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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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La Reserva Federal estadounidense da desde Jackson Hole el pistoletazo de salida a un
nuevo ciclo monetario de rebajas en los tipos de interés. ¿Cuáles serán las consecuencias
más directas sobre los activos financieros de este nuevo ciclo monetario? Veámoslo.
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, ha dado oficialmente
el disparo de salida para iniciar un nuevo ciclo de rebaja en los tipos de interés. Y es que en su
reciente conferencia en Jackson Hole, Jerome Powell ha dicho que ha llegado el momento de efectuar
ajustes en la política monetaria. Es decir, que ha llegado el momento, ahora sí, de empezar a bajar
los tipos de interés. Es verdad que Powell todavía no ha desvelado en qué momento comenzará a recortar
los tipos de interés del dólar. Sin embargo, la mayoría de operadores de mercado anticipan que
el primer recorte de tipos se producirá en la próxima reunión de la Reserva Federal,
el próximo 18 de septiembre. No solo eso, la mayoría de operadores de mercado anticipan
que en los cuatro meses que restan del año 2024 asistiremos a cuatro bajadas de los tipos de
interés. De tal manera que estos cerrarán el año en Estados Unidos un punto porcentual por debajo del
nivel en el que se hallan ahora. Ahora mismo los tipos de interés en los Estados Unidos se ubican en
una horquilla entre el 5,25% y el 5,5% y la mayoría de operadores de mercado anticipan que
cerrarán el año entre el 4,25% y el 5,5%. ¿Y cuáles cabe esperar que sean los efectos de esta bajada de
los tipos de interés sobre las distintas tipologías de activos financieros? Pues si aplicáramos la cláusula
del ceteris paribus, es decir, si todo lo demás dentro de la economía se mantuviera constante a
excepción de la bajada de los tipos de interés, lo cual no es un supuesto realista porque la misma
reducción de los tipos de interés va a modificar muchas otras cosas dentro de la economía, pero si
meramente dentro de la economía lo que cambiara fueran los tipos de interés, los efectos de esta
rebaja tenderían a ser los siguientes. En primer lugar, una rebaja de los tipos de interés beneficia
a los activos financieros de mayor duración, es decir, aquellos activos financieros que proporcionan
la mayor parte de sus flujos de caja en el futuro muy lejano. Los tipos de interés representan el coste
de oportunidad de esperar a que lleguen los flujos de caja futuros. Si ese coste de oportunidad se
reduce, entonces aquellos activos que se espera que proporcionen la mayor parte de sus flujos de caja
en el futuro muy lejano se vuelven más valiosos. Dentro de esta categoría de activos de elevada duración
encontramos inversiones muy variopintas. Por ejemplo, la renta fija a más largo plazo o también acciones
de empresas tecnológicas que todavía no hayan demostrado nada, es decir, que todavía no estén
generando beneficios hoy, pero que se espere que generen muchos beneficios en el futuro, lo que suele
llamarse en la jerga bursátil acciones growth. No solo eso, a tenor de lo que hemos visto durante los
últimos años, también parece que los llamados criptoactivos, o al menos la amplia mayoría de
los llamados criptoactivos, también se comportan como activos de elevada duración, es decir, como
inversiones cuyos réditos se espera que lleguen en el futuro muy lejano. Y por tanto, un ciclo sostenido
de bajadas en los tipos de interés, si no afectara a ningún otro elemento estructural de la economía,
debería tender a ser positivo para este tipo de inversiones. Eso sí, tengas en cuenta que esto es
conocimiento público, es decir, que esto es algo que sabe todo el mundo o prácticamente todo el mundo,
y por tanto, el efecto positivo que pueda tener sobre el precio de estos activos, en gran medida, ya se
hallaba descontado en trimestres anteriores. Porque aunque ahora se haya oficializado el inicio del
ciclo de rebaja de tipos de interés, la mayoría de inversores ya esperaba que este ciclo de rebaja de
tipos de interés llegara más pronto que tarde. En segundo lugar, esta rebaja de los tipos de interés
de la Reserva Federal también implica que los activos financieros a corto plazo, un vehículo en
el que típicamente depositar la liquidez de los inversores, proporcionarán un menor retorno que
hasta el momento. Al ahorrador conservador, por consiguiente, le será más complicado obtener una
rentabilidad sobre sus ahorros mantenidos en instrumentos líquidos. La deuda pública a corto
plazo, los fondos monetarios o los depósitos bancarios pagarán tipos de interés más bajos
de los que han venido pagando durante los últimos años. En un principio, este efecto será poco
perceptible, pero conforme se sucedan las rebajas de tipos de interés, este efecto acumulado será
mucho más importante. La razón de esto es sencilla de entender. Hasta el momento, la Reserva Federal
quería combatir la inflación y para combatir la inflación necesitaba moderar el gasto agregado
dentro de la economía. Y una forma de moderar el gasto agregado dentro de la economía es incentivar,
es recompensar a que la gente mantenga sus ingresos en liquidez remunerada. Como ahora la
Reserva Federal está dejando de priorizar tanto al menos la lucha contra la inflación porque considera
que la batalla ya está ganada o ya está prácticamente ganada, va a reducir el incentivo,
la recompensa que reciben aquellos agentes económicos que mantienen sus ingresos en
liquidez sin gastarlos. Y como digo, ello significa que el ahorrador conservador o se tendrá que
contentar con una remuneración más baja sobre sus ahorros o comenzará a gastar parte de esos ahorros
porque ya no le compensará dejar de gastar esos saldos de tesorería por la menor remuneración que
recibe. O, alternativamente, buscar otros activos a más largo plazo o de mayor riesgo que abonen
tipos de interés más altos. Esto, de hecho, es algo que busca la Reserva Federal, que el ahorrador
conservador dé el salto a otro tipo de activos financieros a más largo plazo o más arriesgados
para impulsar un incremento de la financiación a este perfil de inversiones. Es decir, que una
mayor parte del ahorro que ahora mantienen los ciudadanos estadounidenses o parte de los ciudadanos
del resto del mundo que ahorran en dólares, una parte de ese ahorro que está en saldos de tesorería,
que está en liquidez, se redirija o bien a bonos a largo plazo o bien al mercado bursátil o bien a otro
tipo de instrumentos de financiación a largo plazo o de mayor riesgo. Y, en este sentido,
recordad que una de las opciones de inversión que ofrece la plataforma que apadrina este vídeo,
Freedom24, especialmente dirigida para aquellos ahorradores que busquen rentabilizar su liquidez,
son sus planes de ahorro a largo plazo. A través de los planes de ahorro a largo plazo de Freedom24,
todavía podéis invertir a plazos de 3, 6 y 12 meses y obtener unos tipos de interés
de hasta el 5,99% en euros y de hasta el 8,78% en dólares. Son estos unos tipos de interés que,
además, se mantienen constantes a lo largo de todo el plazo de la inversión, 3, 6 o 12 meses.
Aun cuando la Reserva Federal o el Banco Central Europeo rebaje, recorte sus tipos de interés a lo
largo de los próximos 3, 6 o 12 meses. El tipo de interés de estos planes de ahorro a largo plazo
de Freedom24 se mantiene constante durante todo el plazo de inversión. Se trata, además,
de un producto de ahorro que está cubierto por el Fondo de Compensación a Inversores de Chipre por
un importe de hasta 20.000 euros. Si quieres obtener más información sobre los planes de ahorro a largo
plazo de Freedom24 o sobre otros productos de ahorro que puedes contratar a través de Freedom24,
puedes obtenerla pinchando en el enlace que aparece en la caja de descripción de este vídeo o en el
comentario destacado. Y, por último, la tercera consecuencia financiera que tiene una rebaja del
tipo de interés del dólar es un debilitamiento relativo de esta moneda frente al resto de divisas.
Todo inversor en el margen tiene que decidir si dentro de su cartera de liquidez mantiene un tipo
de activo monetario, por ejemplo los dólares, u otro tipo de activo monetario, por ejemplo los euros.
Y cuanta mayor sea la rentabilidad que obtenga por los dólares en relación a la rentabilidad que
obtiene por los euros, mayor será su interés o su predisposición a incorporar los dólares en su
cartera de liquidez frente a los euros. Por supuesto, no estoy diciendo que el único factor
que determine qué activo monetario se incluye en la cartera de liquidez de un inversor sea el tipo
de interés. Ni siquiera en muchos casos es el factor más importante, pero desde luego sí es un
factor más a considerar. Y si el tipo de interés del dólar se reduce frente al del resto de activos
monetarios, entonces, en el margen, el dólar se vuelve menos atractivo que otros activos
monetarios. Y aquí podríamos incluir también el oro, porque el oro también es un activo monetario
global, un activo monetario anestatal. Si los tipos de interés que abonan las monedas fiat se reducen,
el atractivo relativo del oro se incrementa con respecto a las monedas fiat. Y, por supuesto,
no hay que perder de vista que el resto de monedas fiat ya han iniciado o van a iniciar también un
ciclo de rebaja de tipos de interés. Y, por tanto, aunque el dólar rebaje sus tipos de interés,
si otras monedas fiat lo rebajan todavía más, entonces el dólar se podría terminar viendo
relativamente fortalecido frente a ellas. Pero lo que estoy diciendo es que el efecto marginal,
el efecto propio de esta rebaja del tipo de interés del dólar, ceteris paribus, aislándonos de todos los
otros cambios que se pueden producir en el resto de la economía, es una pérdida de atractivo relativo
del dólar y, por tanto, una pérdida relativa de la fortaleza y del valor del dólar frente al resto
de activos monetarios. En definitiva, los efectos financieros más inmediatos, más directos,
de un ciclo de rebajas de los tipos de interés del dólar son, primero, un aumento del atractivo
de los activos a largo plazo denominados en dólares, en segundo lugar, una reducción de la rentabilidad
de los activos financieros a corto plazo denominados en dólares y, por último, una pérdida de atractivo
relativa del dólar frente al resto de activos monetarios. Todo lo cual, de nuevo en el margen,
porque hay otros muchísimos factores que inciden, pero todo lo cual en el margen alimenta una mayor
inflación. Y por ello estará por ver hasta dónde y hasta cuándo podrá la Reserva Federal
seguir bajando los tipos de interés.