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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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El ministro de Transportes del Gobierno de España, Óscar Puente, amenaza con utilizar
los resortes del Estado contra una empresa después de que ésta lo haya ridiculizado.
¡Veámoslo!
El Estado es la mafia que ha conseguido controlar un territorio imponiéndose sobre las mafias
rivales. Ahora bien, algunos gobiernos intentan disimular en mayor medida su naturaleza original
mafiosa, mientras que otros lo proclaman orgullosos a pecho descubierto. Este último es el caso
del gobierno de PSOE Sumar en España y, más en particular, del ministro de Transportes
dentro de ese gobierno, Óscar Puente. Y es que durante los últimos días, este señor,
Óscar Puente, ministro de Transportes del Gobierno de España, se ha estado quejando amargamente
en público de que las compañías ferroviarias de transporte de viajeros que han entrado
a competir contra Renfe en España, por ejemplo, Irio o Uigo, se ha estado quejando amargamente
no de que estas empresas vendan sus billetes demasiado caros a los consumidores, sino de
que los venden demasiado baratos.
En los últimos meses ser muy crítico con cómo las compañías ferroviarias que no son
Renfe, o sea, Irio y Uigo, están bajando mucho los precios. Dice usted, están reventando
el mercado. ¿Cree que hay algo ilegal ahí?
Es una buena pregunta. Bueno, no tengo ahora mismo un estudio jurídico suficientemente
sólido como para sostener eso. Lo que sí digo es que las dos compañías que operan
en nuestro mercado, al margen de Renfe, por cierto, somos de los pocos países y no el
único que ha liberalizado su mercado y han entrado dos compañías, no una, normalmente
suele entrar una, en nuestro caso han entrado dos de golpe, están perdiendo una cantidad
de enero tremenda y lo están perdiendo fundamentalmente por tirar los precios. Y eso está arrastrando
también a Renfe en esos malos resultados. Irio, por ejemplo, que es una compañía italiana
que venía con parte de capital privado, que también es español, venía con una política
o con un planteamiento distinto. Venían a competir en calidad. Pero entró Uigo, la francesa,
y Uigo ha apostado claramente por el dumping de precios. Está poniendo unos precios por debajo
del coste y eso ha arrastrado a todos, ha arrastrado a Irio, ha arrastrado a Renfe y eso nos está
ocasionando muchos problemas. Fijaos en la escandalosa esquizofrenia. Hace unos días este
mismo gobierno criticó a Mercadona por haber subido demasiado los precios en 2023 y, por tanto,
por haber perjudicado a los consumidores españoles. Es decir, que para este gobierno, si una empresa
sube los precios mal, pero es que ahora no se está criticando a Irio o a Uigo por haber subido
demasiado los precios, sino por no haberlos subido, por estar bajándolos, por vender sus
billetes más baratos que su competencia pública española Renfe. Es decir, que si suben los precios
mal, pero si los bajan también. Y, por supuesto, si Uigo o Irio vendieran sus billetes al mismo precio
que Renfe, entonces también muy mal, porque el ministro las acusaría de estar pactando precios,
de estar confabulándose para no competir entre ellas y vender los billetes a menores precios.
Vamos, que al final lo que le molesta a este gobierno es no ser él el que fija los precios.
Cualquier precio que no fije este gobierno le molesta, ya sea por ser demasiado alto, demasiado bajo,
o por no ser ni demasiado alto ni demasiado bajo. Bueno, hasta aquí nada del otro mundo. Un ministro
que quiere pasarse de listo culpando a la competencia de la ineficiencia de la compañía
pública que él mismo en última instancia dirige y una empresa que deja en ridículo a ese ministro
mostrando descarnadamente las tripas de su argumento. Que Oscar Puente les está reprochando
que sus precios sean muy bajos, que los consumidores puedan viajar en esos trenes a precios que al
ministro Puente le parece que deberían ser más altos. El problema surgió a partir de aquí. Como a este
ministro bravucón no le gustó nada que la compañía Uigo le dejara en ridículo, decidió no ya darle
réplica, sino directamente amenazarla. Atención a este tuit de Oscar Puente, ministro de Transportes del
Gobierno de España, respondiendo amenazadoramente a Uigo, después de que ésta le replicara que es
la primera vez que los critican por tener precios bajos. Sobre esto dice Oscar Puente.
Lo tendré muy en cuenta en la próxima reunión en la que me pidáis que os rebajemos el canon que
abonáis a Adif. Está claro por la respuesta que podéis pagarlo. Adif es otra empresa pública,
también dependiente del Ministerio de Transportes de Oscar Puente, que actúa como propietaria de la
red ferroviaria de España. Y en ese sentido, aquellas empresas que deseen utilizar esa red
ferroviaria para proporcionarles servicios a los ciudadanos españoles, Irio, Uigo o también Renfe,
han de pagarle a Adif un canon, una especie de alquiler, por el uso de esa red ferroviaria.
Pues bien, en este caso, el ministro de Transportes Oscar Puente está amenazando a Uigo con no rebajar
el canon de Adif después de que Uigo le haya replicado y ridiculizado en público. Lo que le
está diciendo matonilmente a Uigo Oscar Puente es, si es verdad que ganáis tanto dinero con esos
precios tan bajos frente a la competencia, pues entonces no necesitaréis que se rebaje el canon de
Adif. No necesitaréis pagar menos por el alquiler de la red ferroviaria. Pero es que se trata de dos
temas que no tienen absolutamente nada que ver. Adif es un monopolio estatal por la fuerza de la ley.
El Estado se arroga el monopolio sobre la red de ferrocarriles de España y, por tanto, cualquier
empresa que quiera utilizar esa red ha de pasar por las orcas caudinas de Adif. Y precisamente por ser
un monopolio estatal por la fuerza de la ley, lo que le resulta exigible a Adif es que no abuse de
su poder monopolístico para sablear con precios de monopolio absurdamente elevados a las compañías
que proporcionan servicios utilizando la red ferroviaria y, por tanto, en última instancia,
a los usuarios. O expresado de otra manera, Adif ha de fijar un canon por el uso de la red ferroviaria
que le permita cubrir el coste de inversión, de mantenimiento, de renovación, de gestión de esa
red ferroviaria más un cierto beneficio. Pero no un beneficio monopolístico, sino el beneficio
promedio que prevalecería en caso de que hubiese competencia en este sector. Por consiguiente,
el cálculo del canon para cada uno de los tramos de la red ferroviaria de Adif, que ha de ser abonado
por Wigo, por Irio, por Renfe, cuando quieran utilizar esos tramos de la red, es un cálculo que reviste
criterios técnicos. Ha de ser suficiente para remunerar los costes de Adif en el mantenimiento y la
gestión de ese tramo ferroviario, pero no ha de ser estratosférico para que Adif no se convierta en
un ente parasitario de las compañías que proporcionan servicios de transporte de viajeros y,
en última instancia, de los propios viajeros. ¿Esto qué significa? Pues que el canon debería
ser independiente, absolutamente independiente, de la situación financiera de las compañías que lo pagan.
Que Wigo pierda dinero no es un argumento para rebajar el canon de Adif si ese canon está
correctamente calculado para cubrir los costes operativos de Adif. Porque si el canon ya está
correctamente calculado y Adif lo rebaja para que Wigo no tenga pérdidas, lo que estaría sucediendo
es que el contribuyente español estaría subsidiando indirectamente las pérdidas de Wigo. Y al revés,
si el canon está correctamente calculado, por el hecho de que Wigo se pueda hinchar a ganar dinero,
eso no constituye un argumento para subir el canon. Porque si Wigo gana dinero, lo está ganando ella
por su buena gestión después de cubrir ya, si el canon, repito, está bien calculado, los costes de
mantenimiento de la red ferroviaria. Y subir en ese contexto el canon simplemente sería una forma de
parasitar los beneficios que le corresponden o le corresponderían a Wigo y no a Adif. Hasta cierto
punto sería como si el propietario de un inmueble en alquiler se enterara de que a su inquilino le
han subido el sueldo y dijera, pues si ahora ganas más, me puedes pagar más. Por tanto, te voy a subir
el alquiler porque a ti te han subido el sueldo. Claro, en un mercado competitivo, si el dueño del
inmueble tratara de hacer eso, el inquilino tendería a marcharse a otro inmueble en alquiler que no haya
subido ese precio. Pero aquí estamos hablando de un monopolio y, por tanto, los usuarios de esa red no
tienen alternativa, no pueden irse a otra red. Y precisamente por eso, Adif no debería modular su
canon en función de si los usuarios de la red ganan mucho dinero o no ganan mucho dinero. El canon debe
cubrir meramente costes, no tratar de apropiarse o de subsidiar la cuenta de resultados de los usuarios
de esa red. Por tanto, que Wigo gane o pierda dinero es una cuestión inconexa con el cálculo del canon de
Adif. Wigo, obviamente, querrá que el canon sea el más bajo posible. Si alquilamos una vivienda,
también querremos que el alquiler sea el más bajo posible. Pero Adif, al margen de lo que le esté
pidiendo en cada momento, Wigo debería mantener el canon a unos niveles que permitan la cobertura de
todos los costes de ese tramo de la red ferroviaria de Adif, incluyendo el coste de capital, es decir,
incluyendo el coste de financiar la construcción y renovación de ese tramo. Y si Wigo considera que
Adif está imponiendo un canon muy por encima del nivel necesario para cubrir los costes del tramo de
red ferroviaria que está operando Wigo, hará muy bien en pedirle a Adif que baje el canon y hará muy
bien en denunciar ese hecho a la opinión pública para presionar una rebaja del canon. Pero en cualquier
caso, repito una vez más, son temas independientes. Una es la estrategia comercial, la estrategia
empresarial de Wigo a la hora de introducirse en el mercado ferroviario español manteniendo
precios bajos. Y otra cuestión. Independiente es si el canon de Adif está correctamente calculado,
si es demasiado alto, si es demasiado bajo o si está donde tiene que estar. ¿Por qué entonces el
ministro Puente saca a colación el tema del canon de Adif cuando no tiene absolutamente nada que ver
con la política de precios de Wigo? ¿Por qué amenaza el ministro Puente a Wigo con no rebajar
el canon en función de lo que ha dicho, de lo que acaba de decir, del modo en el que acaba de
ridiculizar al ministro Puente Wigo? Pues porque, como decíamos, actúan como una mafia. ¿Tú has osado
replicarme en público, ridiculizarme en público? Pues ahora voy a utilizar el aparato del Estado. En
este caso, a través del monopolista propietario de la red ferroviaria de España, Adif, voy a utilizar
los resortes del Estado para machacarte. No voy a considerar una rebaja del canon de Adif en función
de lo que acabas de decir y por lo que acabas de decir. Si querías que rebajara el canon de Adif,
lo que tienes que hacer es quedarte callado. Lo que tienes que hacer es no rechistar, porque si
rechistas, voy a ir contra ti. Y esto no sólo es un aviso contra Wigo, también es un aviso contra
Idio. No se te ocurra sumarte a las críticas de Wigo contra el excelente, contra el excelso ministro
de Transportes de España. Y más en general, es un aviso a navegantes de todo el sector empresarial
español. Si operáis en sectores que dependan directa o indirectamente de la administración
pública, no oséis criticar al gobierno de progreso PSOE-SUMAR o ese gobierno de progreso
PSOE-SUMAR utilizarán el Estado para destrozaros. Son una mafia y como una mafia se comportan.
PSOE-SUMAR.COM
Gracias.