This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
Intermon Oxfam asegura que las 5 personas más ricas del planeta han visto duplicar
su riqueza durante la pandemia al mismo tiempo que el 60% más pobre de la población se
ha empobrecido todavía más. ¿Son estas estadísticas ciertas o Intermon Oxfam está
mintiendo? Pues más bien lo segundo. Veámoslo.
Intermon Oxfam es un órgano de propaganda anticapitalista que busca manipular sin ningún
tipo de pudor al conjunto de la sociedad. Cada año esta organización progubernamental nos castiga
con un informe elaborado sin ningún tipo de rigor y totalmente tergiversador en el que pretende
transmitirnos la idea de que el mundo se va volviendo cada vez más desigualitario y,
por tanto, un lugar peor en el que vivir. Motivo por el cual quedaría justificada la
redentora intervención del Estado que, cercenando nuestras libertades,
conseguiría renivelar el terreno de juego. Hace aproximadamente 15 años, cuando Intermon Oxfam
comenzó a elaborar y a publicar este tipo de informes en los que la desigualdad constituye
el núcleo de todos nuestros problemas, el tipo de desigualdad que preocupaba extremadamente a
Intermon Oxfam era la desigualdad de ingresos. Es decir, lo que le preocupaba Intermon Oxfam es
que los ricos cada vez ganaban más dinero y los pobres ganaban cada vez menos dinero. Por
ejemplo, en su informe del año 2012, titulado Crisis, Desigualdad y Pobreza, Aprendizajes desde
el mundo en desarrollo ante los recortes sociales en España, el primer punto que enfatizaba a
Intermon Oxfam era la extrema desigualdad de ingresos a escala mundial. En el primer capítulo
de este informe se nos decía que antes de la crisis económico-financiera del año 2007-2008,
el mundo había venido creciendo y la pobreza se había ido reduciendo, pero a costa de incrementar
las desigualdades de ingresos. Capítulo 1. Panorama internacional de la crisis.
Antes de la crisis, crecimiento de la economía mundial, avances en la lucha contra la pobreza
y aumento de la desigualdad. En las últimas dos décadas, la economía mundial se ha multiplicado
casi por tres, ha crecido de 24 billones a 70 billones de dólares entre 1992 y 2011 y este
crecimiento ha beneficiado a millones de personas de múltiples maneras. Los avances
en la lucha contra la pobreza han sido notables en este periodo, pero las múltiples crisis de
los últimos cuatro años amenazan con llevarse por delante los logros alcanzados. Pero los avances
en la lucha contra la pobreza se han dado en un contexto en el que buena parte del crecimiento
económico mundial se ha concentrado en un segmento de la población minoritario, el de las personas
más ricas, lo que ha producido un aumento de la desigualdad. En los últimos años ha aumentado
drásticamente la proporción del ingreso que captan las personas que más ganan. El 10% más
rico controla aproximadamente la mitad de los ingresos mundiales y se afianza una divergencia
entre la gente más rica del mundo y la más pobre, a pesar de la amplia convergencia del ingreso
promedio. Por tanto, hasta el año 2012, lo que le preocupaba fundamentalmente a Intermon Oxfam
era que la desigualdad global de ingresos aumentaba. Aun cuando ese incremento de la
desigualdad mundial de ingresos fuera de la mano de una reducción de la pobreza global,
Intermon Oxfam insistía en que el crecimiento económico no estaba bien repartido porque casi
todo el afluía hacia aquellas personas que más ganaban y no hacia los más pobres. Esto
era totalmente falso. Cualquiera que haya visto en alguna ocasión el famoso gráfico del elefante
de Branko Milanovic sabe que los estratos de la población mundial que experimentaron aumentos
relativos de su renta per cápita más elevados fueron los estratos de la población mundial más
pobres. En este gráfico, que representa el elefante de Milanovic en dos rangos de fechas,
1988-2008, 1988-2011, vemos, si nos referimos al año 2011, el más próximo al informe de Oxfam que
estoy comentando, vemos que la población mundial ubicada entre el 10% más pobre del mundo y el
20% más pobre del mundo vio incrementar sus ingresos entre esas dos fechas, 88-2011, en un 60%. La
población mundial ubicada entre el 40% más pobre y el 60% más pobre la vio incrementar en un 120%,
y en cambio la población mundial ubicada entre el 85% más pobre y el 99% más pobre la vio
aumentar en apenas un 15-20%, por tanto, muy por debajo de otros estratos de la población más pobres.
Como digo, por tanto, Oxfam mentía en términos relativos. El crecimiento económico mundial de
las décadas anteriores, al año 2011, había beneficiado sobre manera a las zonas más pobres
del planeta. Pero bueno, ellos se montaban su película y nos decían que aunque la pobreza
global cayera, aunque la esperanza de vida en todas las partes del mundo aumentara,
aunque la mortalidad infantil se rengujera, aunque las tasas de analfabetismo se desplomaran,
aunque todo fuera mejor, como la desigualdad global no caía, pues entonces el mundo no era un lugar
mejor. Pero incluso en esto mentían, porque la desigualdad global de ingresos venía cayendo,
venía reduciéndose desde el año 2000. Como podemos ver en este gráfico elaborado por el
think tank de Thomas Piketty, el Gini global de ingresos, que mide la desigualdad mundial de
la renta, cuanto más cerca está de 1 más desigualitaria es esa distribución, cuanto más cerca
está de 0 más igualitaria es, el Gini mundial de ingresos venía reduciéndose desde el año 2000.
Pero es que a partir del año 2010, 2011, 2012, cuando Oxfam publicaba este tipo de estudios,
no es que caiga, es que se desploma en picado hasta su menor nivel desde el año 1880. Es decir,
que a día de hoy el mundo es más igualitario en materia de ingresos que en ningún otro momento
del siglo XX. Pues bien, justo cuando se acelera la reducción de la desigualdad de los ingresos
globales, es cuando Oxfam empieza a publicar este tipo de informes en los que dice que el
capitalismo es muy malo porque incrementa la desigualdad global de ingresos. Difícil
hacer un timing peor. Y claro, si año tras año se reducía de manera acelerada la desigualdad global
de ingresos, Oxfam no podía seguir con su cantinela de que el capitalismo era muy malo
porque incrementaba las desigualdades globales de ingresos. Y por tanto, ¿qué hizo Oxfam pocos
años después, cuando comprobó que su discurso manipulado sobre los efectos del capitalismo no
encajaba bien con la realidad? Pues dejó de hablar de desigualdad global de ingresos y
empezó a denunciar la desigualdad mundial de riqueza, de patrimonio. El ingreso es lo que
ganamos, el patrimonio es lo que tenemos. Intermon Oxfam en el año 2012, como hemos visto,
estaba muy preocupada por la desigualdad mundial de ingresos. Cuando ve que la desigualdad mundial
de ingresos cae, comienza a decir que el gran problema del mundo es la desigualdad mundial
de riqueza, de patrimonio, de lo que tenemos. Por ejemplo, en el año 2016, Intermon Oxfam
publicó este otro informe. Una economía al servicio del 1%. La desigualdad extrema en el
mundo está alcanzando cotas insoportables y hemos visto que la desigualdad global de ingresos caía
y caía y caía. Con lo cual, claro, Oxfam no nos puede estar hablando de que la desigualdad global
de ingresos está alcanzando cotas insoportables, porque no deja de caer año tras año tras año.
Actualmente, el 1% más rico de la población mundial posee más riqueza, es decir, más patrimonio,
que el 99% restante de las personas del planeta. Es verdad que dentro del informe volvían a hablar
de la desigualdad de ingresos, aunque nunca para decir que la desigualdad de ingresos se reducía,
sino para mostrar que ésta seguía siendo muy alta. Pero el foco principal del informe deja de
ser la desigualdad de ingresos y pasa a ser la desigualdad de riqueza, porque es verdad,
la desigualdad de riqueza no sólo era más elevada que la desigualdad de ingresos,
sino que además venía aumentando año tras año. Y con este discurso, que los ricos cada vez
acaparan un porcentaje más elevado de la riqueza del patrimonio global, mientras que los pobres se
tienen que contentar cada vez con un porcentaje más bajo de esa riqueza global, lo que no solían
aclarar cuando redactaban estos titulares es que, si bien los pobres tenían un porcentaje más bajo
de la riqueza global, la riqueza de los pobres iba en aumento. No es que los ricos fueran cada vez
más ricos y los pobres más pobres, sino que la riqueza de los ricos aumentaba más rápidamente
que la riqueza de los pobres. Pero la riqueza de los pobres también aumentaba. Como digo,
este discurso lo han podido exprimir y machacar en sus informes anuales durante los últimos años,
porque, efectivamente, como he mencionado antes, la desigualdad global de riqueza ha aumentado
durante los últimos años. ¿Pero qué sucedió en el año 2022? Pues en el año 2022 la desigualdad
global de riqueza se redujo de manera muy significativa. Por ejemplo, en el Global
Wealth Report del año 2023 elaborado por Credit Suisse, ahora UBS, que es el informe a partir
del cual Intermon Oxfam extrae sus datos de desigualdad global de riqueza, en este informe
del año 2023 referido al año 2022, podemos leer lo siguiente. En 2022 se revirtió el aumento de
la desigualdad de riqueza que estaba teniendo lugar durante la pandemia. El porcentaje de
la riqueza global en manos del 1% más rico del mundo cayó al 44,5%, ligeramente por encima del
nivel de 2019, pero otros indicadores de desigualdad global de riqueza volvieron a sus niveles de 2019.
No solo eso, en este informe también se nos dice que en el año 2022 se produjo una importante
reducción del número de millonarios mundiales. El número de millonarios, de personas que tienen
un patrimonio neto de un millón de dólares, cayó globalmente en 3,5 millones de personas a
lo largo de 2022, hasta alcanzar los 59,4 millones de personas. Este número, los 59,4 millones de
personas que tienen un patrimonio neto de al menos un millón de dólares, incluye además 4,4 millones
de personas a las que cabe llamar millonarios por inflación, las cuales no seguirían siendo
millonarias si hubiésemos ajustado el umbral de millonario, de lo que significa ser millonario,
por la inflación ocurrida en 2022. Es decir, que bien medido, en el año 2022 el 12% de los
millonarios globales, de las personas que tenían un patrimonio neto de más de un millón de dólares,
el 12% dejaron de serlo. Por tanto, en el año 2022 el mundo experimenta una significativa reducción
de la desigualdad global de riqueza, que puede ser que la desigualdad global de riqueza siga
siendo muy alta, que siga siendo extrema, exagerada, pero en el año 2022 esa desigualdad
global de riqueza se reduce. ¿Y siendo así, qué creéis que habrá hecho Intermon Oxfam en su
informe en el que tiene que evaluar las dinámicas desigualitarias inherentes al capitalismo? Si
Intermon Oxfam fuera honesta, lo que habría hecho es celebrar el dato del año 2022. Lo que
habría hecho es decir que en el año 2022 se reduce de manera apreciable, significativa la
desigualdad global de ingresos y que, por tanto, el mundo en 2022 era menos desigualitario que en
el año 2021 o que en el año 2020. A continuación, eso sí, podría haber añadido que desde su punto
de vista la desigualdad global de riqueza sigue siendo extrema y a su vez podría haber pronosticado
que esto es una flor que no hace primavera. Es decir, que en los próximos años la desigualdad
global de riqueza volverá a aumentar, que lo del año 2022 es algo excepcional y que no deberíamos
dormirnos en los laureles. Eso es lo que habría hecho una organización anticapitalista pero honesta.
Pero Intermon Oxfam no hace esto en su último informe. Lo que hace es volver a retirar el foco
de la desigualdad global de riqueza, como previamente lo retiró de la desigualdad global
de ingresos, para colocarlo en una nueva métrica que se han inventado ellos y que es un completo
disparate. Titular del último informe de Intermon Oxfam, publicado hace apenas unos días,
la riqueza conjunta de los cinco hombres más ricos del planeta se duplica en un mundo amenazado
por la desigualdad. Desde 2020, la fortuna conjunta de los cinco hombres más ricos del mundo se ha
disparado un 114%, mientras que la riqueza en manos del 60% más pobre de la población ha
disminuido desde el inicio de la década. Como no pueden hablar de la desigualdad global de riqueza
en el año 2022 porque ha caído, lo que hacen es comparar la evolución de la riqueza de las
cinco personas más ricas del planeta con la evolución de la riqueza del 60% más pobre de
5.000 millones de personas en todo el planeta. Y lo que nos dicen es que la riqueza de las cinco
personas más ricas se ha más que duplicado desde el inicio de la pandemia y, en cambio,
la riqueza de los 5.000 millones de personas más pobres del planeta ha caído desde el inicio de
la pandemia. La comparación es totalmente improcedente y ad hoc. Si esta métrica no hubiese
salido, se habrían inventado otra en la que aparentemente se extremarán las desigualdades
globales de riqueza. Pero incluso con esta métrica improcedente y ad hoc, resulta que Intermon Oxfam
nos está mintiendo porque los datos no dicen lo que Intermon Oxfam dice que dicen. En concreto,
y como os voy a mostrar a continuación, la riqueza de las cinco personas más ricas del
planeta a finales del año 2019 no aumenta un 114% en términos reales al finalizar el año 2022,
sino que se reduce un 8,5%. Y, al mismo tiempo, la riqueza del 60% más pobre de la población
mundial cae en ese mismo periodo un 0,2% en términos reales. Por tanto, no solo no es cierto
que las cinco personas más ricas del planeta hayan visto incrementar su patrimonio en términos
reales un 114% en el periodo 2019-2022, sino que lo han visto reducir porcentualmente más que el
60% más pobre de la población mundial. ¿Y cómo es posible que exista una diferencia tan abismal
entre los datos que estoy proporcionando yo y los datos que cocina Intermon Oxfam en su informe? ¿De
dónde surge la discrepancia? Pues la discrepancia surge de dos chapuzas metodológicas que perpetra
Intermon Oxfam en su informe. Primera chapuza metodológica del informe de Intermon Oxfam.
Intermon Oxfam no está comparando períodos temporales homogéneos. Intermon Oxfam nos dice
que la riqueza del 60% más pobre de la población mundial se redujo entre los años 2019 y 2022.
Por tanto, toma como fechas para medir el patrimonio de las personas más pobres del
mundo 2019 y 2022. Ahora bien, para las 5 personas más ricas del planeta, cuyo patrimonio nos dice
que se ha incrementado en un 114%, Intermon Oxfam toma como fechas para hacer la comparativa el 18
de marzo del año 2020 y el 30 de noviembre del año 2023. No compara 2019 con 2022,
sino 2020 con 2023. Y no solo 2020 en términos promedio, con 2023 en términos promedio.
18 de marzo del año 2020, justo después de que la bolsa se desplomara por la pandemia,
y 30 de noviembre del año 2023, cuando el mercado bursátil ya volvía a estar prácticamente en
máximos históricos. Por tanto, fijémonos en lo que ocurre. En términos bursátil, que es donde
se concentra buena parte del patrimonio financiero global, Intermon Oxfam, para el
60% de la población más pobre, está comparando este punto, año 2019, justo antes de la pandemia,
con este otro punto, finales del año 2022, cuando la bolsa seguía muy castigada por las subidas de
tipos de interés de ese año 2022 para contrarrestar la inflación. Y, sin embargo,
para las cinco personas más ricas del planeta, Intermon Oxfam está comparando este punto,
los mínimos bursátiles de la pandemia, con este otro punto, finales del año 2023, en los que la
bolsa ya había recuperado prácticamente todo lo que cayó durante la pandemia y durante el año 2022.
Por tanto, a los ricos se les deprime el punto de partida y se les infla el punto final de
la medición con respecto a los pobres para que parezca que su patrimonio ha crecido mucho más.
Pero la comparativa debería ser entre períodos temporales homogéneos. No vale comparar 18 de
marzo de 2020 con 30 de noviembre de 2023 y, en cambio, para el resto de la población mundial,
2019 con 2022. Eso es hacer trampas. Y la segunda chapuza metodológica que perpetra
Intermon Oxfam para torturar los datos y hacerles decir lo que ellos quieren que digan,
es que Intermon Oxfam ni siquiera está comparando el patrimonio de las 5 personas más ricas del
mundo el 18 de marzo del año 2020 frente al patrimonio de esas mismas personas el 30 de
noviembre del año 2023. No. Lo que hace es comparar el patrimonio de las 5 personas más ricas del mundo
el 30 de noviembre del año 2023 con el patrimonio que esas mismas personas tenían el 18 de marzo
del año 2020. Y esto que podría parecer una diferencia menor en realidad es una diferencia
muy importante. Para entender bien esta chapuza metodológica vamos a emplear el siguiente ejemplo.
Imaginemos que la persona más rica del mundo tiene un patrimonio de 100.000 millones de dólares y la
segunda persona más rica del mundo tiene un patrimonio de 50.000 millones de dólares.
Y supongamos que al cabo de un año la persona más rica del mundo se arruina completamente.
Su patrimonio pasa de 100.000 millones de dólares a cero. Y en cambio el patrimonio de la que era
la segunda persona más rica del mundo pasa de 50.000 millones de dólares a 75.000 millones de
dólares. Pues bien, ante estos datos, si yo os preguntara cómo ha evolucionado el patrimonio
de la persona más rica del mundo, lo que toda persona honesta debería decir es que el patrimonio
de la persona más rica del mundo ha caído durante este año un 100%, porque ha pasado de 100.000
millones de dólares a cero. O alternativamente también podríamos llegar a decir que el patrimonio
de aquel que ocupa la posición de persona más rica del mundo ha pasado de 100.000 millones de
dólares a 75.000 millones de dólares. No es la misma persona la que ocupa en ambos casos la
primera posición, pero el patrimonio del mejor posicionado en el ranking global de riqueza ha
pasado de 100.000 millones a 75.000 millones, es decir, una caída del 25%. Pues bien, Intermon Oxfam
no hace ni una cosa ni la otra. Lo que nos diría en este caso Intermon Oxfam es que el patrimonio
de la persona más rica del mundo ha aumentado un 50%, porque lo que hace Intermon Oxfam es
coger a la que es la persona más rica del mundo al final del periodo, en nuestro ejemplo la que
al comienzo era la segunda persona más rica del mundo, medir el patrimonio de esa persona al final
del periodo, 75.000 millones de dólares, y compararlo con el patrimonio de esa misma persona
al comienzo del periodo, 50.000 millones de dólares. Pues si ha pasado de 50.000 a 75.000
millones de dólares, el patrimonio de la que ahora es la persona más rica del mundo ha aumentado
durante el último año un 50%. Pero te estás callando que la que era la persona más rica del
mundo ha visto caer su patrimonio en un 100% e incluso que el patrimonio de la persona que
ocupaba la primera posición ha bajado de 100.000 millones de dólares al comienzo del periodo a
75.000 millones al final del periodo. Es decir, que esta forma de medir la evolución del patrimonio
de los más ricos sufre de un clarísimo sesgo del superviviente. Únicamente estamos midiendo
el incremento de la riqueza de aquellos que se enriquecen mucho y no estamos teniendo en
cuenta la evolución de la riqueza de aquellos que se empobrecen o de aquellos que se enriquecen
mucho menos. En el caso de la estadística de Intermon Oxfam, este sesgo es especialmente
significativo con el caso de Elon Musk. En 2019, Elon Musk ni siquiera estaba entre las 40 personas
más ricas del planeta y, en cambio, a finales de 2023 era la persona más rica del mundo. En todo
este periodo su patrimonio ha aumentado en más de 160.000 millones de dólares ya descontando la
inflación y, por tanto, la inclusión de Elon Musk en la estadística de Intermon Oxfam sesga
completamente al alza la evolución de la riqueza de los más ricos. Pues bien, si corregimos estas
dos chapuzas metodológicas del informe de Intermon Oxfam, ¿cómo cambian los datos que nos ofrece
esta organización progubernamental? A finales del año 2019, las cinco personas más ricas del
planeta que en ese momento eran Jeff Bezos, Bill Gates, Warren Buffett, Bernard Tarnot y Mark
Zuckerberg tenían un patrimonio conjunto de 501.400 millones de dólares y, a finales del año 2022,
esas mismas cinco personas tenían un patrimonio de 530.600 millones de dólares. Es decir,
que su patrimonio en términos nominales se incrementó en un 5,8%. Sin embargo,
como durante este periodo la inflación acumulada fue del 15,5%, hay que ajustar,
como también hace Intermon Oxfam, en este caso correctamente, hay que ajustar los valores nominales
a valores reales y, restando ese 15,5% de inflación acumulada, tenemos que su riqueza en términos
reales se redujo entre el año 2019 y el año 2022 en un 8,4%. ¿Y qué sucede, por otro lado,
con la riqueza agregada del 60% más pobre de la población mundial? Pues de acuerdo con Intermon Oxfam,
que toma sus datos, ya lo hemos dicho, del informe de Credit Suisse, la riqueza global del 60% más
pobre de la población mundial a finales del año 2019 era de 8,78 billones de dólares y,
a finales del año 2022, la riqueza en manos del 60% más pobre de la población mundial era de
10,13 billones de dólares. Por tanto, en términos nominales, el patrimonio del 60% más pobre de la
población mundial se incrementa entre el año 2019 y el año 2022 un 15,3%. Entonces,
¿por qué dice Intermon Oxfam que el 60% de la población mundial se empobrece durante este
periodo? Porque, correctamente, le resta la inflación acumulada, que como hemos dicho es
del 15,5%. Y cuando haces esto, llegas a la conclusión de que el 60% más pobre de la
población mundial vio reducido su patrimonio entre el año 2019 y el año 2022 un 0,2%. Ese es el
porcentaje de caída de la riqueza del 60% más pobre de la población mundial. Y ese porcentaje
ni siquiera Intermon Oxfam nos lo revela en ningún lugar que sea visible. Porque,
claro, si tú titulas, desde 2020 la fortuna conjunta de los cinco hombres más ricos del
mundo se ha disparado un 114%, mientras que la riqueza en manos del 60% más pobre de la
población ha disminuido desde el inicio de la pandemia, claro, si tú a este titular le adjuntas
que la riqueza en manos del 60% más pobre sólo ha caído un 0,2%, pues igual el titular pierde
algo de fuerza. Especialmente si se hubiesen hecho bien los cálculos de la evolución de la riqueza
de los cinco hombres más ricos del planeta, que como hemos visto no aumenta un 114% entre el año
2019 y el año 2022, sino que cae un 8,4% entre el año 2019 y el año 2022, que es bastante más de
lo que cae la riqueza del 60% más pobre de la población mundial, ese 0,2% que acabamos
de mencionar. Por tanto, en coherencia con el resto de tendencias en la distribución global de
la riqueza que experimentamos en el año 2022, la caída del índice Gini de la que ya hemos hablado,
resulta que las cinco personas más ricas del planeta se empobrecieron más en términos
porcentuales que el 60% más pobre de la población mundial. Por tanto, las desigualdades, las
diferencias patrimoniales entre estos dos grupos se estrecharon en el año 2022 a diferencia de lo
que señala Oxfam en su titular y que ha sido replicado por una enorme cantidad de medios
de comunicación que le han comprado su averiado discurso anticapitalista. Pero a estas alturas de
la película, después de que intermón Oxfam haya mentido tanto, haya manipulado tanto, haya retorcido
tanto los datos en todos y cada uno de los informes que ha venido publicando durante los últimos años,
a estas alturas de la película todos aquellos que siguen amplificando los titulares amarillistas y
sensacionalistas que redacta intermón Oxfam a partir de sus informes tergiversados, todos aquellos
medios de comunicación que dan eco a estos titulares están siendo cómplices de la
desinformación anticapitalista que tiene como objetivo diseminar intermón Oxfam.
Y a todos esos medios de comunicación que deliberadamente, porque después de tantos
años no cabe otra explicación, que deliberadamente contribuyen a amplificar las mentiras y la
desinformación de intermón Oxfam, por su propaganda lo reconoceréis.