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¿Por qué Marx no nos proporciona en el capital información sobre la evolución de los salarios
en Inglaterra a partir de la década de los 50? ¿Qué hay detrás de esa omisión de
datos, de esa información sesgadamente incompleta? Veámoslo.
En un vídeo anterior ya mostré el uso poco riguroso y rayando la manipulación que hacía
Karl Marx de un documento estadístico del siglo XIX, como eran las actas de los inspectores laborales,
conocidas popularmente como Blue Books, para retorciendo esas actas, encajarlas con su
narrativa ideologizada. Pues bien, hoy os quiero hablar de otro uso bastante discutible que hace
Marx de las estadísticas económicas del siglo XIX. Y me estoy refiriendo concretamente a las
estadísticas salariales. Como probablemente muchos sepáis, la primera edición del volumen
primero del capital de Marx se publica en el año 1867 y hasta la muerte de Marx en 1883 se publica
una segunda edición en alemán, una primera edición en francés e incluso en el año 83,
postumamente una tercera edición en alemán. Todas ellas con sus correspondientes revisiones. Pues
bien, sentado esto, fijémonos en la crítica que efectúa Bertram Wolfe, uno de los fundadores del
Partido Comunista de Estados Unidos, que con el tiempo se convirtió en un intelectual y activista
anticomunista. Y anti-marxista, evidentemente. Dice Wolfe, a pesar de que Marx estudia las
estadísticas británicas hasta 1866, su análisis de los informes de salud pública llega hasta
1865, los de los informes de los inspectores fabriles, los blue books, hasta 1866, y cualquier
otro dato nos lo proporciona tan actualizado como puede, Marx no menciona una palabra sobre la
evolución de los salarios en Inglaterra a partir de 1850. De hecho, no hay ningún estudio serio de
la evolución de los salarios reales en el capital, se refiere. La primera edición de Das Kapital se
completó en verano de 1865, la segunda edición alemana se publicó en 1873, y Marx aprovechó para
hacer revisiones y correcciones, pero no modificó una sola palabra sobre la evolución de los salarios.
Justo antes de su muerte, preparó una tercera edición que fue publicada postumamente por Engels
en 1883. Sobre este asunto, el de los salarios, igualmente silencio. Tampoco los materiales que
dejó sobre el segundo y el tercer volumen del capital rompieron el silencio sobre esta cuestión,
sobre la evolución de los salarios reales. He de corregir ligeramente a Wolfe, y es que Marx en
el capital sí hace una referencia a la evolución de los salarios reales en distritos agrarios hasta
el año 1859. Es decir, que realmente las estadísticas salariales no terminan en 1850,
sino más bien en la década de los 50. Pero es verdad que en el capital Marx no se preocupa
por tratar de estimar cuál estaba siendo la evolución de los salarios reales en Inglaterra,
y desde luego deja de dar cifras de salarios nominales o reales a partir de la década de
los 50, a pesar de que, como bien indica Wolfe, otros indicadores de salubridad o de condiciones
laborales sí intenta actualizarlos tanto como puede. Los blue books, que tergiversó,
según explicamos en un vídeo anterior, son blue books publicados en la década de los 60. Es decir,
que recogen estadísticas laborales de la década de los 60. En cambio, Marx no nos presenta,
alguien podría sospechar que nos oculta, datos salariales actualizados a la década de los 60 y
mucho menos a la de los 70 en la segunda edición del capital o a comienzos de los 80 en la tercera
edición del capital. Nada de eso. Toda mención a los salarios queda fosilizada en el capital a
la década de los 50. ¿Y por qué Marx no actualiza las estadísticas salariales? ¿Por qué no nos va
contando en la primera edición del capital cómo estaban evolucionando los salarios en la década
de los 60? ¿O en la segunda edición del capital cómo estaban evolucionando los salarios en la
década de los 70? ¿O en la tercera edición del capital cómo estaban evolucionando los
salarios en la década de los 80? ¿Por qué no nos proporciona esta información que contextualice su
presunta descripción objetiva del desarrollo histórico del sistema capitalista con el objetivo
de ilustrarnos que efectivamente los trabajadores estaban siendo crecientemente pauperizados,
aún cuando fuera en términos relativos con respecto a los capitalistas? ¿Por qué no adjunta
evidencia empírica de su teoría, de su descripción objetiva del capitalismo cuando eso supuestamente
contribuiría a reforzar sus observaciones y su crítica a la economía política? Por ejemplo,
en el discurso inaugural de la Primera Internacional en 1864, Marx dice lo siguiente. Desde 1848 ha
tenido lugar en estos países, Europa continental, un desarrollo inaudito de la industria y una
expansión ni siquiera soñada de las exportaciones y de las importaciones. En todos ellos, el aumento
de la riqueza y el poder, restringido exclusivamente a las clases propietarias, ha sido en realidad
embriagador. En todos ellos, lo mismo que en Inglaterra, una pequeña minoría de la clase
trabajadora ha obtenido cierto aumento de su salario real. Pero para la mayoría de los trabajadores,
el aumento nominal de los salarios no representa un aumento real del bienestar. Y, asimismo,
en el capital podemos leer un texto muy famoso que reza lo siguiente. La ley que mantiene en
equilibrio la sobrepoblación relativa, o ejército industrial de reserva, y el volumen e intensidad de
la acumulación de capital, encadena al obrero al capital con grilletes más firmes que las cadenas
con las que Efesto o Atoa prometeo a la roca. Esta ley hace de la acumulación de miseria una
condición necesaria para la acumulación de riqueza. La acumulación de riqueza en un polo
es, al mismo tiempo, acumulación de miseria, tormentos para el trabajo, esclavitud, ignorancia,
embrutecimiento y degradación moral en el polo opuesto. Esto es, donde se halla la clase que
produce su propio producto como capital. Dicho de otra manera, Marx no tenía una
visión demasiado optimista ni demasiado positiva sobre la evolución de las condiciones de vida
de la clase obrera bajo el capitalismo. Y la métrica más importante para aproximar cómo
están evolucionando esas condiciones de vida de la clase obrera bajo el capitalismo son los
salarios reales. Por tanto, y sin querer afirmar que su teoría sea radicalmente incompatible con
que los salarios reales aumenten, en algunas partes de su obra Marx se cubre las espaldas,
dejando la vía abierta a que los salarios reales puedan aumentar, no así los salarios relativos,
es decir, el peso de la masa salarial sobre el PIB, pero sin querer afirmar que la teoría
marxista sea radicalmente incompatible con que se incrementen sostenidamente los salarios reales
dentro del capitalismo, desde luego un incremento sostenido de los salarios reales dentro del
capitalismo chirría con muchas de las descripciones sobre el funcionamiento de este modo de producción
que efectúa Marx. Por tanto, uno podría pensar que desde una perspectiva marxista es mejor omitir,
es mejor obviar aquellas estadísticas que apunten a una revalorización de los salarios reales.
Y la cuestión es justamente esa, que a partir de la década de los 50, y a diferencia de lo que
había ocurrido hasta ese momento, los salarios reales comienzan a aumentar en Inglaterra. Y es
esa parte de la historia económica, de la historia estadística de Inglaterra, la época en la que los
salarios reales aumentan sostenidamente desde la década de los 50 en adelante, es esa época
histórica la que Marx secuestra, omite, soslaya en el capital. En este gráfico podéis observar lo
que el historiador británico Robert Allen ha llamado la pausa de Engels. ¿Qué es la pausa
de Engels? El periodo, aproximadamente la primera mitad del siglo XIX de Inglaterra, en el que los
salarios reales están estancados. Robert Allen lo ubica hasta la década de los 40, pero bueno,
en el gráfico podemos observar que casi lo podríamos extender también a la década de los
50. Los salarios reales están estancados durante estos años, a pesar de que la productividad del
trabajo aumenta. ¿Y esto por qué es relevante? Pues porque el periodo en el que Marx y Engels
forjaron su ideología y su comprensión sobre el capitalismo, la década de los 40 y en gran medida
la década de los 50, es una década donde la hipótesis de la explotación del capital parecía
tener cierto sentido. Cada vez los trabajadores producían más y sus salarios permanecían
estancados. Sin embargo, como podemos observar, a partir de los años 60, los salarios reales de
los trabajadores ya empiezan a aumentar al mismo ritmo que la productividad del trabajo. Por tanto,
la pausa de Engels, el periodo en el que los salarios se pausaron, se estancaron, es una
rareza histórica, pero es una rareza histórica dentro de la cual Marx y Engels conceptualizaron
el capitalismo. ¿Por qué se dio esta rareza histórica? Bueno, hay diversas teorías. A mí
la que más me convence es la siguiente. Inglaterra se sobreendeudó durante las
guerras napoleónicas, la deuda pública sobre el PIB aumentó por encima del 200% y eso absorbió
una enorme cantidad de capital, no en inversiones productivas y reales, sino en financiar la deuda
pública. Todo ese ahorro que en ausencia de deuda pública habría ido a parar a crear nuevas fábricas,
a acumular nuevo capital físico, que habría impulsado al alza la demanda de trabajadores y,
por tanto, habría elevado los salarios, se hallaba congelada, inmovilizada en la deuda pública. Y,
por tanto, hasta que Inglaterra no se desapalancó y hasta que Inglaterra no pudo empezar a capitalizarse
productivamente de manera mucho más seria a partir de los 40 y sobre todo de los 50,
los salarios no empezaron a aumentar. Sea como fuere, esto sería objeto de debate y de análisis
en otro vídeo. Lo que aquí nos ocupa y nos interesa es que justamente cuando los salarios
reales empiecen a subir en Inglaterra, década de los 50 y sobre todo a partir de la década de los 60,
justamente a partir de ese momento, Marx le coloca un candado a las estadísticas salariales. No
refleja en el capital salarios reales la evolución o el nivel de los salarios reales a partir de la
década de los 50. Nos habla del estancamiento salarial, que ciertamente se había vivido en
Inglaterra hasta la década de los 50, pero ya no nos habla de cuando ese estancamiento salarial
es superado con una revalorización salarial continuada. Fue una omisión deliberada para
transmitirle al lector información incompleta sobre cuál estaba siendo la evolución salarial en
Inglaterra, de tal manera que la teoría de la explotación de Marx fuera más fácilmente
compatibilizable. Con esa evidencia histórica asesgada, con esos salarios reales estancados
y, por tanto, con esa porción creciente del PIB que va a parar a manos de los capitalistas,
los marxistas hablarían de una plusvalía relativa creciente como consecuencia de un incremento de la
subsunción real del trabajo frente al capital. Sea como fuere, eso no sucedió porque los salarios
reales aumentaron sostenidamente a partir de la década de los 50 y al mismo ritmo que la
productividad. Y eso es lo que Marx no nos cuenta. Y eso es lo que nos hace sospechar nuevamente que
Marx manipuló las estadísticas históricas para que encajaran en su relato ideológico.