This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
Estados Unidos pretende reemplazar a Rusia, por Venezuela, como socio productor y exportador de petróleo.
Pero realmente tiene el régimen de maduro capacidad para incrementar la oferta mundial de petróleo lo suficiente,
como para compensar un posible embargo energético contra Rusia. Veámoslo.
El Gobierno de Estados Unidos quiere imponer un embargo energético a Rusia,
y tal como explicamos en el vídeo de ayer, la expectativa entre los inversores de que ese embargo se materialice
ha disparado absolutamente el precio del petróleo hasta cerca de sus máximos históricos,
y el precio del gas muy por encima de sus máximos históricos.
Se trata de un shock económico de primer nivel que, si persevera en el tiempo,
ralentizará de manera muy intensa el crecimiento económico de occidente y disparará la inflación.
Con tal de minimizar, con tal de contrarrestar los impactos negativos que sobre la economía occidental tendrá ese shock,
el Gobierno de Estados Unidos se ha reunido recientemente con el Gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
¿Y para qué se están reuniendo los altos funcionarios de ambos gobiernos?
Porque están negociando la posibilidad de relajar, de rebajar las sanciones que desde hace años
aplica el Gobierno de Estados Unidos contra Venezuela y, más en particular,
contra el régimen autocrático de Nicolás Maduro, están negociando rebajar esas sanciones
para que Venezuela pueda volver a exportar petróleo en los mercados.
No en vano las exportaciones de petróleo venezolano en el mes de febrero de este año 2022
tocaron uno de los puntos más bajos de su historia. Venezuela apenas exportó 415.000 barriles de petróleo por día.
En comparación, en los años 2014 o 2015, estaba exportando prácticamente 2 millones de barriles de petróleo por día.
Por tanto, las exportaciones de áreas de petróleo se han hundido en más de 1,5 millones de barriles desde el año 2014 o 2015.
Por consiguiente, la lógica de esta operación es muy sencilla.
Si vamos a dejar de importar petróleo ruso, tenemos que buscar fuentes alternativas de suministro global de petróleo.
¿Cuál puede ser una de esas fuentes alternativas?
Venezuela, un país al que hemos excluido de los mercados internacionales durante los últimos años,
de modo que ahora podríamos volver a integrarlo para que vuelva a suministrar petróleo a esos mercados internacionales
de un modo similar a como Estados Unidos también está intentando integrar
en el mercado internacional de petróleo durante los últimos días al gobierno de Irán.
He de decir que aunque la operación pueda tener lógica desde un punto de vista bélico,
si nos estamos enfrentando a un enemigo muy poderoso, que es Rusia,
hemos de volver a tender fuentes con antiguos enemigos como Irán o Venezuela,
aunque pueda tener lógica desde un punto de vista bélico, desde un punto de vista moral, es muy cuestionable.
Es decir, estás entrando en guerra o en preguerra con un país, con un estado al que acusas de dictadura, quizá con razón,
y al mismo tiempo estás tratando de abrazarte nuevamente con otros países que también son dictaduras.
Es verdad que te estás enfrentando a Putin porque invade Ucrania,
pero al mismo tiempo te estás abrazando con el régimen de Irán, que tiene oprimida a su población,
o te estás abrazando con el régimen de Venezuela, que tiene invadida desde hace años a su población.
En todo caso, más allá de la lógica bélica o de la lógica moral, vamos a analizar la lógica económica de esta operación.
¿Tiene sentido embargar las exportaciones rusas de petróleo y tratar de reemplazarlas por nuevas exportaciones venezolanas de petróleo?
Pues en principio y aparentemente no mucho.
Como podemos ver en este gráfico, actualmente Rusia está produciendo más de 11 millones de barriles diarios de petróleo por día.
Al mismo tiempo, Venezuela está produciendo menos de un millón, en concreto 800 mil, barriles de petróleo por día.
Por consiguiente, si vas a embargar 11,3 millones de barriles de petróleo por día, que es la producción de Rusia,
si vas a dificultar, si vas a impedir, si vas a bloquear, que eso llegue al mercado,
desde luego no lo vas a reemplazar con 800 mil barriles de petróleo por día.
De hecho, es que como también podemos ver en el gráfico, la máxima producción de petróleo que ha alcanzado Venezuela en los últimos años,
que está además bastante cerca de sus máximos históricos, es de 2,5 millones de barriles de petróleo por día.
Los máximos históricos se ubican alrededor del año 2000, cuando superó los 3 millones de barriles de petróleo por día,
pero más o menos nos estamos moviendo en esos márgenes, 2,5 o 3,5 millones de barriles de petróleo por día,
frente a los más de 11 millones de barriles de petróleo por día de Rusia,
de modo que las cifras no salen de ninguna manera.
Es más, resulta poco verosimil pensar que a corto plazo Venezuela, aunque le levantes todas las sanciones,
va a ser capaz de regresar a la producción de 2,5 millones de barriles de petróleo por día,
básicamente porque toda la infraestructura de producción, de extracción de petróleo de Venezuela
lleva deteriorándose desde que llegó el chavismo al poder, y desde luego se ha deteriorado enormemente
durante los últimos años de colapso económico sin parangón en la historia de la humanidad.
Recordemos que el PIB de Venezuela se ha hundido más de un 80%,
y eso ha impedido reinvertir en el mantenimiento de las infraestructuras petroleras básicas.
Bien, parece entonces que esta operación de levantar las sanciones que pesan sobre el régimen de Maduro
para que pueda volver a exportar petróleo a los mercados internacionales con mayor facilidad,
parece que esta operación no tiene demasiado sentido.
Sin embargo, permítanme ofrecer otros datos y otra lectura de estas cifras
para que quizá lleguemos a la conclusión de que sí tiene algo de sentido en el largo y también en el corto plazo.
Con respecto al largo plazo, Venezuela es el país con las mayores reservas probadas de petróleo de todo el mundo,
incluso por encima de Arabia Saudí.
Las reservas probadas de petróleo en Venezuela superan los 300.000 millones de barriles de crudo.
En comparación, las reservas probadas en Rusia son un tercio,
apenas un stock de 106.000 millones de barriles de petróleo.
Por consiguiente, a largo plazo, Venezuela sí podría ser un socio comercial en materia de petróleo,
dado que tiene mucho potencial para extraer mucho más petróleo.
Sobre todo para extraerlo a los precios actuales,
porque el drama de estas reservas de petróleo venezolano es que son reservas de crudo extra pesado.
Es decir, se trata de un crudo que es muy costoso, muy caro de extraer,
y por tanto, para que sea rentable explotar estas reservas,
es necesario que el precio del petróleo esté muy alto.
Si el precio del petróleo está muy barato, no compensa en absoluto extraer esas reservas.
Pero como ahora el precio del petróleo está muy alto,
y si hay previsión de que se mantenga muy alto durante mucho tiempo,
entonces súbitamente estos más de 300.000 millones de barriles de petróleo en reservas de Venezuela,
entonces súbitamente se convierten en barriles de petróleo que ya pueden explotarse rentablemente.
Pero claro, todo esto es para el largo plazo.
En el corto plazo, la capacidad que tiene Venezuela de extraer petróleo es la que es,
y no parece que vaya a reemplazar el suministro ruso.
Sin embargo, también aquí hemos de efectuar dos comentarios.
Primero, como ya hemos dicho, Estados Unidos no está trabajando únicamente con el Gobierno de Venezuela
para incrementar la producción de petróleo exportado a los mercados internacionales,
sino también con el Gobierno de Irán.
Además, es muy probable que esté presionando al Gobierno de Arabia Saudí para que intente,
no está claro que pueda, pero para que intente incrementar la producción diaria de barriles de petróleo.
Y también Estados Unidos podría esforzarse por incrementar la producción autóctona de petróleo.
Todo ello podría compensar parcialmente el shock que supondría dejar a Rusia fuera de los mercados internacionales.
Pero, por otro lado, y hablando más específicamente del trato al que se puede estar intentando llegar con Venezuela,
Estados Unidos importa diariamente de Rusia 700.000 barriles de petróleo.
Estamos diciendo que Venezuela ahora mismo está exportando a los mercados internacionales 400.000
y que en el año 2015-2014 llegó a exportar 2 millones, por tanto, una diferencia de 1,6 millones.
Sólo con que Venezuela incrementara algo su capacidad de exportación actual,
por ejemplo, auxiliada por inversión y tecnología estadounidense,
solo con que Venezuela incrementara algo su exportación actual,
ese incremento de la exportación podría compensar para Estados Unidos el petróleo que dejaría de importar de Rusia.
Es factible que Venezuela incremente su exportación de petróleo por día en 700.000 barriles,
que es lo que Estados Unidos estaría dejando de importar desde Rusia.
Por tanto, quizá Estados Unidos, no lo sabemos,
al trato al que intenta llegar con Venezuela es a un contrato de suministro a medio largo plazo de petróleo,
no para el conjunto de los mercados mundiales, sino para el mercado estadounidense.
En definitiva, más allá de la opinión que podamos tener sobre la moralidad de estas actuaciones,
lo cierto es que reintegrar a Venezuela en el mercado internacional de petróleo
sí tiene sentido desde una perspectiva económica y estratégica.
En el corto plazo, Venezuela podría ayudar a compensar parte del posible embargo energético contra Rusia
y en el largo plazo, Venezuela tiene las mayores reservas petroleras de todo el mundo,
sobre todo si el precio del petróleo se mantiene en niveles cercanos a los actuales.
Aligarte con el diablo para derrotar a otro diablo supuestamente superior.