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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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El gobierno de PSOE Podemos se niega a ajustar el impuesto sobre la renta de las personas
físicas a la inflación. Dice que hacerlo equivaldría a bajar impuestos y que la actual
coyuntura inflacionista no es la más adecuada para bajar impuestos. Pero es falso. Ajustar
el IRPF a la inflación no es bajar impuestos, es mantener impuestos, es no subir los impuestos.
¿Por qué razón? Veámoslo.
Alemania le saca los colores al gobierno de España porque el Ejecutivo Social Demócrata
alemán ha decidido que deflactará el IRPF a la inflación, es decir, que ajustará el
impuesto sobre la renta de las personas físicas a la subida de precios. Y el gobierno de España,
el gobierno social demócrata, se niega a tomar esta misma medida. Argumenta que ajustar
el IRPF a la inflación equivale a bajar impuestos y que en la actual coyuntura de alta inflación
no hay que bajar impuestos, porque si se bajan los impuestos se incrementa la renta disponible
que tienen los ciudadanos en sus bolsillos, tienen más capacidad de gasto y esa mayor
capacidad de gasto se traduce en más inflación. Dejando de lado este último argumento que
es incorrecto y que ya criticamos en un vídeo anterior, mi propósito en este vídeo es
uno muy sencillo, demostrar que ajustar el IRPF a la inflación no tiene nada que ver
con bajar impuestos y tiene todo que ver con mantener los impuestos. O dicho de otra manera,
si no se ajusta el IRPF a la inflación, como va a hacer Alemania y como no quiere hacer
España, lo que se está ejecutando por la puerta de atrás, eso sí, es una subida de
impuestos. Por tanto, no es lo mismo bajar impuestos que no subirlos. Y cuando el gobierno
de PSOE Podemos se niega a ajustar el IRPF a la inflación, se está negando a no subir
los impuestos, es decir, está apostando por subir los impuestos al conjunto de los ciudadanos
en unos momentos en los que la renta disponible de sus ciudadanos está cayendo. Empecemos
con la forma más sencilla de explicar por qué no ajustar el IRPF a la inflación equivale
a subir los impuestos. Imaginémonos un escenario en el que hay una inflación muy alta y que,
como consecuencia de ello, los salarios también se ajustan a ese incremento de los precios.
En el primer año, antes de que empiece la inflación, supongamos que el IRPF tiene
la siguiente estructura. Hasta 10.000 euros se paga el 10% de esos ingresos, de ese tramo
de ingresos, y a partir de 10.000 euros se paga el 30%. Pues bien, en ese caso, un trabajador
que ingrese 15.000 euros, ¿cuántos impuestos pagará? Pues por los 10.000, primeros euros
pagará 1.000 euros, el 10% de 10.000, y por los siguientes 5.000 euros pagará 1.500 euros,
el 30% de 5.000. Es decir, que en total este ciudadano, este trabajador que ingrese 15.000
euros, pagaría en IRPF 2.500 euros. ¿Qué porcentaje de su salario representa 2.500
euros? Pues 2.500 euros es el 16.6% de los 15.000 euros que ingresa. Por tanto, ese
16.6% sería el tipo efectivo que soporta ese trabajador frente al Fiscal Español.
El 16.6% de su salario es extraído, es arrebatado por la Hacienda Pública Española en concepto
de IRPF. Bien, ahora supongamos que al cabo de un año, o de varios años, no es relevante
para lo que vamos a explicar, se acumula una inflación del 100%. Tomo este número
para que veamos claramente la influencia que tiene la inflación sobre el IRPF. Es decir,
los precios se duplican. Los precios, por tanto, se duplican, y en este primer escenario
que estamos contemplando, los salarios también se duplican. Por tanto, este trabajador no
pierde poder adquisitivo, pero tampoco lo gana. Todo le sale el doble de caro, pero él también
cobra el doble. ¿Cuánto es el doble de 15.000? Pues, evidentemente, 30.000. Es decir, este
trabajador empezará a cobrar 30.000 euros al año. No es que sea más rico que antes,
porque todo cuesta el doble de caro, pero al menos no ha perdido poder adquisitivo.
Pues bien, si el IRPF no se ha actualizado a pesar de que ha habido un incremento de
la inflación del 100%, y esto tampoco es algo tan sorprendente, en España llevamos
sin actualizar el IRPF en función de toda la inflación que hemos experimentado desde
el año 2008, si el IRPF no se actualiza, ¿cuántos impuestos terminará pagando este
trabajador? Que, repito, no ha visto incrementado su poder adquisitivo. No es más rico, no
es más acaudalado. Pues los siguientes, sobre los 10.000 primeros euros que cobra seguirá
pagando 1.000 euros, lo mismo que antes, porque se paga el 10% sobre los 10.000 primeros euros
y por tanto siempre se paga 1.000 euros. La cuestión es que a partir de 10.000 euros
se paga el 30% y ahora sus ingresos a partir de 10.000 euros son 20.000 euros, con lo cual
pagará 6.000 euros sobre ese segundo tramo de ingresos. 1.000 euros más 6.000 euros
significa que en total este trabajador pagará 7.000 euros en impuestos, en IRPF, y 7.000
euros equivale al 23,3% de los 30.000 euros que cobra. Por consiguiente, este trabajador
que no se ha vuelto más rico cobra nominalmente el doble, pero todo le cuesta el doble, por
tanto su salario real es el mismo que antes, este trabajador que no se ha enriquecido va
a pagar más impuestos, va a pagar un tipo efectivo del 23,3% frente al 16,6% que pagaba
antes. O dicho de otra manera, es como si en ausencia de inflación el gobierno hubiese
aprobado que los trabajadores que cobran 15.000 euros en lugar de pagar el 16,6% paguen
el 23,3%. Bien, en este caso creo que lo entiende todo el mundo. Si nuestros sueldos aumentan
menos que la inflación, en realidad somos más pobres pero pagaremos más IRPF porque
parte de nuestro salario, que no es un incremento real de los salarios, tributará a tramos
más elevados del IRPF. Sin embargo, muchas personas consideran que este ejemplo no es
del todo relevante en el caso de España porque los salarios en nuestro país apenas están
incrementando. Por tanto, no hay mucha gente que esté en este caso, en el caso de que
le toque pagar más IRPF porque sus salarios hayan aumentado menos que la inflación o
lo mismo que la inflación. Pero es que es importante que entendamos que aún cuando
no aumenten nada los salarios, el IRPF, los impuestos que recaen sobre los ciudadanos,
si hay inflación se están incrementando. Veámoslo con este otro ejemplo. Imaginemos
que los precios se duplican y que nuestro trabajador del ejemplo anterior no ha recibido
ninguna subida salarial, es decir, ese trabajador sigue cobrando nominalmente lo mismo que antes,
15.000 euros. Si los precios se han duplicado y ese trabajador no ha experimentado ningún
incremento salarial, entonces su salario real se ha reducido a la mitad. Ese trabajador
tiene ahora la mitad de capacidad económica que antes, su salario nominal de 15.000 euros
equivale a un salario real de 7.500 euros. Es como si a ese trabajador le hubiesen rebajado
el salario nominal a 7.500 euros sin que hubiesen aumentado los precios. Pues bien, lo que nos
tenemos que plantear es ¿cuántos impuestos pagaría ese trabajador? Sí, en ausencia
de inflación, su salario nominal y, por tanto, su salario real, se hubiese reducido
a 7.500 euros. Y en este caso, la operación es muy sencilla. Si este trabajador cobra
7.500 euros, pagaría el 10% de 7.500 euros, es decir, 750 euros. Con lo cual, el tipo
efectivo que soportaría sobre sus ingresos sería del 10%. Sin embargo, con inflación,
este trabajador también ve reducido su salario real a 7.500 euros, pero el tipo efectivo
que soportará sobre su salario real es del 16,6%. No del 10%, sino del 16,6%. Dicho de
otra manera, antes de la inflación, la legislación fiscal consideraba que un trabajador que
tuviese un poder adquisitivo, una capacidad económica de 7.500 euros, tenía que pagar
un tipo efectivo del 10%. Después de la inflación y como consecuencia de no actualizar el IRPF
según la inflación, la legislación fiscal mágicamente y sin pasar por el parlamento
considera que un trabajador que tiene una capacidad económica, un poder adquisitivo
de 7.500 euros, ha de pagar ya no un tipo efectivo del 10%, sino del 16,6%. ¿Qué habría que
hacer para que esta subida generalizada de precios se traduzca o no en una subida generalizada
de salarios, equivalga a un incremento impositivo sobre el conjunto de los ciudadanos por la
puerta de atrás, sin ni siquiera pasar por el parlamento para que las cortes aprueben
este incremento impositivo? Pues lo que habría que hacer es actualizar automáticamente
la composición del IRPF en función de la inflación. En el ejemplo que hemos utilizado
con anterioridad, si ajustamos los tramos del IRPF en función de la inflación experimentada,
entonces no habrá ninguna alza impositiva encubierta. Hemos supuesto que la inflación
acumulada es del 100%. Por tanto, el IRPF debería quedar reconfigurado del siguiente modo.
Hasta 20.000 euros de ingresos nominales, recordemos que antes se dan 10.000, por tanto se duplica
el tramo inicial, hasta 20.000 euros de ingresos nominales se paga el 10%. A partir de 20.000
euros de ingresos nominales se paga el 30%. En ese caso, un trabajador que cobre 15.000
euros, que recordemos equivale a un salario real de 7.500 euros, pagará el 10% sobre
sus 15.000 euros, es decir, 1.500 euros, y el tipo efectivo será del 10%, que es el
mismo tipo efectivo que habría pagado un trabajador que ingresara 7.500 euros sin que
hubiesen subido los precios. Y a su vez, un trabajador al que se le duplique el salario
en línea con lo que han aumentado los precios, en línea con la inflación, es decir, un trabajador
que pase a ingresar 30.000 euros nominales que no reales, reales siguen siendo 15.000,
ese trabajador pagará por los 20.000 primeros euros de ingresos, el 10%, es decir, 2.000
euros, y por los siguientes 10.000 euros de ingresos pagará el 30%, es decir, 3.000 euros,
2.000 euros, más 3.000 euros, 5.000 euros, y 5.000 euros representan el 16,6% de su ingreso
nominal, que es el mismo tipo efectivo que pagaba antes de la inflación un trabajador
que ingresará 15.000 euros. Por consiguiente, deflactar el IRPF en función de la inflación
no es bajar impuestos, no pedimos ni siquiera eso, no llegamos ni siquiera a tanto. Deflactar
el IRPF, según la inflación, es mantener la carga fiscal sobre los ciudadanos, y como
poco eso, porque es que, además, aunque uno considere que hay que subir los impuestos,
esa elevación de los impuestos habría que aprobarla a través del Parlamento. No se
puede decretar una subida de impuestos generalizada de tapadillo sin pasar por las cortes, aprovechándose
de la subida generalizada de precios. Y eso es lo que cobardemente está haciendo este
gobierno, también los gobiernos anteriores, también el gobierno de Rajoy y también el
gobierno de Zapatero, que se aprovecharon exactamente de lo mismo, pero no exactamente
en la misma magnitud, porque la inflación que estamos experimentando estos dos últimos
años, en 2021 y en 2022, es una inflación histórica, y este gobierno está haciendo
históricamente caja con un empobrecimiento histórico de los ciudadanos.
Señores del gobierno, dejen de aprovechar la inflación para saquear a los ciudadanos,
actualicen el IRPF, y si luego quieren subir impuestos, vayan a las cortes, atrevanse,
tengan el arrojo de ir al Parlamento y solicitar a los diputados que en este momento de empobrecimiento
histórico de las familias españolas, hay que subir el IRPF, no ya a las rentas altas,
sino al conjunto de los ciudadanos. Pagen ese peaje político, ese precio político,
si consideran que eso es lo conveniente para el país. Pero dejen de robar a los ciudadanos
estafándolos, dejen de utilizar la inflación como salvoconducto para subir masivamente
los impuestos a todos los ciudadanos, sin que estos ni siquiera sean conscientes del
expolio al que ustedes les están sometiendo.