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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

La actual crisis económica está llevando a numerosos ciudadanos de los países occidentales
a repudiar el capitalismo y a repudiar el libre mercado. La impresión, la impresión
generalizada es que el mundo cada vez está peor porque las fuerzas del ánimo de lucro,
las fuerzas de la codicia, de la avaricia, están llevando a una polarización de la sociedad
entre personas cada vez más ricas y personas cada vez más pobres. Sin embargo, la realidad
vista de Seresta, el último cuarto de siglo, los últimos 25 años, han sido uno de los
periodos de la historia más prósperos de la humanidad y especialmente más prósperos
para las personas más pobres del planeta. ¿Qué entendemos por personas pobres del planeta?
Evidentemente la pobreza es una definición bastante ambigua, en occidente podemos considerar
pobres a personas que ganan menos de 15.000 dólares al año y en otros países pueden
considerar ricos, países pobres evidentemente ricos a personas que ganan 10.000 euros al
año, pero sin embargo sí que hay una cantidad de dinero que no deja de ser también parcialmente
ambigua, pero que ya está rozando el límite de subsistencia. ¿Qué podemos considerar
que es el mínimo imprescindible para que una persona tenga una cierta capacidad, un
cierto margen de supervivencia, incluso en las condiciones más extremas? Este límite,
que ya digo no deja de ser también arbitrario, se fija internacionalmente entre 1 y 2 dólares
diarios. Actualmente estamos hablando de que una persona, según el Banco Mundial, es pobre
si gana menos de 2 dólares al día, o mejor dicho, si sus renta, si los bienes y servicios
de los que disfruta diariamente son inferiores a 2 dólares diarios, o a 60 dólares mensuales,
60 dólares con un poder adquisitivo constante y ajustados a los bienes y servicios que se
consumen, que se utilizan en ese país. Pues bien, tomando esta definición de pobreza,
que en ocasiones también se llama de pobreza extrema, lo que hemos visto en los últimos
25 años es la mayor reducción de la historia de la pobreza extrema en el mundo. Si en el
año 1800 prácticamente más del 90% de la población mundial vivía en la pobreza extrema,
hoy afortunadamente menos del 10% de la humanidad vive por debajo de la pobreza extrema. Especialmente
esto se ha logrado en los últimos 25 años. Como podemos observar en este gráfico, el
número de pobres extremos se ha reducido desde los años 90, desde cerca de 2.000 millones
de personas hasta, según el Banco Mundial, este año alrededor de 700 millones de personas.
Así siendo una cifra muy importante, pero tengamos presente que hemos reducido en términos
absolutos el número de pobres en cerca de 1.300 millones en 25 años. Más sorprendente
incluso que esto, entre el año 90 y el año 2015, el número de habitantes de la población
mundial no se ha mantenido constante. La población mundial ha aumentado en cerca de 2.000 millones
de personas. Por tanto, pese a que la población mundial ha aumentado en 2.000 millones de
personas, el número de pobres se ha reducido en 1.300 millones. Eso significa que en los
últimos 25 años 3.300 millones de personas se han encontrado o han conseguido escapar
de la trampa de la pobreza extrema. 3.300 millones de personas son muchos, pues evidentemente
no son, y el número ya es bastante impresionante, pero creo que es más llamativo incluso constatar
que hasta el año 1990 había 3.300 millones de personas fuera de la pobreza extrema. A
partir del año 1990, 3.300 millones de personas adicionales han salido de la pobreza extrema.
Esto básicamente significa que en los últimos 25 años de la humanidad han salido de la
pobreza extrema el mismo número de personas que las que habían salido desde los albores
de la humanidad hasta el año 1990. Unas cifras verdaderamente impresionantes que son atribuibles
esencialmente a la economía de mercado en el ámbito internacional, es decir, a la globalización,
al libre comercio, a los libres intercambios. Son estos países emergentes los que han sido
capaces de desarrollarse y de mejorar marginalmente, obviamente, todavía no estamos en los países
emergentes, todavía no están en condiciones occidentales, pero que poco a poco van mejorando
su nivel de vida, escapando incluso de la trampa de pobreza extrema. Son estos países
emergentes los que, gracias a que han empezado a producir masivamente para proveer con bienes
y servicios valiosos al conjunto del planeta los que se han podido desarrollar y los que
han podido sacar a 3.300 millones de personas de la pobreza extrema. Sin ese libre comercio,
sin la capacidad de estos países para vender las mercancías que producen al resto del
mundo, estos países seguirían la mayoría de ellos sumidos en la más absoluta de las
miserias. Y probablemente por esto, mientras que el capitalismo, el libre mercado, el libre
comercio en general, tiene muy mala prensa y tiene cada vez peor prensa en Occidente,
en cambio, en los países emergentes tiene ogoza de muy buena popularidad, de muy buena
salud. En esta encuesta podemos observar cómo los países que tienen una visión más positiva
del sistema del libre mercado, es decir, aquellos países que consideran que la gente mejora
en las economías del libre mercado, aunque algunos se puedan volver ricos y otros no
tan ricos, son mayoritariamente países en desarrollo. Fijámonos, en Vietnam el 95% de la población
tiene una visión positiva del libre mercado. En Bangladesh, pese a la lentitud de su desarrollo
debido a que es un país tomado básicamente por élites extractivas que han destruido
las instituciones sociales que permitirían proteger la propia privada y los contratos
de la población nativa y, por tanto, prosperar y salir adelante, aún así el 80% tiene una
visión positiva del capitalismo. Lo mismo en China, Nigeria, Turquía, Malasia, Filipinas.
En cambio, fijámonos cómo en los países desarrollados, aquellos que se han desarrollado
además precisamente en última instancia por el servir de comercio, es respecto a la
propia privada y al capitalismo, la visión que actualmente se tiene después de haber
perdido la memoria histórica de siglos de desarrollo gracias al libre mercado. Estos
países como Grecia, Japón, España, que se desarrollaron, insisto, conforme se fueron
abriendo un poquito las estructuras autocráticas que impedían el desarrollo de la actividad
económica interna en estos países, no que implantara una economía pura del libre mercado
ni mucho menos, pero sí que fueron liberalizando algunos aspectos de la misma. Estos países
se han olvidado rápidamente de ellos y tienen una visión del capitalismo del libre mercado
bastante negativa y bastante peor que en la mayoría de otros países que siguen siendo
muy pobres, pero donde están viendo cómo es el libre comercio si es capaz de ofrecer
frutos también para los estratos más pobres de la sociedad. Es más, está ofreciendo
frutos especialmente para los estratos más pobres de la sociedad. Y, por desgracia,
las ideas son las que determinan el curso futuro de las instituciones, e ideas profundamente
anticapitalistas en España pueden terminar generando instituciones profundamente anticapitalistas
en el futuro y eso irá en un clarísimo perjuicio de nuestro desarrollo. Si los países emergentes
hubiesen adoptado una actitud profundamente anti-mercado y profundamente anticapitalista
y profundamente antiglobalización, hoy nos estarían experimentando el impresionante
ritmo de reducción de la pobreza que, por fortuna, ya ahora están consiguiendo desarrollar.