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Bienvenidos y buenos días a esta conferencia inscrita en la penúltima sesión de esta
Universidad de verano del Instituto Juan de Mariana que lleva por título los nuevos
monopolios digitales. Como sabéis en los últimos años las mayores empresas del planeta
han devenido empresas como Google, Facebook, Apple, Amazon, Microsoft. Son nuevas empresas
con una capitalización bursátil muy elevada y también con un tamaño dentro de sus respectivos
mercados muy alta. Esto es lo que ha llevado a algunos autores a plantearse si estamos
ante un nuevo modelo de monopolio o ante nuevos monopolios que en consecuencia deberían
ser contrarrestados a través de políticas de defensa de la competencia debido a las
ineficiencias que pueden generar en el mercado. En apariencia podría ser una paradoja que
algunas de estas compañías que nos han brindado los avances más vertiginosos que hemos visto
en la economía mundial durante los últimos diez años puedan ser acusadas justamente
de estar perjudicando gravemente al consumidor. Sin embargo, hay algunas cautelas que sí
que hay que tener presentes desde un punto de vista estrictamente económico y que podrían
estar frenando la innovación o que podrían estar encareciendo el acceso, encareciendo
artificialmente el acceso a estos servicios por parte de los distintos grupos de usuarios.
Con lo cual lo que quiero es reflexionar en qué medida esto es una acusación verosímil,
cuáles son las alternativas que existen para enfrentarse a esta posibilidad de monopolización
de estos mercados. De entrada, hay que distinguir entre dos conceptos de competencia y de monopolio,
un concepto de competencia y por lo tanto de monopolio de tipo estático donde en lo
que nos fijamos por lo que nos preocupamos es por el número de competidores en un determinado
mercado. Si hay muchísimos competidores presupondremos que ninguno de ellos tiene un enorme poder
para influir sobre los precios, en cuyo caso hablaremos de competencia e incluso de competencia
perfecta y en cambio si hay muy pocos competidores presupondremos que cada uno de esos tiene
mucho poder de mercado para influir los precios y hablaremos de oligopolio o incluso monopolio.
Este concepto estático de competencia para mí es un concepto deficiente, un concepto
que debe ser abandonado porque al final lo que está haciendo es fotografiar una determinada
situación en el mercado sin tener en cuenta los procesos que han llevado o que siguen llevando
a esa situación de mercado, a esa estructura de mercado. Prefiero, tengo bastante más
aprecio intelectual hacia un concepto dinámico de competencia y de monopolio caracterizado
por la disputabilidad de la posición de esas empresas en el mercado, es decir, hablaremos
de competencia o de monopolio no tanto como una foto fija sino como la facilidad o la
dificultad para disputar la posición que una determinada empresa o un determinado grupo
de empresas ostentan en el mercado. Es decir, competencia y monopolio lejos de ser conceptos
radicalmente definidos se dan más bien porcentajes o probabilidades de disputar esa posición
y de qué dependerá la disputabilidad de las empresas en el mercado, de qué dependerá
que una empresa pueda barrera otra empresa en el mercado aunque sea la única que exista
en un determinado sector de la existencia de barreras de entrada. A mayores barreras
de entrada más indisputable será la posición de una empresa en el mercado y por tanto más
capacidad de obtener y de ejercer poder de mercado tendrá en ese sector. Cuanto más
baja sean las barreras de entrada en cambio más disputable será su posición y en consecuencia
aún cuando sólo haya una determinada empresa en el mercado si es muy fácil atacar la
posición de esa compañía podemos presuponer que esa empresa se comportará como si hubiesen
muchas empresas en el mercado porque la posibilidad de entrar y arrebatarle consumidores en caso
de que esa empresa no esté satisfacienda adecuadamente las necesidades de esos consumidores será
muy alta debido a las bajas barreras de entrada y por tanto esa empresa aunque sea única en
el mercado evitará adoptar prácticas monopolísticas que lleven a que nuevas compañías entren
y le disputen su posición. Bien, ¿cuáles son las barreras de entrada típicas que
puede existir en un mercado? Por un lado son básicamente cinco. La primera es la diferenciación
del producto. Si tú ofreces un producto muy distinto del que puedo ofrecer yo, tú tienes
un determinado nicho de mercado difícilmente disputable porque el consumidor sólo quiere
comprar ese producto y no encuentra a otros que sean cercanamente sustitutivos al mismo.
La diferenciación puede ser real o imaginar y es decir puede haber una diferenciación
braderamente objetiva del producto o puede ser ya digo una diferenciación meramente
imaginera en el sentido de son el mismo producto pero está comercializado o están comercializados
por empresas distintas y para el consumidor que ese producto lo venda a una empresa con
una marca reputada con una marca que le transmita confianza pues puede convertirlo subjetivamente
en un producto diferente al exactamente el mismo que comercializa otra empresa con una
marca distinta. La diferenciación de producto en ausencia de restricciones legales a la
copia o al aprovechamiento de las tecnologías existentes en el mercado es difícil de mantener
el tiempo. Es verdad que durante un corto periodo una empresa puede diferenciarse de
otra pero al final el resto de compañías observan cuáles son las características
fundamentales de ese producto y si la tecnología es de uso público o es decir si no existen
patentes será muy fácil o sea relativamente fácil generar un producto sustitutivo del
mismo que pueda ser ofertado en el mercado. Una segunda barrera de entrada es la ventaja
en costes si yo soy capaz de producir mucho más barato que otras empresas puedo vender
mi producto más barato excluyendo a todos los potenciales competidores. Las ventajas
de costes pueden venir de una mejora tecnológica o de una determinada tecnología que en tal
caso suelen ser ventajas de costes bastante fáciles de suprimir por el mismo argumento
que hemos mencionado antes es decir en la medida en que el conocimiento tecnológico
sea relativamente público será fácil reproducir ese modelo de negocio debajo de costes pero
también pueden venir causadas por economías de escala. En caso de que estemos ante ventajas
en costes por economías de escala sí que es verdad que esa posición puede ser más
difícil de disputar porque una vez una empresa ha entrado en el mercado y ya tiene una masa
crítica de consumidores es capaz de ofrecer sistemáticamente ese producto mucho más barato
que la competencia dificultando que nuevos competidores entre. Una tercera barrera de
entrada bastante difícil de disputar es la posesión exclusiva de un recurso. Si yo
soy el único propietario o el único que dispone en última instancia de un determinado bien
que es esencial para un determinado factor productivo que es esencial para producir un
bien o servicio los competidores en la medida en que no puedan acceder a ese recurso estarán
incapacitados para producir algo mínimamente sustitutivo de ese bien o servicio.
Una cuarta barrera de entrada es la habilidad para retener al cliente. Hay muchas razones
que pueden llevar a retener al cliente o que lleven al cliente a no querer salirse de
una determinada relación comercial con un proveedor. En ocasiones estamos ante retenciones
por fidelización. Por ejemplo te voy dando una serie de puntos cuanto más te relaciones
conmigo y eso genera una cierta desventaja de querer cambiar de proveedor y perder por
tanto todos los beneficios que se habían acumulado hasta la fecha. Pero al cliente
también se le puede retener justamente porque estemos ante un caso por ejemplo de economías
de red donde un proveedor proporciona un servicio que es muy valioso porque está
siendo proporcionado simultáneamente a muchos otros usuarios. De tal manera que si un usuario
se sale no es fácil que encuentre otra red en la que incorporarse y disfrutar de ese
servicio organizado en red. El ejemplo típico o tradicional en su momento era la telefonía.
Si una red telefónica concentra a un gran número de usuarios y otra infraestructura
de red telefónica alternativa no tiene usuarios para que me voy a mudar a la otra red telefónica
se no puedo llamar a nadie. Con lo cual yo estoy en cierto modo retenido en la red que
tiene un mayor número de usuarios y el hecho de haber sido capaz de atraer a muchos clientes
genera como un efecto de dependencia de mantenerme en esa red. La quinta barrera de entrada que
diría que en las economías modernas es realmente la más importante en la que menos
hincapié se suele hacer por motivos obvios es la exclusión de la competencia. Normalmente
a través de normativas estatales. Simplemente una ley que impide que alguien entre en un
determinado sector que le confiere a una determinada empresa una situación de monopolio u oligopolio.
Un caso muy conocido recientemente es el sector del taxi por ejemplo. Yo no puedo sin comprar
la licencia que ofrece el estado en un número cerrado yo no puedo ofrecer servicios de taxi
en competencia con los taxistas actuales. Esas son las cinco grandes barreras de entrada
que existen y que por tanto permiten de algún modo crear un monopolio en un sentido dinámico
es decir una empresa cuya posición en el mercado es difícil de disputar y precisamente porque
es difícil de disputar tiene poder de mercado. ¿Y qué entendemos por poder de mercado? Pues
básicamente la capacidad para marcar profundamente las condiciones del intercambio en un doble
o triple incluso triple sentido. El monopolista es decir aquella empresa que tiene poder de
mercado tiene incentivos a restringir la oferta para elevar el precio. Básicamente destruyo
parte de mi producción o dejo de prestar parte de mis servicios que podría prestar rentablemente
a cambio de que los otros servicios los otros bienes que estoy vendiendo suban de precio
restringo la oferta para que suba el precio y el extra precio que consigo por restringir
mi oferta me compense aquellos intercambios que dejo de realizar. Por tanto el monopolista
aumenta el precio restringiendo la oferta y esto es un problema que en economía llamamos
de ineficiencia pareteana porque sería posible producir más rentablemente es decir estamos
fuera de la frontera de posibilidades de producción. Esta empresa puede incrementar la producción
sin reducir la producción de ningún otro bien o servicio. Es una restricción que únicamente
tiene como propósito maximizar los beneficios del monopolista pero esa maximización de
beneficios de monopolista no es lo que más preocupa al analista económico. Lo que preocupa
al analista económico es que por maximizar esos beneficios haya una pérdida irrecuperable
deficiencia en forma de consumidores no atendidos. Es decir el problema no es que se le suba
al precio a unos consumidores que siguen comprando el producto sino que se sube el precio restringiendo
la oferta impidiendo que otros consumidores accedan al producto pudiendo acceder a él
en caso de producirse sin restringir sin reducir la oferta de otros bienes. Luego el monopolio
se puede convertir también en un monopsonio en el único demandante si estamos en una
empresa que se dedica a comprar para vender o que tienen todo caso proveedores que le
permiten proporcionar el servicio y si se convierte en un monopsonio puede hacer algo
parecido al monopolio es decir puede restringir la demanda para reducir el precio que paga
a los proveedores y eso también es un problema de eficiencia. Por tanto el monopolio puede
o restringir la oferta o restringir la demanda para alterar el precio y lucrarse a través
de esa alteración del precio pero además desde un punto de vista quizá más dinámico
otro problema claro que puede tener el monopolio es la parálisis de la innovación en la medida
en que el monopolio no siente presión competitiva en la medida en que por tanto se duerme en
los laureles el incentivo al que se le somete para estar innovando continuamente y ofrecer
continuamente una mejor versión de su producto pues es evidentemente mucho menor. Por tanto
podemos tener problemas de digamos la sí eficiencia estática, los recursos nos están
asignando para agotar todas nuestras posibilidades de producción, hay oportunidades de negocio
que no están siendo explotadas para maximizar los beneficios rentistas del monopolista y
hay también problemas de eficiencia dinámica. La coordinación innovadora en el mercado
no se lleva hasta sus últimas extensiones debido a que el monopolista no sufre de presión
competitiva. Es muy difícil reconocer cuando una empresa es un monopolio porque como os
he dicho el hecho de que sólo haya una única empresa en un determinado sector de la economía
no significa que sea un monopolio en un sentido dinámico. Primero porque definir cuál es
el sector de la economía ya es en ocasiones complicado, en ocasiones muchas veces la definición
de mercado es tan sumamente estrecha que terminamos cayendo en reduccionismos, simplismos o falacias.
Por ejemplo, Juan Ramón Rayo es un monopolista de las conferencias ofrecidas por Juan Ramón
Rayo porque solo las puedo ofrecer yo y no hay un sustitutivo, al menos de momento no
hay un clon mío que pueda prestar esas conferencias. Pasa de claro este argumento que a veces
dan los austríacos también es un argumento tanto tramposo, es decir es verdad que no
tenemos que restringir tanto la definición de mercado pero eso no significa que flexibilizando
razonablemente la definición de mercado, es decir mirando qué productos son relativamente
sustitutivos del que estamos analizando no puede haber aún así una monopolización porque
no haya simplemente sustitutivos cercanos, es decir imaginar que no hay otros conferenciantes.
Claro si no hay otros conferenciantes da igual que definamos el mercado como conferencias
de Juan Ramón Rayo o mercado de conferencias, podríamos decir si bueno pero hay libros
ya pero el libro cuán sustitutivo cercano es de las conferencias, muy poco y esa falta
de sustitutividad cercana es lo que permite justamente ejercer un poder de mercado.
Pero ya digo no es fácil definir los términos en los que es un monopolio primero porque
es difícil definir el sector y segundo porque el hecho de que aunque pudiéramos definir
perfectamente el sector que solo haya una empresa no significa que esa empresa sea monopolista
desde un punto de vista dinámico, puede ser la empresa más eficiente, la empresa que está
prestando un mejor servicio a los consumidores y a la que nadie es capaz de batir, es decir
a la que nadie es capaz de disputarle su posición, no porque tenga barreras de entrada perjudiciales
para el consumidor, no porque esté ejerciendo un poder de mercado sino simplemente porque
va siempre dos pasos por delante de la competencia.
Imagínate una empresa que no es que sufra de parálisis innovadora, que no es que esté
elevando los precios a los consumidores sino al contrario está innovando continuamente,
bajando precios y mejorando calidades y eso es lo que le permite que nadie sea capaz de
batir su posición en el mercado.
Bien, por tanto, reconociendo la dificultad de definir o especificar claramente cuando
hay un monopolio, ¿por qué hablamos de monopolios digitales o de posibles monopolios digitales?
Es decir, ¿dónde encajan los casos de Google, Facebook, Amazon, Apple en el caso anterior?
Bueno, si hablamos de monopolios específicamente digitales, es decir, ¿de cuáles son las ventajas
específicamente digitales de estos posibles monopolios?
Creo que son fundamentalmente dos posibles barreras de entrada de las cinco anteriores
que he mencionado.
La primera es la posición exclusiva de datos, que podríamos asimilar a la posición exclusiva
de un recurso, en este caso, los datos, la información.
Si para prestar un determinado negocio digital los datos son básicos para desarrollar la
calidad del producto, evidentemente que solo algunas empresas puedan acceder a los datos,
les confiere una cierta posición de ventaja permanente frente a todas las demás que no
pueden, ya digo, acceder a esos datos.
Y la otra es la capacidad para retener al cliente vía efecto red, en el caso de Google
o Facebook, por ejemplo, el hecho de que muchos estén utilizando ese determinado bien, por
ejemplo, la red social, hace que todo el mundo quiera tener la red social Facebook.
Podríamos hablar de una tercera ventaja competitiva, por ejemplo, en el caso de Amazon, que serían
las ventajas de costes vía logística, vía economías de escala.
No me voy a referir a esto porque esto no es una ventaja, digamos, específicamente digital,
otros negocios pueden desarrollar esta ventaja competitiva y históricamente la han desarrollado,
por ejemplo, Walmart también ha tenido esa ventaja de costes, otra cuestión es que Amazon
sea capaz de desarrollarla porque tiene las otras ventajas, por ejemplo, ventaja en datos,
que permite ofrecer un producto masificado al que todo el mundo quiera acceder.
En cuanto, voy a reflexionar específicamente sobre la interacción de los monopolios digitales
con estas dos ventajas competitivas, retención o acceso exclusivo a los datos y retención
vía efecto red del cliente.
Cuando hablamos de efecto red, luego volveré al tema de los datos, cuando hablamos de efecto
red es necesario distinguir entre dos tipos de efecto red.
Efecto red es simplemente que el vino servicio aumenta de valor conforme el número de usuarios
se incrementa, es decir, que tenemos una realimentación positiva en la provisión del servicio.
Cuantos más usuarios entran, más valiosos ese servicio.
No digo que menos costoso sea de producir, eso sería un caso particular de economías
de escala, digo que el valor que el consumidor atribuye al servicio aumenta por el simple
hecho de que haya muchos más consumidores, con lo cual fijaos en la dinámica.
Más consumidores, más valor, más consumidores, más valor, más consumidores, más valor.
Y eso claro, para una empresa que empieza sin consumidores le supone a lo mejor una
barrea de entrada infranqueable, pero como decía, hay dos tipos de efecto red.
Los efectos red directos son aquellos que incrementan el valor del bien para el mismo
grupo de usuarios cuyo número se está incrementando, por ejemplo.
En Facebook, cuantos más perfiles nos abramos los usuarios, más valor tiene tener un perfil
en Facebook porque con más gente puedes interactuar, eso sería los efectos red directos, pero
también puede haber efectos red indirectos, es decir, que el valor de ese bien o servicio
se incremente para un grupo de usuarios distinto a aquel cuyo número se está incrementando,
por ejemplo.
Cuantos más perfiles tenemos en Facebook, más se incrementa el valor de Facebook para
los anunciantes, porque pueden acceder a un mayor número de usuarios, a los que anuncian
sus negocios o sus ideas.
Entonces, casi todos los monopolios digitales tienen efectos red directos o indirectos.
Por ejemplo, Facebook tiene claramente efectos red directos, también indirectos, Twitter
tiene claramente efectos red directos, es decir, porque estamos en Twitter, pues porque
hay mucha gente en Twitter, si escribiría un tweet y nadie me leyera y no pudiese replicar
a nadie, etcétera, qué sentido tendría tener Twitter.
Y también hay efectos red indirectos, por ejemplo, en el caso de Google, el hecho de
que estemos utilizando mucho Google y que, por tanto, le estemos entregando muchos datos
a Google sobre cuáles son nuestras preferencias, sobre cómo perfilamos la búsqueda, sobre
cuáles es nuestra característica económica, social, particular, permite que Google ofrece,
bueno, permite dos cosas.
Primero, que los anunciantes que se anuncian en Google tengan acceso cuando se produce
una búsqueda a unos lectores o un gran número de lectores, es decir, si millones de personas
utilizan Google para buscar y colocamos un anuncio al lado, el anunciante eso lo valora,
y también permite perfilar la calidad de sus anuncios, dado que Google, con los datos
que obtiene de los usuarios, también personaliza los anuncios para que su eficacia se incremente,
el caso de Facebook es muy parecido.
Por tanto, monopolio digital, ¿en qué se puede basar en la retención del cliente
vía de efectos red directos o indirectos y en la posesión exclusiva de un recurso
como son los datos?
Si los monopolios digitales fueran verdaderamente monopolios, ¿qué problemáticas podríamos
tener?
Pues algunas de las problemáticas que justamente se están denunciando, que quizás se estén
produciendo en estos negocios, por ejemplo, el monopolista podría restringir el número
de anuncios que hay o que ofrece a los anunciantes para elevar su precio, por tanto, hay un primer
perjuicio que es precios demasiado elevados para los anunciantes a cambio de menor oferta
de anuncios, con lo cual los usuarios también acceden a menores anuncios y se extrae más
renta a los anunciantes.
Otro posible problema que los monopolios digitales paguen muy poco a los usuarios
por sus datos, de hecho, no nos pagan nada o no nos pagan nada en términos monetarios,
pero podríamos pensar que nos pagan en términos de servicios gratuitos.
Yo cobro, yo me cobro de Google o de Facebook porque me da un servicio, red social, buscador
y no he de pagar ningún precio, por tanto, en cierto modo, sí me están pagando por
vender mis datos, pero a lo mejor el precio que nos están dando es demasiado bajo, si
estas empresas son monopsonios, podrían estar de alguna manera tirando los precios que nos
abonan, sobre todo en una dimensión, en la calidad del servicio que nos ofrecen, calidad
del servicio en qué sentido, por ejemplo, la preocupación que existe por la privacidad,
quizá estas empresas son muy descuidadas con la privacidad porque nos están vendiendo
un producto poco respetuoso con la privacidad y como no hay alternativas de mayor calidad
que si se preocupen por la privacidad, debido a las barreras de entrada, no nos queda otro
remedio que comernos esa falta de privacidad.
Y por último, otro problema que podrían generar estas empresas es que estén bloqueando la
aparición de nuevos entrantes, que sean las innovaciones del futuro o que podrían ser
las innovaciones del futuro y que debido a ese bloqueo no lleguen a emerger, por tanto,
precios altos para los anunciantes, precios bajos para los consumidores, precios bajos
o calidades bajas para los anunciantes y bloqueo de nuevos competidores y por tanto de la innovación.
Entendiendo a este problema, que puede ser un problema, ¿qué soluciones plantean los
reguladores?
Es decir, ¿cómo se propone contrastar el poder de mercado de estos potenciales monopolios
digitales?
Bueno, como veréis, no hay soluciones perfectas y esta será parte del eje en el que quiero
estructurar el resto de la charla.
Las grandes soluciones que algunos están pensando no son realmente funcionales desde el estado.
Por un lado, una posibilidad sería trocear estas empresas.
Bueno, pues si hay pocos competidores las dividimos, como se hizo en su momento con estándar oil,
la empresa de Rockefeller y habrá más competidores y más diversidad entre la que elegir.
Problema de trocear las compañías, que nos cargamos los efectos red, con lo cual si el
valor de la empresa depende del efecto red y nos cargamos el efecto red, pues estamos
destrojando la empresa para el usuario.
Queriendo de alguna manera proteger al usuario o al anunciante, estamos destruyendo los
beneficios que usuario y anunciante obtienen de esas plataformas.
Una segunda posibilidad sería grabar con impuestos extraordinarios los beneficios de esas compañías.
Si son beneficios monopolísticos, les metemos un rejonazo fiscal muy serio y redistribuimos
ese impuesto a los que están siendo perjudicados.
Problema de esto, pues que evidentemente si tu machaca se ha impuesto a estas empresas,
innovación, la poca que podría haber probablemente sea todavía inferior, dado que ni siquiera
se puede obtener una rentabilidad por modificar el modelo de negocio.
Y la tercera política que se suele proponer, política de defensa de la competencia que
se suele proponer para estas plataformas, que es quizá en cierto modo la canónica,
la más extendida y la que está cobrando más fuerza, es considerarlas algo así como
infraestructuras públicas.
Es decir, de la misma manera que la red de telefonía, la red de electricidad, han sido
consideradas infraestructuras públicas porque se nos decía, solo puede haber una y como
solo puede haber una no tiene sentido que lo control el sector privado, consideremos
a una red social como Facebook, a un buscador como Google, a unos grandísimos almacenes
digitales como Amazon, consideremos eso infraestructura pública y a partir de ahí
apliquemos normativas de regulación del espacio público, por ejemplo exigir la neutralidad
dentro de esas plataformas, garantizar la libertad de acceso, es decir, que cualquiera
se pueda anunciar en Google, cualquiera pueda tener un perfil en Facebook o en Twitter,
por ejemplo se planteó en su momento que si Donald Trump vetaba en Twitter a un usuario
que eso podía ser considerado una censura y una restricción de la libertad de expresión,
porque de alguna manera se está viendo a Twitter no como una red privada en plan yo en mi casa
digo lo que quiero, sino como una red pública de la única forma o una de las pocas formas
de acceder a los pensamientos cortos breves de Donald Trump, es a través de Twitter si
Donald Trump bloquea ese acceso, está censurando el acceso a la información.
Luego regulación de precios, no sé si es una infraestructura pública, puede sostener
la remuneración por ella, pero no cualquier remuneración, la hemos de marcar nosotros,
no te puedes aprovechar de tu poder monopolístico para cobrar cualquier precio.
Y luego compromisos de reinversión, es decir al menos tienes que mantener una cierta tasa
de reinversión y de innovación para mantener y para mejorar esas infraestructuras.
Eso, digamos, son las posturas más amigables dentro de quienes consideran estas empresas
infraestructuras públicas, la postura más radical directamente es nacionalizarlas,
si Google, Facebook, etcétera proporcionan algo así como las carreteras, como la red
de electricidad, eso tiene que ser propiedad del Estado.
Bien, ni mercado ni Estado ofrecen soluciones óptimas, perfectas, infalibles a ninguno
de los problemas potenciales que hemos visto, es decir, los problemas potenciales existen
y o pueden existir, es innegable que pueden existir y tenemos que ser conscientes de ellos.
Ahora, ¿cómo podemos solucionar eso? ¿Cuál es el marco institucional más adecuado para
solucionar eso? El mercado ofrece soluciones que no son perfectas, pero que sí que contrarrestan
en gran medida el poder de mercado que hemos visto, y el mercado ofrece otras soluciones
que son las que hemos mencionado, en el extremo nacionalizar estos sectores, pero en todo
caso no hace falta hablar de nacionalizar, sino considerar las infraestructuras públicas
y per controladas por el Estado. Y la cuestión, creo que en lugar de tratar de decidir cuál
es la solución perfecta, creo que la postura más sensata es quedarnos con la que es menos
imperfecta. Y como veremos, creo que las soluciones que plantea el mercado son claramente menos
imperfectas que las que plantea el Estado.
Bueno, reflexiones desde una perspectiva de mercado amigable con el mercado frente a estas
problemáticas. Primero, ¿cuán grande es realmente el problema de competencia que se está viviendo
en estos sectores? Es decir, ¿realmente son monopolios con un enorme poder de mercado
o no? Una forma de romper el poder de mercado o una forma de minar el poder de mercado es
plantearte cuáles son los costes para cambiar de proveedor. ¿Cuánto me cuesta a mí dejar
Facebook, dejar Google, dejar Apple, dejar Amazon y buscar otro proveedor? Entonces,
esos costes a día de hoy son bajísimos, son prácticamente, no diría nulos porque siempre
hay algún coste y ahora veremos que algo puede haber, pero son muy, muy, muy bajos.
Pero costes de compatibilidad, es decir, ¿imaginar que yo desde un móvil Android solo puedo acceder
a Google? Pues evidentemente, si todo el mundo tenemos móviles Android, es muy difícil
o muy costoso usar otro buscador porque tendríamos que cambiar de móvil, pero no hay tal restricción,
es decir, yo desde un móvil Android puedo usar cualquier buscador, puede haber uno
preconfigurado, etcétera, pero el coste de teniendo uno preconfigurado acceder a otro
es simplemente dos clics de diferencia. Por tanto, el coste de cambio es o de complementariedad
es bajo. Luego los costes contractuales de exclusividad también son bajos, es decir,
muy pocos de nosotros y también muy pocos anunciantes tienen contractos en exclusiva
de, solo puedes utilizar Google, solo puedes utilizar Amazon, solo puedes utilizar Facebook.
Entonces, si me quiero cambiar, me puedo cambiar. Costes de transacción, de transición también
son bajos, es decir, que yo tenga un perfil en Facebook, no me impide tener un perfil
en Google+, o no me impide migrar mi perfil en Google+, de hecho ya hay herramientas
ofrecidas por la propia Facebook, por ejemplo, para trasladar toda esa información de un
lado a otro. Luego, los costes de aprendizaje también son bajos, al final las plataformas
se parecen mucho entre sí, que yo utilice Google, no me dificulta mucho o el aprendizaje
para utilizar Google no es muy distinto al aprendizaje que necesito para utilizar Yahoo,
por ejemplo. Por tanto, si yo sé utilizar un buscador o una red social es bastante
fácil que aprenda con rapidez a utilizar otro buscador, otra red social. Y por último
el coste de insertivumbre también es bajo, es decir, qué riesgos asociados hay de que
deje de utilizar Google y pase a utilizar Yahoo, o que deje de utilizar Facebook y pase a utilizar
Google+, o que deje de utilizar WhatsApp y pase a utilizar Telegram. Bueno, pues no digo
que no pueda haber cierta incertidumbre, sobre todo por ejemplo con las políticas de privacidad,
pero siguen siendo costes relativamente moderados, modestos y razonables de asumir. El único
coste verdaderamente importante de estas plataformas es el efecto red, como os decía. El coste
de oportunidad de abandonar Facebook es dejar de acceder a todos los perfiles que tiene Facebook,
y en este sentido sí podríamos decir que el coste de oportunidad es muy alto y que
hay una retención de clientes debido a este coste de oportunidad alto de cambiar de red.
Sin embargo, esto tiene que matizarse mucho debido a que todas estas plataformas permiten
la multi-conexión, multi-homing en inglés a costes muy bajos. ¿Qué es la multi-conexión?
Yo puedo tener un perfil en Facebook y un perfil en Google+, al mismo tiempo. Es decir, que
yo estén en una plataforma no significa que no pueda estar en otra, que yo tenga instalado
WhatsApp y utilice WhatsApp no significa que no pueda tener instalado Telegram, que yo
utilice Google para unas búsquedas no significa que no pueda utilizar Yahoo para otras. ¿Por
qué esto es importante? Porque el efecto red, de alguna manera, se ve beneficiado de que el
coste de una migración simultánea de usuarios, de una red a otra, de una plataforma a otra,
es muy difícil que se dé a la vez. No todos nos vamos a migrar a la vez, aunque todos estemos
satisfechos e insatisfechos con una determinada plataforma. Por tanto, existen costes de transición
coordinada muy altos. Pero, en la medida en que exista multi-conexión, yo me puedo migrar
o puedo tener dos perfiles en dos plataformas esperando que todos los otros usuarios vayan
accidente a la otra plataforma, si es que todos los otros usuarios están igualmente
insatisfechos con la primera plataforma. Por ejemplo, imaginate que WhatsApp dice mañana
voy a comprar un euro al mes por tener esta plataforma. ¿Cuánto tiempo tardaríamos en
migrar a Telegram de una manera muy importante? Pues probablemente poco, porque aunque hoy
muy poca gente tiene Telegram, no nos costaría nada bajarnos por si acaso la plataforma
de Telegram y conforme fuéramos viendo que más gente se la está bajando, justamente
porque todos respondemos a un mismo incentivo de insatisfacción, sería fácil, ya digo,
migrar de la una a la otra. Por tanto, es muy difícil establecer condiciones monopolísticas
cuando combinamos la posibilidad de multi-conexión con costes de transición bajos. La multi-conexión
mina, reduce la fuerte ventaja competitiva en términos de coste de oportunidad por
efecto red. Otra ventaja que ofrece el mercado es la innovación disruptiva. ¿Qué es la
innovación disruptiva? Si justamente estamos diciendo que el monopolista se aprovecha
de subir precios artificialmente a los usuarios o de bajar precios artificialmente a los proveedores,
lo que estamos en otras palabras diciendo es que hay una masa de consumidores o de
proveedores que está excluida de relacionarse con la plataforma. Destruimos producción,
vendemos menos y por tanto hay gente que podría comprar y que no compra o hay gente
que podría vender y que no vende porque los precios son demasiado bajos. Por tanto, hay
una masa de usuarios que si de verdad se está ejerciendo poder monopolístico, quedan
excluidos del mercado y por tanto esos usuarios tienen que buscar otras plataformas que les
proporcionen esos servicios. Si yo no tengo hueco para anunciarme en Google, tendré que
buscar otra plataforma en la que anunciarme. Si no tengo hueco para anunciarme en Facebook,
tendré que buscar otra plataforma en la que anunciarme. No siempre esas plataformas van
a estar, pero lo que quiero decir es que hay una masa de clientes insatisfechos que constituye
una oportunidad de negocio para aquellos que sean capaces de ofrecer una plataforma que
satisfaga sus necesidades y una vez se empieza a desarrollar esa plataforma alternativa que
satisfaga las necesidades, dicho de esos consumidores o proveedores insatisfechos, ya hay una masa
mínima de clientes que permite la escalabilidad posterior. Es decir, ya podemos empezar a
entrar en esas nuevas plataformas que han surgido para satisfacer a los clientes insatisfechos
y precisamente porque la multiconexión es posible una vez se ha creado esa plataforma
con una masa mínima ya los otros pueden transitar. Y por último, nunca olvidemos que
en el mercado la existencia de monopolios o de monopsonios, pero en este caso por simplificar
de monopolios puede contrastarse con la creación de monopsonios que lo enfrenten. Es decir,
el hecho de que haya un único proveedor no impide que los múltiples usuarios, los múltiples
consumidores de ese único proveedor puedan mancomunar su demanda para negociar de tú
a tú con el proveedor único. En este sentido, Internet, otra de las ventajas que facilita
es la reducción de los costes de transacción para coordinar la demanda a la hora de negociar
paquetes de anuncios en Google o Facebook. Si se quiere hacer, se puede hacer y eso
contrarresta mucho el poder de mercado de estas empresas porque se está negociando con un
amplio volumen de usuarios que tienen un amplio poder de negociación. Estas son las
vías en las que el mercado contrarresta el poder de mercado de estos posibles monopolios
digitales. Como digo, no son soluciones perfectas, pero creo que son soluciones mucho menos imperfectas
que las estatales. Las estatales, de básicamente hiperregular estas plataformas, se enfrentan
primero a problemas económicos. Los problemas económicos son dos, el problema de información,
cuál debe ser el precio de los anuncios, cuál debe ser el posicionamiento de los
anuncios, qué anuncios debemos priorizar donde y cómo, cuánto y dónde hay que reinvertir,
tenemos que reinvertir en Google Maps, tenemos que reinvertir en Android, tenemos que reinvertir
en WhatsApp, tenemos que reinvertir en Facebook Messenger. Todas esas decisiones, al no estar
sometidas a mercado, son problemas muy similares a los que se puede enfrentar el socialismo
a la hora de tomar decisiones económicas. Y luego también el problema de incentivos,
es decir, en atención de quién creéis que regularían los políticos para determinar
por ejemplo qué anuncios se deben priorizar en una determinada plataforma, pues de su
propio interés, anuncios políticos, de los lobbies, oye que hay que hacer una campaña
del taxi, anuncios de taxi, o de los burocratas, la educación pública es muy beneficiosa
y la privada es muy mala. Todo eso se podría introducir perfectamente en el código de
búsqueda o en la jerarquía de anuncios que se presentan. Por tanto, problemas de información
e incentivos muy graves que hacen que haya una menor inversión y sobre todo una mucho
peor inversión que si esas empresas se someten, aunque sea parcialmente a la disciplina competitiva
del mercado. Luego, una vez declaramos que estos sectores son infraestructuras públicas,
en cierto modo ya estamos cerrando el mercado, ya estamos diciendo, bueno esto es lo que
hay y no tiene sentido que haya más. De la misma manera que una vez la red eléctrica
es declarada infraestructura pública, no hay otras empresas que monten su red eléctrica,
ahí se cierra el mercado, ahí se acaba el mercado, con lo cual lo que podemos estar
haciendo es crear la auténtica barrera de entrada para ofrente a los monopolios, que
son las barreras legales de entrada. Si ya el político dice esto es lo que hay y con
esto tenemos que trabajar y todos os tenéis que sumar a estas infraestructuras públicas
si queréis utilizar buscadores, redes sociales, etcétera, pues ya digo cerramos todo campo
a la competencia y a la innovación. Estas barreras legales se pueden crear no solo porque
el político diga legalmente no se pueden crear nuevas redes, sino porque se pueden
precisamente por ser infraestructuras públicas se les pueden imponer requisitos legales tan
grabosos que en la práctica imposibiliten la aparición de competidores, por ejemplo
legislación en tema de protección de datos, establecimiento de controles de precios, preconfiguración
de modelos de negocio, si quieres competir con nosotros o ofrecer una red similar a
nosotros tienes que hacerlo así, pero claro si lo que haces es ofrecer lo mismo que ya
está ofreciendo el estado con la infraestructura pública que ventaja competitiva tienes, por
tanto en última instancia lo que podemos caer es en una especie de captura legal del
regulador que bajo la excusa de infraestructura pública lo que haga es proteger a esas empresas
de posibles competidores futuros, por tanto no habilitar la competencia sino cerrar cualquier
posibilidad de competencia. Y luego por último también nos enfrentamos y ya termino con
esto a problemas, llamémoslo así, políticos civiles, si los políticos controlan el flujo
de información o que información recibimos o que información generamos, porque ellos
tendrían acceso directo a que nos gusta, que pensamos o con quien interactuamos, esa información
que hoy se considera tan problemática que lo tenga una empresa caería directamente bajo
las manos de los políticos y eso a mi juicio es muchísimo más peligroso que que lo tenga
una empresa, no digo que que lo tenga una empresa no sea potencialmente peligroso, cuidado también
lo es, pero que lo tenga un político es mucho más peligroso, ¿por qué? Porque estamos
mezclando dos ideas muy potencialmente dañinas, la primera es el control de la información
que como digo puede ser público-privado en ambos casos es problemático pero el segundo
es una característica exclusiva del poder político que es la autoridad política, la
autoridad política es el derecho a comportarse de forma distinta a la del resto de ciudadanos,
un estado puede imponer un tributo, te puede quitar tu propiedad y un ciudadano particular
no puede hacer eso. Claro, si esa legitimación social que tiene el estado a digamos abusar
de su poder le añadimos el control de la información pues tenemos una legitimación
al menos parcial de que se abuse del poder a la hora de controlar esa información, esa
legitimación al menos de momento no existe en el caso de las empresas, si nos enteramos
que Google, Facebook, Apple están manoseando nuestros datos al menos durante un cierto
tiempo se genera una cierta indignación social que provoca presión sobre esas compañías
para cambiar, cuando saltó el escándalo de Facebook el valor de Facebook cayó en
bolsa muy notablemente y Facebook tuvo que exigir disculpas, tuvo que pedir perdón
y habilitar cambios que serán cambios, eso ya me cuesta más de valorar pero serán cambios
verdaderos o aparentes pero que al menos eran ciertos cambios de fondo en su política
de privacidad. Un político puede también someterse a la presión pública pero es una presión
pública mucho más laxa porque tiene esa legitimación social para utilizar su poder
supuestamente en búsqueda del interés general, que en realidad como sabemos no es el interés
general, es el interés del político, del lobby o del burocrata, con lo cual imaginad
ya digo el grado de represión sofisticada al que podríamos llegar si los políticos
controlan estas infraestructuras públicas y por tanto controlan, repito, qué información
recibimos y qué información estamos generando y podemos generar, en definitiva sin ser perfecto
en los contrapesos que establece el mercado a los posibles monopolios digitales que se
puedan llegar a crear debido a las ventajas competitivas que he mencionado en estos
sectores, creo que es clarísimamente más disfuncional el control que puede llegar
a establecer el estado en todos los frentes económicos, estáticos, económicos, dinámicos
y políticos civiles que el control que está estableciendo el mercado, el cual a mi juicio
ya es aparentemente bastante grande en la medida en que los costes de transición o de cambio
de un competidor a otro, gracias a la posibilidad de multiconexión, son bastante bajos o prácticamente
nulos, muchas gracias.
Bueno, no sé si realmente sería una de las mejores opciones proceadas en la compañía
porque tenemos el caso de AT&T en Estados Unidos que no ha quedado claro realmente qué
tan exigente fue, digamos, proceado y un segundo tema sería nuestra posición como
liberales, sería aceptar el monopolio, hasta que hay ciertos puntos a aceptar porque,
digamos, los montaños serían ligados a una política de competencia y bueno, africada
política de competencia, como sabemos aquí en la CNBC, no necesitan aplicar una política,
vamos, entonces nuestra posición como liberales es para hacer aplicar política de competencia
y si aplicamos político de competencia, cómo hacerlo, desde qué plano, porque aplicar
la política de competencia es, digamos, meternos en las manos de un regulador, escénica
provincialista, digamos, casi eso es lo que tenemos, y una tercera sería cómo lograr
la competencia con esos clientes de internet, porque nosotros la evidencia es que tenemos
el que cada vez que sale una nueva empresa tecnológica que podría complementar esas
empresas grandes o hacerle frente como competencia, automáticamente son compradas por ellas
mismas, entonces tenemos lo mismo que, digamos, potenciales competidores, son absorbidos
por su propia competencia y al final, digamos, hasta que punto es bueno regular eso, no regular
eso.
Bueno, con respecto a las dos primeras preguntas, creo que básicamente estamos de acuerdo,
es decir, es lo que he dicho a lo largo de la conferencia, trocear a estas empresas sería
un disparate porque te cargas realmente la ventaja competitiva de este sector y dos,
soy muy estético de la regulación estatal de competencia y prefiero, quizá, el control
más imperfecto que exige el mercado, pero frente a ese control tremendamente imperfecto
que exibiría el Estado por algunos de los motivos que has dicho y otros que he comentado
yo.
Lo que sí me parece más interesante es la tercera cuestión y es, es verdad que en
muchos casos cuando surgen empresas nuevas en sectores que pudiesen plantar cara a estas
empresas son compradas por ellas, esto no significa necesariamente que esa compra genere
poder de mercado porque para generar poder de mercado tendrían que mantener su ventaja
competitiva, es decir, tendrían que mantener su ventaja competitiva primero y abusar de
ese poder de mercado después.
Que compren una empresa que están haciendo puede ser simplemente una forma de facilitar
el desarrollo de esa empresa, pensad que cada vez más Google, Facebook y estas empresas
se terminan convirtiendo, creo, en una especie de incubadoras, ellas tienen el capital y
otros tienen las ideas, por tanto, ¿cómo conciliar capital e ideas?
Pues incorporando las ideas a estas grandes matrices de proyectos descentralizados, esto
como digo no es necesariamente malo siempre y cuando nos ejerza poder de mercado.
La ventaja que tiene, pues si ejercen poder de mercado, existen los contrapesos que ya
he mencionado antes en forma de posibilidad de crear nuevas empresas que compitan con ellas
que no abusen de ese poder de mercado, evidentemente también podrían comprar esas nuevas empresas
que surgen, pero si estas compañías sistemáticamente se dedican a comprar todo lo que se está creando
que puede plantearles cara, al final se van a terminar descapitalizando, es decir, Facebook
no está comprando Telegram, por ejemplo, ¿por qué no compra Facebook Telegram?
Pues muy probablemente porque de momento no hay una presión a cambiar desde WhatsApp
a Telegram, ¿y por qué no hay esa presión de cambiar de WhatsApp a Telegram?
Porque Facebook no está abusando enormemente de su poder de mercado en el caso de WhatsApp.
Si lo hace, pues a lo mejor se produce la presión de cambio de WhatsApp a Telegram y por tanto
tendrá que comprar Telegram, pero claro, Facebook ha pagado 16.000 millones por WhatsApp,
si tiene que pagar 16.000 más por Telegram para volver a abusar de poder de mercado
que surja un nuevo Telegram y que tenga que volver a comprarlo por 16.000 millones, pues
evidentemente estas empresas se terminarían descapitalizando, no diré, relativamente rápido,
pero no es la forma más sostenible de garantizar o de mantener su posición competitiva.
Bueno, les dejo que hablamos, mi pregunta va en la línea de, o sea, vamos a hablar
de los problemas que realmente pues se monocone, concretamente cuando se habla de que se restringiría
el número de anuncios, el pago de usuarios que ya muy bajo, y luego un problema la llevo
porque al final no lo he conectado, en el sentido de, o sea, si limitamos el número de anuncios
que se ponen, entonces lo va a estar perjudicando, así que tiene anunciarse, pero ahora está
beneficiando, o sea, yo considero un pago mayor si me meto en Facebook, me está dando un servicio
gratis con menos anuncios, y dice eso, si le das un peor pago al usuario, llenando Facebook
de anuncios, también está beneficiando la anunciante, ¿no?
Sí, eso es lo que podríamos llamar costes de saturación, es decir, evidentemente estas
plataformas son intermediarias entre usuarios y anunciantes, no solo intermediarias, pero
al final lo que hacen es gestionar los efectos red directos y indirectos, y evidentemente
los efectos red indirectos no siempre son crecientes con el número de usuarios o con el número
de anunciantes, en cierto modo tú te puedes ver beneficiado de que Google te ofrezca cierta
información de productos que puedes estar interesados en comprar, porque te filtra y te
ofrece un anuncio muy específico que supuestamente responde a tus necesidades, pero claro, si
todo la página de Google fueran anuncios, estaría saturado, y eso podría ser relativamente
beneficioso para los anunciantes, aunque tampoco, también hay un coste de saturación para
la anunciante, es decir, la anunciante prefiere ser él solo el que se anuncie y no tener
muchos, pero bueno, podríamos decir que el colectivo de anunciantes está siendo beneficiado,
pero a costa de perjudicar al usuario, lo cual efectivamente desataría una fuga de
usuarios de Google y, por tanto, una transición hacia otras plataformas.
Cuando hablo de que se está prestando un nivel subóptimo, o se puede estar prestando
un nivel subóptimo, no estoy diciendo que se esté haciendo, pero la hipótesis de poder
de mercado es que se está haciendo, me refiero a restringir el número de anuncios o el número
de búsquedas, perfiles, etcétera, o la política de privacidad de los perfiles por debajo de
la saturación, es decir, que se presupone, porque si no no habría poder monopolístico,
se presupone que se puede prestar mejor política de privacidad y ofertar precios más baratos
y mayor número de anuncios sin que el usuario o sin que el anunciante vea mermada la calidad
del servicio que está recibiendo.
Como digo, esto es una hipótesis, no sabemos si realmente es el argumento que blanden quienes
acusan estas empresas de ser monopolios digitales, y digo que no es del todo inverosímil que
pueda llegar a ser, pero que afortunadamente tenemos un diseño institucional de mercado
que limita y contrarresta a muchos de los peligros que pueden surgir por esa vía.
Hola, buenas días, hola, yo quería preguntarte por dos temas, has comentado que será problemático
que los políticos hacerían al control de estas redes sociales, lo que pasa es que
creo que se complice el problema que lo tenemos con el tema del Big Data, por ejemplo, en
Estados Unidos, es decir, se encuentra en el territorio de lo legal y lo ilegal, pero
sí que es verdad que partidos políticos pueden dedicarse a crear agorismos para estudiar
las palabras o temas que se toman por ejemplo en debates políticos y durante la marcha
de debate pueden jugar hacia dónde pueden atacar a su lista sobre loano.
Pues, yo creo que las compañías ahí no pecan de vender los datos, en un porcentaje
de un sí que pecó, a la hora de vender las palabras analíticas, pero tampoco hacen
nada por impedir que mediante algoritmos se puedan acceder a esos datos, ahí tenemos
un cierto problema.
Y en su programa quería preguntarte, por Amazon no veo clara la red que podría sucederse
en Facebook, por ejemplo, y sí que veo una red pero del estilo en que cuanto más clientes
tengas, más puede reducir tu beneficio y al final vender más que por margen de beneficios
por la rotación que se produce.
A ver, con respecto a lo primero, por supuesto podemos pensar que los datos ya han dejado
de ser un recurso exclusivo de estas grandes empresas y que por tanto cualquier partido
y al final cualquier asociación, pueda obtener o extraer información de todos los datos que
de alguna manera se deriven del uso o que externalicen estas compañías, pero si esto
es así y puede serlo, no tengo una postura clara al respecto, otros expertos habrá
que lo puedan clarificar, pero si esto fuera así, fijaos que el primer argumento de por
qué estas empresas son monopolios desaparece, es decir, si cualquiera puede acceder a los
beneficios de estos datos a través de técnicas de Big Data para obtener información, por
ejemplo, un partido político, cualquier otra empresa puede extraer información de ahí
y por tanto los datos ya dejan de ser un recurso exclusivo de estas empresas que les confiera
una ventaja competitiva que les permite ejercer poder de mercado.
Entonces estaríamos en otro escenario, estaríamos en un escenario donde los datos son tan públicos
para todos que puede ser muy beneficioso por un lado, es decir, el Big Data tiene beneficios
extraordinarios a la hora de reducir costes de procesamiento de información y de por
tanto, es decir, es como un empresariado mucho más barato, entonces la empresarialidad
sabemos que tiene beneficios y aprovechar las potencialidades del Big Data permite desarrollar
la empresarialidad a casi cualquiera que utilice estas técnicas de manera mucho más barata,
pero también tiene riesgos, claro, la empresarialidad política, digamoslo así, que es la empresarialidad
de la represión y de la dominación, pues también se puede ejercer más eficazmente
a través del Big Data, es un problema potencial, te lo reconozco, pero que si es un problema,
entonces el argumento de que estas empresas son monopolios debido a esto ya no es sostenible.
En cuanto a Amazon, como digo, es un caso típico, creo yo, de economías de escala por múltiples
factores, entre ellos la rotación, es decir, que tengas una elevadísima rotación, te permite
reducir todos los costes fijos de manera muy clara. Aún así, no creo que sea una posición
competitiva imbatible en caso de que lo haga mal, claro, si estamos diciendo, no, es que
Amazon lo vende todo tan sumamente barato, de tanta calidad y además no está restringiendo
la oferta para subir precios relativamente, sino que está minimizando, pues ahí no hay
nada que batir. Ahora, si Amazon empezara a ejercer poder de mercado, creo que hay suficiente
capital en el mundo y suficientes tecnologías complementarias que permitirían disputar
la posición de Amazon. Por ejemplo, imaginemos Facebook a Amazon, es decir, no supermercados
o unos grandes almacenes, Facebook, con toda la información que tiene Facebook, también
es capaz de segmentar mucho la calidad de las búsquedas y Facebook tiene capital suficiente
como para, si es verdaderamente rentable, aguantar hasta desarrollar unas ventajas competitivas
en cuanto a economías de escalas similares. Luego también Amazon es dudoso que termine
siendo los únicos grandes almacenes del mundo, es decir, sigue habiendo grandes almacenes
online que son relativamente complementarios con Amazon, algunos de los cuales incluso
pueden vender sus productos a través de Amazon, con lo cual eso permite también ir desarrollando
un nicho de mercado que conforme vaya creciendo te permite reducir costes y disputar la posición,
pero aun así desde luego la ventaja de Amazon, creo que es más sólida que la de las otras
empresas porque es una ventaja competitiva mucho más tradicional y es de las típicas
que cuesta más debatir pero que se han batido históricamente en el mercado, si es necesario,
muy bien, muchas gracias a todos.