This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
El Gobierno de Peso de Podemos subirá el salario mínimo un 8% en el año 2023.
¿Se trata de una decisión acertada?
Veámoslo.
El Gobierno de Peso de Podemos finalmente incrementará el salario mínimo de 2023 en un 8%.
Lo subirá hasta 1.080 euros mensuales en 14 pagas, lo que equivale a 1.260 euros mensuales en 12 pagas.
Desde el año 2018, el salario mínimo en España se ha incrementado un 46,5%.
Lo cual no significa, evidentemente, que los trabajadores que perciban,
que sigan percibiendo el salario mínimo, hayan visto incrementar su poder adquisitivo en un 46,5%.
Y es que, durante este periodo, también hemos sufrido una de las inflaciones más elevadas de nuestra historia reciente.
De hecho, si a lo largo del año 2023 experimentáramos una inflación del 3,5%,
el poder adquisitivo que habrían ganado desde el año 2018 aquellas personas que cobre en el salario mínimo
sería del 25,5%.
Repito, el salario mínimo en términos nominales se ha incrementado un 46,5%,
pero el poder adquisitivo de quienes perciben ese salario mínimo habría crecido en un 25,5%.
Tan es así que, como podemos observar en este gráfico, donde se representa la evolución del salario mínimo en términos nominales
y en términos reales, es decir, descontando la inflación en España, podremos observar que, repito,
si la inflación a lo largo de 2023 es del 3,5%, a pesar de esta subida nominal del 8% que acaba de anunciar el gobierno,
los trabajadores que perciban el salario mínimo cobrarán en términos de poder adquisitivo menos de lo que cobraban en el año 2020.
Esta es la magnitud del empobrecimiento del expólio inflacionista al que han sido sometidos muchísimos españoles,
no solo aquellos que perciben el salario mínimo, sino también muchos otros.
Que el salario mínimo real de España termine de 2023 por debajo del nivel que exhibía en 2020
no significa, no obstante, que esta subida, que esta revalorización nominal del 8% que acaba de anunciar el gobierno,
vaya a ser inocua, no vaya a tener efectos negativos sobre la economía española
y más en particular sobre su mercado laboral.
De entrada porque 3 de los 4 estudios que han estudiado hasta el momento el impacto que tuvo la subida del salario mínimo en España en 2019,
concretamente el del Banco de España, el de la Fundación ISEAC, que no olvidemos, fue un informe encargado por el Ministerio de Trabajo
y el de Pablo Fernández Valdor de la Universidad de Alcalá, estos 3 informes estiman un impacto negativo de la subida del salario mínimo sobre el empleo.
Solo un cuarto informe, el del Instituto de Estudios Fiscales, Organismo Dependiente del Ministerio de Hacienda,
no haya ningún efecto del salario mínimo sobre el empleo en el año 2019.
Sin embargo, es probable que este resultado discolo con respecto a los otros 3 informes se explique por dos razones.
La primera es que únicamente tratan de medir el impacto de la subida del salario mínimo sobre aquellas personas que tenían un empleo,
es decir, no miden cómo la subida del salario mínimo puede estar dificultando que una persona que esté desempleada encuentre un empleo.
Y en segundo lugar, porque tratan de estimar el impacto sobre el empleo de la subida del salario mínimo utilizando como referencia
que les ocurrió a aquellos trabajadores que antes de subir el salario mínimo ya cobraban salarios muy cercanos al nuevo salario mínimo.
Y por tanto, cabe pensar que ese grupo de trabajadores que ya venían cobrando más o menos lo mismo que el salario mínimo
se dan los menos afectados por la subida. Es decir, que si se sube el salario mínimo a 900 euros mensuales en 14 pagas,
quienes estaban cobrando 880 euros mensuales en 14 pagas, probablemente no se vean muy negativamente impactados.
Pero aquellos que cobraban 770, sí, de hecho uno de los resultados más interesantes del trabajo de Fernández Baldor,
del que hemos hablado con anterioridad, es que pone de relieve que el grueso del impacto negativo sobre el empleo de la subida del salario mínimo
se concentra en aquellos trabajadores que cobraban menos con respecto al nuevo salario mínimo.
De modo que los resultados del Instituto de Estudios Fiscales en realidad no tienen por qué ser incompatible
con los resultados de estos otros tres informes que sí hayan un impacto directo negativo de la subida del salario mínimo sobre el empleo
y en algún caso un impacto directo negativo muy relevante.
Por supuesto, cabe pensar que la evidencia anterior es incompleta y que quizá si hubiésemos medido los efectos de la subida del salario mínimo
durante más años, no sólo en 2019, las conclusiones habrían sido distintas.
Bien, puede ser, pero esa es una tarea que le corresponde hacer al Ministerio de Trabajo antes de seguir subiendo ciegamente el salario mínimo.
Diría que le corresponde hacer especialmente al Ministerio de Trabajo en una coyuntura tan delicada como la actual.
¿Y cuál es esa coyuntura tan delicada?
Pues la cierta realentización económica en la que ya se encuentra la economía española y que tal vez,
obviamente no lo sabemos, no tenemos una bola de cristal, pero que tal vez se extienda a lo largo del año 2023.
¿A qué realentización económica me estoy refiriendo?
En la segunda mitad de 2022, la economía española únicamente creció un 0,44% en términos anualizados, menos del 1%.
Por mucho que el Gobierno repita que en el año 2022 crecimos al 5,5% mucho más que China,
en realidad en el segundo semestre del año 2022, en la segunda mitad del año 2022, crecimos en términos equivalentes anuales menos del 1%.
Y precisamente por esta realentización, muy profunda realentización del crecimiento económico de España en la segunda mitad de 2022,
también, durante esa segunda mitad de 2022, destruimos netamente empleo. A finales de 2022 había casi 80.000 personas menos trabajando en el sector privado
que a mediados del año 2022.
Y no pensemos que esto se debe a cuestiones estacionales.
La tasa de paro desestacionalizada de España en el segundo semestre del año aumentó tanto en el tercer trimestre del año como en el cuarto trimestre del año,
que en esta incierta coyuntura en la que la economía española puede seguir frenada,
no digo que pueda frenarse, digo que pueda seguir frenada a tenor de lo acaecido en el segundo semestre de 2022.
Se plantee, se proponga una subida del salario mínimo nominal del 8%,
subida que tendría efectos más adversos en una coyuntura de estancamiento económico,
que en una coyuntura de fuerte crecimiento económico, proponer esa subida,
sin haber siquiera evaluado el impacto que puede tener ante distintos escenarios futuros sobre el empleo,
es de una tremenda irresponsabilidad que demuestra una vez más que este gobierno antepone absolutamente la ideología a la evidencia.
Y más en año electoral, claro está, antepone la propaganda a la evidencia,
que es lo mismo que decir que antepone el bienestar de los miembros del gobierno,
es decir, maximizar su probabilidad de salir reelejidos para permanecer en el poder,
antepone el bienestar de los miembros del Ejecutivo al bienestar de los trabajadores negativamente afectados por esta subida del salario mínimo.