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¿Qué sucede cuando un sindicato de izquierdas sufre una ocupación, por parte del movimiento
ocupa, de uno de sus inmuebles que está destinando a un lucrativo uso comercial? ¿Acaso se solidariza
ese sindicato de izquierdas con el movimiento ocupa? ¿O más bien recurre rápidamente
a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para exigir un desalojo inmediato de los
ocupas? Veámoslo. Hace año y medio el sindicato UGT, Unión General de Trabajadores, aplaudía
el decreto antidesaucios aprobado por el Gobierno PSOE Podemos, un decreto antidesaucios que
también protegía contra el desalojo a aquellos ocupas que hubiesen entrado en una vivienda
sin intimidación ni violencia. Decía a este respecto la UGT, el decreto antidesaucios aprobado
en Consejo de Ministros es una medida de justicia social que da respuesta a la demanda de UGT
de suspender los procedimientos de desaucio y de lanzamientos para hogares en alternativa
habitacional, además de modificar la prohibición del corte de suministros básicos a consumidores
vulnerables en vivienda habitual, incluyendo, repetimos, los ocupas. Y seguía, el sindicato
recuerda, que hay que cumplir el mandato constitucional y garantizar una vivienda digna
para todas las personas y que es una obligación moral de cualquier Gobierno, especialmente
si es progresista, garantizar este derecho. Hay que garantizar ese derecho pero no con
los recursos con los que cuenta el Gobierno, sino a costa de los propietarios de viviendas
que no pueden desalojar ya no a las personas que hayan incumplido el contrato que suscribieron
con esos propietarios de vivienda, sino ni siquiera a los que han ocupado ilegalmente
un inmueble. No solo eso, el sindicato se mostraba aún más radical que el propio texto del
Decreto Antidesaucios, y es que este Decreto Antidesaucios incluía una compensación económica
para los propietarios de vivienda por haber perdido la facultad de desalojar a las personas
que se encontraban en sus inmuebles. Imaginemos un arrendador que alquila una vivienda a un
arrendatario, el inquilino deja de pagar y bajo este decreto del Gobierno el arrendador
no puede desalojar al inquilino. Bueno, pues al menos el decreto compensaba por esta especie
de expropiación temporal, compensaba a los propietarios por no poder desalojar a los
inquilinos teniendo previamente derecho a hacerlo. Pues bien, la UGT criticaba que se compensara
a los propietarios, específicamente a los grandes propietarios de vivienda. Decía,
no obstante, UGT critica la compensación prevista a los grandes tenedores de viviendas, muchos
de ellos grandes bancos, máxime teniendo en cuenta la ayuda prestada por la ciudadanía
en la anterior crisis financiera, tenedores entre los que también hay fondos buitre
que hacen negocio en base a la especulación y a costa del derecho de las personas a una
vivienda digna. Pues bien, este sábado la UGT probó durante unas pocas horas su propia
medicina proocupas y es que el sábado doscientas personas ocuparon pacíficamente, eso sí,
la antigua sede de la UGT ubicada en el convento de las recogidas, un convento que sigue siendo
propiedad de la UGT y que actualmente está siendo alquilado a una empresa hotelera por
una suma que oscila entre 400 y 600.000 euros anuales para que esta empresa hotelera lo
reconvierta en un hotel. Precisamente por esto, el movimiento ocupa ha denunciado que la UGT
está especulando con un patrimonio histórico, el convento de las recogidas, y lo ocupó,
lo ocupó porque considera que, como la UGT simplemente está especulando, el movimiento
ocupa tiene derecho a pacíficamente quedarse con ese inmueble. Y lo que ocurrió a continuación
le sorprenderá o no. Después de que la UGT sufriera una ocupación en una de sus principales
sedes, la UGT no emitió un comunicado comprendiendo, justificando el derecho de estas personas
sin alternativa habitacional a quedarse con un edificio que ellos estaban utilizando
para la especulación inmobiliaria. No, la UGT publicó una tajante nota de prensa cuyo
titular es tan explícito como las palabras que lo prosiguen. El titular era, UGT exige
el desalojo inmediato de su sede. ¿Y cómo justificaba la UGT esta petición de desalojo
inmediato? Atención a la nota de prensa. En el día de hoy, un grupo organizado ha
ocupado la sede de la Unión General de Trabajadores y Trabajadoras, situada en la calle Ortaleza
88, en el centro de la ciudad de Madrid. Un edificio perteneciente en su totalidad
al sindicato. Aquí el derecho de propiedad privada parece que sí es importante y que
ha sido pagado y costeado con el sacrificio de millones de personas trabajadoras a través
de sus cuotas. Debe de ser que cuando se ocupan viviendas o edificios, aunque sean propiedad
de fondos buitre, esos fondos buitre no han comprado esas viviendas con el ahorro de
millones de personas, entre los que también hay muchos trabajadores y muchas trabajadoras,
esos fondos buitre son vehículos de inversión, en los que invierten sus ahorros, incluidas
pequeñas cantidades de ahorro, millones de personas. Y continúa, desde UGT no podemos
más que condenar y denunciar un hecho que actúa directamente en contra de los trabajadores
y trabajadoras de este país. No será en contra de sus apiliados, no en contra de todos los
demás, salvo que se esté diciendo que se está atacando el derecho de propiedad privada
y eso es un daño que nos afecta a todos, tesis en la que coincidiría. Sin embargo,
la UGT ya hemos visto que en otros casos en los que se ataca el derecho de propiedad
privada, no solo no se calla, sino que encima lo aplaude. Perjudicando a nuestra organización,
es decir, que claro, los perjuicios para la UGT son perjuicios para todos los trabajadores
y trabajadoras del país. Cabe recordar que UGT es una organización sindical sin ánimo
de lucro, pues aquí no lo parece. Y que dirige todos sus esfuerzos y recursos a defender los
intereses de las personas trabajadoras. Y prosigue, hace unos meses denunciamos la ocupación
que protagonizó, atención, que quizá aquí nos encontramos con alguna noticia de la que
no nos hemos enterado, y UGT coerentemente ha venido denunciando ocupaciones ilegales
en nuestro país desde hace mucho tiempo, en cuyo caso, pues como digo, sería coherente
que se ha denunciado la ocupación de inmuebles de grandes propietarios de vivienda. La UGT
es un gran propietario de inmuebles, pues ahora sería coherente que ellos también denunciaran
la ocupación que han sufrido. Veamos que continúan diciendo. Denunciamos la ocupación
que protagonizó un grupo de la ultraderecha italiana, ah, de la ultraderecha italiana,
sobre la sede del sindicato italiano Cegil, es decir, solidaridad, antiocupación, con
otros sindicatos, que parecen ser los únicos que tienen derecho a la propia privada, todos
los demás, inmuebles listos para ser ocupados sin que la UGT diga absolutamente nada. Bueno,
no es que no diga absolutamente nada, es que lo aplaude. Hoy es la unión general de trabajadoras
y trabajadores quien sufre la ocupación por parte de un grupo de ultraderecha radical.
Aquí al menos no pueden jugar la carta, el comodín de la ultraderecha, porque es muy
evidente la ideología política de quienes han ocupado este inmueble de la izquierda,
no sé si radical o moderada, de la UGT. Un grupo de ultraderecha radical que no tiene
en cuenta los intereses de las personas trabajadoras de este país, ocupando los edificios de
los sindicatos de clase. Vamos que a la clase capitalista si se le pueden ocupar los edificios,
ellos no tienen derecho a la propia privada, porque lo han construido sobre el expolio,
sobre el robo de la clase trabajadora, pero en cambio a la clase trabajadora, ya no
a la clase trabajadora, sino a un sindicato que se arroga falsamente la representatividad
del conjunto de esa clase trabajadora, a la clase trabajadora o al sindicato que dice
representarla, ahí no se puede ocupar absolutamente nada. Esto debe de ser lo que la UGT entiende
por igualdad ante la ley. Yo tengo derecho a quedarme con lo tuyo y yo tengo derecho
a retener lo mío sin que tu metas la cuchara en lo mío. De hecho, en el último párrafo
de esta nota de prensa encontramos una firme defensa del derecho de la UGT al derecho de
propiedad privada. Atención, UGT y su dirección tiene la potestad de decidir la gestión de
su patrimonio como considero oportuno. Es decir, que aquí el patrimonio inmobiliario
del sindicato ya no tiene que estar afecto al interés general, a proporcionar vivienda
social, a luchar contra la especulación. No, no, si es propiedad privada de la UGT,
la UGT hace con su propiedad privada lo que considero oportuno. Tiene la potestad de
decidir la gestión de su patrimonio como considero oportuno con el fin de obtener el máximo
rendimiento, es decir, que están justificando la maximización de beneficios con el patrimonio
inmobiliario. Si esto lo hace un fondo buitre, lo que denuncia la UGT es que está especulando
con un derecho fundamental, con el derecho a la vivienda, aquí no se está especulando,
con el fin de obtener el máximo rendimiento para poder destinarlo a la lucha, la mejora
y la defensa de los derechos e intereses de la clase trabajadora de nuestro país. Claro,
que si especulamos con vivienda para proteger a los trabajadores, en realidad para alimentar
las ganancias de la burocracia del sindicato, entonces esa especulación, esa maximización
de beneficios gestionando el propio patrimonio inmobiliario, la propia propiedad privada,
nadie tiene que decirme nada sobre cómo gestiono mi propia privada, entonces eso es muy legítimo.
Ahora, cuando constituimos un vehículo de inversión específico dirigido a canalizar
el ahorro de los ciudadanos de un país a la inversión en el mercado inmobiliario para
obtener un rendimiento económico de ese mercado inmobiliario como está haciendo aquí la UGT,
ahí hay que ponerle todas las trabas legales, hay que denunciarlos, hay que criticarlos,
hay que sobreregularlos y hay que en definitiva impedirles desarrollar esa actividad económica
porque no la desarrolla la UGT, si fuera un fondo de inversión de la UGT al parecer entonces
el derecho de propiedad privada y el derecho a obtener el máximo rendimiento económico
posible con la vivienda debería estar muy garantizado.
Es curioso como entendemos muy bien por qué la propiedad privada debe estar protegida
cuando nos afecta a nosotros mismos y es curioso como algunos lo entienden tan mal
cuando afecta a otros.
Por supuesto, la UGT tiene pleno derecho a reclamar que sea desocupado un inmueble que
es de su propiedad privada, pero ese mismo derecho debería tenerlo cualquier otra persona
física o jurídica, no solo la UGT.
¿Y qué ocurrió a continuación, después de esta denuncia legítima, pero incoherente
por parte de la UGT?
Porque ya sabemos que en España la desocupación de inmuebles, sobre todo si no son inmuebles
afectos a uso residencial, es tremendamente lenta en este país.
No puede decirse que la policía y los juzgados sean especialmente ágiles a la hora de expulsar
a unos ocupas, sobre todo ya digo si son ocupas que están ocupando un edificio, un inmueble
no afecto a uso residencial, sino a uso comercial como es este el caso.
Pues bien, lo que sucedió es que, en este caso, la policía sí desalojó a estos ocupas
en menos de 24 horas.
En definitiva y en resumen, si el movimiento ocupa se queda con un inmueble de un gran
propietario de viviendas, la UGT no solo lo aplaude, sino que reclama al gobierno que
apruebe medidas para impedir expulsar a esos ocupas.
Si en cambio la UGT, siendo ella misma un gran propietario de inmuebles, sufre la ocupación
de una de sus sedes que está destinando a un lucrativo uso comercial por parte del
movimiento ocupa, entonces la UGT reclama y el gobierno servilmente concede el desalojo
exprés en menos de 24 horas de ese inmueble ocupado, al parecer para esto si hay clases
o, más bien, castas.