This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
Charlie Munger ha muerto a los 99 años de edad. ¿Qué 10 consejos nos dejó para tener
tanto éxito en la vida como lo tuvo él mismo? ¡Veámoslo!
Charlie Munger, el histórico socio de Warren Buffett y, por tanto, uno de los mejores inversores
de la historia, ha muerto a los 99 años de edad. Y como homenaje a una trayectoria profesional
tan inspiradora para tantísima gente, vamos a dedicar este vídeo a repasar 10 ideas o
10 consejos que el propio Charlie Munger consideraba claves para tener éxito en la vida y en la
inversión.
Primer consejo, trata de comprender el mundo con flexibilidad, sin dogmatismos. Charlie
Munger no poseía una educación absolutamente reglada en ninguna disciplina, pero intentó
saber mucho de todas las distintas disciplinas porque creía que todas ellas le serían útiles
para comprender el complejo mundo que le rodeaba. Munger siempre hizo hincapié en la necesidad
de contar con múltiples modelos mentales, es decir, de múltiples mapas mediante los
cuales orientarse en el muy complejo y diverso territorio que nos rodea. Necesitamos de modelos
para estructurar el conocimiento que percibimos a través de nuestros sentidos, pero hemos
de disponer de muchos modelos y de seleccionar en cada caso cuál es el modelo más adecuado
para comprender esa realidad. Si no tenemos modelos, no seremos capaces de interpretar
y de encajar los datos en un modelo que nos dé un significado más amplio, pero si utilizamos
un mal modelo en el que encajar los datos, entenderemos mal la realidad que nos rodea.
Quien no dispone de un martillo no podrá utilizar los clavos, pero a quien solo tiene
un martillo todo le parecen clavos, cuando lo que tenemos que tener es una amplia caja
de herramientas para poder interpretar la realidad tal cual es y a partir de esa correcta
interpretación de la realidad, transformarla a nuestra conveniencia. Y en este sentido nos decía
Charlie Munger, en verdad no sabes nada si solo recuerdas hechos aislados y tratas de encajar
esos hechos a golpes. Si los hechos no integran una teoría más amplia, esos hechos no te serán
de utilidad. Has de disponer de modelos en tu cabeza con los que ordenar tu experiencia y has
de disponer de múltiples modelos porque si solo usas uno o dos modelos mentales para comprender
el mundo, tenderás a torturar la realidad hasta que ésta se ajuste a tu modelo o al menos hasta
que creas que ésta ya se ajusta a tu modelo. Es decir que si no cuentas con múltiples modelos
mentales a través de los cuales interpretar la realidad, deformarás la interpretación de la
realidad para que encaje en tus marcos conceptuales previos y por tanto no entenderás la realidad.
Segundo consejo, vuélvete más sabio cada día. Justamente si se trata de comprender el mundo
disponiendo de múltiples modelos mentales a través de los cuales interpretar la realidad que nos rodea,
esos múltiples modelos mentales los vamos ampliando en número y mejorando en sofisticación,
adquiriendo nuevo conocimiento que nos permita incrementar el número y refinar el contenido
de esos modelos mentales. Los buenos modelos mentales a través de los cuales interpretar
el mundo no nos vienen dados, los adquirimos a través del conocimiento y por eso acceder
a nuevo conocimiento cada día es una forma de ir mejorando marginalmente esos modelos mentales
y por tanto de mejorar nuestra capacidad para comprender el mundo. Por eso Charlie Munger nos
decía que aquellos que sigan aprendiendo seguirán ascendiendo en la vida y por tanto, y a modo de
consejo, dedica cada día a intentar ser un poco más sabio de lo que eras cuando te despertaste.
Tercer consejo, ahorra para invertir. Una vez tenemos suficiente conocimiento para comprender
el mundo, o al menos para no andar demasiado desorientados por el mundo, es el momento de
empezar a invertir. Es el momento de buscar oportunidades en las que invertir. Pero para
poder invertir necesitamos ahorrar. Salvo que una tercera persona nos preste su ahorro,
la única forma en la que podemos invertir para nosotros mismos es ahorrando e invirtiendo ese
ahorro. Y por eso el tercer consejo de Charlie Munger es vive dentro de las posibilidades de
tus ingresos y ahorra para poder invertir. Cuarto consejo, trabaja duro. Para encontrar
oportunidades de inversión es necesario trabajar muy duro dado que habrá muchas otras personas que
estarán compitiendo contigo en buscar esas mismas oportunidades de inversión. Por tanto,
las oportunidades de inversión, salvo casualidades extraordinarias, no te van a golpear a ti a la
cabeza, sino que vas a tener que escarbar en el suelo hasta hallarlas. Y todo ello siendo
consciente de que si alguien escarba en ese sitio antes que tú, quien se quedará con esa
oportunidad de inversión será el otro, porque habrá trabajado más y más rápido para encontrar
esa oportunidad de inversión. En este sentido, nos decía Charlie Munger. No es propio de los
seres humanos tener tanto talento como para saberlo todo, sobre todo, en todo momento.
Pero a los seres humanos que trabajan duro en aprender, que miran y examinan el mundo en busca
de oportunidades, de vez en cuando terminan encontrando alguna. Quinto consejo, paciencia.
Precisamente porque aún cuando uno trabaje muy duro no es fácil encontrar buenas oportunidades
de inversión, lo que no ha de hacer uno es precipitarse. Más vale seguir trabajando duro
hasta encontrar una oportunidad de inversión con la que nos sintamos a gusto que abrazar
preventivamente una ficción de oportunidad de ganancia con la única finalidad de cantar victoria
y de obtener una recompensa anticipada a todo el trabajo duro que hemos desarrollado hasta ese
momento. Pero no habría que auto engañarse. Muy buenas oportunidades en la vida las habrá muy
pocas y, por tanto, lo que hay que hacer es estar preparado para aprovecharlas cuando surjan o
cuando las encontremos o cuando las creemos, pero no inventarnoslas artificiosamente porque
solo nos estaremos auto engañando y nos estaremos alejando de las auténticas oportunidades. Por eso,
según Charlie Munger, la mejor inversión no consiste en comprar o en vender, sino en esperar.
Y es que, apelando a su propia experiencia personal, a su experiencia junto a Warren Buffett,
lo que nos dice Charlie Munger es lo siguiente. Si excluyéramos nuestras 15 mejores inversiones,
habríamos obtenido unos resultados en la media del sector, es decir, unos resultados mediocres,
lo que diferencia a Munger y Buffett del resto de inversores han sido las 15 mejores inversiones
que han hecho Munger y Buffett. La clave de nuestro éxito no fue la hiperactividad,
sino la paciencia. Te mantienes fiel a tus principios y, cuando se presentan las oportunidades,
las aprovechas con determinación. Sexto consejo, sé prudente para minimizar los
errores. La paciencia no solo es una virtud porque te permite esperar hasta que surjan o hasta que
crees las auténticas e importantes oportunidades de ganancia, sino también porque la paciencia evita
o minimiza que cometas muchos errores. La hiperactividad suele estar asociada con una
comisión excesiva de errores y el primer requisito para ganar dinero es no perderlo.
Por eso Charlie Munger decía sobre Buffett y sobre él mismo lo siguiente.
Ahora bien, intentar minimizar los errores, o al menos los errores de brocha gorda,
los errores que sí pueden evitarse con prudencia y con paciencia, no equivale a tratar de buscar
la supresión absoluta de los errores en nuestra vida. Y es que vivir implica necesariamente
equivocarse y equivocarse debería implicar aprender para no repetir esos mismos errores.
En caso contrario, el miedo a cometer errores podría terminar siendo paralizante y ese sería
el principal error a cometer, no tomar decisiones por el miedo paralizante a cometer algún error.
Pero si no tomamos decisiones, también nos quedaremos sin la ganancia que puede derivarse
de esas decisiones. Por eso Charlie Munger también nos decía,
no hay manera de vivir una buena vida sin cometer errores.
Séptimo consejo, resiste la adversidad, justamente porque en la vida cometeremos
errores que no podemos evitar. O aún cuando no cometamos errores y, por tanto,
no tengamos ninguna responsabilidad, en algún momento nos vendrán sí o sí maldadas,
para poder seguir caminando, hemos de ser capaces de resistir la adversidad.
El propio Charlie Munger era un ejemplo vivo de esto. Alrededor de los 30 años se divorció
de su mujer, perdió a su primer hijo y se quedó ciego de un ojo. Y todo ello no solo fue devastador
desde un punto de vista vital, sino también financiero. Pero ello no impidió que Charlie
Munger se levantara, que siguiera andando y que encontrara el éxito. Por eso Charlie Munger decía,
asume que la vida será dura y luego pregúntate si puedes soportarlo. Y si la respuesta es que sí,
entonces has ganado. Octavo consejo, sé confiable. Tanto para buscar oportunidades de ganancia,
cuanto para resistir la adversidad, vamos a necesitar la compañía de otras personas.
Las aptitudes del ser humano se potencian junto con las aptitudes de otros seres humanos. Si nos
caemos, nos levantaremos más fácilmente si tenemos a alguien que nos ofrezca una mano y
nos ayude a levantarnos. Y para poder estar en compañía de otras personas que nos potencien y
nos protejan, hemos de ser confiables para esas otras personas. Es decir, esas otras personas han
de saber que también pueden contar con nosotros cuando lo necesiten y para lo que necesiten.
No es una relación unilateral, sino bilateral o multilateral. Por ejemplo, respecto a las
relaciones de pareja, Charlie Munger decía lo siguiente. ¿Cuál es la mejor manera de
conseguir una buena pareja? La mejor manera es merecer a esa buena pareja, porque una buena
pareja, por definición, no es alguien que esté loca. Por tanto, una buena pareja será alguien que
sepa escoger bien su compañía y, por tanto, para que te escoja a ti, has de ser merecedor
de ser escogido. Es decir, has de ser alguien confiable para esa otra persona. De ahí que
Charlie Munger llegara a decir lo siguiente. Recuerda que tu reputación y tu integridad son
tus activos más valiosos y que puedes perderlos en un instante. Noveno consejo, evita la envidia.
La envidia es un mecanismo evolutivo para evitar quedar demasiado desfasados respecto a los demás
que están progresando. Si yo me quedo quieto o avanzo un poquito, pero los demás avanzan muchísimo,
en términos relativos me estoy quedando muy atrás. Y la envidia es un mecanismo que evita
que esto suceda, porque me empuja a querer seguir el mismo paso o incluso a superar a los mejores del
grupo. Sin embargo, como toda emoción que puede tener una función evolutiva y adaptativa, puede
ser también una emoción que nos ofusque y nos anule. Si después de seguir todos los consejos
anteriores juzgamos que estamos viviendo una buena vida, si hemos alcanzado unos niveles de
prosperidad con los que estamos cómodos, no deberíamos envenenarnos por el mero hecho de
que a otros les vaya mejor. La sociedad no es una carrera donde uno deba quedar siempre por
delante del resto. La sociedad es un marco de cooperación dentro del cual persigue su
proyecto de vida y, lo importante, es que cada cual pueda alcanzar sus objetivos vitales respetando y,
en su caso, cooperando en alcanzar los objetivos vitales de otros. Por eso Charlie Manger decía,
«Dar la importancia a que alguien esté ganando dinero más rápido que tú es uno de los pecados
capitales. La envidia es un pecado realmente estúpido porque es el único con el que nunca
podrás divertirte. Implica mucho dolor y ninguna diversión. ¿Para qué querrías subirte en
ese tren? Y décimo consejo, evita la avaricia. La riqueza es un medio para alcanzar nuestros fines,
no es un fin en sí mismo. Y si convertimos la acumulación de riqueza en nuestro único fin vital,
entonces habremos mal gastado nuestra vida». Por eso Charlie Manger también sentenciaba lo siguiente,
«Si lo único que logras en la vida es hacerte rico, entonces tu vida es una vida fallida. La
vida es mucho más que ser hábil a la hora de acumular riqueza». No es que acumular riqueza
no sea importante o incluso muy importante, es que es importante o muy importante para algo,
para alcanzar otras metas. Y son esas metas las que cuentan a la hora de decidir si has vivido o
no has vivido una buena vida. Y un posible ejemplo de esas otras metas vitales la encontramos en el
propio Charlie Manger. Esta foto con sus 8 hijos, sus 15 nietos o sus 7 bisnietos probablemente
fuera para él una estampa mucho más ilustrativa de su éxito vital de lo que pueda serlo toda
su fortuna. Descansa en paz, Charlie Manger.