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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

El sistema privado de pensiones de Chile ha sido sometido recientemente a numerosas críticas
y es que si observamos las estadísticas oficiales comprobaremos que la pensión media que actualmente
están cobrando los chilenos apenas alcanza al equivalente a 280 euros mensuales, alrededor
del 35% del último sueldo que percibe un chileno antes de jubilarse.
Por el contrario, en el sistema público de pensiones español la pensión alcanza y supera
el 70% del último sueldo que obtienen los españoles antes de jubilarse.
Por tanto, parece muy claramente que, a través de esta comparación, el sistema público de
pensiones españoles sea muy superior al sistema privado de pensiones chileno, y de hecho no
son pocos los ciudadanos chilenos que actualmente están defendiendo la necesidad de importar
a su país el modelo de seguridad social, el modelo de jubilación pública que prevalece
en la mayor parte de Europa.
¿Ha fracasado, por tanto, el modelo chileno? ¿Ha fracasado el modelo de pensiones privadas
en Chile?
Pues desde luego si atendemos a determinadas métricas no hay argumentos para decir que
haya sido un fracaso.
La rentabilidad media que han obtenido los chilenos, invirtiendo los fondos privados
de pensiones desde el año 1980, supera el 8% después de descontar la inflación.
Estamos hablando de una rentabilidad anual superior al 8% teniendo en cuenta la inflación.
Por tanto, se trata de una rentabilidad enorme que, desde luego, debería estar proporcionando
pensiones mucho más cuantiosas.
¿Y por qué las pensiones aparentemente son mucho menores en Chile que en España?
Bueno, esencialmente por dos trampas que se establecen al efectuar esta comparativa.
La primera es que las pensiones que se están pagando actualmente en España no son sostenibles
en el tiempo.
Actualmente, como decíamos, un jubilado cobra alrededor del 75% del último sueldo antes
de jubilarse.
Estas tasas de reemplazo están entre las más altas del mundo desarrollado y no se van
a mantener en el futuro conforme la demografía española avance no en la dirección de dos
trabajadores por un pensionista, que es la ratio que tenemos actualmente en el sistema
público, sino a la ratio de un trabajador por un pensionista.
En ese momento habrá que recortar muy sustancialmente las pensiones públicas en España y, de hecho,
el propio gobierno español estima que, en el año 2040-2050, la tasa de reemplazo, es
decir, el equivalente de la proporción del último sueldo que se cobra en pensión, apenas
ascenderá al 50%.
Por tanto, la pensión pasará de representar el 75% del último sueldo actual al 50% del
último sueldo del momento, un recorte de 25 puntos en la pensión que ya nos va acercando
a ese 35% que se cobra en Chile.
Pero la verdadera trampa no es sólo esta.
La verdadera trampa es que en España, para cobrar las pensiones que estamos cobrando actualmente,
estamos pagando a la Seguridad Social Pública un trabajador, cualquier trabajador paga
a la Seguridad Social Pública el equivalente al 28,3% de su salario.
La cotización a la Seguridad Social en concepto de pensiones asciende a casi el 30% del salario.
En contrapartida en Chile, cualquier chileno apenas paga el 10% de su salario para ahorrar
de cara a la jubilación.
Es decir, paga un tercio de lo que paga cualquier trabajador español.
Es lógico que pagando un tercio se obtenga en Chile una pensión menor a la que se obtiene
en España.
Pero en contrapartida, si los chilenos pagaran el mismo porcentaje, si ahorrar el mismo porcentaje
de su salario, que forzosamente la Seguridad Social española nos obliga a ahorrar a los
españoles, su pensión actualmente no equivaldría al 35% de su último salario, sino al 105%
comparamos el 75% que estamos cobrando en España y que no va a ser sostenible en el
tiempo, pues va a caer al 50% o menos, con el 105% que cobraría un chileno si ahorrar
el equivalente a un trabajador español a través de la Seguridad Social Pública.
Por tanto, lo que ha fracasado no es el modelo de capitalización privado, lo que puede haber
fracasado es un estado como en Chile que obligaba a sus ciudadanos a ahorrar el 10% de sus salarios
diciéndoles que con ese 10% obtendría una pensión más que suficiente cuando se jubilaran.
¿Por qué ha de ser el 10%? ¿Por qué la tasa de ahorro de una persona no puede ser
el 15, el 20, el 25? Tiene que decidirlo ella de cara a su previsión de jubilación.
No debe ser el estado quien prometa ni siquiera en un sistema privado de pensiones cuál es
la tasa óptima de ahorro. Si el estado hace eso, muy probablemente se equivoque y conduzca
a que la gente se equivoque, pero desde luego lo que no deberían hacer los chilenos es
copiar el desastroso sistema de pensiones público español que nos aboca a pagar tres
veces más para terminar recibiendo dentro de unas décadas lo mismo que están recibiendo
hoy los chilenos.