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A ver, dentro de las políticas que existen para proporcionar un sostén a las personas
más desabrecidas, creo que el ingreso mínimo vital es de las políticas más razonables
que hay.
Es un sostén de última instancia, es una red de seguridad de última instancia para
aquellos que transitoriamente se quedan sin ningún tipo de ingresos en sociedad.
Ahora bien, para que de verdad sea una política razonable y no una forma de clientelizar
a la sociedad o al menos a sectores de la sociedad, hay que cumplir varias condiciones.
La primera es que el foco de las políticas públicas no ha de estar a ampliar el número
de receptores y a consolidar la recepción del ingreso mínimo vital, sino a incrementar
las oportunidades que existen en sociedad para que una persona pueda encontrar empleo,
pueda emprender y por tanto sea autosuficiente al margen de las transferencias estatales.
Por consiguiente, no hay que cambiar el foco, el foco tiene que estar en políticas favorables
al crecimiento, no en políticas partidarias o favorables a la redistribución olvidándose
del crecimiento.
Y dos, el ingreso mínimo vital tiene que estar sujeto a condicionalidad, es decir, que la
percepción del ingreso mínimo no ha de ser incondicional con la independencia de las decisiones
que tome el receptor de esta transferencia, se le tiene que someter a un plan de reciclaje
formativo, a un plan de reinserción laboral, es decir, es una ayuda que se le proporciona
como puente hasta que esa persona se vuelva autosuficiente encontrando, consiguiendo un
empleo en el mercado y por tanto si una persona, por ejemplo, rechaza un empleo por estar cobrando
el ingreso mínimo vital, debería perder el ingreso mínimo vital, porque de lo que
se trata no es de que no genere riqueza para el resto de la sociedad, que no coopere con
el resto de la sociedad, sino que mientras no puede cooperar, porque no encuentra ningún
empleo, tenga un sostén, tenga una red que no le permita caer.
Yo creo que puede ser una medida permanente con las dos condiciones que he mencionado
antes, es decir, no cambiar el foco desde las políticas por crecimiento a las políticas
redistribución, el ingreso mínimo vital es una red de seguridad de última instancia,
pero no es el modo en el que tiene que vivir una parte de la sociedad de manera permanente,
porque además sería una forma de malvivir, no de vivir dignamente, y dos, tiene que estar
sujeto a condicionalidad, es decir, usted recibe el ingreso mínimo vital si no tienen
ninguna alternativa, si tiene alternativas, no debería recibir el ingreso mínimo vital.
¿Qué es el riesgo?
Ese riesgo desde luego existe y por eso es importante que el ingreso mínimo vital esté
acompañado a una estricta condicionalidad, que debe ser supervisada por las administraciones
públicas, es decir, usted recibe el ingreso mínimo vital mientras no tenga ninguna alternativa
laboral, ninguna alternativa para ganarse la vida en sociedad, en el mercado, cooperando
con otras personas, es una ayuda subsidiaria a otras fuentes de renta que debería intentar
encontrar en el mercado, no siempre una persona es capaz de encontrar una fuente de renta,
porque puede haber momentos en los que no haya empleos disponibles, especialmente en
una sociedad tan rígida, tan reglamentada como la española, pero si existieran esas
oportunidades, lo que no puede ser es que el ingreso mínimo vital sea una excusa, sea
un pretexto para rechazar esos empleos y, por tanto, para vivir a costa de los demás
en lugar de cooperando con los demás.
Ese creo que es otro punto importante, justamente si estábamos diciendo que una de las condiciones
para que el ingreso mínimo vital funcione es no cambiar el foco de las políticas progresimiento
hacia las políticas redistributivas, es decir, que debemos recordar que la prioridad
de cualquier sociedad es expandir el tamaño de la tarta disponible para todos, no redistribuir
las porciones de una tarta que tiene un tamaño fijo o incluso decreciente, si eso es así,
evidentemente el ingreso mínimo vital no debería costearse subiendo impuestos, las
subidas de impuestos lo que hacen es reducir, es ralentizar, es minar la capacidad de crecimiento
de una sociedad y, por tanto, financiar esta política con impuestos más altos es un ejemplo
de cómo cambiar el foco desde políticas progresimiento, políticas que expandan las oportunidades
para todos, a políticas que redistribuyan la miseria.
Por tanto, debería costearse recortando otras partidas de gasto, la ventaja del ingreso
mínimo vital a medio largo plazo, más allá de la situación transitoria que experimentamos
ahora es que es una política relativamente barata, el ministro escriba a Estima que el
coste rondará los 3.500 millones de euros, eso es alrededor del 0,3% del PIB español,
hoy en día el sector público gasta más del 40% del PIB, estamos hablando de financiar
3 décimas a partir de un recorte sobre 40 puntos de gasto, bueno, creo que no sea tan
complicado encontrar partidas, muchísimos más superfluas, muchísimos más redundantes,
muchísimos menos justificables que el ingreso mínimo vital para dar cabida a ese ingreso
mínimo vital, sin subir impuestos, eso es.
Bueno, evidentemente si una persona puede seguir costeando las letras de la hipoteca, aunque
sea con ciertas dificultades, debe honrar los contratos que ha suscrito y la hipoteca
es un contrato de deuda y por tanto uno tiene que ir pagando las deudas conforme ha convenido
y siempre que les sea posible, no creo que haya que plantear una especie de política
de estímulo económico forzando moratorias hipotecarias, es decir, tratando de que la
gente tenga temporalmente más renta disponible para que pueda gastarlo hoy cuando eso solo
hace que se erosionen los ingresos que tiene hoy para hacer frente a su carga de deuda,
porque la deuda va a seguir ahí y la tendrá que pagar en algún momento futuro, por consiguiente
la moratoria creo que tiene sentido para aquellas personas que de verdad no puedan atender
el pago de las letras, no para aquellas personas que sí puedan, pero a lo mejor no convenga
o crean que no conviene que las atiendan ahora, en todo caso creo que más que decretar una
moratoria hipotecaria desde arriba, lo que tendría que haber hecho el gobierno es incentivar
retrasos en los pagos, es decir, incentivar que en este caso los bancos y los hipotecados
puedan renegociar aplazamientos en el pago de las hipotecas, ¿cómo podría haber hecho
esto? Pues, por ejemplo, bonificando fiscalmente los retrasos en el pago, es decir, bonificando
fiscalmente las moratorias, de esta manera habría habido un terreno de entendimiento
entre acreedores y deudores para ampliar el número de beneficiarios de estas moratorias,
pero si lo tiene que imponer el gobierno, desde luego tiene que ser una imposición de
mínimos, no de máximos.
A corto plazo se diente que el coronavirus va a ejercer una influencia de reducción
de los precios de la vivienda y de los precios del alquiler, aunque solo sea porque el empobrecimiento
de gran parte de la sociedad española va a reducir su capacidad de pago y menor capacidad
de pago significa menores precios, tanto de compraventa como del alquiler. A medio largo
plazo no sabemos cómo se va a reconfigurar el mercado, en estos momentos existe una
enorme incertidumbre sobre cuáles van a ser los patrones de demanda a futuros. Obviamente,
si, por ejemplo, durante la próxima década los flujos turísticos son mucho menos intensos
de lo que lo fueron en el pasado, pues todos los pisos turísticos, por ejemplo, saldrían
al mercado como vivienda residencial y, por tanto, eso ejercería una cierta influencia,
tampoco una influencia desproporcionada porque no lo habían ejercido al alza y no lo ejercé
a la baja, pero sí ejercería una cierta influencia a la baja. De manera más importante, si de
verdad se fuera transitando hacia una sociedad más basada en el teletrabajo y donde estar
en el centro de las ciudades tuviera menos valor, porque tampoco fuera una sociedad,
por ejemplo, donde el ocio se pudiese desarrollar de manera muy colectiva y, por consiguiente,
si la gente se planteara la posibilidad de mudarse fuera de las ciudades, pues eso también
ejercería una influencia claramente a la baja sobre el precio del suelo y, por tanto,
sobre el precio de las viviendas en las grandes ciudades. No lo sabemos, no sabemos cómo
va a ser el futuro, porque si ya es complicado prever cómo va a evolucionar la pandemia
a dos meses vista y qué repercusiones puede tener los cambios culturales y económicos
que pueda ocasionar a 10, 15 años vista, creo que es del todo imposible. Podemos barajar
escenarios, y algunos son los que he mencionado, pero tampoco es necesario que esos escenarios
se terminen cumpliendo. A corto plazo es complicado que los larios puedan no bajar. ¿Por qué
razón? Pues porque nos hemos empobrecido. La sociedad española es mucho menos rica
de lo que era antes, es mucho menos productiva, tiene mucha menos capacidad de fabricar bien
y servicios valiosos, parte de los bienes y servicios valiosos que fabricaba, por ejemplo,
era en el turismo, y si el turismo deja de ser demandado, pues tendrá que fabricar otras
cosas, tendrá que especializarse y tendrá que invertir en otros sectores donde los
trabajadores puedan generar esa nueva riqueza que hay que generar. Ahora bien, reconvertir
la economía española, migrar parte de los factores productivos desde el sector turístico
a otros sectores que ni siquiera sabemos cuáles van a ser, no es un proceso inmediato, no
es un proceso que vaya a completarse en unos meses, ni siquiera en unos pocos años, y por
tanto hasta que se complete ese proceso, hasta que haya una reestructuración profunda de
la economía española que permita que los trabajadores generen pleno valor en los nuevos
sectores que aparecerán, obviamente tendremos una capacidad de generación de riqueza muy
disminuida y eso se va a traducir también en menores salarios.
Bueno, habrá sectores en los que a lo mejor sí sean viables, si uno es capaz de reduciendo
la jornada laboral producir más o menos lo mismo que producía antes en una jornada laboral
más extendida, incluso partida, pues evidentemente es viable, y al final lo que cuentan no son
las horas que estamos trabajando, sino el valor que estamos generando. Si generamos
el mismo valor en menos horas, pues sería totalmente viable, el problema es que como
digo esto no parece que pueda extenderse a cualquier tipo de sector, hay sectores incluso
que son de atención al público y por tanto el servicio que prestas es atender al público
durante una determinada cantidad de horas, eso que significa que en aquellos sectores
donde una misma persona no pueda generar la misma cantidad de valor que antes en menos
horas, si trabaja menos horas también terminará cobrando menores salarios, porque el salario
no es más que la parte que recibe el trabajador del valor que ha generado durante un determinado
tiempo. Si generan menos valor durante menos tiempo, pues evidentemente la parte que recibirá
de ese menor valor generado también será más baja.
No, obviamente si en menos tiempo generamos el mismo valor, eso es un incremento de la
productividad que es lo que desde hace doscientos años se ha elevado a nuestros estándares
de vida y por tanto si producimos el mismo valor en menos tiempo cobraríamos lo mismo
porque lo que importa es el valor, la cantidad de valor que generamos, un número de horas
que estamos trabajando por trabajar sin generar valor.
Claro, ahí hay que ir sector por sector, en principio pensar que se puede generalizar
una solución de reducción de horas de trabajo y de preservación de la cantidad de valor
generada creo que es una idea muy ingenua, habrá sectores en los que sí se puede hacer
y habrá otros en los que no se habíableh hacerlo o al menos no se habíableh hacerlo
bajo la tecnología actual y si surgen otras tecnologías a lo mejor sí, pero bajo el
conocimiento actual no sería viable hacerlo y por tanto como digo hay que ir sector por
sector y tratar de adoptar una solución centralizada desde el gobierno para todos los sectores
con independencia de su casuística particular pues llevaría a un fracaso en general.
Bueno, lo de que las grandes tienen mayor capacidad para sobrevivir yo creo que es bastante
discutible, por desgracia tienen mayor capacidad para sobrevivir porque en muchos casos tienen
mayor capacidad para hacer lobby y conseguir algunos sabores políticos, estamos viendo
como grandes empresas están sobreviviendo porque los políticos les hacen, les proporcionan
préstamos en condiciones muy beneficiosos o directamente porque están entrando en
su capital, cosa que no se hace de una manera tan finalizada en las pymes.
Pero soy del todo contrario a que se rescate a grandes empresas por el mero hecho de ser
grandes empresas, si una gran empresa no ha planificado correctamente sus finanzas no
estaba preparada para hacer frente a una situación como la actual porque estaba muy
endeudada por ejemplo y no ha sido prudente de tener un colchón financiero pues esa gran
empresa se tendría que reestructurar porque si no en efecto si el gobierno rescata a las
grandes empresas y deja caer a las pequeñas pues sí que tendremos un proceso de concentración
del capital en menos empresas que serán más grandes pero no será un proceso de concentración
natural, un proceso de concentración de mercado, sea un proceso de concentración inducido
políticamente porque rescato a las grandes que deberían caer, que deberían desmembrarse
y que deberían disolverse en pequeñas empresas y en cambio a las pequeñas no la rescato,
las dejo caer hasta que sean absorbidas por las grandes.
No bueno es que no hay que dar ayudas públicas ni a grandes ni a pequeñas empresas como
mucho hay que facilitarles la supervivencia bajándoles impuestos, es decir permitiendo
que retengan del valor que generan una mayor parte en el futuro pero no hay que coger el
valor, la riqueza que generan algunas empresas y dárselo a otras empresas y desde luego
no hay que rescatar a grandes empresas pero el mero hecho de que sean grandes y de que
tengan mayor capacidad de presionar, de hacerlo o de cabildear a los políticos, nacionalizar
no es la solución como no lo es inyectarles capital gratuitamente las grandes empresas
que no sean capaces de sobrevivir, lo que tienen que hacer es reestructurarse financiamente,
es decir los accionistas actuales lo perderían todo pero si el modelo de negocio de esa
empresa es viable pues ya entrarán otros accionistas que serán en cargo de la empresa
y si no desaparecerá esa empresa y surgieran otras más grandes o más pequeñas que proporcionaban
el servicio que proporcionaba la empresa antes de desaparecer pero tratar de conservar, caiga
quien caiga a cualquier coste, la estructura productiva actual, la costa del contribuyente
creo que es un error tanto político como económico.
De nuevo si caen las pequeñas y no las grandes es porque los políticos están rescatando
las grandes, estamos viendo aerolíneas que deberían quebrar en masa pero no quebran
porque los gobiernos o entran en su capital o la refinancian, no es porque las grandes
sean per se más resistentes que las pequeñas sino porque tienen mejores conexiones con
el poder político y creo que eso es lo que hay que criticar, que se concentra el capital
cuando la concentración de capital genera valor para el consumidor pues es algo que
no está mal, que es beneficioso para el consumidor.
Ahora si el capital se concentra porque hay un proceso político que empuja la concentración
de capital, evidentemente eso no beneficia a nadie salvo a los políticos y a los grandes
capitalistas que reciben a los privilegios.
Es que depende de grandes y pequeñas, habrá pequeñas empresas que tengan un colchón que
les permita resistir y hay grandes empresas que están tremendamente endeudadas y que
solo son capaces de sobrevivir gracias a inyecciones de capital del sector público, las aerolíneas
creo que son el ejemplo más claro de empresas bastante grandes que quebrarían en masa de
no ser por las inyecciones de capital gubernamentales pero eso es simplemente viciar el proceso
competitivo, eso simplemente es mantener a las grandes empresas grandes no porque lo
hagan mejor que las pequeñas sino porque tienen mayor capacidad de parasitar al contribuyente
a través del Estado.
La deuda es difícilmente pagable, recordemos en el año 2012 España estuvo a punto de
quebrar por una deuda pública del 85% del PIB.
Si hoy no se están generando dudas en los mercados entre los ahorradores internacionales
similares a las que vivimos en 2012 es porque Europa está detrás porque Europa nos está
refinanciando ya sea a través del Banco Central Europeo o ya sea con los nuevos programas
gubernamentales que se han aprobado o que se espera que se van a ir aprobando.
Ahora bien lo que hay que tener en cuenta es que la asistencia europea no va a ser perpetua,
básicamente holandeses, alemanes, fineses no van a estar pagando impuestos mucho más
altos de los que podrían pagar para que nosotros paguemos impuestos más bajos de los que deberíamos
pagar si queremos mantener una determinada estructura hipertrofiada del Estado, por tanto
como eso no se va a mantener indefinidamente hay que pensar en fórmulas de primero reducir
el decidido público que se va a disparar este año y los años siguientes y dos regresar
a una ratua de deuda pública que sea sostenible, que sea por debajo que esté por debajo del
100% del PIB y ahí sólo existen dos fórmulas, dos fórmulas que se pueden combinar evidentemente
pero existen dos fórmulas extremas, una subir masivamente los impuestos y cuando hablo
de subir masivamente los impuestos hablo de subir impuestos a todo el mundo no solo a
los ricos, con subirse solo a los ricos no tendríamos ni para las pipas del agujero financiero
que se está generando, pensemos que en 2021 habrá un déficit de 110.000 millones de
euros.
El impuesto a las grandes fortunas que ha planteado Podemos con cifras de recaudación
esperada muy infladas confía en recaudar 11.000 millones, es decir el 10% de ese agujero.
La subida del IRPF que han planteado Podemos y PSOE espera recaudar 350 millones de euros,
frente a 110.000 millones de euros de agujero, por tanto solo subiendo impuestos a los ricos
ni muchísimo menos se va a cubrir ese agujero.
Si se quiere cubrir el agujero solo con impuestos habrá que subir el IRPF a las rentas medias
de las rentas bajas, habrá que subir el IVA, habrá que crear nuevos impuestos especiales,
etcétera, etcétera, es decir todo el mundo va a tener que pagar muchísimos más impuestos
de los que paga ahora.
La alternativa claro es recortar el gasto, pero recortar el gasto en cifras cercanas
a 110.000 millones de euros tampoco se va a conseguir recortando lo que algunos partidos
llaman el gasto político, el gasto superfluo, las redundancias, todo eso obviamente habría
que recortarlo pero ni de lejos va a ser suficiente para la magnitud del agujero al que nos enfrentamos
y por consiguiente habrá que recortar servicios públicos, incluso transferencias como las
pensiones o el salario de los empleados públicos que mucha gente considera absolutamente indispensables
pero que no son financiables en las condiciones que tenemos hoy o muchísimos más impuestos
todos o muchísimo menos gasto en prácticamente todas las partidas del presupuesto.
Bueno, yo no estoy de acuerdo en la premisa de partida, los estados jamás han tenido
más peso que ahora, el gasto público jamás ha sido más alto de lo que ha sido en los
últimos 10 años, en algunos países como Francia el gasto público está cerca del
60% del PIB, esos son cifras que jamás se habían visto en Francia ni siquiera en los
años 80, por tanto el peso de los estados en contra de la narrativa habitual de que
desde los años 80 los estados vienen perdiendo peso es erróneo, los estados han seguido
ganando peso, han seguido ganando tamaño desde los años 80 y en general, obviamente
habrá excepciones de algunos estados en concreto pero en general nunca los estados han sido
tan grandes como lo han sido hoy, en algunos ámbitos como por ejemplo el sector empresarial
público es verdad que ahí los estados sí se han reducido, es cierto que los estados
tienen menos empresas públicas hoy de las que tenían en los años 70, el franquismo
por ejemplo tenía innumerables empresas públicas bajo instituto nacional de industria, el INI,
todo eso sí se ha ido perdiendo, ahora se ha ido perdiendo para agrandar otras partias
del estado, no es que se haya perdido eso y el estado no haya ganado peso en otros ámbitos
no, redujo el peso ahí para ganarlo en otras partes y por desgracia creo que es previsible
que después de esta crisis y según el relato que se está creando como que el estado es
el que nos salva, como que el estado es el que nos protege, como que el estado es el que
tiene que tutelar nuestras vidas, desgraciadamente creo que sí que veremos un incremento de
las contestades del estado en todos los ámbitos, iremos avanzando hacia estados más intrusivos
sobre nuestras libertades, lo que estamos viendo de prohibir por ejemplo manifestaciones
bajo el estado de alarma, pues es algo que el estado puede intentar ganar esa competencia
de manera permanente y restringir determinados grandes eventos no por buenas razones sino
por motivos políticos o la censura que se está intentando implantar el control de los
lujos de información en redes sociales es otra de las desviaciones iránicas en las
que pueden deambular los estados y por supuesto también mayor control económico pero al final
está todo relacionado, es decir, cuando los estados adquieren más poder sobre la sociedad
no lo adquieren solo sobre ámbitos estancos como la economía de la sociedad sino que
lo adquieren sobre todos los aspectos de nuestra vida.
Bueno yo de nuevo disputo la idea de partida de que el capitalismo neoliberal haya ido
ganando peso como hemos dicho antes los estados jamás han sido tan grandes como lo son a
día de hoy, es verdad que en algunos ámbitos los estados han derregulado parcialmente
pero incluso en el ámbito financiero han derregulado privilegiando al sector financiero
y los privilegios regulatorios, los privilegios en forma de rescates permanentes no tienen
nada que ver con el liberalismo, son anti liberalismo, por consiguiente no hemos tenido
un avance hacia sociedades y economías más liberales sino en todo caso hacia sociedades
más mercantilistas, más dirigistas por parte de los estados.
Sobre la idea de fondo de que quizá convenga no crecer tanto sino consumir menos, bueno
yo creo que eso es una decisión que ha de tomar cada persona, internalizando eso sí,
obviamente todos los costes también medioambientales que genera su actividad, ahora personas que
prefieran vivir en austeridad, austeridad no solo de los estados sino también de las
familias y por tanto consumir menos, trabajar menos y consumir menos y habrá otras personas
que quieran vivir con más medios materiales a su alcance, con salarios más altos que
les permitan comprar más cosas y disfrutar de una mejor vida, para eso obviamente tendrán
que trabajar más de lo que alternativamente trabajarían si se conformaran con menos y
eso es algo que insisto ha de decidir cada persona, que sean los políticos los que
nos impongan qué tipo de vida debemos vivir, creo que sería un extremo titanizador al
que no debemos avanzar, el proyecto de vida de cada persona es un proyecto personal individual
siempre y cuando claro, respete los proyectos de vida de otras personas, pero no han de
ser los políticos quienes me digan cómo he de vivir mi vida si yo no estoy interferiendo
en los planes de vida de otras personas.