This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
Hace unos días se popularizó este gráfico que publicó la BBC, donde aparentemente
se indicaba que el grueso de la financiación para el desarrollo de las vacunas contra
el coronavirus había surgido, había partido del sector público.
Como podemos comprobar en esta infografía, todas las vacunas tenían una financiación
eminentemente estatal, mayoritariamente estatal, incluso algunas vacunas no tenían
en absoluto financiación de empresas privadas, como mucho financiación no gubernamental,
pero apenas financiación del sector privado, salvo la de Sanofi, que ha sido una de las
menos exitosas, porque todavía no ha sido desarrollada y se espera que esté desarrollada
a finales de 2021. Por tanto, parecería que la financiación pública ha sido totalmente
indispensable, ha sido la que ha capitaneado el desarrollo de las vacunas y, por tanto,
la que nos ha salvado de una de las mayores crisis sanitarias y económicas de nuestra
historia reciente. Y así, de hecho, lo entendieron diversos comunicadores, diversos
economistas, diversos políticos de izquierdas. Por ejemplo, Antonio Maestre publicaba
quién ha financiado las vacunas, sector público o sector privado. Los liberales colapsan.
Eduardo Garzón, también publicó un tweet diciendo la enésima evidencia de la superioridad
del sector público sobre el sector privado. Rubén Sánchez de Facua decía,
«La gran mayoría de vacunas se han creado gracias a la financiación pública, como
suele ocurrir con los grandes negocios». Y Javier Remírez, vicepresidente primero del
Gobierno de Navarra, escribía «El liderazgo de lo público y la búsqueda del bien común
en un solo vistazo. ¿Quién ha financiado la creación de las vacunas contra el COVID-19?».
El mensaje, por tanto, parecía claro, el sector público es más eficiente que el sector privado,
tal como se ilustra en el desarrollo de esta vacuna. En realidad, el argumento siempre
fue tramposo por varias razones. Primero porque que el sector público sea más eficiente que
el sector privado en el desarrollo o en la financiación del desarrollo de vacunas no
tiene por qué implicar que sea más eficiente en todo lo demás. Las vacunas cumplen con
las características de lo que en economía denominamos bienes públicos, es decir,
en principio y en ausencia de patentes. Y las patentes también son una herramienta
bastante criticada dentro de la filosofía liberal. Las vacunas, en ausencia de patentes,
tienen las características, decía, de un bien público, que es un bien público,
pues un bien en el que no existe rivalidad en el consumo, la información de cómo hacer
una vacuna una vez y existe y una vez es pública puede ser utilizada por todo el mundo
sin que ello les impida a otros utilizarla, y a su vez que no es posible la exclusión.
Ya digo, en ausencia de patentes, es decir, en ausencia de un mecanismo institucional
diseñado por el Estado para precisamente excluir cualquiera podría utilizar la información
de la vacuna, reproducirla y producirla por ellos mismos. Entonces, en ese contexto,
en el contexto de bienes públicos, de bienes no privados, bienes públicos,
no rivalidad en el consumo y no exclusibilidad podría ser que el sector público
si tuviese cierta ventaja a la hora de promover un desarrollo más rápido o más acelerado
y en mayor volumen. Eso no significa, insisto, que tengas la misma ventaja también
en los bienes privados, que son la inmensa mayoría de bienes que existen en nuestra sociedad.
Segundo motivo por el que esta argumentación era tramposa, la vacuna no ha sido desarrollada
por el sector público, ha sido desarrollada por el sector privado, todas las empresas
que hemos visto son empresas privadas, con financiación pública. En todo caso, lo que
pondría de manifiesto el gráfico, por tanto, es la superioridad de la colaboración
público-privada, pero no la superioridad del sector público sobre el privado,
porque si esta vacuna hubiese sido desarrollada por funcionarios estatales
en un laboratorio estatal, podría tener sentido decir que el sector público es más eficiente
que el sector privado, pero es que no ha sido así, ha sido desarrollada, insisto,
por empresas privadas, por trabajadores científicos contra todas las empresas privadas,
eso sí, según esta infografía, con financiación pública. Por tanto,
lo que podría poner de manifiesto es la superioridad de la financiación público-privada,
pero extrañamente estas mismas personas que nos decían que esta infografía ponía
de manifiesto la superioridad del Estado y la inferioridad del sector privado,
luego desdeñan con bastante radicalidad propuestas de colaboración público-privada
en ámbitos como la educación, por ejemplo, los conciertos educativos, como la sanidad,
los conciertos sanitarios o como las infraestructuras, por ejemplo, la construcción
de autopistas con concesión estatal. No digo que estas fórmulas sean acertadas
o sean adecuadas, yo personalmente tengo reservas con respecto a ellas, pero claro,
si uno dice que la financiación pública de empresas privadas es tan buena
y quiere generalizar ese principio al conjunto de la sociedad, resulta un tanto extraño
que en aquellos ámbitos donde sí se puede aplicar, porque hay partidos políticos
que hacen propuestas al respecto, que podrían tener el apoyo de estos intelectuales,
pues en esos casos no se apoyen esas iniciativas, que serían la extensión lógica
del principio que ellos estaban alabando. Y en tercer lugar, por qué esta infografía
era tramposa o, al menos, debería haber generado ciertas dudas entre aquellos
que la divulgaban, entre aquellos que la utilizaban para validar sus ideologías,
sus ideas, sus concepciones del mundo previas a conocer este gráfico, esta infografía,
pues porque la infografía tenía evidentes defectos en su confección.
Es verdad que conocer cuánto han invertido las farmacéuticas privadas
en el desarrollo de la vacuna es complicado, porque no es información
que hayan hecho todavía pública y accesible a todo el mundo, y, por tanto,
que era difícil contrastar esta información. Sin embargo, personalmente,
yo sí me había intentado informar, incluso antes de esta infografía,
sobre cómo se había financiado la primera de las vacunas, la de Pfizer y Biontech,
por la polémica que surgió en torno a si Pfizer había renunciado
a toda la financiación pública o no había renunciado a ella, etcétera.
Y ya digo, aunque la información no es todo lo transparente que nos gustaría,
lo que sí sabíamos es que el coste de la vacuna de Pfizer y Biontech
rondaba los dos mil millones de dólares, que Pfizer, además,
era la encargada de desembolsar inicialmente, hasta que la vacuna
se comercialice todos los costes del desarrollo y que, una vez la vacuna
se comercialice, Biontech se da cargo, le reembolsará Pfizer la mitad
de estos costes del desarrollo. Entonces, viendo la infografía
que presenta la BBC, pues claramente vemos que ahí hay alguna rata,
porque, según la BBC, el coste de la vacuna de Pfizer y Biontech
apenas ha costado 400 millones de libras. Es más, incluso la infografía
está mal diseñada, porque si os fijáis, lo que dice la infografía
es que cada cuadrado representa 100 millones de libras, y en el caso
de Pfizer, Biontech, sólo hay tres cuadrados, es decir, que por un lado
nos dice que el coste de la vacuna son 400 millones de libras y por otro,
según los cuadrados, ha costado 300 millones de libras. Había, por tanto,
un defecto clarísimo en esta infografía y algunos así lo hicimos notar.
Por ejemplo, yo mismo publiqué el siguiente tweet.
Pues, hombre, la vacuna de Pfizer y Biontech no ha costado 406 millones
de libras, sino casi 2.000 millones de dólares, y de hecho, según la infografía
3 cuadrados, ha costado 300 millones de libras, ni la propia imagen
es coherente con sus propios datos. La infografía, por tanto,
estaba mal y con una cierta investigación, es verdad que los datos
no eran fácilmente accesibles, que había que hacer una cierta investigación, pero
con una cierta investigación se podía averiguar que al menos algunos de ellos
tenían deficiencias y que, por tanto, quizá el conjunto de información
que aparecía en esa infografía no era del todo fiable. Pues bien,
hoy la BBC ha actualizado los datos de su infografía
y la imagen que plantea es totalmente distinta
a la que se reflejaba en su primera infografía.
¿Cómo podemos observar ahora la financiación privada de empresa privada?
Si añadimos la no gubernamental, que también es privada, pues todavía más, pero la financiación
privada de empresas privadas se vuelve
mayoritaria en varias vacunas como la de AstraZeneca, la de Pfizer
Biontech, que tiene un costa actualizado no de 400 millones de libras,
sino ya de más de 2.000 millones de libras
o incluso en la de Johnson & Johnson. La pública sigue siendo mayoritaria en la
de Moderna, en la de Novavax, incluso en la de CureVac, pero
lo que vemos es que el sector privado sí ha tenido un peso,
una importancia crucial a la hora de desarrollar dos
de las tres vacunas que de momento tenemos aprobadas
para combatir el coronavirus en el año 2021. Con la actualización
de los datos, por supuesto, hay muchos debates que subsisten, no quedan zanjadas
todas las cuestiones. Por ejemplo, ¿podría AstraZeneca haber sido capaz
de desarrollar su vacuna sin la financiación pública? ¿O de haberla
desarrollado tan rápido como la ha desarrollado? ¿Podrían haberlo hecho
Pfizer y Biontech? Bueno, en este caso, tiendo a pensar que sí, porque
como veis, la financiación pública es bastante residual
y Pfizer tiene un músculo financiero enorme para haber suplido
si hubiese sido necesario esos 400, 500,
millones de libras que ha desembolsado, esencialmente, el gobierno
alemán. Otra cuestión pertinente que desde luego podría plantearse
es, ¿estas empresas privadas habrían desarrollado la vacuna sin un sistema
de patentes que protegía su propiedad intelectual y que les concediera
un monopolio temporal, temporal pero largo, sobre la
explotación comercial de esas vacunas? Bueno, son preguntas que desde
luego son relevantes y que podrían dar un cierto papel a la intervención
pública. Un papel de financiación subsidiario de la
investigación y el desarrollo que tiene lugar en el sector privado
y un papel de protección de la propiedad intelectual. Personalmente
no coincido ni con un papel ni con el otro, aunque coincido que
en la investigación farmacéutica es donde quizá podría tener alguna
justificación o podría llegar a ser necesario por los enormes costes
que tiene desarrollar una vacuna. Enormes costes que de todas formas están
muy vinculados con las regulaciones estatales que aprueba
el propio sector público para garantizar no sólo que la vacuna
no tiene efectos nocivos para quienes la reciben, sino
también que tiene eficacia comprobada. En todo caso, ese sería otro
debate. La cuestión ahora mismo es que la infografía inicial estaba mal,
que la infografía corregida lo que nos dice es que el papel preponderante
de la inversión en el desarrollo de estas vacunas ha sido del sector privado
sin que ello signifique que el sector público no ha jugado ningún papel, pero que en todo
caso ha jugado un papel en la financiación, no en la
provisión directa del desarrollo de la investigación
de estas vacunas. La investigación y el desarrollo sí ha sido 100% privado
y ha sido 100% desarrollado por empresas privadas aún cuando
hayan recibido financiación pública. Y por tanto, todos aquellos que quisieron
utilizar el gráfico de la BBC como una demostración de que el sector
público es superior, intrínsecamente al sector privado, creo
que deberían rectificar porque este gráfico era un gráfico
incorrecto y porque el gráfico correcto lo que pone el manifiesto
es que la investigación y el desarrollo han sido ejecutados
por el sector privado y han sido financiados en la mayoría
de las vacunas, mayoritariamente por el sector privado.
Quizá el sector público pueda tener un papel, pero ese papel en todo
caso será un papel subsidiario, un papel no protagonista
a la hora de proporcionar desarrollo, innovación, progreso
y bienestar a los ciudadanos.
Subtítulos por la comunidad de Amara.org