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El miedo regresa a los mercados financieros. Veámoslo.
Los inversores empiezan a estar preocupados respecto al estado de salud de la economía
estadounidense. El índice tecnológico Nasdaq, que el pasado 11 de julio registró su máximo
histórico, ha caído desde entonces, en apenas un mes, más de un 10%. Pero es que algunas
compañías tecnológicas concretas tan importantes como Amazon o como Intel han caído más de
un 15% y de un 30% respectivamente. Es más, el índice de volatilidad del Standard & Poor's
500, al que popularmente también se lo denomina índice del miedo, alcanzó este pasado viernes
su valor más elevado desde marzo de 2023. ¿Y qué sucedió en marzo de 2023? El estallido
de la crisis de la banca regional estadounidense, la quiebra del Silicon Valley Bank, que fue
seguida posteriormente de varios otros bancos regionales de Estados Unidos. Por tanto, ahora
mismo hay más miedo instalado en el mercado bursátil estadounidense que en ningún otro
momento desde marzo de 2023. No solo eso, esta inquietud en los mercados financieros, que
desde luego tiene su epicentro en los Estados Unidos, también se está empezando a sentir
en menor medida en Europa y, sobre todo, en Japón. Durante el último mes, el índice Nikkei
ha caído más de un 12%. Y, de hecho, este pasado viernes, las acciones japonesas sufrieron
la mayor caída desde el año 2016. La bolsa japonesa descendió casi un 6% solo en un día.
¿A qué viene esta repentina inquietud de muchos inversores sobre el estado de salud
de la economía estadounidense y, más en general, sobre el estado de salud de la economía
mundial? Pues porque aunque todavía hay bastantes datos macroeconómicos que apuntan en la dirección
de que la economía estadounidense aún está fuerte, durante la última semana han empezado
a aparecer algunos datos macroeconómicos que apuntan en una dirección opuesta. Es decir,
en la dirección de que la economía estadounidense está más débil de lo que se pensaba hasta
el momento. Los beneficios de las principales compañías estadounidenses en el segundo trimestre
de este año han sido, por lo general, decepcionantes. Y el ritmo de creación de empleo en julio quedó
muy por debajo de lo que estimaban la mayoría de analistas. La mayoría de analistas esperaba
que se hubiesen creado 175.000 nuevos empleos en julio y apenas se crearon 100.000. De tal manera
que la tasa de paro en los Estados Unidos aumentó hasta el 4,3%, que desde la perspectiva
de un español es una tasa de paro bajísima, pero que constituye la tasa de paro más alta
en los Estados Unidos desde octubre del año 2021. Y por si todo lo anterior fuera poco,
esta misma semana el presidente de la Reserva Federal estadounidense, Jerome Powell, abrió
la puerta a bajar los tipos de interés en el mes de septiembre. Y claro, si la propia
FED considera necesario bajar los tipos de interés, ¿acaso sea porque la lectura más
amplia y mejor informada que está haciendo la FED sobre la situación de la economía
estadounidense le esté mostrando que ésta se está deteriorando a un ritmo avanzado o
expresado de otra manera? El miedo que ahora mismo tienen muchos inversores es que el aterrizaje
suave con el que la FED esperaba poner fin a la inflación sea aterrizaje pero no tan
suave. Que de la misma manera que la FED, y no solo la FED, también el Banco Central Europeo
o el Banco de Inglaterra, llegaron tarde a la hora de combatir la oleada inflacionista
subiendo los tipos de interés, ahora también estén llegando tarde a la hora de contrarrestar
el frenazo de la economía con bajadas preventivas de tipos de interés. Tan es así que ahora
mismo los inversores esperan que la FED vaya a acelerar el ritmo de bajada de los tipos
de interés. Si a finales de mayo o principios de junio la mayoría de inversores esperaban
que a cierre de este año los tipos de interés o se quedaran igual o, como mucho, bajaran en
25 puntos básicos, del 5,5% al 5,25%, ahora mismo el 80% de los inversores creen que los
tipos de interés a cierre de este año 2024 se ubicarán entre el 4,25% y el 4,5%, es decir,
una bajada o de un punto o de más de un punto. Y precisamente si en estos momentos de dudas,
de incertidumbre, de miedos, de inquietudes, de zozobra en los mercados financieros que han
llevado, como decíamos hace un momento, a que el índice Nasdaq haya corregido más
de un 10% durante el último mes, si en estos momentos de duda, de incertidumbre, quieres
mantener tu liquidez fuera de esos mercados financieros pero al mismo tiempo remunerada a
unos tipos de interés que además te protejan frente al escenario de bajada acelerada que
están ahora mismo dibujando los inversores en los mercados, puedes hacerlo a través de
los productos de ahorro que ofrece la entidad que apadrina este vídeo, Freedom24. Freedom24
ofrece un plan de ahorro diario, también llamado la cuenta D, que ahora mismo está pagando un tipo
de interés devengado diariamente, sin ningún tipo de obligación de permanencia, del 3,61% en euros y
del 5,38% en dólares. Pero a su vez, Freedom24 también ofrece planes de ahorro a largo plazo,
a 3, 6 y 12 meses, lo cual permite cerrar la remuneración de ese ahorro durante los próximos
12 meses al margen de lo que haga la Reserva Federal o el Banco Central Europeo con sus tipos de interés
durante ese periodo. Esos planes de ahorro a 3, 6 y 12 meses están ahora mismo abonando un tipo de
interés de hasta el 5,95% en euros y de hasta el 8,88% en dólares. Como digo, estos tipos de interés
de hasta el 5,95% en euros y de hasta el 8,88% en dólares permanecen sin cambios durante todo el
plazo de la inversión, 3, 6 o 12 meses. Además, estos productos de ahorro que ofrece Freedom24
están protegidos por el Fondo de Compensación al Inversor de Chipre por un importe de hasta 20.000
euros. Si quieres obtener más información sobre estos planes de ahorro de Freedom24, puedes obtenerla
pinchando en el enlace que aparece en la caja de descripción de este vídeo y en el comentario
destacado. Pues bien, este nuevo escenario de bajada acelerada de los tipos de interés que durante los
últimos días han compuesto los inversores en los mercados se ha empezado a trasladar, como no podía
ser de otra manera, claro está, en los tipos de interés que paga la deuda pública estadounidense a
sus distintos vencimientos. Por ejemplo, el bono estadounidense. Si hace apenas una semana la deuda
estadounidense a 10 años estaba pagando un tipo de interés de más del 4,2%, en los últimos días la
rentabilidad del bono estadounidense a 10 años, el tipo de interés que paga, ha caído por debajo del
3,8%. Un ajuste de más de 40 puntos básicos en apenas una semana. Por tanto, como decía, las
expectativas sobre cuáles van a ser los tipos de interés futuros en los Estados Unidos han dado un
vuelco muy significativo en esta última semana. Y lo han dado porque los inversores temen que la
situación de la economía real en los Estados Unidos es bastante peor de lo que pensaban hace apenas unos
meses. De ahí también la corrección en el mercado bursátil estadounidense. Porque si la economía real
no está tan sana, no está tan fuerte como se pensaba hace unos meses, las perspectivas de beneficios
futuros de esas empresas tampoco serán tan deslumbrantes. Los próximos meses nos dirán si
estos miedos que hoy por hoy se han instalado en los mercados financieros son miedos fundados o miedos
exagerados. Y por otro lado, si la Reserva Federal consigue, a través de sus bajadas de tipos de interés,
darle la vuelta a esos temores e insuflar optimismo en el mercado. Pero suceda lo que suceda durante los
próximos meses. Lo que está claro es que ahora mismo, y tras muchos meses de complacencia sobre la
situación presuntamente idílica en la que estaba la economía estadounidense, muchos inversores han
despertado y han comenzado a plantearse que, tal vez, el futuro no sea tan esplendoroso como habían imaginado.
¡Gracias!