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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

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Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Mi intención es analizar el sistema público y el sistema privado de pensiones, es decir,
cómo podemos jubilarnos a una determinada edad adquiriendo una renta aceptable que nos
garantice lo que muchas veces la propia izquierda dice, una pensión digna. Vamos a ver cómo
logra una pensión digna que por digna siempre se quiere decir cuantiosa, lo que pasa que
eso es el bill metal y demás, pero una pensión cuantiosa y digna.
Entonces, antes de eso, simplemente hago una noción de cómo se crea riqueza en su
ciudad, por el claro, si nosotros queremos ser más ricos de lo que lo somos ahora en
el futuro, lógicamente tendremos que ver cómo crear riqueza, pero si no creamos riqueza
solo consumiremos más en el futuro a costa de socavar más la riqueza presente. Entonces,
para crear riqueza hay dos posibilidades, bueno, crear riqueza o para acumular riqueza,
mejor dicho. Una sería el simple atesoramiento de dinero, que es yo voy metiendo oro debajo
del colchón o euros, bueno, eso no lo aconsejaría, debajo del colchón para desacumularlo en
un momento futuro cuando yo lo necesite. Entonces, ahí renunciamos a consumir hoy,
a gastar hoy para consumir más en el futuro, pero no queremos someternos a ningún riesgo,
no queremos minimizar nuestra incertidumbre y no queremos participar de ningún proceso
empresarial de creación de bienes económicos. Con lo cual, pero ahí las posibilidades de
expandir nuestra base de consumo futuro a partir de nuestra capacidad de consumo presente
son bastante reducidas, porque lo único que hacemos es guardarlas cosas en un almacén
para reutilizarlas o para emplearlas cuando nos hagan falta. Y luego, hay una segunda posibilidad
que es la inversión productiva, que es crear modelos de negocio o participar en modelos
de negocio o contribuir a crear modelos de negocio que sirvan para generar en el futuro
bienes económicos que satisfagan a los consumidores, que generen valor para los consumidores.
Entonces, renunciamos hoy a consumir para consumir más mañana, como en el caso del atesoramiento,
pero nos sometemos a incertidumbre. ¿Por qué hay incertidumbre? Porque el modelo de negocio
en el que participamos no da ni mucho menos un rendimiento asegurado, el rendimiento depende
de que ese modelo de negocio triunfe y proporcione bienes que satisfagan a los consumidores,
como cual es algo relativamente incierto, difícil de alcanzar, etcétera. Es la típica pregunta
que se debe hacer a la gente cuando piensa que el capitalista prácticamente le llega
al dinero o porque sí. Si cada uno de vosotros, a cada uno de vosotros, se os diera un millón
de euros y se os pidiera cómo rentabilizar ese millón de euros, ¿sabríais cómo hacerlo?
Todos sabríamos. Eso está claro. Me compro un Ferrari. Digo, invertirlo y sacarle rendimientos,
incluso ser capaces de vivir de esos rendimientos. Porque, vamos a ver, si os ganó un millón
de euros al 5 al 6% os da una renta anual de 50.000, 60.000. Es decir, con un millón
de euros podríais plantearos ya, retiraros y dejar de trabajar de por vida. ¿Seríais
capaces de lograr con un millón de euros sostenidamente una renta tampoco extraordinariamente
alta del 5 del 6% anual? Pues es complicado. Entonces, la creación de riqueza está sometida
a mucha incertidumbre, hay muchos cambios en los gustos de los consumidores, en las
técnicas productivas, aparecen nuevos planes de negocio que desbancan a los existentes
mejorando algunos de estos elementos, etcétera. Entonces, se renuncia a consumir hoy y se
renuncia a tener asegurados los bienes de consumo en el futuro a cambio de qué. No
a cambio de tener los mismos bienes de consumo que si los guardáramos en el almacén, sino
de incrementar nuestra participación en los bienes de consumo que se produzcan en el
futuro. De ahí, de hecho, viene la justicia de las rentas que obtienen los rentistas.
Los rentistas contribuyen a crear bienes futuros, postergan su consumo, dan tiempo a que maduren
las inversiones y se someten a riesgos, a riesgos de acometer proyectos de inversión
que pueden fracasar y donde pueden perder todo aquel capital que han ido acumulando.
Y por eso, su rentabilidad está más que justificada siempre que no derive de factores
políticos. Entonces, esto sería un poco la parte de cómo crear riqueza, ¿no?, cómo
se crea riqueza o cómo cada persona puede acumular o atesorar o alcanzar un cierto
nivel de riqueza en el futuro o atesoramiento gordo o participación en el proceso social
de creación de riqueza y en la división del trabajo. División del trabajo proporcionando
capital, ¿bien? Luego, a nosotros nos interesa crear riqueza, participar de ese proceso de
creación de riqueza, nos interesa acumular riqueza. Sí, nos interesa por una cosa que
se conoce como la hipótesis del ciclo vital, que la desarrolla Franco Modigliani y la hipótesis
del ciclo vital básicamente es algo muy sencillo que, aunque la desarrolla un Nobel
como Modigliani y nuestras abuelas no lo hubiesen podido decir, y es cada uno de nosotros vamos
a estar o tenemos un periodo de nuestra vida durante el cual podemos producir con nuestro
trabajo renta, es interesante que no consumamos toda esa renta, sino que consumamos solo una
parte y que la diferencia la ahorremos para ir acumulando riqueza, con qué propósito
cuando nos jubilemos, cuando seamos incapaces de seguir generando riqueza, o ya tengamos
una riqueza acumulada y no queramos seguir generando riqueza por la vía del trabajo,
por la vía de estar produciendo con nuestro esfuerzo o nuestro intelecto dentro de proyectos
empresariales en funcionamiento, pues dejar de percibir un salario, una renta y pasar
a consumir parte de la riqueza que hemos acumulado previamente, por tanto nos interesa acumular
riqueza, sí, ¿por qué? porque hay un proceso natural de mientras somos jóvenes y estamos
enactivos podemos seguir generando renta, conforme vamos marchitando nuestra capacidad de generación
de renta se va resintiendo y hemos de comenzar a consumir nuestra riqueza, ¿bien? digamos
que vamos acumulando un stock durante el tiempo en que somos más productivos para no pasar
hambre, para no pasar penuria en el momento en que somos menos productivos.
Otra cosa es, esta parte de la hipótesis del ciclo vital ya es más discutible, porque
aquí lo que se asume es que toda la riqueza desaparece al final de la vida, esto ya es
una hipótesis pues que no tiene por qué ser así, la riqueza puede seguir creciendo como
ahora veremos y uno puede consumir no la riqueza que ha acumulado, sino la renta derivada
de la riqueza que ha acumulado y con qué propósito no consumimos toda la riqueza pues
con el propósito de dejarla en herencia a alguien, no necesariamente a nuestros hijos,
la podemos dejar a la sociedad por ejemplo a través de la constitución de un fondo
benéfico, ¿bien? por eso por otro lado el impuesto de sociedades es una salvajada, porque
lo que hace el impuesto de sociedades es cargarse los incentivos a que la gente no consuma rápidamente
toda su riqueza en las etapas finales de su vida, consumir toda la riqueza significa
descapitalizar a la sociedad, destruir modelos de negocio que están en funcionamiento y
que están generando riqueza para la sociedad, ¿bien?
Vale, entonces aquí ya nos planteamos que hay dos modelos para digamos alcanzar la
jubilación, ¿no? para alcanzar una renta, tener una renta en el momento en el que queremos
dejar de trabajar y para ello históricamente ha habido dos modelos, uno que es que el
Estado nos pague una renta fruto de la redistribución social de la renta, como ahora vamos a explicar
que es lo que se conoce como sistema de reparto, el exponente más fideidigno del sistema
de reparto sería Ponzi, en causado precisamente por su fraude piramidal, otro exponente reciente
podría ser Madoff, ¿bien? es decir, es un sistema basado en la estafa, pero con sistema
que mientras se siga estafando pues va funcionando, ¿no? y luego tenemos la renta privada que
es fruto del ahorro y de la reinversión del capital, es decir, la renta que deriva del
proceso de creación de riqueza en sociedad y ahí pues un ejemplo, yo creo que bastante
ilustrativos, proceso de maduración o de crecimiento de un árbol, ¿no? vamos sembrando
y vamos recogiendo los frutos conforme ese árbol crece, aquí los frutos como se siembran
pues se siembran en forma de inversiones productivas en sociedad, por ejemplo, pues inversión
en proyectos de capital incipientes, inversión en proyectos empresariales ya consolidados
pero que siguen necesitando capital, inversión en permitir que una persona que ha invertido
previamente, que ha inmobilizado a los usuarios previamente en una inversión pues salga de
esa inversión y pueda empezar a consumir, yo subrogándome en su posición, que sería
lo que sucede cuando compramos acciones en el mercado secundario, etcétera. Vale, entonces
vamos a pasar a analizar los dos modelos. La renta estatal es una redistribución intertemporal
de la renta, bueno, intertemporal entre distintas edades, ¿no? que a uno mismo se le transfiera
su renta en el futuro, ¿no? Es decir, los trabajadores en activo son los que mantienen
hoy con su dinero a los jubilados en activo, ¿bien? Es decir, el jubilado no percibe una
renta en función de lo que ha pagado históricamente, puede haber pagado mucho y se lo pueden haber
fundido quienes sean, el dinero no viene de ahí, el dinero viene de que hoy se cobran
impuestos, se cobran cotizaciones sociales a una masa de trabajadores en activo. Si esa
masa de trabajadores en activo desaparece, mengua, se descapitaliza, etcétera, las pensiones
que se pueden cobrar son menores simplemente porque hay menos base de la que rapiñar.
Entonces, eso que provoca, provoca que parte de las rentas de las clases productivas,
trabajadores, pero también bueno, en España son trabajadores, pero podría ser tributación
en general, podría ser también de los capitalistas, etcétera, se traspase a las personas de
mayor edad a cambio de un crédito contra las generaciones futuras, un crédito que luego
el Estado modifica como quiere, es decir, yo acepto que el Estado me quite todos los
meses un 30% de mi sueldo y que ese 30% se lo dé a los jubilados a cambio de que el
Estado me concede al derecho de en el futuro atracar a los trabajadores en activo en ese
momento. El modelo es un fraude piramidal, es un fraude piramidal que a mí me gusta compararlo
también con otro ejemplo visual, es como una cola en el cine en el que el que está
en frente de la taquilla en el cine le dice al de atrás, oye, págame tú la entrada
a cambio del que tienes detrás te pagues y la tuya. Entonces, el proceso puede seguir,
la cola va yendo hacia atrás, pero llega un momento en el que el último de la cola
mira hacia atrás y no hay nadie. Y eso qué significa, pues que al final el último de
la cola es el que le apagó la entrada al primero. El primero no paga nada y el último
se queda sin nada, es una redistribución pura de la renta. Entonces, es un fraude piramidal
porque, porque al final va a haber gente que no va a cobrar o que no va a cobrar ni mucho
menos tanto como lo que ha estado pagando. Entonces, este derecho a atacar digamos la
renta de las generaciones presentes en activo y obtener una pensión que digamos sea más
o menos equivalente o esté en consonancia más o menos con lo que ha sido pagando solo
se puede mantener en el tiempo de dos maneras. La primera, si la base de cotizantes crece,
si la base de cotizantes va en aumento o más que la base si el producto que genera
cada cotizante va en aumento, es decir, se podría mantener si se incrementa la productividad
de un mismo número de un número de creciente de cotizantes o aumentando la tributación
sobre los cotizantes. Entonces, históricamente lo que se ha hecho
ha sido por un lado impagar parte de los derechos que supuestamente se habían atribuido. Por
ejemplo, vamos a extender el periodo de cálculo de las pensiones a toda la vida laboral. Empezó
siendo dos años, se ha pasado a toda la vida laboral. Con qué propósito? Con el de rebajar
las pensiones. ¿Por qué? Porque no podemos pagar las pensiones o aumentar la tributación.
¿Han aumentado? ¿Cómo? Alargando la edad de jubilación. Ahora todos tenemos que trabajar
dos años más y pagar dos años más para recibir dos años menos de pensiones.
Bien, entonces, como una población es complicado que esté siempre creciendo exponencialmente,
entonces, se podría llegar a situaciones maltusianas. Si creciéramos un 20% al año
de manera incontrolada, pues hay un momento en el que el sistema tiende a colapsar.
Y luego tenemos una segunda derivada que ya es, no somos conscientes de las perversidades
que genera, que luego expondremos con más detalle, las perversidades que genera el sistema
público de pensiones, de la insostenibilidad propia del sistema público de pensiones,
extendamos ya las pensiones a todo el mundo desde el momento en el que nace, que es la
propuesta de la renta vital básica para todos los ciudadanos. Es decir, que cada ciudadano
por el hecho de existir perciba una renta del Estado, 500, 600, 700 euros. Bien, entonces,
esto luego es la cristalización más clara del sistema de reparto de pensiones pero
extendido a toda la población. Consisten que se le asigna a cada ciudadano una parte
el derecho a meterle en el bolsillo, la mano en el bolsillo, a otro ciudadano, de modo
que se redistribuye a parte de esa renta en términos monetarios. Y el efecto perverso
que genera, claramente, es que el sujeto que percibe la renta se puede abstener de trabajar
y de contribuir al proceso social de generación de riqueza, de trabajar punto uno y segundo,
y más importante, de contribuir al proceso social de generación de riqueza. Porque ahora
veremos que la renta privada permite dejar de trabajar pero para seguir percibiéndola
te exige que sigas contribuyendo a la generación de riqueza en sociedad. La renta básica no,
la renta estatal básica no. ¿Por qué? Es un derecho, yo la cobro de la manera en que
sea. Haga o no haga algo. Trabaje o no trabaje. Ahorre e invierta o no ahorre e invierta.
Bien. Entonces, obviamente una renta básica genera problemas primero de incentivos. ¿Por
qué? Pues porque todos los trabajos menos productivos directamente dejarían de realizarse,
los trabajos con menor valor añadido. Imagina un camarero cuya productividad es 700 euros.
Si a un señor se le pagan 700 euros, obviamente no se va a poner a trabajar de camarero. Lo
cual, ¿qué provocaría? Pues que los salarios de camareros tuvieran que aumentar muy notablemente,
los negocios de bares, muchos de ellos dejarían de ser rentables, etcétera. Es decir, habría
una contracción de ciertas ramas de la actividad que hoy son valiosas, pero son valiosas en
términos marginales no demasiado. Serían las primeras que desaparecerían o se contraerían
bastante. Y luego la segunda es, obviamente, que se descapitaliza la sociedad. Se descapitaliza
por motivos que ahora, en los que ahora entraremos. Los defensores de la renta vital básica en
parte dicen no. Es verdad que ciertos bienes se dejarían de producir los menos, con menos
valor añadido, pero a cambio se producirían otros, como la ayuda social, como contribuir
a mejorar la vida del prójimo, produciríamos productos que ahora no tienen mercado, porque
ya no nos tendríamos que someter a la dictadura de la rentabilidad, etcétera. Eso significa
que se podrían hacer cosas que nadie valora o que nadie valora lo suficiente y que es
más costoso realizarlas que no realizarlas. Porque ponerse a producir algo que no tiene
mercado significa emplear los recursos de una manera ineficiente. Es decir, coger los
recursos de una parte en la que los consumidores los valoran más y destinarlos a otra parte
donde los consumidores los valoran menos. Por tanto, más que un argumento a favor de
la renta básica, es un argumento en contra. O sea, el argumento es no, déjennos dinero
que nosotros nos podremos adilapidar recursos. Y luego tenemos la renta privada. Entonces,
en la renta privada, lo que sucede es que el ahorro personal se canaliza indirectamente
a elaboración de bienes económicos para el mercado. Bien, es decir, el sujeto contribuye
decisivamente a que se incremente la riqueza en sociedad, a que se incremente la provisión
de bienes que valoran todos los agentes económicos. Se canaliza directa o indirectamente, directamente
pues puede comprar acciones, es decir, contribuir a un proyecto empresarial, puede comprar bonos,
prestarle el capital a una empresa para que acometa proyectos. Puede incluso, y eso
ya sería más indirecto, comprarse una vivienda, bien, es decir, ahorrarse en el futuro el pago
de alquileres para que esos recursos se liberen y se puedan dedicar a otras finalidades,
etcétera. Bien, es decir, al final lo que tienes es que la renta privada te permite una coordinación
social entre los distintos agentes para producir bienes y servicios. Entonces, como compensación
o como recompensa por contribuir a ese proceso social de generación de riqueza, te quedas
con parte de los beneficios de ese proceso social de generación de riqueza, es decir,
te conviertes puramente en un rentista, en esa figura que Keynes, a la que Keynes quería
aplicarle en la eutanasia. Entonces, ejemplos de formas de contribuir a la generación de
riqueza, pues constitución, inversión en fondos de inversión, propia inmobiliaria,
formación de los hijos, es decir, eso es más indirecto, pero si tú le pagas la educación
a tus hijos, tus hijos luego adquieren un alto salario, etcétera, luego son ellos los que
en parte te pueden costear tus gastos en el futuro. Sería una vinculación mucho más
estrecha dentro y una interdependencia mucho más estrecha entre la familia, una vinculación
que se rompe desde el estado en el que el momento dice yo te pago la educación a los
hijos, olvídate de la dependencia de tus padres y luego a los padres les dice yo te
meto en un asilo y te pago una pensión, olvídate de los hijos.
Y luego lo que decíamos, con la renta privada el sujeto se puede abstener de trabajar, porque
yo todos los meses cobro una determinada cantidad de dinero, pero no se puede abstener de contribuir
a producir riqueza en el mercado. Es decir, la renta básica o las pensiones estatales rompen
la vinculación entre consumo y producción. Un señor puede consumir sin haber producido
nada, con lo cual que consume ese señor lo que le quita a otro que sí lo ha producido.
En la renta privada uno solo puede consumir aquello que ha contribuido a producir. Lo
haya contribuido vía trabajo o vía ahorro y, por tanto, empuje de planes empresariales
que generan esos bienes y servicios. Entonces, a cambio de contribuir, de seguir contribuyendo
aunque esté sentado viendo la tele todo el día, de seguir contribuyendo a la creación
de bienes futuros, de bienes económicos, pues se perciben rentas que se pueden dedicar
a muchas finalidades. La más evidente quizás sea la de las pensiones, pero también tenemos
invalidez, viudedad. ¿Cuántos capitalistas morían y les dejaban la herencia? Herencia
que no tenía porque ser patrimonio inmobiliario, podían ser bonos del Estado, incluso, a
las llamadas viudas y huérfanos. Claro, todo esto desapareció con la inflación.
Es decir, las viudas y los huérfanos que, en teoría, necesitan una pensión, una renta
muy segura en que se invertían los patrimonios para garantizarles esa pensión segura en
instrumentos de muy, muy bajo riesgo, por ejemplo, deuda pública a largo plazo. Otra
vez la legitimidad de la deuda pública y demás, pero desde luego en cuanto a su percepción
de cobro es segura. ¿Qué pasa? Que cuando tienes una inflación del 5% o del 6% o del
7% anual, la deuda pública a 30 años, pues en 10 años pierde practicar de todo su valor.
Es decir, es una manera de expropiar justamente a los rentistas más necesitados de esa sociedad.
Luego también se puede destinar parte de ese capital que vas acumulando a la beneficiencia,
el caso más claro y incluso más ridículamente claro, porque incluso la beneficiencia tiene
límites es el de Warren Buffett, que quiere dar la mayor parte, bueno, y que está dando
la mayor parte de su riqueza a la beneficiencia. Digo que tiene límites porque la capacidad
de gestión de la beneficiencia también tiene sus límites, como la tiene de toda saturación
de información. Y bueno, lo fundamental de la renta privada
es que, a diferencia de la pública, en lugar de descordinar el mercado lo mantiene coordinado
y mantiene todos los intereses alineados para generar y seguir generando riqueza.
Entonces, el sistema de reparto, digamos que tiene dos consecuencias de insostenible,
que es insostenible por dos motivos. Una es la insostenibilidad demográfica y es que
las prestaciones del sistema colapsan cuando el producto por habitante no cubre los derechos
de vengados en el pasado, es decir, si vamos de vengando cada vez más derechos y no conseguimos
generar suficiente riqueza como para cubrir esos derechos, tiene que haber una revisión.
O se le tiene que quitar más dinero a la gente que está produciendo o se le tiene que pagar
menos a aquellos a los que se les ha metido que se les iba a pagar más.
Bien, por tanto, hay un colapso del sistema, un colapso en España colapsó a varias veces.
O sea, cuando se dice que el sistema público de pensiones puede quebrar no significa que
deje de pagar absolutamente. ¿Por qué? Porque siempre se va a recaudar algo y siempre se
va a poder repartir algo entre los pensionistas. La cuestión es si a mí me habían prometido
una serie de condiciones que se están sistemáticamente incumpliendo cada siete o ocho años, hay una
revisión en profundidad para rebajar esas prestaciones, eso es un colapso, una suspensión
de pagos parcial del sistema. Entonces, esto es especialmente grave cuando
hay un intenso envejecimiento poblacional. ¿Por qué? Porque, a menos que el producto
por habitante crezca mucho, el producto por habitante de la población activa, crezca mucho,
es evidente que vas a tener que pagar muchísimas pensiones y que no tienes base suficiente para
pagarlas. Y luego, hay una insostenibilidad económica
que en parte ya le he apuntado y es que el funcionamiento del capitalismo se basa en
el ahorro y en la inversión y con las pensiones estatales, lo que se hace es, si volvemos
a la primera experiencia que hemos visto, parte de esta renta que se debería estar
ahorrando para acumular riqueza, y recordad que riqueza es creación de empresas, creación
de bienes futuros, cada vez más valiosos, etcétera, parte de esa renta que se debería
estar acumulando en forma de riqueza se les está sacando a quienes tienen incentivos naturales
a acumularla, es decir, a los trabajadores jóvenes que quieren prepararse para la jubilación
y se les está dando a los pensionistas cuyo incentivo más claro es a consumir y no ahorrar
esa renta. Pueden ahorrar en parte una parte, pero desde
luego la mayoría de ellos, la mayor parte de ellos, la van a consumir, por tanto estamos
descapitalizando a la sociedad, porque le estamos quitando la parte del ahorro de quienes
si lo generan y si tienen incentivos a generarlo y si lo estamos dando a la parte de la sociedad
cuyo incentivo mayor es a consumir ese ahorro y no mantenerlo invertido en forma de proyectos
productivos. Y luego tenemos las consecuencias del sistema
de capitalización o del sistema privado, que es sostenible demográficamente, porque
las pensiones no se pagan en función de la cantidad de población que esté trabajando
sino que se pagan en función de la riqueza que ha acumulado y que sigo creando a través
de proyectos empresariales, pero fundamentalmente a partir de la inversión en bienes de capital
o a la inversión, capital humano también puede ser en cualquier caso, a través de incrementos
de la productividad, porque a mayor acumulación de capital, mayor incremento de la productividad
o de la capacidad para generar bienes futuros. Por tanto, yo cobro en función de lo que
contribuye a producir, seamos muchos o seamos pocos, no significa que la demografía sea
del todo irrelevante, pero desde luego es un sistema autosuficiente, porque cada cual
se paga y se contribuye a pagar su pensión, no depende de la riqueza que en ese momento
está generando los trabajadores en activo, en el escenario límite si lo queréis, si
la inversión, si el capital se inmovilizara en proyectos lo suficientemente avanzados
desde un punto de vista tecnológico, podríamos tener una sociedad de rentistas que vivieran
de robots o de inversiones robotizadas que generan bienes y servicios, aun cuando ningún
otro individuo en sociedades se hubiera trabajando. ¿Por qué? Porque esos robots serían los
que estarían produciendo la riqueza que consumen ellos, no necesitamos que haya gente trabajando
y cotizando. Por tanto, la evolución de la población, si se sigue con el progreso técnico,
si se sigue acumulando capital, si se sigue incrementando la productividad por factor,
es perfectamente sostenible. Y luego hay una sostenibilidad económica, que es precisamente
esta, que el ahorro de las clases productivas se canaliza a la inversión, y por tanto tenemos
cada vez una mayor capitalización de esa sociedad, una mayor productividad de las estructuras
productivas de esa sociedad y, por tanto, una mayor prosperidad de esa sociedad. Entonces,
¿por qué motivo se rechaza el sistema privado de capitalización? Bueno, motivos hay muchos.
Uno es el miedo a la incertidumbre futura. El sistema público de pensiones parece que
nos garantiza una pensión segura, aunque si miramos la experiencia histórica vemos
que lo que menos es garantizar una pensión que podamos saber segura cuál va a ser cada
año y cada siete o ocho años, ya digo, se están revisando de manera muy intensa y más
que se van a revisar. Y, en cambio, en la bolsa, que es, digamos, la manera más natural,
aunque no la única de canalizar la inversión de nuestros ahorros para la jubilación futura,
pues vemos que la bolsa sube y baja y que es muy oscilante y muy fluctuante y que nos
acordamos del cráqueo del 29 y que lo podemos perder todo, etcétera. Bueno, aquí hay muchos
mitos, no hay periodo, por ejemplo, de 18 años en el que la bolsa estadounidense, por ejemplo,
haya perdido dinero. Es decir, si cogemos cualquier periodo arbitrario de 18 años, siempre ha
habido ganancias. Por tanto, a largo plazo no solo es que sea muy rentable, sino que
es muy segura. Luego, claro, es parte de esa incertidumbre
deriva de una falta de cultura financiera, tanto entre los potenciales inversores, que
ven la bolsa como algo oscuro, como un casino, como un mercado especulativo en el que nos
van a robar, etcétera. Luego esos mismos inversores invierten en participaciones preferentes,
que no lo acabo de entender nunca muy bien, pero bueno, en cualquier caso, como que no
lo ven de todo claro. Y luego también entre los gestores. Es importante para que el sistema
funcione adecuadamente, que los gestores tengan una teoría de la inversión adecuada
y acertada. Por ejemplo, en España tenemos muchos fondos de pensiones que son una ruina,
porque son una ruina, porque te salvan a comisiones, porque lo único que intentan es colocarte
el producto y hacer cuantas más operaciones mejor. Yo conozco gestores o asesores de bancos
que, más o menos, conocen las ideas de la inversión a largo plazo, de la inversión
en valor, etcétera. Y me dicen, pues, le ha aconsejado que compres estas acciones,
que son buenas. En seis meses le diré que las venda. Pero, ¿por qué? Si son buenas
y a largo plazo genera rica dice, hombre, porque hay que hacer muchas operaciones que
si no cobramos comisiones. Entonces, claro, esto es una perversidad dentro del sistema,
una perversión que, desde luego, si hubiese mayor cultura financiera entre los gestionados
y la habría, si hubiese incentivos para ello, es usted el que se tiene que preocupar por
su jubilación, no es el sector público. Que eso precisamente enlaza con otra de las
causas por las que se rechaza la irresponsabilidad de tratar de anticipar y tratar de preocuparnos
por nuestro futuro. Ah, no, que el Estado me lo pague. ¿Cómo? Ah, da igual. Si hace
falta que sua los impuestos, dice, ya me lo pagará el Estado. Pero el Estado, en sí
mismo, no genera riqueza. Con lo cual, es una irresponsabilidad porque tú no te quieres
someter a los riesgos de generación de riqueza, que son riesgos naturales de cualquier organización
económica que podamos pensar, también el socialismo. Socialismo también está sometido
a riesgos de qué producir y de si voy a acertar sobre lo que produzco o sobre lo que no produzco.
Y de hecho, se equivoca siempre. Pero también el sistema capitalista, el empresario se
enfrenta a incertidumbre. Entonces, que una persona diga, no, yo no me quiero someter
a ningún incertidumbre, aunque es inevitable que me somete a incertidumbre, porque la generación
de riqueza no es algo seguro ni es algo que esté dado. Por tanto, que sea el Estado el
que les quite la riqueza, quienes sí han conseguido generla y que me lo pague. Y así
además, ya no hace falta ni que sepa que es una acción, ni un bono, ni nada. Pues desde
luego es una irresponsabilidad manifiesta. Luego, en gran parte también, porque se ignoran
cuáles son los riesgos y los problemas del sistema público. Sí, hay mucha incertidumbre,
como he comentado hacia el sistema privado, pero luego parece que el sistema público
es lo más seguro del mundo cuando es justamente todo lo contrario. Y luego también, por el
inflacionismo. Esto lo he comentado un poco antes de pasada con los bonos para viudas
y huérfanos. Hay mucha gente que tiene miedo a la volatilidad y que a lo mejor no entraría
en bolsa, pero sí podría canalizar su ahorro, por ejemplo, a través de bonos más o menos
seguros. ¿Qué pasa? Si tenemos un sistema monetario altamente inflacionista, no hay ningún
incentivo a que ello suceda. ¿Por qué? Porque es que pierdes toda tu inversión. O lo mismo
si lo queremos ver con la vivienda. Hay mucha gente que dice, yo solo quiero ladrillo. ¿Por
qué? Porque nunca caes, lo más seguro, siempre tienes algo ahí, lo puedes alquilar, etcétera.
Bueno, ahora en el momento posburbuja nos parece un pensamiento algo absurdo. No lo es,
es decir, un señor puede tener 7 casas para alquilar y pagarse sus pensiones a 7 casas
para alquilar. Bueno, si conocen mejor el mercado inmobiliario que la bolsa, pues se
meta en el mercado inmobiliario. ¿Qué pasa? Que hemos tenido una burbuja inflacionista
en la vivienda que ha descapitalizado a mucha gente, con lo cual, digamos, la idea de una
alternativa para construirme mi pensión puede ser la inversión inmobiliaria, como que también
ha sido socavada y también vemos que se somete a riesgos precisamente por las burbujas y
el no saber si estoy comprando a buen precio o no estoy comprando a buen precio. ¿Cómo
se combaten en parte estos miedos? Pues con un poco de información, información que
podemos ver en algunas experiencias históricas. Por ejemplo, quizá la más clara sea el caso
de Chile. Chile privatizó el sistema de pensiones y lo que hacen los fondos es reinvertir esa
parte de la renta que se le quita al trabajador, pero que es propiedad del trabajador y en
función de la cual se le pagan las pensiones en distintos instrumentos. El fondo C es
el que primero se creó, es un fondo que compra, que no recuerdo mal, mitad deuda pública
a mitad, bueno, perdón, mitad deuda, bonos públicos o corporativos y mitad acciones
y fijaos, paso de tener un valor, pues supongo que sería uno, cada participación a un valor
de 30.000. La rentabilidad implícita es de un 8,59% anual, a lo mejor nos parece mucho.
La rentabilidad del 10% anual significa que cada siete años duplicamos nuestro patrimonio.
De hecho, vamos a ver qué sucedería si conseguiéramos una rentabilidad del 5% real, es decir, más
o menos sería esta, un poquito menos, quizá porque la inflación no ha sido tan alta,
es decir, una rentabilidad del 8% y con un 3% de inflación pues un 5% real. Si empezáramos
a invertir hoy 6.000 euros anuales, 6.000 euros anuales, mucha gente puede decir, yo no los
tengo, qué barbaridad, bueno, el salario medio en España son 20.000 euros y la cotización
a la sociedad social son el 30%. Por tanto, es lo que nos quita el Estado para apagarnos
unas pensiones que son de miseria. Si ese dinero lo reinvirtiéramos a un 5% durante
desde el año 2013 al año 2050, que sería empezar a cotizar ahora y jubilarse dentro
de 37 años, terminaríamos con una pensión equivalente a 2.500 euros actuales al mes.
Eso con un 5%. La media histórica de la Bolsa estadounidense en 200 años real es el 7%
y pensar que aquí cada punto de diferencia el crecimiento es enorme. No es que, bueno,
de un 5 y un 7 no hay tanta diferencia, no, de un 5 y un 7 hay una diferencia brutal.
El hombre más rico del mundo, que es Warren Buffett, se ha convertido en el hombre más
rico del mundo con una rentabilidad del 22% que es alta. Pero bueno, podrías decir, bueno,
el 5 y el 22 hay 17 puntos de diferencia. Es considerable, pero tampoco puede haber
tanta. Bueno, sí, hay una diferencia brutal, pero son procesos exponenciales que se disparan.
Bien. Entonces, solo logrando un 5% de revalorización
media anual. Claro, habría años que caería, habría años que subiría un 15, etcétera.
Media anual del 5 terminaríamos en 2050 con una renta de 2.500 al mes, pero no solo con
una renta de 2.500 euros al mes. No tengo aquí el dato. Pues, tendríamos además un patrimonio
de más de medio millón de euros en acciones, en lo que lo queráis, que os garantice esa
rentabilidad. Pensate en la magnitud del expolio del sistema público. El sistema público
os garantiza una renta generalmente decreciente y generalmente en peores condiciones y adecuada
de más no tenéis ningún patrimonio. El único patrimonio que tenéis es ese derecho
que no podéis ni enajenar, ni utilizar como garantía para pedir un prestamonio y nada
de quitarle el dinero al vecino a través del sistema público de pensiones. Pero no tenéis
ni muebles, ni acciones, ni nada. Y eso es fundamental tenerlo. Fundamental, a lo mejor
no para vosotros, que decir, bueno, yo me muero y ya, aunque me den la renta, ya estoy contento.
Un distinto sería si a nuestros herederos, en lugar de dejarles una pensión equivalente
a cero, a menos que sean huérfanos con menos de, bueno, no sé exactamente los límites,
pero en general con menos de 21 años, si en lugar de no dejarles nada, una pensión
de cero, les dejaramos un patrimonio de medio millón, 700.000 euros, que de venga una pensión
media de 2.500 euros mensuales. Eso se lo ofunde el sistema público. Habrá gente que diga,
bueno, pero el sistema público es estable, nos garantiza la pensión. Bueno, ya hemos
hablado de que el sistema público tiene dos insostenibilidades, una demográfica y una
económica. Y termino con una previsión ligeramente optimista de cuáles van a ser los frutos
en ese sistema público. Actualmente, con esta simulación, que básicamente es, pues,
coger el número de trabajadores en activo hoy en día, multiplicarlo por el salario medio
y por la cotización media y dividirlo entre el número de pensionistas, obtenemos que la
pensión media está en torno a 800 euros, que es la pensión media real. Bueno, pues,
si asumimos con las previsiones demográficas del INE, es decir, el INE dice en 2049 habrá
esta gente en España, con estas edades. Bueno, pues, si cogemos toda la gente entre 16 y
65 años, asumimos que sus salarios crecen desde este momento hasta 2049 a un 2% real.
¿Bien? Que no, de momento no están creciendo. Asumimos además que van a trabajar 10 puntos
más de los que están trabajando ahora, porque, claro, ahora hay 30 millones de personas
entre 16 y 65 años, de las cuales trabajan 15, el 50%. Bueno, pues, si en 2049 asumimos
que en lugar del 50 va a trabajar el 60% de la gente comprendida entre estas edades,
y asumimos que las cotizaciones sociales son las mismas que ahora, es decir, un 30%,
y lo dividimos entre el número de funcionarios, tenemos que la pensión media en el año 2050
sea de 950 euros al mes. Es decir, en casi 40 años hemos logrado un crecimiento pírico
de 100 euros mensuales, frente a la pensión privada que sí deriva de generación de riqueza,
que sí genera de habernos vuelto más productivos, que sí deriva de estar produciendo bienes
y servicios que con un 5% de rentabilidad media anual, que ya digo es inferior a la rentabilidad
media histórica de los mayores índices bursátiles, por ejemplo, el estadounidense, tendríamos
una pensión de 2500 euros al mes más un patrimonio de más de medio millón de euros. Esto puede
parecer al cuento de la lechera, pero no lo es. Lo que es el cuento de la lechera es
creer que las pensiones públicas van a sostenerse en el tiempo pagando pensiones cada vez mayores,
no, no lo van a hacer y la única manera que van a tener de seguir pagando algo será minimizando
congelando las pensiones, reduciéndolas por inflación y, por tanto, pagando pensiones
que desde luego no se pueden considerar ni dignas, ni suficientes, ni ajustadas a años
y años de exacción de un tercio del usuario. Hasta aquí.