente al privado.
Lo crucial es que tanto uno como otro implican que hay porciones del PIB
que el sector público sea rogado para sí y sobre las que no ha tomado disposición,
si es porque existen impuestos pendientes de cobro en términos de PIB,
pues no ha tomado disposición porque no se ha apropiado de ese PIB,
si es porque los impuestos se han pagado con moneda fiat y, por tanto,
los impuestos se han pagado con una reducción de los pasivos del sector público en manos del sector privado,
el sector público sigue sin tomar posesión de ese activo porque no ha vuelto a gastar esos pasivos,
no ha vuelto a gastar los euros, los dólares o los yenes que ha cobrado
para comprar mercancías en manos del sector privado
y, por tanto, esas mercancías que eso es el PIB siguen en manos del sector privado.
Por tanto, repito una vez más, un superávit público no implica,
repito, no implica endeudamiento del sector privado con el sector privado.
Lo que implica, en todo caso, es endeudamiento,
pendiente de ser satisfecho del sector privado con el sector público
y, por tanto, derechos de cobro del sector público sobre el sector privado,
pero no deuda del sector privado con otros agentes del sector privado.
Por ejemplo, un déficit privado de 100€ no significa que familias y empresas
le tengan que pagar 100€ al Estado en algún momento,
sino que ya le han pagado al Estado 100€ más de lo que cobraron de él.
Imaginemos que las familias y las empresas le han pagado 300€ al Estado por impuesto
y que han recibido 200€ por el pago de ayuda pública.
El resultado es un déficit privado de 100€,
pero esto no implica, como arranamente cree rayo,
el sector privado le debe a 100€ al sector público.
Lo que implica es que ya le pagó 100€ de más.
Es muy diferente.
Como veis, Garzón sigue confundiendo flujos monetarios con flujos de mercancías.
Lo que está describiendo aquí es el pago de impuestos en términos monetarios,
que, recordemos, equivale a una reducción del endeudamiento del Estado con el sector privado.
¿Por qué? Porque lo que paga el sector privado en impuestos en este ejemplo de Garzón
son euros, son dólares, son libras, son yenes,
que, contablemente, es una deuda del sector público con el sector privado.
Por tanto, están saldando los impuestos reduciendo el endeudamiento
que el sector público mantenía en favor del sector privado.
Pero al reducir ese endeudamiento que el sector público tenía en favor del sector privado,
el sector público no está tomando control sobre ninguna unidad de PIB.
Por consiguiente, si estamos hablando de balances sectoriales en términos de PIB,
de cómo se distribuye el PIB,
ese pago de impuestos en términos monetarios
no equivaldrá a una redistribución del PIB en favor del sector público.
Las unidades de PIB seguirán en manos del sector privado
hasta que, por ejemplo, el Estado utilice los impuestos que ha cobrado
para comprar esa mercancía.
Pero en ese momento, la moneda fiat, que son pasivos estatales,
que había regresado a manos del sector público,
volverán a manos del sector privado.
Es decir, en ese momento, y desde un punto de vista financiero,
la deuda del sector público en manos del sector privado
volverá a incrementarse.
¿Por qué rayo que es un economista formado
al que se le presuponen conocimientos avanzados de economía?
¿Comete el error de creer que los aldos no pueden hablar de deudas
y no de gastos e ingresos materializados?
Justamente porque tengo algo de formación en este asunto,
asunto al que, por cierto, le has dedicado tu tesis doctoral,
no confundo el principio de vengo con el principio de caja,
ni confundo la circulación monetaria con la circulación de mercancías.
Y si hablamos de balances sectoriales en términos de PIB,
estamos hablando de circulación de mercancías,
no de circulación monetaria.
Pues probablemente porque comete el error de Bulto
de pensar en unidad de física en vez de unidad en monetaria.
De hecho, en su vídeo pone el trigo como ejemplo para medir el PIB.
Y claro, al medir las transacciones en trigo,
le parece imposible que se pueda entregar al Estado
más cantidad de trigo del producido, porque sólo lo produce el sector privado.
Daí que rayo piense que esa 100 unidades de déficit privado
es algo que tendrá que pagarse en un futuro cuando sean producidas.
Esto, disculpadme, pero es un completo disparate.
El PIB es el valor monetario, es verdad, el valor monetario,
pero de la producción final de un país.
Por tanto, si hablamos de balances sectoriales en términos de PIB,
estamos hablando de la distribución de esa producción final.
Midas el PIB en trigo, o midas el PIB en euros, o midas el PIB en yenes,
o lo midas como lo midas,
es imposible entregarle al Estado más producción de la que existe.
En cualquier caso, bajo cualquier supuesto,
es verdad que tú puedes pagar los impuestos no sólo con producción,
los puedes pagar o con activos financieros,
o reduciendo los pasivos financieros del Estado.
Pero incrementando los activos financieros del Estado,
o reduciendo los pasivos financieros del Estado,
no conseguirás que el Estado compre más PIB, más producción,
si esa producción no existe.
Por tanto, el problema no es medir el PIB en trigo,
ese no es un problema, porque además eso es una chorrada de objeción.
Quiero decir, si no queremos medir el PIB en trigo,
decimos una tonelada de trigo, es igual a una unidad monetaria,
y mi ejemplo sería exactamente igual de válido que antes.
No, ese no es el problema.
El problema es que estás metiendo dentro del PIB variables económicas,
como activos financieros y pasivos financieros,
que no forman parte del PIB.
Lo que ocurre es que en nuestras economías,
esas transacciones, por si alguien no se ha dado cuenta,
no se miden en trigo ni en cosas físicas,
sino que se miden en unidades monetarias.
Y estas unidades monetarias no necesitan ser producidas.
De hecho, nuestras economías modernas son los bancos,
tanto los privados como los centrales,
quienes las crean de forma instantánea.
Aquí fijaos que está confundiendo la función del dinero
comunidad de cuenta,
la unidad en la que medimos el valor de la producción,
con la función del dinero como medio de pago,
el instrumento con el que pagamos los impuestos.
Los impuestos en términos de PIB no se pagan en dinero,
se pagan en producción,
porque si el Estado no toma control sobre la producción,
sobre el PIB, el Estado no maneja más PIB.
Y por tanto, imaginad que el Estado se limita
a recaudar todos los euros o todos los dólares
que existen en circulación,
pero luego no los utiliza para comprar unidades de PIB.
¿Qué porcentaje del PIB termina en manos del Estado?
Ninguna.
Por consiguiente, desde el punto de vista de la contabilidad nacional,
si estamos midiendo qué porcentaje del PIB
se arroga el Estado como propia,
qué porcentaje del PIB termina en manos del Estado,
nos es indiferente si los impuestos se pagan
en activos financieros del sector privado
o en pasivos financieros del sector público.
Si hay circulación de activos financieros privados
o de activos financieros públicos sin que haya circulación
de mercancías, sin que haya circulación de porciones del PIB
y perfectamente puede haberla,
entonces que el Estado haya creado más impuestos
que el PIB que ha dispuesto,
que los impuestos sean superiores al consumo público,
solo implica un aumento del endeudamiento privado
frente al sector público,
porque el sector público acumula activos financieros privados
en su poder o, si lo queremos,
una reducción del endeudamiento del sector público
frente al sector privado,
porque los pasivos financieros públicos
en manos del sector privado
se reducen al ser transferidos de vuelta al sector público.
Si las familias y empresas no tienen esas 100 unidades monetarias,
las pueden obtener a través de créditos bancarios.
Si los ciudadanos utilizan pasivos bancarios
para pagar sus impuestos con el Estado,
entonces lo que sucede es que el Estado
incrementa sus derechos de cobro contra el sector privado.
¿Por qué? Porque la banca forma parte del sector privado
y los pasivos de la banca son deuda del sector privado,
deuda del sector privado que adquiere el sector público,
por tanto el sector público se convierte
en mayor acreedor que antes del sector privado.
Estamos por consiguiente en el mismo supuesto
que mencionaba yo en el vídeo anterior,
cuando hay un superavi público,
eso implica un incremento del endeudamiento
del sector privado en favor del sector público,
o también una reducción del endeudamiento del sector público
en favor del sector privado.
Pero lo que no implica, y ahí está la trampa
o el problema de comprensión de Eduardo,
es la necesidad de que el sector privado
se endeude con el sector privado,
no digamos ya a largo plazo,
una forma en la que puede surgir un derecho de cobro
del sector público contra el sector privado,
sin que haya un incremento del endeudamiento interno
del sector privado es con un simple aplazamiento de cobro.
Si el Estado debenga un derecho de cobro fiscal
y aplaza el cobro,
pues existe un derecho de cobro
del sector público frente al sector privado
sin que haya más deuda interna en el sector privado.
Otro ejemplo de cómo pueden pagarse los impuestos
sin ningún tipo de endeudamiento a largo plazo.
Imaginemos que yo he producido una tonelada de trigo,
si una tonelada de trigo por seguir
con el mismo ejemplo del vídeo anterior,
que tiene un valor monetario de 1.000 euros.
Imaginemos que el Estado
quiere comprar esa tonelada de trigo
para lo que sea, para consumo público interno.
Y yo tengo que pagar impuestos,
pero no puedo pagar los impuestos directamente
en el trigo que quiere el Estado,
porque esa modalidad de pago no está autorizada.
Podría estarlo, pero supongamos que no lo está,
que es en nuestras economías monetizadas lo más habitual.
¿Qué haré yo si necesito pagar impuestos
y no tengo dinero con tanta insonante?
Pues ir al banco pediré un crédito,
es decir, ahí sí aumentará el endeudamiento
del sector privado con el sector privado,
y lo que haré será utilizar la deuda bancaria
para transferírsela al sector público.
Utilizaré los depósitos bancarios
para pagar los impuestos contra el sector público.
¿Pero qué hará a continuación el sector público
con esos depósitos que ha cobrado?
Pues lo que hará será comprarme mi tonelada de trigo,
con lo cual yo le venderé la tonelada de trigo por 1.000 euros,
y esos 1.000 euros que yo habré cobrado
a cambio de la tonelada de trigo,
los utilizaré para amortizar mi deuda con el banco.
Por tanto, no hay ninguna necesidad
de que si hay producción constante y sonante,
si hay producción corriente,
los impuestos se paguen con deuda a largo plazo,
hipoteca o préstamos empresariales
que mencionaba Eduardo en el otro vídeo.
Por consiguiente,
los superávis públicos implican sí en deudamiento
del sector privado con el sector público,
pero no implican ni aumento de la deuda privada
con el sector privado,
ni, en todo caso,
aumento de la deuda privada a largo plazo
con el sector privado.
Y es que cuando Rayo habla del PIB,
utilizando unidades de trigo,
está incurriendo en un disparate académico.
El PIB jamás se mide en unidades físicas,
sino en unidades monetarias.
Y es que en un país no solo se produce trigo,
sino que se producen también casa,
máquina, servicio de todo tipo, etcétera, etcétera.
Y como todo eso no se puede sumar,
porque no puede sumar 1.000 unidades de trigo
con 1.000 máquina, por ejemplo,
lo que se hace es convertirlo todo unidad en monetaria.
Entonces ya sí se puede sumar,
porque todo está presado en la misma unidad.
A ver, Eduardo, como ya te he dicho,
esta crítica es una chorrada completa.
Si el PIB se mide en unidades monetarias,
es por lo que dices,
porque normalmente se producen muchísimas mercancías
muy distintas en la economía
y tenemos que sumar peras con manzanas
y, por tanto, para sumarlas,
necesitamos una unidad de cuenta común,
que es el dinero.
Ahora bien, si en mi ejemplo
estábamos hablando de una economía
con un único bien, el trigo,
entonces esa objeción no tiene ningún sentido.
Que sí, que me di el PIB en unidades físicas,
pero es que lo podría haber medido
en unidades monetarias
diciendo que una tonelada de trigo
es una unidad monetaria.
¿En qué habría cambiado el ejemplo?
En absolutamente nada.
Te estás agarrando a un clavo ardiendo.
Esto lo cambia absolutamente todo,
porque las unidades monetarias
no son cosas físicas
que haya que producir como el trigo,
sino un invento abstracto
que los seres humanos
utilizan para contabilizar sus transaciones
y que, por lo tanto, pueden crearse
en cualquier momento.
Puede que las unidades monetarias
sean un invento abstracto,
pero, desde luego,
el PIB no es un invento abstracto
y de lo que estamos hablando
es de balances sectoriales
en relación con el PIB.
Y el PIB son unidades físicas,
que sí, el valor monetario
de las unidades físicas,
pero unidades físicas.
Y, por tanto, si estamos hablando
de cómo se distribuye el PIB entre sectores,
lo que cuenta no es
cómo se distribuyen unidades
de una invención abstracta entre sectores,
sino cómo se distribuyen
las unidades físicas entre sectores,
con qué porciones del PIB
se queda cada uno de los sectores.
Te lo vuelvo a decir.
Estás confundiendo la función del dinero
comunidad de cuenta
con la función del dinero
como medio de pago.
Que el PIB se mida en dinero
no significa que las deudas
entre sectores en relación
con el PIB
se salden, en última instancia,
con dinero.
Se saldan, en última instancia,
con producción.
Porque si tú tienes intercambios
de activos y de pasivos financieros
que no se transforman en PIB,
entonces no tienes redistribución
del PIB entre sectores.
Y no me sirve como excusa
que Raya haya utilizado un ejemplo
para ilustrar de forma simplificada
su explicación.
Lo que ha hecho es una patada al rigor
que invalida su razonamiento.
Las simplificaciones pueden venir bien,
pero solo son válidas
cuando no alteran la naturaleza
de lo analizado.
Pero es que hablar de trigo
en vez de unidades abstractas
es hablar de otra cosa.
No es hablar del PIB
ni de los aldos sectoriales.
Que estás confundiendo
unidad de cuenta con medio de pago.
Que si en mi ejemplo
donde tienes 1.000 toneladas de trigo
hubiésemos dicho
que el valor de ese trigo
son 1.000 unidades monetarias,
absolutamente todo lo que dije
se iría siendo válido.
Si los impuestos hubiesen pagado
en unidades monetarias,
el Estado no habría tomado
de esa forma control sobre el PIB,
control sobre el trigo.
El Estado solo toma control sobre el trigo
cuando las unidades monetarias
que ha cobrado el impuesto
las gasta en adquirir el trigo.
Y si esas unidades monetarias
son deuda del sector privado
que se le entrega al sector público
lo que queda es endeudamiento,
mayor endeudamiento del sector privado
con el sector público.
Y si lo que se entrega
en forma de unidades monetarias
son pasivos del Estado
lo que sucede es que se reducen
los pasivos del Estado
en manos del sector privado.
Pero el PIB no cambia de manos
hasta que esos activos privados
en manos del sector público
regresen al sector privado
intercambiándolos por el trigo
o hasta que el Estado
vuelva a incrementar su endeudamiento
emitiendo nuevos pasivos
financieros del Estado
con los que adquirir
el trigo que se ha producido.
Por tanto, en términos de PIB
un superávit público
sí implica producción privada
que todavía no ha sido transferida
al sector público.
Por lo tanto, volviendo al déficit privado
de 100 de 100 unidades monetarias,
no de 100 cosas,
si el sector privado le ha entregado
100 euros de más al sector público
de donde los ha sacado
hay dos posibilidades.
Una, de su ahorro pasado
de un patrimonio que tenía ya acumulado
o dos, de nuevo dinero
solicitado en forma de crédito
a entidades financieras
que crean dinero
cuando conceden crédito.
Bueno, esto ya lo he explicado antes.
Si los impuestos se pagan
con deuda de los bancos
el sector público incrementa
sus derechos de cobro
frente al sector privado
y esos derechos de cobro
mientras no se intercambien por PIB
mientras no se ejerzan contra el PIB
no supondrá una traslación de PIB
al sector público.
Por tanto, en términos de contabilidad nacional
el PIB seguirá en manos del sector privado
y si lo que sucede
es que los impuestos se pagan con moneda fiat
es decir, compasivos del Estado
el pago de impuestos
supondrá una reducción
del endeudamiento del sector público
frente al sector privado
y, por tanto, el Estado no volverá a incrementar
su control sobre el PIB
hasta que no emita nueva moneda fiat
que intercambiar con la producción privada.
Es decir, hasta que el Estado
compre producción privada
incrementando su endeudamiento
con el sector privado.
Pero, por reiterarlo una vez más
la transferencia de deuda
del sector privado al sector público
que es una modalidad financiera
de pagar los impuestos
no implica necesariamente
un incremento del endeudamiento privado
dentro del sector privado.
Es perfectamente posible
constituir deudas del sector privado
en favor del sector público
sin que haya un endeudamiento interno
en el sector privado.
Y, desde luego,
sin que haya un endeudamiento interno
a largo plazo
y contractivos burbujísticos
en el sector privado.
Eso no tiene absolutamente nada que ver.
En consecuencia, el déficit privado
que no es que el sector privado
le dé algo al Estado,
sino que ya le ha pagado de más
implica que las familias de las empresas
han tenido que obtener el dinero
de algún sitio
y ese sitio sólo puede ser
el sector financiero
que crea dinero
cuando concede créditos.
Que no, Eduardo,
que si una familia le pide un crédito
al banco para pagar el impuesto al Estado,
lo que hace es pagar los impuestos
con deuda del banco.
Y como el banco forma parte
del sector privado,
el sector privado en su conjunto
sigue estando endeudado
con el sector público.
No es que el sector privado
ya haya pagado los impuestos
o los haya pagado de más.
No, el sector privado en su conjunto
habrá pagado los impuestos
con deuda del sector privado.
Y si tú pagas algo con deuda,
es decir, si pagas por novación,
lo que estás haciendo
a efectos prácticos
es retrasar el momento del pago.
Si yo voy al corte inglés
y le pago las mercancías con un pagaré,
no estoy pagando las mercancías.
Estoy retrasando el momento
del pago de las mercancías.
Las mercancías las pagaré
cuando pague el pagaré.
No ahora que he entregado un pagaré.
El pagaré es mi deuda
y la deuda es pago futuro.
Si los economistas no suelen ver esto,
es porque no le suelen
prestar atención
a la creación del dinero
por parte de los bancos.
Y así les va.
Así les va a aquellos economistas
que no saben que el dinero
que crean los bancos
no deja de ser deuda
de los bancos
y, por tanto, deuda
del sector privado
y que, por tanto,
pagar impuestos
con deuda
de los bancos
es transferir deuda
del sector privado
al sector público.
Es decir,
es incrementar el endeudamiento
del sector privado
con el sector público.
No es pagar las deudas de más.
Es dejarlas pendientes de pago.
Las deudas
se pagan
en términos de PIB
cuando se transfiere PIB.
No cuando se transfieren deudas,
que lo único que hacen es
retrasar el cobro.
El cobro en que,
en última instancia,
en términos de PIB.
En definitiva,
puede el Estado
tener superávit
sin que ello implique
un aumento
del endeudamiento privado
dentro del endeudamiento privado.
No digamos ya
un endeudamiento privado
a largo plazo
dentro del sector privado.
Radicalmente,
sí.
Lo único que implica
el superávit público
en términos de PIB,
que eso es,
repito una vez más,
lo que estamos midiendo
en los balances sectoriales
en términos de PIB,
lo único que implica
el superávit público
en términos de PIB,
son porciones del PIB,
adeudadas por el sector privado
al Estado
y todavía no puestas
en disposición del Estado.
No implica nada más.
Ese PIB adeudado
se puede manifestar
en activos financieros privados
transferidos al sector público
o en pasivos públicos
transferidos de vuelta
al sector privado.
¿Cómo se instrumente
el reconocimiento
de ese PIB adeudado
y todavía no entregado?
Es otro debate.
Ahora no existe necesidad,
no existe identidad
entre superávit público
y endeudamiento
del sector privado
dentro del sector privado.
Pero bueno,
rematemos el vídeo
con esta acusación gratuita
de Eduardo.
Pero veamos otro ejemplo
de qué le importa poco el rigor
y de qué se inventa
lo que yo he dicho.
Y claro, la consecuencia
de todo lo anterior
es que cuando el sector público
tiene un superávit,
como el superávit implica
un ciclo de endeudamiento privado,
ese endeudamiento privado
tiende a generar burbujas
en la economía
y finalmente crisis económicas.
Por tanto, superávit público
conduce, tiende a conducir
a crisis económicas devastadoras.
Y ahora repasemos
lo que dijo Eduardo
en el vídeo anterior
a ver si se parece algo
a lo que he resumido yo
en ese extracto
que nos ha destacado.
Y si queremos que el sector público
tenga superávit,
no queda más remedio
que sea el privado
el que tenga déficit.
Cualquiera de sus múltiples combinaciones,
si sale dinero
hacia otros países,
es decir, si el sector exterior
está ahorrando,
el superávit público
implica necesariamente déficit privado.
¿Las matemáticas son así?
¿Y qué implica que el sector privado
esté en déficit?
Es decir, gastando más
de lo que ingresa.
Pues que se están deudando,
que está obteniendo
el dinero extra
del crédito de los bancos
y de otras fuentes de financiación
que elevan su deuda privada.
Es el endeudamiento privado
de familias y empresas
lo que inyecta dinero
tanto en el sector público
como en el resto del mundo.
Y esto es absolutamente insostenible.
No puede durar mucho
porque la deuda privada
crecerá progresivamente.
Pero en algún momento
esas familias y empresas
no podrán seguir endeudándose más
y entonces la burbuja de deuda
estallará desembocando
en una crisis financiera.
A ver, a ver,
volvamos a escucharlo.
Como el superávit
implica un ciclo
de endeudamiento privado,
el superávit público
implica necesariamente
déficit privado.
¿Las matemáticas son así?
¿Las matemáticas son así?
¿O debían ser así?
Porque parece que ya no lo son.
Cuando se aplican
las mismas matemáticas
que utilizaba Eduardo Garzón
para resumir,
para sintetizar
la postura de Eduardo Garzón,
pues hay falta de rigor por en medio,
quizá porque no le gusta
que le retraten en el espejo.
Hago este vídeo
para explicar en qué se equivoca Juan Ramón Rayo
esperando que ni él
ni otras personas
vuelvan a caer
en el mismo error.
Ojalá, ojalá, Eduardo,
que te apliques el cuento.