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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Brasil entra en deflación. ¿Verdad? O mentira. Veámoslo.
Prácticamente todos los países del mundo están sufriendo ahora mismo una
inflación histórica y en medio de este campo de espinas inflacionista
encontramos una flor y esa flor es aparentemente Brasil. En el día de
ayer pudimos leer en muchos medios de comunicación el siguiente titular.
Brasil entra en deflación. Un dato cuando menos sorprendente teniendo en cuenta que
el resto del mundo está sufriendo inflaciones del 8, del 9, del 10, del 15, del 20% por no
mencionar el caso de países vecinos como Argentina que tienen unas tasas de inflación
disparatadas. ¿Cómo es posible no ya que Brasil lo esté haciendo mejor que otros países?
Que sería algo perfectamente razonable. Sino que Brasil está experimentando
deflación cuando el resto del mundo, incluso Japón, está sufriendo inflación.
Bueno, pues porque los titulares que pudimos leer ayer son un ejemplo de mala
prensa económica o de prensa económica amarillista. Por dos razones. En primer
lugar, cuando se titula que Brasil está sumergido en deflación, se hace
referencia no a la tasa interanual de inflación, sino a la tasa intermensual.
Es decir, lo que sucedió en julio en Brasil es que los precios durante ese
mes fueron inferiores a los precios durante el mes de junio. Eso no significa que
Brasil esté experimentando interanualmente en julio de 2022 frente a
julio de 2021 una reducción de los precios. Ni mucho menos es así. En este
gráfico podemos observar la tasa de inflación interanual, que es el dato que
se suele dar normalmente en la mayoría de medios de comunicación. En este gráfico
podemos observar el dato de inflación interanual de Brasil. Y claramente
Brasil no está experimentando deflación. La tasa de inflación interanual en
julio fue del 10%. Los precios en julio de 2022 fueron un 10%
superiores a los precios de julio del año 2021. Hablar de deflación en este
contexto es tremendamente engañoso, por mucho que, en efecto, durante el mes de
julio, los precios con respecto a junio disminuyeran. Y precisamente por eso, en
el gráfico también observamos cómo la tasa de inflación interanual se
desacelera en julio. Venía subiendo en junio a tasa superiores al 11% y en
julio únicamente sube al 10%. Pero vamos, que ayer también conocimos los
datos de inflación en Estados Unidos y la inflación intermensual de Estados
Unidos en julio con respecto a junio fue del 0%. Los precios en julio, en términos
promedio, claro, no aumentaron en Estados Unidos frente a junio.
Significa eso, que Estados Unidos tiene estabilidad de precios y que no está
experimentando una dolorosa inflación. Claro que no, la inflación interanual en
Estados Unidos sigue siendo muy alta del 8,5%. Pues bien, en Brasil es del 10%.
Tan tramposo sería decir que Estados Unidos ya goza de estabilidad de precios,
como decir que Brasil está inmerso en deflación. Pero es que además, también
hemos de plantearnos por qué en el mes de julio Brasil experimentó en términos
intermensuales deflación. Es decir, porque los precios en julio descendieron con
respecto a junio. ¿Es que acaso las dinámicas inflacionistas subyacentes del
país ya han desaparecido? Porque aunque sea un dato intermensual, es la menor
variación de precios en un mes desde el año 1980.
Por tanto, aunque sea un dato intermensual, desde luego tiene su
relevancia. ¿Por qué ha sucedido, como digo, porque las dinámicas inflacionistas
ya no están ahí? No, o al menos no solamente por eso. El motivo fundamental
por el cual en julio descendieron los precios en Brasil respecto a junio es que
el gobierno de Bolsonaro ha reducido los impuestos que recaían sobre los
carburantes y los impuestos que recaían sobre la factura eléctrica. No es por
tanto que los precios antes de impuestos hayan dejado de aumentar. Es que se
corrige el aumento de precios antes de impuestos con una reducción impositiva,
con una reducción fiscal, para que estadísticamente los precios después de
impuestos no se incrementen. Cuidado, no estoy criticando la rebaja de impuestos
para tratar de paliar los efectos dañinos de la inflación. Lo que estoy
diciendo es que la inflación tiene unas causas subyacentes, un aumento
generalizado de los precios, y nos haríamos trampas al solitario si creyéramos
que esas causas subyacentes, que suelen estar relacionadas con la política fiscal
y la política monetaria, ya no están ahí simplemente porque hemos optado por
bajar de una vez los precios a través de una rebaja impositiva y, por tanto, en el
mes de julio parece que la inflación ha desaparecido. No tiene por qué ser así
ni mucho menos. Y desde luego titulares de prensa que hablen de que Brasil está
en deflación, no ayudan ni mucho menos a componernos una imagen realista de
cuál es la situación económica y la situación de los precios en este país.
Dicho lo cual, y como ya hemos explicado en otros vídeos anteriores, ahora mismo
la economía mundial podría estar orientándose en una dirección
desinflacionaria. ¿Por qué razón? Pues porque los bancos centrales, o al menos
algunos bancos centrales como el de Estados Unidos, están aumentando los
tipos de interés a una velocidad bastante elevada y eso está generando
expectativas de recesión. En una recesión, también en una recesión global, se
contrae el gasto agregado y, por tanto, las presiones inflacionistas se
relajan. Ya estamos viendo en los mercados de
Comodities, en los mercados de materias primas, como el mercado de petróleo,
cuyo precio está al mismo nivel que antes de la invasión de Ucrania, y
ya estamos viendo en los mercados de Comodities este efecto de reducción de
precios. Y, por tanto, también tiene sentido que esto se empiece a
trasladar a algunas economías como la brasileña, economías que además, y esto
sí hay que reconocerlo, se han preocupado por tratar de combatir la
inflación. El banco central de Brasil no se ha quedado ni mucho menos de brazos
cruzados ante la inflación, ha disparado los tipos de interés internos en el
país hasta el 13,75% precisamente para evitar una fuerte depreciación del
real brasileño. Y como podemos ver en este gráfico, desde
comienzos de 2021, que es cuando el banco central de Brasil comienza a subir los
tipos de interés, ha conseguido, con altibajos, pero ha conseguido desde 2021,
estabilizar el tipo de cambio del real frente al dólar, mientras que otras
divisas de la región y también del resto del mundo, sin ir más lejos, el euro,
se han depreciado de manera notable frente al dólar desde el año 2021, el
real brasileño ha conseguido mantener su tipo de cambio gracias a las subidas de
tipos de interés del banco central. Y el hecho de que el real no se haya
depreciado, no se haya depreciado fuertemente, sino que se haya
estabilizado, incluso en algunos momentos apreciado frente al dólar, ha
contribuido sin duda a que las presiones inflacionistas internas sean menores de
lo que alternativamente habrían sido. Pero eso es una cosa y otra muy
distinta decir que el país está en deflación o que los problemas
inflacionistas del país ya se han solucionado por el hecho de que, como
consecuencia de haber bajado los impuestos en el mes de julio, durante ese
mes los precios hayan caído frente al mes anterior. Una cosa es reconocer que la
política monetaria en Brasil ha remado a favor de contrarrestar la inflación y
no de alimentarla, otra que una política fiscal, una decisión de política
fiscal de una sola vez suponga equivalga a que la inflación ya ha
desaparecido del país. No son lo mismo y venderlo como lo mismo es un ejemplo de
mala prensa económica.