This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
Nunca antes los fondos monetarios de Estados Unidos habían gestionado un patrimonio tan
abultado como en la actualidad, 6 billones de dólares.
¿Qué lecciones deberíamos extraer de este dato para nuestras finanzas personales y
qué riesgos constituye esta cifra para la estabilidad macroeconómica a medio plazo?
Veámoslo.
A lo largo del año 2022 y del año 2023, las muy altas tasas de inflación experimentadas
tanto en la eurozona como en Estados Unidos, llevaron a los bancos centrales a elevar
de manera muy sustancial los tipos de interés.
El objetivo de tipo de interés a corto plazo por parte de la Reserva Federal aumentó desde
el 0% a comienzos del año 2022 al 5,5% actual, y el objetivo de tipo de interés por parte
del Banco Central Europeo subió desde el 0% a mediados del año 2022 al 4,5% actual.
En última instancia, este incremento de los tipos de interés por parte de los bancos
centrales se materializa en un aumento del coste de oportunidad de financiación de los
bancos comerciales.
Para dar más crédito, los bancos comerciales necesitan más financiación y el coste de
oportunidad de conseguir esa nueva financiación se ha incrementado, de modo que el tipo de
interés al que prestarán los bancos comerciales al sector privado también aumentará.
Ahora bien, a pesar de que el coste de financiación de los bancos comerciales se ha incrementado
a raíz de la subida de los tipos de interés por parte de los bancos centrales, ese coste
de financiación, los tipos de interés que pagan los bancos a sus acreedores, incluyendo
sus depositantes, ese coste de financiación no ha aumentado tanto como las subidas de
tipos de interés por parte de los bancos centrales.
O expresado de otra manera, ha habido una traslación incompleta de las subidas de los
tipos de interés ejecutadas por los bancos centrales a los tipos de interés que terminan
cobrando los acreedores de los bancos, incluyendo los depositantes, los cuenta correntistas.
Parece bastante evidente que muchos bancos comerciales no están remunerando en la eurozona
sus depósitos al 4% o al 4,5%, ni tampoco en Estados Unidos al 5 o al 5,5%.
A pesar de que esos son los tipos de interés que establecen los bancos centrales en cada
una de estas áreas monetarias.
¿Y por qué razón ha habido una traslación incompleta desde los tipos de interés marcados
por los bancos centrales a los tipos de interés que abonan los bancos comerciales a sus depositantes,
a sus clientes?
Pues esta cuestión ya la respondimos detalladamente en un vídeo anterior, pero podemos resumir
la respuesta diciendo que se debe, por un lado, a la falta de competencia dentro del
sector bancario y, por otro, a la falta de sofisticación financiera por parte de algunos
de los acreedores de los bancos.
Los bancos no se sienten presionados por la competencia a trasladar íntegramente
la subida de tipos de interés a los depósitos de sus clientes y, a la vez, muchos de esos
clientes no cuentan con los conocimientos financieros suficientes como para amenazar
a los bancos con que, si no les remuneran de manera más atractiva los depósitos, buscarán
otros activos financieros equivalentes a los depósitos que estén ofreciendo una
mayor rentabilidad.
¿Y cuáles son esos activos financieros que, en gran medida, son sustitutivos de los depósitos
a la vista o de los depósitos a plazo en los bancos y que están ofreciendo rentabilidades
muy superiores a las que ofrece el sistema bancario en estos momentos?
Pues ya lo explicamos en un vídeo anterior.
Básicamente son tres.
En primer lugar, la deuda pública.
Ahora mismo, la deuda pública a tres meses del Tesoro estadounidense está pagando un
tipo de interés del 5,3% y la deuda pública a un año un tipo de interés del 4,6%.
Por tanto, tipos de interés superiores a los que, en general, ofrece la banca estadounidense.
El segundo instrumento del que también hablamos, alternativo a los depósitos escasamente remunerados
de muchos bancos, son los depósitos de otras entidades financieras.
Por ejemplo, en estos momentos, Freedom24, que es la entidad que está apadrinando este
vídeo sobre actualidad financiera, ofrece en su cuenta D, que es el equivalente a un
depósito a la vista, es decir, una cuenta corriente permanentemente disponible, está
ofreciendo un tipo de interés del 5,31% en dólares y del 3,87% en euros.
Pero es que si nos vamos a los depósitos a plazo, a un plazo, en este caso, de 12 meses,
Freedom24 está ofreciendo un tipo de interés del 8,76% en los depósitos a 12 meses en
dólares y del 6,39% en los depósitos a 12 meses en euros.
Tipos de interés que están entre los más elevados de todo el mercado.
De modo que si estáis buscando colocar vuestro ahorro en activos financieros a corto plazo
y seguros, una opción recomendable es informaros sobre la cuenta D y los planes de ahorro de
Freedom24 a través del link que aparece en la descripción de este vídeo.
Y el tercer tipo de activo alternativo a los depósitos bancarios tradicionales insuficientemente
remunerados, ya lo explicamos también en su momento, son los fondos monetarios.
Los fondos monetarios son un fondo de inversión que invierte en un conjunto de activos a muy
corto plazo, deuda pública, deuda comercial a corto plazo, pagarés, etcétera.
Y como los tipos de interés a corto plazo en estos momentos están elevados, esos fondos
monetarios pueden remunerar a sus partícipes con tipos de interés más altos que los
que está ofreciendo la banca.
Al igual que las opciones anteriores de deuda pública a corto plazo o de depósitos en
entidades financieras, combinan rentabilidad alta a corto plazo y también medio plazo
con liquidez.
Y precisamente por ello, estos activos financieros a corto plazo y más altamente remunerados
que los depósitos bancarios tradicionales están empezando a representar una amenaza
seria a la sostenibilidad del negocio bancario en este contexto de altos tipos de interés.
Y es que a pesar de la falta de sofisticación financiera de muchos ahorradores, que simplemente
no conocen estas alternativas porque hasta el momento el coste de oportunidad de no conocerlas
no era tan elevado, a pesar, como digo, de esta falta de sofisticación financiera, cada
vez más gente está tomando conciencia de ello, cada vez más gente está viendo que
la inflación devora sus ahorros y que los bancos remuneran sus ahorros a tipos de interés
mucho más bajos que otros instrumentos de inversión líquidos alternativos y, por tanto,
está empezando a reemplazar su depósito bancario tradicional por estos otros tipos
de activos líquidos alternativos.
Por ejemplo, hace unos días nos enteramos de que los activos gestionados por los fondos
monetarios estadounidenses han alcanzado su máximo histórico. La inversión en estos
fondos monetarios, que como digo es una alternativa a la inversión en depósitos bancarios tradicionales,
ascendió a prácticamente 6 billones, europeos con 12 ceros, 6 billones de dólares.
Pero en la última semana, las nuevas entradas de capital en estos fondos monetarios han
ascendido a 80.000 millones de dólares. Por tanto, es bastante evidente que existe un
interés creciente en este tipo de instrumentos financieros líquidos alternativos a los depósitos
bancarios que remuneran el ahorro en este contexto de altos tipos de interés globales
a tipos de interés muy bajos.
¿Y esto qué implicaciones tiene sobre la sostenibilidad financiera del sector bancario?
Pues que si existe un interés creciente por parte de los ahorradores en instrumentos de
inversión líquidos alternativos al depósito bancario tradicional, los bancos tradicionales
van a empezar a tener problemas de liquidez. Sus acreedores les cerrarán el grifo de la
financiación para empezar a financiar a fondos monetarios, a deuda pública o a entidades
financieras rivales que ofrezcan por sus depósitos tipos de interés más altos.
Y cuando un banco pierde la financiación de parte de sus acreedores, solo tiene tres
alternativas. La primera es intentar retener a esos acreedores ofreciéndoles tipos de
interés más altos. No te vayas a la competencia que te voy a pagar más. El problema es que
muchos bancos están invertidos en préstamos y activos a muy largo plazo que fueron concedidos
en momentos de bajos tipos de interés y, por tanto, tampoco tienen tanto margen para
subir los tipos de interés a los que remuneran sus pasivos sin que su cuenta de resultados
empiece a presentar números rojos.
Una segunda posibilidad con la que cuentan los bancos es liquidar sus activos. Si me
cierras el grifo de financiación y te tengo que reintegrar, que reembolsar parte del dinero
que me venías prestando, lo que puedo hacer es liquidar algunos de mis activos, cobrarlos
y darte el dinero que he cobrado por la venta de mis activos. Sin embargo, de nuevo, los
tienen un problema aquí, y es que están invertidos, como decía, en activos a muy
largo plazo. Y si un banco intenta liquidar, intenta vender en estos momentos, en este
contexto de altos tipos de interés, sus activos a largo plazo, los venderá con pérdidas,
y eso provocará una progresiva descapitalización de ese banco. No en vano la crisis de la
banca regional estadounidense, que arrancó hace algo menos de un año con el Silicon
Valley Bank, tuvo su origen en este fenómeno.
Y la tercera alternativa con la que cuentan los bancos que tienen problemas de liquidez
es intentar cerrarse financiación barata con el banco central correspondiente. Si
el sector privado no quiere refinanciar tus pasivos a tipos de interés suficientemente
bajos o no quiere comprar tus activos a precios suficientemente altos, siempre te queda recurrir
al banco central para que te salve la papeleta de la iliquidez. Y precisamente por eso la
evolución de la inflación a medio plazo será tan crucial para relajar las tensiones
de liquidez a las que puede ir enfrentándose el sector bancario si esta transferencia
de depósitos a otros activos financieros líquidos prosigue su curso. Si los bancos
centrales no consiguen controlar totalmente la inflación, puede que retrasen la bajada
de tipos de interés. Y mientras los tipos de interés a corto plazo sigan altos, la
transferencia de depósitos a otros instrumentos financieros continuará. Y a su vez, si la
inflación sigue alta, los bancos centrales serán más reacios a extender líneas extraordinarias
de liquidez para apuntalar un sistema financiero y líquido, porque su lucha contra la inflación
puede limitar la magnitud de las líneas de liquidez que estén dispuestos a proporcionar.
En definitiva, los altos tipos de interés a corto plazo actuales generan tensiones de
liquidez dentro de un sistema bancario muy endeudado a corto plazo y muy invertido a largo
plazo en inversiones de bajo rendimiento. Esta combinación dificulta que los bancos
tradicionales se puedan refinanciar a altos tipos de interés en el contexto actual y
también dificulta que puedan disponer de su activo a largo plazo para restablecer su
liquidez. Y cuanta más liquidez traten de reembolsar los acreedores de los bancos para
reciclarla en inversiones, en deuda pública a corto plazo, en depósitos en otras entidades
financieras o en fondos monetarios, más se tensionará la situación financiera de
la banca.
Que los activos gestionados por fondos monetarios en Estados Unidos se hallen en máximos históricos
y continúen creciendo a un ritmo semanal muy elevado, pone de manifiesto que la actual
situación de altos tipos de interés no es compatible con la estabilidad del sector
o los tipos de interés comienzan a bajar o las tensiones en la banca regresarán. Y para que los
tipos de interés puedan bajar de manera sostenida, es necesario cantar victoria contra la inflación.