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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

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Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

El gigante chino Evergrain se tambalea y amenaza con impagar una deuda de 300.000 millones de dólares.
¿Qué está pasando exactamente en China?
Veámoslo.
La promotora inmobiliaria china Evergrain es una de las 500 mayores empresas del mundo.
Proporciona empleo directo a 200.000 trabajadores y se estima que da empleo indirecto a casi 4 millones de trabajadores.
Actualmente tiene 1.300 proyectos inmobiliarios iniciados en 280 ciudades chinas.
Y por si esta actividad nuclear no fuera suficiente, la compañía se ha ido diversificando en los últimos años
para penetrar en sectores tan variopintos como el coche eléctrico, el fútbol o el ocio y el turismo.
De hecho, la compañía es propietaria del equipo de fútbol Wangzu Evergrain y está construyendo ahora mismo el mayor estadio de fútbol del mundo.
La empresa también está construyendo una isla artificial dentro de la que ubicar complejos de ocio, centro comerciales, hoteles, etc.
Pues bien, parece que el negocio de Evergrain era un negocio pujante, un negocio en expansión.
El problema es que era un negocio basado esencialmente en el endeudamiento.
300.000 millones de dólares son los pasivos totales que acumula Evergrain.
Pasivos, que la compañía acaba de decir que no sabe si va a poder pagar en los sucesivos meses.
Evergrain tiene un serio problema de liquidez, no cuenta con tesorería suficiente como para hacer frente a su deuda
y no está encontrando prestamistas que quieran refinanciar la deuda
o inversores que quieran comprar sus activos a largo plazo, y a cambio de esas compras obtener la tesorería con la que pagar su deuda.
Es decir, Evergrain se enfrenta a una crisis de liquidez dentro del sistema económico chino,
una crisis de liquidez que puede tener repercusiones sobre la banca china,
porque los bancos chinos son los principales acreedores de Evergrain, no solo los bancos chinos.
En los pasivos de Evergrain está metido todo el sistema financiero mundial, pero especialmente, claro, los bancos chinos.
Ahora, bien, haríamos muy mal en pensar que esta crisis de liquidez de Evergrain es un evento aislado,
un evento que no tiene relación con lo que está sucediendo en el resto de la economía china.
Y creo que es muy importante entender que esta crisis de liquidez,
que esta crisis de deuda incipiente en una de las mayores empresas del mundo, en una de las mayores empresas chinas,
está directamente conectada con la trayectoria que ha seguido la economía china durante los últimos 20 años.
Primero, hasta el año 2007, la economía china creció fundamentalmente debido a su pujante sector exportador.
China tenía, y sigue teniendo, un sector exportador enormemente competitivo,
y ese sector exportador lo que hacía era vender masivas cantidades de mercancías a Occidente.
¿Y cómo compraba Occidente esas mercancías? En gran medida, endeudándose.
Recordemos que hasta el año 2007, las economías europeas y también Estados Unidos
estaban sumidas en una burbuja de deuda privada.
Es decir, los agentes económicos compraban dentro y fuera de sus economías tirando de deuda.
En el caso de España, como es bien sabido, nos estábamos endeudando masivamente con Alemania.
Y en el caso de Estados Unidos, con quien se estaba endeudando masivamente Estados Unidos hasta el año 2007, era con China.
A finales del año 2007, China alcanzó un superávit exterior de más del 10% de su PIB.
Es decir, que la diferencia entre lo que China compraba y vendía en el exterior
equivalía a más del 10% de su PIB.
China, por decirlo sencillamente, exportaba muchísimo más de lo que importaba.
Y gran parte de las exportaciones chinas eran compradas por la economía estadounidense en forma de importaciones.
De hecho, el déficit exterior de Estados Unidos, a finales del año 2006, era del 6% de su PIB.
Prácticamente mimetizando ese superávit exterior chino.
China vendía a crédito fuera y Estados Unidos, y otros países del mundo, pero sobre todo Estados Unidos, compraba endeudándose a China.
Pero, claro, llegó la crisis financiera del año 2007 que azotó a Occidente.
Y a partir de esa crisis, la capacidad de endeudamiento de Occidente se resintió sobre manera.
En una crisis de deuda, los agentes intentan desapalancarse, intentan liquidar sus activos para pagar sus deudas y rechazan a sumir nuevas deudas.
Con lo cual, si el motor de crecimiento de China, hasta el año 2007, había sido vender a Occidente
gracias al endeudamiento de Occidente, gracias a que Occidente se endeudaba para comprar, entre otras muchas cosas, claro, productos chinos,
las autoridades chinas entendieron, en el año 2007, en el año 2008, que venía un cambio de ciclo muy importante.
Occidente ya no iba a comprar más a China endeudándose en términos metos, no es que no comprará a China,
pero compraría a China pagando al contado, es decir, importando y exportando a China,
no con una gran acumulación de deuda frente a China o frente a otros países,
porque Occidente iba a tratar de desapalancarse de desendeudarse a partir de ese momento.
Y por eso las autoridades chinas decidieron cambiar la estrategia de crecimiento del país,
en lugar de enfocar la estructura productiva, en lugar de enfocar la actividad económica china hacia la exportación,
había que darle muchísimo más peso al gasto interno.
China ya no debía producir tanto para vender fuera a crédito, sino vender mucho más dentro del país.
Como podemos observar en este gráfico, el superávit exterior de China descendió desde más del 10% del PIB,
a finales del año 2007, a ser inferior al 1% del PIB en los años 2018 y 2019, es decir, justo antes de la pandemia.
En esos 10 años, desde 2008 a 2018 a 2019, se produce un cambio estructural muy fuerte en China,
desde mirar al exterior a empezar a mirar mucho más al interior.
Ahora bien, en los años 2005, 2006 o 2007, el PIB chino estaba creciendo a tasas interanuales superiores al 10%,
incluso en el año 2007 se llegó a una tasa de crecimiento interanual del 14%.
Con lo cual, la cuestión pasaba a ser ¿Cómo vamos a lograr mantener estas aceleradas tasas de crecimiento
si el motor en el que descansaban hasta la fecha, que era el endeudamiento privado de Occidente
para comprar las mercancías que se exportaban desde China?
¿Cómo vamos a conseguir mantener estas altísimas tasas de crecimiento, tirando únicamente de la demanda interior?
Y la respuesta que dieron las autoridades chinas fue endeudándonos muchísimo más.
En el siguiente gráfico, podemos observar la evolución de la deuda privada china,
de la deuda de familias y empresas chinas, como porcentaje de su PIB.
Y tal como podemos ver, entre el año 2000 y el año 2008,
la deuda privada china sobre el PIB postilaba entre el 100% y 120% del PIB.
Desde entonces, y recordemos que en el año 2008 es cuando se produce el cambio de modelo productivo en China,
desde mirar al exterior a mirar al interior, desde depender de la demanda exterior a depender de la demanda interior,
desde el año 2008 la deuda privada en China se incrementa de manera imparable,
hasta el punto de que a finales del año 2020 ascendía al 220% del PIB,
es decir, duplicando el porcentaje de deuda sobre PIB que había prevalecido en China entre los años 2000 y 2008,
cuando el modelo de crecimiento chino dependía del endeudamiento del resto del mundo,
cuando deja de depender del endeudamiento del resto del mundo, empieza a depender de su propio sobreendeudamiento.
Crecer al hombro del sobreendeudamiento es tremendamente peligroso,
porque el exceso de deuda tiende a generar burbujas de activos, tiende a generar malas inversiones generalizadas,
que en algún momento colapsan y dificultan el repago de la deuda.
Si la deuda financia malas inversiones y esas inversiones se vienen abajo,
la deuda también se viene abajo y con esa deuda suele venirse abajo el sistema financiero del país,
sumiendo a esa economía en una profunda depresión.
El castillo de Nipers-Chino ya estuvo a punto de desmoronarse en el año 2014,
y es que entre el año 2008 y el año 2014 China financiaba esencialmente su endeudamiento interno
gracias al arbitraje internacional que se producía entre los bajos tipos de interés de Estados Unidos
y los altos tipos de interés de China.
Como sabréis, en el año 2009 la Reserva Federal estadounidense,
para intentar reflotar a la economía del país,
emprende los famosos quantitative phishings, las famosas flexibilizaciones cuantitativas,
que suponen inundar de dólares el sistema financiero del país.
Lo que hacían, por tanto, los inversores era endeudarse a bajos tipos de interés en Estados Unidos
para adquirir activos financieros chinos a altos tipos de interés,
y eso permitió que China pudiese incrementar su endeudamiento sin necesidad de depreciar el yuan.
Pero a partir del año 2013, Estados Unidos inicia el famoso tappering, que es eso,
la progresiva retirada de los estímulos monetarios,
con lo cual el capital financiero deja de fluir desde Estados Unidos a China
y empieza a regresar a Estados Unidos.
De modo que todo el endeudamiento que estaba amontonándose en China
gracias al crédito barato procedente desde Estados Unidos, desaparece.
Y es ahí cuando las autoridades chinas deciden empezar a recortar
de manera significativa los tipos de interés del Banco Popular Chino o del Banco Central de China
para así estimular endógenamente su propio endeudamiento.
En este gráfico podéis observar cómo los tipos de interés del Banco Central de China
se mantuvieron relativamente altos entre el periodo 2011 y 2014,
es decir, cuando los cuantiativistings estaban a pleno rendimiento
y, sin embargo, empiezan a descender, a bajar, a partir del año 2014,
cuando el tappering empieza a surtir su efecto
y, por tanto, China necesita cebar internamente su endeudamiento
en lugar de depender del capital financiero que pueda venir de fuera.
Desde el año 2014, los tipos de interés del Banco Central de China
bajan desde el 6% al 4,35%.
Coincidiendo, claro, con esa continuidad del sobreendeudamiento privado dentro de China.
Pues bien, el crecimiento desaforado de Evergreen durante los últimos años
es sólo una de las consecuencias de este ciclo de súper endeudamiento interno en China.
Las malas inversiones de Evergreen no son más que la consecuencia
de esta política monetaria ultra expansiva dentro de China
para estimular artificialmente su crecimiento.
O dicho de otra manera, Evergreen no es el único pufo serio al que va a tener que enfrentarse
la economía china durante los próximos años.
Y si hay malas inversiones internas muy significativas,
el sistema financiero chino necesariamente va a sufrir,
porque quien ha financiado esencialmente todo esto es la banca china.
¿Significa esto que el sistema financiero chino va a quebrar
y que China va a colapsar económicamente?
Es altísimamente improbable que eso suceda.
¿Por qué? Porque el gobierno chino sigue teniendo muchas herramientas a su disposición
para socializar pérdidas.
Las reservas externas del país, es decir, solo los activos que el banco central chino
tiene acumulados frente al resto del mundo,
ascienden a 3,2 billones de dólares.
Estamos hablando de que todos los pasivos de Evergreen
son 300.000 millones de dólares.
Es decir, 10 veces menos que las reservas exteriores de China.
China, si lo quisiera, podría echar mano de las mismas
y socializar las pérdidas de Evergreen apenas aceptando una depreciación del yuan.
Porque, obviamente, si echas mano de las reservas externas,
que son reservas que están ahí para defender el valor de tu moneda,
tu moneda se tenderá a depreciar.
Con todo que no vayamos a asistir al colapso financiero o económico de China,
no significa que esto que estamos viviendo no vaya a tener repercusiones.
Si el modelo de crecimiento chino, basado en la acumulación de deuda privada, se detiene.
Significa ello que China va a experimentar durante los próximos años
una raleantización significativa en su crecimiento económico.
Significa que la economía china va a dejar de crecer al 7 al 8%
y va a crecer a tasas sustancialmente más bajas,
incluso a tasas similares a las de otros países occidentales.
Pero entonces la pregunta es, ¿puede el partido comunista chino
que ha basado su autoridad, su legitimidad frente a la población,
en ese hiperdesarrollismo chino, en ese crecimiento económico acelerado,
¿puede el partido comunista chino permitirse un crecimiento económico más ralentizado?
Cuando aún hoy, la renta per cápita en China es 4 veces inferior a la de Estados Unidos,
y si no se lo puede permitir, ¿acaso China seguirá huyendo hacia adelante,
bajando adicionalmente los tipos de interés del Banco Central Chino
para conseguir, para intentar conseguir que la población,
que las empresas chinas, se sigan endeudando, sigan acumulando deuda
y sigan efectuando malas inversiones generalizadas
que durante algunos años les permitan maquillar
las cifras de crecimiento económico del país?
Y si se siguiera el segundo camino,
el camino de seguir alimentando durante algunos años más
el crecimiento económico artificial de China
sobre la base de su endeudamiento,
¿cómo compatibilizamos esto con las tensiones inflacionistas globales?
Si el gasto interno de China se incrementa todavía más
durante los próximos años,
merced al estímulo adicional a su endeudamiento,
eso cebará todavía más el incremento internacional de precios.
Como vemos, las dificultades financieras de Evergreen
y las que puedan seguirse a partir de ahí
abren muchos interrogantes sobre la sostenibilidad del crecimiento económico chino
y a partir de él, claro, del crecimiento económico mundial.
Interrogantes cuya resolución dependerá en gran medida
de la reacción que tomen las autoridades políticas
tanto en China como en el resto del planeta.
Lo que sí parece estar claro es que seremos interpelados
por la célebre maldición china de vivir tiempos interesantes.