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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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Nos acercamos a la recta final del año 2021 con la mirada puesta en los avances de la crisis
sanitaria, en el impacto que pueda tener esta nueva variante Omicron, la variante Sudafricana
y la respuesta que puedan desempeñar los distintos gobiernos a nivel global y también
con la mirada puesta en los últimos datos de inflación que vamos conociendo. Es un placer
saludar a Juan Ramón Rayo, doctor en economía. Juan Ramón, muy buenas, muchas gracias por
acompañarnos.
¿Qué tal? ¿Cómo estamos? Muchas gracias a vosotros.
Juan Ramón, empezando por una de las palabras clave del año 2021 y mucho nos tememos que
también en 2022 la inflación, uno de los principales temores ahora mismo en los mercados
en medio de estas presiones. Inflacionistas que estamos viendo, bueno, dato de IPC de
España del 5,6, dato de Alemania del 6% en el mes de noviembre y también como telón
de fondo, pues las palabras que vamos conociendo, por ejemplo, por parte del director del Bundesbank
diciendo que ve un riesgo al alza en esta inflación. Tenemos próximamente reunión
de política monetaria del Banco Central Europeo, también de la Reserva Federal, además van
a ser en la misma semana de diciembre y, evidentemente, también nos estamos planteando hasta qué
punto el Banco Central Europeo puede pisar el acelerador en medio de estas presiones,
pero sobre todo, si Alemania, el Bundesbank, puede aumentar todavía más la presión sobre
el organismo que estaba Presidento Christian Lagarde.
Bueno, probablemente la termine aumentando, porque si los alemanes, que son una sociedad
que vive en una economía fuertemente desindexada, si los alemanes están experimentando una inflación
del 6%, obviamente le querrán poner cada vez más frenos si esto persiste en el tiempo
y, por tanto, en la medida en que la sociedad alemana empuje a presiones para que se ponga
fin a la inflación, ese mensaje se trasladará al Bundesbank y el Bundesbank lo trasladará
al Banco Central Europeo. Lo que pasa es que, sabemos que dentro del Banco Central Europeo
las posturas están muy divididas, además, ya digo, radicalmente divididas, porque la
plana mayor del Banco Central Europeo, incluyendo a Christian Lagarde, consideran que el Banco
Central Europeo no tiene nada que hacer frente a esta inflación, porque es una inflación
que viene importada desde fuera, es una inflación desde el lado de la oferta y, por tanto, por
mucho que se suban los tipos de interés, esta inflación no pasará. Es más, algunos
miembros del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo incluso han planteado la
posibilidad de que, si está en crecimiento de los costes de las materias primas y de
muchos componentes, pues sí se mantiene así de alto, que a lo mejor la política
monetaria que deberían adoptar es la contraria, es bajar tipos de interés para que esto
no frene el crecimiento. Por lo tanto, ya digo, las visiones van a estar muy enfrentadas
y mucho me temo que de momento no vamos a ver este acelerón en la retirada de los estímulos
monetarios. Y digo desgraciadamente porque, aunque el origen de esta inflación pueda
estar en… bueno, podríamos decir que se encuentra en el lado de la oferta, corremos
que recientemente el Riesgo, el vicepresidente del Banco Central Europeo Luis de Guindos
también lo mencionaba recientemente, corremos el riesgo de que esta inflación originada
en el lado de la oferta termine penetrando en las expectativas y se termina inquistando
y en cierto modo independizando de su origen real que tuvo en un comienzo.
Juan Ramón, hasta qué punto podemos decir que esta visión polarizada que estamos viendo
en el foro interno del Banco Central Europeo pueda ser perjudicial para los mercados,
para su evolución futura?
Bueno, los mercados yo creo que son bastante adictos a que no suban los tipos de interés
y si de momento lo que vemos es que el Banco Central Europeo no parece muy proclive en
general a subir los tipos de interés, pues eso para los mercados son buenas noticias.
Otra cosa es que sean buenas noticias a largo plazo para la economía, porque si el problema
de oferta, los famosos cuyos de botella que son la causa original de la inflación no
remiten en el corto medio plazo y, por tanto, como decíamos antes, esta inflación termina
penetrando en las expectativas de los agentes, al final no va a haber otro remedio que subir
los tipos de interés y tanto más, cuanto más lo hayamos dejado pasar, lo hayamos dejado
correr y eso terminará dañando a los mercados, pero de momento, pues bueno, como prefieren
que la política monetaria muestre un perfil laxo, pues supongo que la mayoría de inversores
estarán felices de que no haya perspectiva de un acelerón en las subidas de los tipos
de interés.
Con respecto a España, la inflación, el dato de inflación conocido del mes de noviembre
supone el nivel más alto desde septiembre de 1992, tenemos que retroceder tres décadas
prácticamente para tener unos niveles similares a los que estamos viviendo en estos momentos.
¿Cómo puede afectar esto al nivel de poder adquisitivo de los trabajadores españoles?
¿Hasta qué punto puede mermarlo?
No, yo creo que aquí está la clave de muchas cosas, también de que se desanclen las expectativas
de inflación. Ahora mismo, hasta el mes de octubre, sabemos que los salarios regulados
por convenios están revalorizando a una media del 1,55% y si los precios están aumentando
un 5,6%, estaríamos diciendo que los salarios reales se están contrayendo en cerca del
3,8%. Los de los trabajadores que estén protegidos por convenio, los de los trabajadores fuera
de convenio, previsualmente no estén experimentando ninguna alza salarial y, por tanto, toda la
inflación vaya a mermar, vaya a devorar su poder adquisitivo.
Pero una caída de los salarios reales del 3,8% que a efectos prácticos es algo muy
cercano a que se mantengan los precios estables y se recorten los salarios nominales en cerca
de un 3,8%. Claro, esta situación no la vamos a poder mantener durante mucho tiempo. La reciente
huelga en Cádiz, para la renegociación del convenio colectivo, fue una huelga sobre todo
motivada por la inflación. La principal reivindicación de los huelguistas era que se les protegiera
frente a la inflación y, si la inflación sigue mordiendo, cada vez habrá más reivindicaciones
en este sentido. De hecho, recientemente también la ministra de trabajo Yolanda Díaz parece
que se une a este coro de voces, está diciendo, cuidado, la inflación está mermando el poder
adquisitivo, por tanto deberíamos incrementar los salarios. Bueno, si entramos en esta espiral,
que hasta cierto punto es comprensible que se entre, no voy a criticar yo a un trabajador
que le hayan subido los precios un 5% o un 6%, y esté reclamando, a lo mejor sin ver
el panorama macroeconómico entero, está reclamando, pues que le suba en el salario lo mismo para
estabilizar su poder adquisitivo. Pero si entramos en esta dinámica de precios salarios, pues
claro, los salarios van a aumentar con la inflación y los empresarios, si ven que sus
salarios aumentan y su margen se comprime, plantearán nuevas subidas de precios, que
llevará a que los trabajadores reclamen nuevas subidas salariales. Como vemos, esto se independiza,
como decía antes, de la causa original de la inflación que podrían ser los cuellos
de botella en un contexto también, no lo olvidemos esto, de fuertes estímulos tanto
de gasto público como de crédito barato vía política monetaria, pero la causa original
le dan esos cuellos de botella y en la medida en que esos cuellos de botella, esos precios
más altos influyen sobre las expectativas, pues entramos en una dinámica donde ya se
adquiere cierta independencia de la causa original. Juan Ramón, más allá de la inflación,
como uno de los principales catalizadores que tenemos en estos momentos en los mercados,
vigilamos de cerca la evolución de la crisis sanitaria, sí que es cierto que veníamos
desde unos meses algo más calmados, por así decirlo, en el que nos estábamos moviendo
en un entorno algo más apacible, en medio del avance de la campaña de vacunación
a nivel global, pero ahora con la entrada en escena de esta nueva variante sudafricana,
de la variante OMICRON, bueno, ya hemos visto este pasado viernes, la reacción de los mercados
a la baja en medio de esos temores o al menos así justificamos los principales movimientos
emperdidas de algunos de los principales títulos, pues por ejemplo del sector turístico, también
de aquellas compañías relacionadas con el mercado petrolero, en medio también de los
descensos que vivíamos en esta materia prima, pero hasta qué punto debemos temer el impacto
de esta nueva variante o hasta qué punto podríamos decir que ha tenido más peso en
el revuelo que se ha formado pues en medio de las informaciones que hemos conocido por
parte de los medios de comunicación.
Bueno, todavía nos quedan muchos datos y si finalmente lo que nos encontramos es que
se trata de una nueva variante que es menos lesiva que las anteriores, aunque se extienda,
aunque se contagie con más facilidad, pues eso no sería malas noticias sino relativas
buenas noticias, pero quizá los mercados sí estén empezando a descontar el riesgo
lleno de esta variante, sino de que aparezcan nuevas variantes en el futuro que sean pues
realmente, generen realmente problemas y mayores complicaciones de las que quizá, que insisto
no tenemos datos y por tanto cualquier afirmación al respecto es muy aventurada, pero de las
que quizá termine generando esta nueva variante.
Conectándolo con lo que mencionaba antes, esta es una fuerza potencialmente desinflacionaria
de las relaciones económicas, estábamos mencionando antes que la amenaza es la inflación, pero
no perdamos de vista que también hay una posible amenaza de desinflación, la inflación la
estamos experimentando porque digamos estamos gastando, gasto privado en parte financiado
con crédito y gasto público, estamos gastando mucho más de lo que buena parte de la economía
es capaz de atender en forma de nueva producción sin subir los precios, esos son los cuyos
de botella, pero si el gasto agregado se desploma, por ejemplo, porque una nueva variante nos
empuja a autoislarnos o empuja a los gobiernos a decretar nuevas suspensiones de actividad,
nuevos confinamientos, pues entonces las tensiones inflacionistas de ahora podrían mutar muy
rápidamente en desinflación, lo vimos el viernes en el mercado del petróleo, que es
una de las materias primas que está explicando de manera más clara la alza de precios que
estamos viviendo, el petróleo se desplomó, se desplomó porque si la economía deja de
crecer, la tensión inflacionista se resuelve, ahora, claro que el escenario sea o desinflación
con estancamiento recesivo o inflación con crecimiento o más o menos normal, pues desde
luego nos habrá un panorama inquietante, susto o muerte.
Susto o muerte, ¿no?
Bueno, vamos a ver en que se queda el final, ya no estamos en el truco trato de Halloween,
pero sin duda algún asusto o muerte de cara del 2022, seguimos muy pendientes.
Juan Ramon Rayo, doctor en economía, como siempre, muchísimas gracias.
Muchas gracias a vosotros esta otra.
Y nosotros nos quedamos con esas referencias del mercado, con la mirada puesta en la inflación
y también en el avance de la crisis sanitaria.