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Hola a todos, muy buenas noches y bienvenidos a un nuevo directo
de los directos que mensualmente apadrina la Universidad Francisco Marroquín
para difundir, divulgar algunas de las ideas vinculadas a la misión de este centro
que es avanzar en la formación de una sociedad de individuos libres y responsables.
La Universidad Francisco Marroquín se creó hace 51 años, en el año 1971 en Guatemala
y desde hace unos cuatro años tiene su sede en Madrid, en España, en Madrid,
en la calle Arturo Soria 245, algunos somos profesores de ese centro
tanto en el grado como en los másters y bueno, normalmente suelo recomendar
que os paséis por, si estáis físicamente claro, en Madrid, que os paséis por el centro,
el edificio es muy acogedor y la plantilla también es muy acogedora,
que os paséis aunque sea a conocerlo y ya si os pasáis a preguntar
interesados por programas tanto de grado como de máster que puedan ofrecer
pues tanto mejor para el centro y para vosotros probablemente.
Digo, normalmente recomiendo esto, recomiendo que os paséis
pero hoy quiero hacer otra recomendación y es que la Universidad Francisco Marroquín
a partir del mes de septiembre, este próximo mes de septiembre
empieza un nuevo programa docente que quizás sea del interés para parte de la audiencia
que es un máster en economía medioambiental, va a ser un máster
en economía medioambiental bastante distinto de los otros que ofrece el mercado
porque trataremos o se tratará en ese máster de plantear la problemática medioambiental
desde el conocimiento o el buen conocimiento de la ciencia económica
y no desde prejuicios muchas veces antieconómicos.
Como digo, es un máster que empieza en septiembre, a finales de septiembre
ya está abierta la inscripción, podéis obtener más información
en la página web de la Universidad Francisco Marroquín
y comento todo esto no solo como agradecimiento al patrocinador
de esta serie de entrevistas sino porque hoy vamos a hablar de crisis energética
en Europa y hemos traído al director de este máster en economía medioambiental
y a un profesor de este máster en economía medioambiental
que además es el profesor en la asignatura de energía, de economía de la energía
por tanto hemos traído a dos personas muy apropiadas dentro de este máster
para hablar del tema que nos ocupa y que nos va a ocupar durante los próximos meses.
En primer lugar, como decía, tenemos a Luis Gómez, ¿qué tal Luis?
Muy buenas noches director del programa.
Hola Juan Ramón, muy buenas noches, un saludo a ti y a todos los oyentes,
todos tus seguidores en este canal de YouTube.
Bueno, Luis como ya os he comentado es el director de este máster
en economía medioambiental y además conoce muy bien la situación energética de Alemania
de la cual también vamos a hablar en esta hora épico de entrevista,
no solo nos vamos a centrar en el caso de España que obviamente es una prioridad
pero también Alemania que hasta cierto punto dirige al menos energéticamente
el destino de la Unión Europea y también contamos con como decía
un profesor del máster, profesor de la Asignatura de Economía de la Energía,
Pablo Losada, buenas noches Pablo.
Buenas noches Juan, buenas noches Luis y buenas noches a todos los videntes.
Buenas noches Pablo.
Bueno, pues muchas gracias a los dos por participar, por asistir
y por ilustrarnos como seguro que lo vais a hacer durante los próximos minutos.
Empecemos ya sin más con las preguntas.
Ayer el presidente del gobierno anunció políticas de racionamiento energético,
de racionamiento político de la energía para España.
Son medidas absolutamente excepcionales y esperemos que no estén en vigor
durante mucho tiempo aunque al principio van a estar hasta finales del año 2023
y la excusa que se nos ha dado para justificar esta clarísima intromisión
no solo en el funcionamiento de una economía sino en la libertad personal
si puedo encender o no puedo encender la luz del escaparate de mi tienda
y van a venir además más medidas en esa dirección, estas no son ni mucho menos
las últimas porque lo ha dicho el gobierno, no por ningún tipo de pensar mal
que en este caso se suele acertar también con este gobierno o con casi cualquier otro.
La excusa que se nos ha dado es que la invasión de Ucrania por parte de Putin
ha generado una escasez energética en Europa, lo cual es cierto,
es verdad que hay una situación de escasez sobrevenida de energía en Europa,
pero ¿es esto todo o esta crisis energética que nos ha llevado a un racionamiento
del que luego hablaremos si es la mejor forma de afrontar la crisis energética o no,
pero que nos ha llevado a justificar políticamente este racionamiento
¿es una crisis que empieza ahora o se viene gestando, se viene trabajando
desde hace años o incluso si me apuráis décadas?
¿Quieres arrancar o arranco yo?
Pablo, dispara, venga.
Yo creo que hay dos temas separados que se unen, por un lado hay una crisis
de encarecimiento de la energía y por otro lado hay una crisis de escasez de energía,
la escasez de energía que es lo que va a llevar fundamentalmente a Europa central y del este,
aunque de rebote va a afectar a parte de Europa que en teoría no debería
o no tendría por qué estar afectado porque no depende del gas ruso como el resto de Europa,
hay una parte que es la de la escasez que efectivamente está relacionada con la guerra de Ucrania
y con el arma de presión que puede utilizar Putin cortando como está haciendo el suministro de gas.
Eso por un lado, si a eso unes dentro de esa crisis de escasez que durante, diría,
los últimos 12-15 años Alemania se ha estado poniendo una soga al cuello,
acelerando el cierre de las nucleares, utilizando un poco como excusa o como argumento,
no vamos a llamarlo excusa, el accidente de Fukushima para poner el pie en el acelerador del cierre nuclear
e incentivando de la misma manera que ha hecho España y además con el mismo sistema de primas
a la instalación de energías renovables por valor de varios cientos de miles de millones
en el caso de Alemania, te haces dependiente de forma necesaria del gas porque como las energías renovables
son intermitentes y como el almacenamiento eléctrico, la capacidad de almacenamiento eléctrico que hay
es escasa, limitada y además no es fácilmente escalable en poco tiempo, pues evidentemente
si tú pones muchas energías renovables te haces dependiente del gas, luego se han estado poniendo
una soga al cuello y ahora mismo llega la escasez, escasez que además no va a poder solucionarse
vía poner más renovables aceleradamente, con eso no van a conseguir limitar los problemas derivados
de que Putin corte el suministro. Por otro lado está el tema del encarecimiento de la energía,
eso tiene otros, muchos otros factores además de la acción de Putin.
Luis, si bueno, Juan Ramón, si si si, adelante Luis, si no, quería apuntar solamente porque lo menciona Pablo,
Alemania concretamente ha cometido dos o tres serios errores en su política energética,
si concebimos o si pensamos y vemos el sistema energético de un país como una enorme complejísima máquina,
uno de los principios claves en los que se debe de fundamentar cualquier tipo de planificación,
cualquier tipo de modelización, cualquier tipo de desarrollo de ese tipo de sistemas supercomplejos
es el de la diversificación y sin embargo Alemania no ha parado de dar pasos en el sentido contrario,
es decir, desde un sistema energético en el que había renovables, eólica, solar, hidráulica, había gas propio,
había petróleo propio, había centrales nucleares, se ha ido reduciendo poco a poco,
se han ido eliminando factores de esta ecuación, la energía nuclear a partir de 2011, tras Fukushima,
todo el mundo lo sabe, ojo, esto no fue una cosa solamente de los verdes, en aquel momento en el parlamento
todos los partidos votaron, no solamente votaron, que había que acabar con la energía nuclear en Alemania,
sino que además se peleaban entre ellos en el parlamento para ver quién era el más antinuclear de todos,
desde los conservadores, los democristianos, pasando por los socialistas y los verdes, un fenómeno muy curioso.
Con el gas ha ocurrido una cosa espectacular en Alemania, en Alemania, permíteme un momento,
lo voy a mirar porque tengo aquí mi chuleta y la chuleta en este caso es importante,
en Alemania en el año 2000, en los años entre 1999 y el 2004, se estaban extrayendo,
se estaban extrayendo y se ponían a disposición del mercado, desde yacimientos propios alemanes,
del orden de los 22 mil millones de metros cúbicos de gas natural, repito la cifra,
22 mil millones de metros cúbicos de gas natural, esto se ha ido reduciendo poco a poco,
evidentemente las reservas que se encontraban en esos recimientos también ha ido disminuyendo
y sin embargo a partir del 2004, 2005, se observa cómo la producción cae muchísimo más rápido
que estaban cayendo las cifras previstas de reservas, de hecho la Federación Alemana
de Productores de Gas Natural y Petróleo y Geoenergías en general nos dan los datos
superactualizados, ahora mismo en Alemania se están explotando unos 5,5 mil millones
de metros cúbicos de gas, que fue lo que se extrajo en el 2021, con unas reservas
en esas plantas que nos explota de 32 mil millones de metros cúbicos, lo cual ya nos da
una pista de hasta qué punto la política alemana de impedir que estos productores
de gas siguieran extrayendo gas natural de sus yacimientos, de los que ya existen,
los ha puesto a los caballos, a pie de los caballos del gas uso.
Pero varias cuestiones sobre esto, primero, ¿por qué Alemania tiene ese consenso,
o ha tenido ese consenso antinuclear tan importante? Porque cuesta pensar que sea solo Fukushima,
quiere decir, Fukushima puede haber sido la excusa para exacerbar unos sentimientos
contrarios a la nuclear que eran previos, pero no creo que Fukushima cambiara radicalmente
todo el panorama ideológico de Alemania y generara un consenso antinuclear si no existía
antes, y hasta qué punto se puede dar cabida o se puede sospechar, y aquí ya entramos
en el terreno de la geopolítica y prácticamente de la compra de políticos nacionales por
parte de gobiernos extranjeros, hasta qué punto la clara amistad y el compadreo y la
adquisición de un ex canciller alemán como es Gerhard Röder por parte de Putin ha podido
influir en la determinación de la política energética de Alemania, es decir, cierros
nucleares para que Alemania dependa del gas cuyo único proveedor, prácticamente único
proveedor es Rusia, es decir, cuál es la causa de esa evolución o de generación antinuclear
en Alemania que no se percibe al país de al lado, en el país de al lado de Francia,
y la otra pregunta es, bueno, uno puede apostar por nucleares, se puede apostar por gas, perdón,
por nucleares, por renovables, se puede apostar por gas, que es al final la apuesta que hizo
Putin, pero ¿por qué rechaza extraer gas propio? Es decir, ¿por qué Europa ha renunciado
a extraer gas propio? Porque uno puede entender que no se quiere extraer gas para no quemarlo,
pero si tú lo importas en grandes cantidades y lo quemas, pues al final estás emitiendo
el mismo CO2 que si lo extrajeras tú. Entonces, ¿por qué se renuncia a extraer gas europeo?
¿Es porque no es rentable extraerlo? ¿Es porque no hay técnicas que permitan extraerlo?
¿Cuál es el motivo? Por tanto, que me orientéis un poco en esta desorientación de política
energética europea. ¿Por qué el sentimiento antinuclear generalizado en Alemania? ¿Por
qué el rechazo a extraer gas pero no a importarlo?
A ver, voy a intentar responder a la primera pregunta para que tus seguidores aquí en
el canal perciban desde qué perspectiva respondo a esa pregunta. Yo vivo en Alemania desde
1988 y el tema energético y el tema de la política alemana siempre me ha interesado
y siempre he estado de alguna manera involucrado en él. El Partido de los Verdes crece considerablemente,
se funda y crece considerablemente, no como muchos piensan en torno a Greenpeace, no es
cierto, sino en torno a un fuerte movimiento antinuclear que surge a raíz de los transportes
de residuos nucleares en los años a finales de los 80 durante los 90. Es desde ahí que
el Partido Verde se establece en toda Alemania y el Partido Verde se convierte en una seria
amenaza política para los dos partidos que estaban de alguna manera haciendo ese bipartidismo
que también conocemos de España, los socialdemócratas y los cristianodemócratas, la CDU y el SPD.
De vez en cuando aparecían por ahí los liberales haciendo de bisagra pero era lo que había
y sin embargo los Verdes amenazaban esa cuota de poder. En ese momento todos los partidos
alemanes adoptan de una u otra manera el discurso de los Verdes en determinadas políticas,
por ejemplo, explotación minera, explotación de carbón, por ejemplo, centrales nucleares
y es a partir de ahí que surge, que se consolida entre la opinión pública alemana esta animadversión
hacia la energía nuclear. Un fenómeno muy curioso porque las últimas encuestas que viene
realizando el Instituto de Estadística Germano lo que dicen es que esto ha cambiado radicalmente,
la opinión pública alemana hoy está a favor de que se prolongue la vida de las centrales
que ahora mismo están en funcionamiento, tres, y hay otras tres que se cerraron, bueno
dos que se cerraron el año pasado y que pueden volver a entrar en funcionamiento en relativamente
poco tiempo y la mayor parte de las personas están a favor de que esto se hace. Entonces
no podemos olvidar que el movimiento ecologista alemán como partido político nace de la
resistencia de la población de muchos alemanes normales que votaban cristianos demócratas,
que votaban socialistas, es decir, al transporte de residuos y a la problemática que surgió
por los residuos nucleares a finales de los 80 durante la década de los 90.
Y en cuanto a la explotación, no explotación más bien del gas europeo, hay algunos que
dicen que no es rentable porque es un tipo de gas especialmente sucio, especialmente
complicado de explotar, que por tanto no tiene mucho sentido, pero claro, con los precios
actuales del gas tampoco sé si es tampoco rentable hacerlo.
Pablo.
Yo, el fracking, la explotación del gas de existo mediante perforación horizontal es
probablemente la mayor revolución energética de los últimos 15-20 años, permitió cambiar
por completo el panorama energético en los Estados Unidos, Estados Unidos era un país,
todavía lo es, importador en el neto de energía, pero la producción tanto petrolería como
gasística de Estados Unidos, que venían de clive desde los años 70, desde aproximadamente
2005, 2006, 2007, que es cuando empieza a despegar la teoría del fracking, el panorama
cambia por completo y se vuelve a disparar la producción de manera espectacular.
No solo se dispara la producción, sino que el coste del gas cae a una fracción de lo
que era, incluso en la época de Fukushima era espectacular la diferencia que había
entre el coste del gas que tenía que emplear Japón para sustituir o para reemplazar a
las nucleares que paró en aquel momento con el que tenía Estados Unidos, estamos hablando
de cinco veces más o similar, era el diferencial de coste que tenían en aquel momento.
Por una razón, en Estados Unidos el fracking, la técnica del fracking tuvo mucha oposición
política, hubo mucha oposición ecologista, no se os acordáis de un documentalista que
se llama Michael Moore que hizo un reportaje muy espectacular haciendo como abría un grifo,
ponía una cerilla y salía fuego y ese tipo de cosas.
El fracking como toda fuente de energía tiene sus complicaciones medioambientales, todas,
en este caso la mayor complicación es que tu inyectas agua a presión con una serie
de productos químicos a cientos de metros de profundidad bajo la superficie terrestre
y eso tiene potencialmente dos problemas, una, teóricamente puede generar algún tipo
de movimiento sísmico, en Estados Unidos no ha habido ninguno de importancia mayor,
ha habido alguno del orden del 3 en la escala Richter sin ningún tipo de repercusión y
por otro lado teóricamente los productos químicos que se utilizan son fuertemente
contaminantes y podrían contaminar acuíferos.
Las implicaciones o los sucesos de contaminación medioambiental que había en Estados Unidos
debido a esa tecnología son absolutamente desdeñables, no han tenido ningún tipo
de importancia.
Pese a ello, Europa cuando se empezó a hablar del fracking adoptó una política de restricción
de decir no, nosotros no queremos ni siquiera contemplarlo como una oportunidad porque nosotros
estamos en las renovables, estamos ya inmersos en reducir nuestras emisiones de carbono y
lo que queremos no es extraer más gas de la tierra para que se queme y contribuyamos
entre todos a incrementar las emisiones de CO2, lo cual puede subir la temperatura del
planeta bla bla bla, entonces hemos llegado ya al espertento de que la última ley de
cambio climático firmada en España prohíbe ni siquiera explorar, saber si hay gas debajo
de la tierra que podamos aprovechar en determinadas condiciones, no ya que prohíba extraerlo,
prohíbe explorar si lo hay.
Hasta qué punto, porque esto me ha venido a la mente, luego seguimos con el hilo argumental,
pero hasta qué punto este tipo de legislaciones y de acciones tienen mucho de postureo de
quemar barcos pero que luego tienen consecuencias en el día a día, ligo este comentario que
has hecho Pablo de prohibir explorar cuando qué relevancia tiene que se pueda explorar
y que podamos conocer si hay gas o no más que evitar que pueda haber presiones para
que eso se termine explotando en algún momento, ligo esto aunque parece que no tenga mucho
que ver con la destrucción de molición de centrales térmicas que se ha producido recientemente
en España, es decir, una cosa es que no las utilicemos, otra que hay que destruirlas.
¿Cuál es vuestra valoración, vuestra opinión sobre este tipo de actitudes?
Digamos tomamos medidas como para decir esto es irreversible pero luego si hace falta revertirlo
tenemos un problemón.
Yo es que creo que aquí hay un problema muy grave en la Unión Europea, la Unión Europea
tiene un documento por ahí que se llama FIT 455 que no ha leído nadie y que básicamente
lo que viene a decir es que tenemos que reducir el consumo de energía un 30 y tantos por
ciento y yo creo que ese es el error fundamental, el error fundamental parte de buscar no solamente
de planificar la energía o las distintas fuentes de energía que puede haber en una
economía sino de fijarte como objetivo reducir el consumo de energía, tú lo que tendrás
y todo viene en el fondo de la demonización del crecimiento económico, es decir, al final
el crecimiento económico a los líderes de la Unión Europea en cierto modo, en cierto
modo no es tan abierto, les parece pecado y entonces solo les parece tolerable si va
acompañado de reducción de energía, de una serie de cosas lo cual está consiguiendo
el triste resultado de que el crecimiento del Producto Interior Ruto per cápita vaya
cada vez más lento y con pocas posibilidades de aumentar.
Yo creo que si hay un problema con el CO2 por el tema del cambio climático lo que habrá
que buscar es fuentes libres de CO2 pero ¿por qué te metes tú a decidir si tiene que haber
un 20% de consumo, un 30% o un 70% menos? Deja que la economía crezca y no te preocupes
que los actores económicos no serán tan imbéciles para pudiendo consumir 8 unidades
de energía, consumir 15 para obtener el mismo retorno, la eficiencia ya la buscarán ellos
como la buscamos nosotros en casa apagando las luces cuando salimos de casa para no gastar
más de la cuenta.
Sí, muy interesante lo que apunta Pablo y además muy de actualidad porque ahora mismo
en Alemania por ejemplo hay una discusión bastante fuerte en los medios de comunicación
precisamente sobre este tema de crecer y ahorrar energía. Hoy precisamente leía un artículo
en el Suddozetsaitung que es un periódico curiolín editorial vamos a situar entre el
mundo y el país más bien tirando a la izquierda en el que en el que denunciaban el desastre
de la política energética alemana y atención presentaban como una buena solución el paquete
de medidas que acaba de aprobar el gobierno de España, es decir para ellos lo que debería
ser primordial y lo que deberíamos de hacer ya es dejar de gastar energía, ahorrar energía.
Sin embargo y al mismo tiempo en otros diarios como pueden ser Dibet, liberal o como puede
ser Dichayz, ya no tan liberal más bien también de izquierdas, la discusión es un poco más
diferenciada es decir ellos lo que plantean es, está claro que a lo mejor en algunos
campos de la actividad humana estamos derrochando energía que podría dejarse de derrochar,
lo que también está muy claro para los articularistas de estos medios o para determinados políticos
que acaban de salir a la palestra este fin de semana en las televisiones públicas alemanas
es que no podemos renunciar al crecimiento económico porque el crecimiento económico
es la base sobre la que se fundamentan los ingresos del estado y los ingresos del estado
son la base sobre lo que se fundamenta el llamado sistema social de bienestar.
Entonces si yo lógicamente me expongo en un exceso de piedad proecologista a que vuelva
a aparecer el fantasma del paro en Alemania y de esto podemos hablar después porque efectivamente
está ahí ya, lo que estamos haciendo es reducir el volumen de ingresos del estado y reduciendo
el volumen de ingresos del estado estamos reduciendo su capacidad para mantener con
vida el sistema del estado de bienestar, es una discusión que a mi se me antoja apasionante
y que creo que los políticos que están apostando claramente como única medida por el ahorro
energético se están equivocando porque el ahorro energético al final no va a suponer
necesariamente una bajada de los precios de la energía, tampoco va a suponer una bajada
considerable a corto y medio plazo de las emisiones de CO2, lo vamos a ver aquí en
Alemania van a acabar este invierno de carbón como locos y lo que sí va a suponer es el
empobrecimiento de la ya maltratada clase media europea.
Ahora hablamos sobre la relación entre crecimiento, energía, cómo el mercado se adapta, si es
preferible racionar el consumo de energía o dejar que de nuevo el mercado se adapte,
pero antes de pasar a este otro tema, ¿cuál ha sido la influencia que ha tenido la política
energética alemana, que ahora mismo Luis lo estaba comentando, incluso los medios de
izquierdas de Alemania ya califican de desastrosa por unos motivos o por otros, pero que claramente
no ha funcionado bien, cuál ha sido la influencia que ha tenido sobre Europa, porque se suele
decir que Europa la gobiernan Francia y Alemania y Francia tiene una orientación de política
energética que claramente es distinta a la de Alemania, pero en algunas cosas al menos,
porque Francia por ejemplo ha prohibido radicalmente el fracking, pero al menos en su apuesta por
la nuclear sí es distinta y en España parece que ha permeado más la influencia alemana
que la francesa y en gran parte de Europa también, porque aquí Alemania sí ha conseguido
imponer su liderazgo y en cambio en otros temas como la austeridad, el equilibrio supuestario
y todo esto a los alemanes se les hace poco caso y en cambio a los franceses es mucho.
Yo no tengo nada claro que Francia haya tenido en los últimos ocho o diez años, hace cuarenta
sí, pero no hace ocho o diez años, una política distinta, vamos de hecho Macron hace tres
o cuatro años hablaba del cierre de las nucleares, de reducir el peso de la nuclear en el mix
y ahora cuando habla de nuevos reactores, habla de nuevos reactores capaces de sustituir
los que hay, o sea no está hablando de aumentar el peso de la electricidad nuclear dentro
del mix de electricidad francesa, está hablando de mantenerlo en el mejor de los casos o de
no reducirlo, o sea que realmente yo creo que aquí había un consenso en toda Europa
en el que se habían planteado ser los líderes de la transición energética, los líderes
de la reducción de las emisiones de CO2 y para mí han cometido un error estratégico
de primera magnitud porque la transición energética, imaginemos, vamos a plantarnos
dentro de 40 años o de 50 y realmente estamos en una economía global electrificada y descarbonizada,
eso va a implicar inversiones del orden del 200, el 300% del PIB global probablemente,
sino más, y sobre todo va a implicar un consumo de materias primas, de ciertas materias primas
absolutamente gigantes, un desarrollo tecnológico va a ser intensivo en tecnología, pero en
lo que va a ser increíblemente intensiva la transición ecológica de los próximos
40 años es en energía, es decir, la cantidad de consumo de energía que va a hacer para
extraer todos esos minerales, cobre, litio, manganés o todos los que sean necesarios
las tierras raras para tanto la producción de baterías como el transporte de la electricidad
como para los propios paneles fotovoltaicos o las turbinas, los aerogeneradores, todo
eso va a implicar un consumo de energía absolutamente masivo, ¿qué está haciendo Europa ponerse
la soga al cuello cuando una de las cosas que está haciendo fundamentalmente es encarecer
la energía y lo está haciendo de forma indirecta por la vía de subvencionar o primar tecnologías
caras y por la vía directa mediante los famosos derechos de emisión de CO2, al final se está
poniendo la soga al cuello porque la industria europea no se va a comer, ni los mocos, perdóname
la expresión, dentro de toda esa tarta de extracción, de transporte, de producción,
de todas las cosas que van a hacer falta dentro de ese proceso de transición ecológica o
energía.
Sí, y desincentivando la inversión en la extracción de los minerales propios, es decir,
por un lado tenemos las leyes que nos impiden desarrollar proyectos mineros, por otro lado
tenemos las leyes que nos obligan a utilizar determinados productos que necesitan de esos
productos mineros, es decir, tenemos que importarlos y además estamos desincentivando la inversión
en este tipo de industrias.
Un ejemplo muy claro lo tenemos aquí en Alemania con el asunto del gas, que es una cosa muy
curiosa, hay un estudio del Instituto Geominero Alemán que dice, han tomado la molestia de
medir cuáles son las reservas de gas natural en los filones de carbón, en las vetas de
carbón no explotadas, en las vetas de carbón, estamos hablando del famoso gas grisú que
los que venimos de zona minera también conocemos, bueno pues les voy a dar una cifra que les
va a dejar descompanados, 450.000 millones de metros cúbicos, solamente ahí podríamos
estar en Alemania extrayendo gas para tener gas suficiente, ser autosuficientes en nuestra
producción de gas para los próximos 20, 30, 40 años y sin embargo esto no se hace.
Apuntaba Pablo muy bien el tema de los materiales que vamos a necesitar para la fabricación
tanto de paneles solares como de sistemas de energía eólica, yo abundo todavía más
en el asunto, un error garrafal cuando nos decidimos a avanzar en la transformación
energética es el no haber pensado en que las energías renovables son intermitentes
y por lo tanto debemos de disponer de sistemas de respaldo sostenibles, no solamente el gas
o el carbón, necesitamos baterías, necesitamos almacenar esa energía a escala industrial
y resulta que aquí es donde nadie ha mostrado preocupación y parece ser que los políticos
bueno pues no han visto que fuera este uno de los puntos centrales de su política energética
y creo que ha sido un gran error porque este es uno, debería de haber sido uno de los puntos
centrales de la política energética cuando nos declinamos, cuando nos decidimos por la
solar y la eólica, tenemos que almacenar la energía cuando hay superproducción, cuando
hay producción en exceso para poder devolver a la red cuando no sopra el viento y cuando
no hace eso.
Disculpad pero se me ha caído la conexión y he tenido que salir y volver a entrar.
Entonces decía Pablo algo que creo que es muy importante, la transición energética
requiere de mucha energía y queremos hacer la transición energética con restricciones
energéticas, lo cual nos va a llevar en gran medida a ralentizar, a encarecer y probablemente
fracasar en esa transición energética, es algo así como, por tratar otro tema que
no está vinculado a Europa pero Gustavo Petro por ejemplo en Colombia, nuevo presidente,
quiere prohibir nuevas inversiones en extracción de combustibles fósiles pero a su vez también
quiere restringir la inversión en minería cuando precisamente la inversión en minería
va a ser más necesaria que nunca para poder hacer la transición energética, es decir
que en cierto modo parece que, y aquí volvemos a algo que ha comentado Luis antes, parece
que los políticos nos orientan hacia políticas, no sé si consciente o inconscientemente,
de decrecimiento económico, parece que la apuesta es como tenemos que contaminar menos
tenemos que producir menos energía y como producir menos energía implica crecer menos,
pues nos vamos a tener que contentar con menos crecimiento, esto es así, es decir, se puede
crecer consumiendo menos energía o el crecimiento económico conlleva un mayor consumo energético,
está la famosa paradoja de Gevons de que usamos más intensivamente energía cuanto
más crecemos en lugar de economizar la energía y si todo eso es así, ¿qué nos augura el
futuro económico basado en la restricción energética y el decrecimiento? Porque muchas
veces hablamos de decrecimiento pero no le ponemos rostro a esta palabra.
Últimamente se habla mucho del desacoplamiento entre crecimiento y consumo de energía y
se cita como ejemplo que hay bastantes países de la OCDE que han sido capaces de crecer
su producto interior rostro disminuyendo su consumo de energía, para mí eso tiene dos
lagunas importantes, por un lado la desindustrialización que ha tenido Occidente fundamentalmente
para llevárselo a Asia, fundamentalmente a China y que claro eso de alguna manera si
tu fábrica dejas de tenerla en casa el consumo energético tuyo pues lo tiene otro, de alguna
manera eso reduce o falsifica un poco la realidad esa del desacoplamiento.
Y la segunda es que lo que sí vemos en cualquier caso es que en términos porcentuales el crecimiento
es cada vez más débil en Occidente y en el mundo en general y es un problema que unido
a la crisis demográfica no de superpoblación sino de tope de población y de crecimiento
de la población que es el problema acuciante al que nos vamos a enfrentar en los próximos
10, 15, 20, 30 años, no la superpoblación. Si tú combinas esas dos cosas tienes un cóctel
peligrosísimo y efectivamente lo que comentabas Juan la sensación que da es que de alguna
manera lo que están buscando los líderes políticos occidentales bien por convencimiento
o bien porque de alguna manera tengan la certeza intelectual de que no hay recursos suficientes
para alimentar el crecimiento da la sensación de que siguen voluntariamente políticas de
descentistas. Eso solo puede terminar de una manera y es una manera muy triste y ni siquiera
es con más pobreza y demás, es en guerras. Cuando terminan esas cosas es con guerras.
¿Y por qué desarrolla ese argumento? Porque claro es un titular digamos muy potente pero
¿por qué? ¿es precisamente porque la escasez de recursos genera lucha por los recursos
y por tanto conflicto por otras razones? Bueno yo creo que es que cuando hay descontento
social se producen movimientos muy incómodos y en estos momentos probablemente el 80, 90
por ciento de la población mundial no vive en democracias plenas sino que vive en pseudo
democracias o directamente en dictaduras tremendas. Yo no quiero pensar muy bien que puede pasar
si el PIB chino como puede suceder este año entra en llamarlo rescisión, llamarlo infracrecimiento
a lo que debería tener durante una serie de años. Yo no me quiero imaginar lo que
pueda hacer China pero es muy improbable pensar que se vaya a quedar de brazos cruzados viendo
cómo Occidente decide consumir menos y ellos son cada vez más pobres y les ponen una serie
de aranceles para los productos bien como aranceles o disfrazados de derechos de emisiones
de CO2 que al final sería lo mismo. Yo tengo, yo estoy inquieto, llevo tiempo inquieto con
eso. No podemos olvidar qué es lo que nos ha traído hasta aquí y dónde estamos. Yo
creo que muchas veces olvidamos dónde estamos de puro de purito bien que nos va, olvidamos
de lo bien que estamos y de lo mal que están en otros sitios todavía. Nuestro sistema
sanitario, los materiales de hospitales de un solo uso, toda la industria del vidrio
que no solamente sirve para hacer botellas de coca cola, estamos hablando de industria
del vidrio, estamos hablando de aplicaciones industriales, estamos hablando de aplicaciones
en construcción, estamos hablando de vidrio aislante, térmico tanto frío como el calor,
estamos hablando de ventanas aquí en Alemania en una casa con una ventana con un vidrio
normal como el que muchas veces fuéramos en España, sería una casa incalefactable
en invierno por ejemplo, o en Escandinavia o en el norte de Europa en general. Es decir,
todo este tipo de industrias necesitan de un gran consumo de energía. A mí es que estas
cuestiones siempre me gusta llevarlas un poco al terreno de lo que podemos apreciar la gente
de la calle. Es decir, si mañana, si efectivamente como parece que es así, porque resulta que
la bomba que vino de Canadá para el Nord Stream 1 todavía está en Alemania, esto es
una noticia que ha salido hoy, sigue en Alemania, el presidente va a visitar a ver qué pasa
con esa bomba, lo ha anunciado Siemens, no ha dado detalles. Si efectivamente se bajían
las reservas, los reservorios de gas aquí en Alemania de aquí al invierno y tenemos
que empezar a ahorrar energía, no solo vamos a tener que ahorrar energía los consumidores,
los que vivimos en nuestra casa, sino que lo van a tener que hacer por ejemplo la industria
del vidrio. Ahorrar energía en la industria del vidrio supone parón en la industria del
vidrio, supone parón en la industria del automóvil, supone parón en todo el sistema de reciclado
del vidrio, algo en lo que casi nadie piensa. ¿Es que lo ecologista realmente sería parar
este tipo de industrias? Pues no, porque entonces dejamos de poder reciclar el vidrio. Este
tipo de cosas llevarían a cientos de miles de personas en Alemania al paro, con lo cual
estaríamos ante una situación de crisis social y de desestabilización social en un
país como este, en el que todos lo sabemos, bueno, pues años de determinada propensión
a determinados populismos. Y no podemos olvidar este detalle. Cuando Pablo habla de guerra,
Pablo habla muchas veces de pobreza y de hambre, porque lo que se ve realmente es pobreza,
no lo voy a llamar pobreza energética, pobreza en general. Aquí cada vez más personas reciben
ayuda social, ayuda para el pago de la vivienda, personas normales corrientes que trabajan
los dos, el matrimonio. Y este tipo de situaciones son las que generan el malestar, el caldo
de cultivo en forma de malestar social que puede facilitar, lógicamente, reacciones
políticas inesperadas. Pero perdona que insista, porque al principio Pablo ha mencionado, aquí
se unen dos crisis o dos tendencias. Una es que hay una crisis energética como tal y
otra la derivada de la invasión de Rusia. Pero ¿cuánto de todo esto que estamos viviendo
y que probablemente vamos a vivir es consecuencia de malas decisiones políticas? Dar porcentaje
siempre es aventurado, pero para que la audiencia y yo mismo nos podamos hacer una idea, ¿cuánto
es consecuencia de malas decisiones políticas, qué porcentaje y cuánto es consecuencia
de que se agotan los recursos, de que cada vez es más complicado extraerlos?
No me atrevo a dar porcentajes, pero hay un hecho evidente. La historia de los precios
de las energías fósiles, particularmente del petróleo o del gas, tiene varios momentos
en el que el precio sube de golpe. Hay una crisis porque hay mucha más demanda que oferta
por la situación que es. Y siempre ha reaccionado el mundo duplicando, triplicando el capex
en energías fósiles a lo largo de los dos años siguientes. En estos momentos lo que
se estima es que todavía en 2023 seguiremos con un capex por debajo de 2014. Y es difícil
saber las razones detrás de que un conglomerado de empresas en el mundo y de países en el
mundo decidan invertir manos. Pero claro, cuando hay un acuerdo firmado por 200 países,
que es el acuerdo de París, que básicamente viene a decir que las emisiones de CO2 tienen
que ser cero, en términos netos, lo antes posible. Y cuando la Unión Europea se fija
que ese límite sea 2050, ¿quién va a invertir miles y miles y miles de millones de dólares
en extraer energía fósil o en hacer infraestructuras fósiles cuando encima las políticas europeas,
concretamente me centro en Europa porque ha sido mucho peor en este tema que Estados Unidos,
además, dificultan enormemente la financiación de los proyectos. No es solo que el Banco
Europeo de Inversiones tenga prohibido financiar nada relacionado con la energía fósil desde
el año 2021, que teóricamente no puede hacer absolutamente nada. Es que con los famosos
indicadores de responsabilidad social corporativa de las empresas y demás, los bancos no quieren
financiar proyectos de ese tipo porque teóricamente lo que estarían es ayudando a destruir el
mundo. Entonces, ¿es autoinfligido en un buen porcentaje lo que está pasando? Sin la
menor duda, no te sé decir si es el 30, 50, 70 o el 2, pero el 2 no es.
No, sí, ha habido además, en algunos casos, yo creo que decisiones políticas un tanto
negligentes. Aquí en Alemania, apuntabas tú antes, Juan Ramón, nombrabas a Gerhard
Schoeda, el antiguo canciller alemán, y, efectivamente, aquí se tomaron muchas decisiones desde
la idea de que era necesario atraer al gigante ruso hacia el corazón de Europa. Una idea
perfectamente errónea porque el gigante ruso estaba en manos de un lunático como es Putin,
en aquel momento algunos lo sospechaban, pero nadie se atrevía a decirlo en voz alta y
hoy todo el mundo pone el grito en el cielo. Esta política, este empecinamiento de los
políticos alemanes por acercar al gigante ruso al corazón de Europa provocó que en
determinados aspectos, como por ejemplo de la política energética, se cometiesen errores
de previsión y se abandonasen las políticas que hubieran permitido Alemania ser autosuficiente
desde el punto de vista energético o, al menos, no ser únicamente dependiente del
gas ruso. ¿Tuvo que ver el nombramiento o la amistad de Gerhard Schoeda con Putin, su
proximidad a Gazprom? Pues no lo sé porque no lo sabe nadie. Lo que sí sabemos es que,
por ejemplo, la asociación más importante alemana de fomento de energías renovables
estaba directamente financiada, es un gran escándalo ahora mismo en Alemania, estaba
directamente financiada por Rusia, por el gobierno ruso. Entonces, ¿qué ocurre? Creo
que nosotros no lo vamos a saber nunca. Si vamos encaminados a políticas de decrecimiento,
puede que estos racionamientos energéticos, racionamientos políticos, porque al final
el racionamiento económico también se da, si subo el precio, pues economizamos, racionamos
el consumo. Pero estos racionamientos políticos que empezamos a ver en Europa se pueden volver
estructurales e incrementar en extensión, de momento afectan a algunas parcelas del
sector privado, el sector mercantil, no afectan a los hogares, pero veremos también medidas
para los hogares, durante cuánto tiempo y base del modelo, base de Europa, es decir,
¿qué uso podemos hacer de la energía dado que se ha renunciado a incrementar la cantidad
de energía disponible? Da la sensación de que políticamente esa es la intención de
alguna manera. El documento que comentaba antes del CITCOR 55 es muy claro, o sea, lo
que quiere la Unión Europea es que se reduzca el consumo de energía de forma notable. Ahora,
eso será tragado por la población mientras se produzca crecimiento económico, en el
momento que como ya está sucediendo y está sucediendo en muchos países de Europa, el
crecimiento económico vaya siendo débil, surgirán fuerzas populistas y al final habrá
un movimiento reaccionario contra eso, luego no sé lo largas que puede tener las patas
y ese tipo de políticas. En principio, mi sensación es que las iniciativas que han
sacado ahora son iniciativas de Chichinago, por los recortes que están, o sea, las medidas
que están tomando y a mí me encantaría verlas cuantificadas, de hecho, intentaré
hacer algún número para intentar cuantificarlas en términos de teravatios hora, vamos, y
si llega a un teravatio hora lo que están intentando reducir el consumo en España,
pagando los escaparates y la iluminación nocturna y demás, al final es más un tema
cosmético que de ninguna otra cosa y la reducción de consumo se va a producir porque tiene toda
la pinta de venir una recesión importante, entonces no vas a tener la reducción que
busca la Europa probablemente inyectada con esteroides, o sea, va a ser más grande de
lo que buscan, lo que no sé si eso al final no acabará peor de lo que ellos creen que
puede terminar. Es muy complicado porque ninguno de nosotros tenemos una bola de cristal. Sí,
claro, eso es obvio. Está claro, entonces hacer una previsión es muy difícil, aquí últimamente
sí ha habido quien ha lanzado la voz de alarma precisamente desde el punto de vista del malestar
social que se puede generar si efectivamente se llega al extremo de tener que aplicar medidas
de reducción del consumo energético en los hogares y en las industrias. Estoy hablando
de personajes como la mismísima presidenta del Partido de los Verdes, de Airbox, o como
el mismo ministro de Economía Alemán, el señor Habeck también de los Verdes. Es decir,
no parece improbable que efectivamente algunas medidas tengan que ser adoptadas durante un
determinado periodo de tiempo y que estas medidas puedan generar malestar social. Lo
que tampoco parece improbable, aprovecho para apuntarlo, es que a lo mejor dentro de un
mes y medio los alemanes nos dan una sorpresa, nos dicen que prorrogar la vida de las tres
centros nucleares hará un funcionamiento los próximos cuatro o cinco años y a lo mejor
nos dan una sorpresa los políticos europeos desde Bruselas y nos dicen que van a fomentar
la implantación de más energía eólica, más energía solar, pero y sobre todo muy
importante los sistemas de almacenado de energía para aquellos momentos en los que no hay viento
ni hay sol, igual nos sorprenden y apuestan por la geotermia, algo de lo que podemos hablar
si queréis porque me resulta muy interesante, el hidrógeno verde, etcétera, etcétera.
Es decir, opciones de futuro hay para seguir produciendo energía en grandes cantidades
sin necesidad de que haya recortes y sin arriesgar que los precios se los suban a la cabeza.
Vamos a hablar de soluciones porque es una pregunta muy recurrente, estáis haciendo
un diagnóstico no especialmente optimista sobre el futuro energético y económico de
Europa, ¿qué habría que hacer y si me lo permitís, qué habría que hacer en el corto
plazo? Aquí pongámonos pensando en la economía doméstica, comentaba antes un espectador
en el chat que él vive en Alemania, la pregunta podría ser extendible a España, ¿qué podemos
hacer para evitar llevarnos un palazo en la factura de la luz o en la factura del gas
durante los próximos meses? ¿Hay algo que hacer o estamos vendidos? Y soluciones para
el más largo plazo desde el punto de vista de la gran política, es decir, ¿qué replanteamientos
políticos económicos habría que hacer para no ir a un futuro de crecimiento que efectivamente
como comentaba Pablo, no sé si con guerras o sin guerras pero desde luego no será un
futuro en el que nadie o prácticamente nadie salvo los que estén protegidos políticamente
frente a él quieran vivir? A nivel doméstico ¿qué se puede hacer? Probablemente lo contrario
de lo que yo hago, yo no estoy pendiente nunca ni de la luz, ni de las distintas tarifas,
ni de los distintos ofercantes que hay, supongo que en estos momentos hay gente que está
comercialmente de manera agresiva buscando opciones mejores o buscando mejores alternativas
dentro de lo que el mercado permite para permitir ahorrar unos euros dentro del consumo doméstico.
Eso a nivel de corto plazo, pues es pues es, chicos no sé, encendérmenos la luz, estamos
vendidos. No tiene mucha ciencia. A nivel estratégico, voy a hacer un poco de filosofía,
la historia del ser humano está muy ligada a la historia de la energía, desde el descubrimiento
del fuego, a la energía mecánica, con los molinos que subían agua, a todo lo que ha
venido después y sobre todo los combustibles fósiles, hemos pasado el crecimiento y el
desarrollo humano pasa por un mayor consumo de energía y por unas fuentes de energías
más densas, por lo tanto mi intuición me dice que deberíamos seguir el mismo camino
que ha sido un camino de éxito en la historia de la humanidad, es decir, no deberíamos
perseguir consumir menos energía como objetivo estratégico, quizá ser más eficiente sí,
es decir, producir más con menor consumo de energía, sí se puede, pero como comentaba
antes eso lo hace cualquiera dentro de cualquier actor económico, pero no desde el punto de
vista de planificación estratégica y segundo ir a formas de energías más densas y si
vamos a formas de energías más densas tenemos que estar pensando en el átomo, a mí se
me antoja muy difícil que el futuro de la humanidad o el futuro energético de la humanidad
pase por algo distinto a la fisión y la fusión nuclear con distintas evoluciones tecnológicas
que puedan ir surgiendo a lo largo de los próximos años, por lo tanto estratégicamente
yo lo primero que haría, o sea el mayor pecado que veo es fijarte un objetivo de decrecer
el consumo de energía, eso hay que eliminarlo, no diría hay que reemplazarlo por uno de
crecer el consumo de energía, tampoco es eso, deja que la energía se consuma a la que sea,
tú fomenta el crecimiento y deja que el consumo de energía sea el que sea y luego busca fuentes
de energías más densas, más limpias, lo que quieras, pero cambia ese estado mental
que nos hace pensar en reducir el consumo de energía como algo bueno en sí mismo, porque
yo creo que es un error, la energía desde el punto de vista ingenieril es la capacidad
que tienen los cuerpos para realizar un trabajo, entonces si tú quieres realizar cosas y al
final el desarrollo económico es hacer cosas, vas a necesitar energía, la necesitarás
aprovechada mejor, la necesitarás de varias fuentes, la necesitarás diversificada, barata,
limpia, lo que quieras, pero vas a necesitar energía, si tú reduces el consumo de energía
difícilmente puedes estar visionando un futuro de crecimiento, es muy difícil. Sí, muy de
acuerdo con lo que cuenta Pablo, tres apuntes brevísimamente, la primera pregunta al corto
plazo, una anécdota que no lo es, aquí en Leipzig está situado uno de los fabricantes
más importantes de estufas de madera de Alemania Hardcore, no les quedan, cuando vas
a la tienda tienen un expositor, cuando vas a comprar una estufa para este invierno que
viene te dicen que tu pedido lo pueden servir en mayo o junio del año que viene, o sea
está en atope, instalar sistemas fotovoltaicos, se me antoja una muy buena solución, ¿qué
ocurre? que instalar sistemas fotovoltaicos está a la casa de quien tiene una vivienda
sobre cuyo tejado puede instalar su sistema fotovoltaico, la gente que vive en pisos obviamente
tiene un problema muy serio porque no puede recurrir a esa solución, poner un bolino
de viento super eficiente que todavía no existe en el balcón de casa de momento no
es una solución. En el largo plazo lo comentaba al principio diversificar, diversificar, diversificar,
es decir no negarse rotundamente a nada, es el mercado el que va a decir vamos a ver si
yo mañana resulta que pago el precio de la energía generada por sistemas renovables
o por sistemas nucleares, atómicos, fusión o fisión, a la décima parte de lo que pago
por ejemplo mis pellets o mi gasolio o mi gas natural, el mercado, los consumidores
somos los que vamos a votar con nuestra cartera y vamos a decir no, no, no, yo compro esta
energía que es muchísimo más barata y mucho más económica, no necesito ningún político
que me diga compra esta energía, no, no, lo voy a hacer yo porque lo que yo pretendo lógicamente
es economizar, es mejorar la eficiencia de mi economía particular, de mi economía familiar.
Entonces yo creo que permitir la diversificación efectivamente almacenado de energía, efectivamente
fusión y fisión nuclear, efectivamente nuevas formas de energía por ejemplo la energía
marionotriz para la cual ya existen determinados prototipos que parecen tener una eficiencia
bastante alta y la geotermia, la geotermia con los nuevos sistemas de perforación tanto
los de plasma como los de microondas nos van a permitir alcanzar profundidad de 150 grados
sin estar al lado de un volcán lo que nos permitiría lógicamente la generación de
energía de una manera relativamente sencilla y sobre todo permanente, es decir, ahí tenemos
una fuente de energía que no se apaga. Entonces yo creo que en el medio y largo plazo tenemos
que sacar un poco la ideología de la ecuación y permitir que sean los consumidores los
que con su cartera terminen votando que es lo que quieren comprar.
Vamos a dejar la transición energética en manos de un mercado libre y competitivo básicamente
porque caeríamos en una fatal arrogancia si pensáramos que podemos planificar mejor
centralizadamente la transición de lo que pueden hacerlo millones de mentes en competencia
y cada una especializada en su ámbito tratando de buscar esas soluciones diversificadas y
descentralizadas.
Muy jalequiano eso te ha quedado.
Bueno, viene la deformación de casa y justamente con esto pues podemos ligarlo con lo último
que te quería preguntar Luis o os quería preguntar a los dos y es que nos habléis
precisamente de este máster en economía medioambiental que empieza en septiembre en la Universidad
Francisco Marroquín en Madrid cuál va a ser el formato, horarios de clases, qué carga
lectiva tiene, puede entrar cualquiera, cuál es el nivel, no sé comentarnos un poquito
vended el máster a la audiencia.
A ver, el máster en economía medioambiental está pensado sobre todo para profesionales
que ya están trabajando en temas medioambientales y en industrias, en empresas que se encuentran
con los problemas cotidianos y de difícil solución.
Al final muchas de esas empresas medianas y pequeñas sobre todo no les queda más remedio
que recurrir a un asesoramiento externo que les cuesta un montón de dinero.
Nosotros lo que ofrecemos es formación desde el punto de vista legal, formación en ecología,
formación ya digo en las leyes vigentes tanto en España como en Latinoamérica, formación
desde el punto de vista de qué es un sistema energético, cómo funciona, por qué es importante
la energía para mantener despierto la economía y la prosperidad, por qué precisamente la
prosperidad es lo que nos ayuda, la mejor herramienta que tenemos para proteger el medioambiente,
todo este tipo de conceptos los enseñamos en la maestría y ponemos a disposición de
los alumnos las herramientas de conocimiento que necesitan para no tener que recurrir a
esas asesorías externas que tantísimo dinero cuestan.
La maestría queremos empezar en septiembre, está abierta la convocatoria, los cursos son
online, eso sí de asistencia obligatoria hay que asistir al curso, son 17 cursos diferentes
y bueno pues en dos sesiones martes y jueves de 7 a 9 primera sesión, pausa de media hora
para cenar un poco y de 9 y media a 11 y media la segunda sesión.
Entre medias de vez en cuando al final de cada ciclo y principio del siguiente vamos
a ofrecer la oportunidad de que los alumnos que desean y puedan permitírselo acudan a
Madrid a la universidad a tener clases en presencial, lógicamente estas clases se van
a emitir también online para aquellos que no pueden acudir evidentemente y en esos fines
de semana pues tendremos invitados especiales, conferencias, mesas redondas, debates, etcétera.
Eso es un poco el plan de la maestría, la maestría bueno el requerimiento lógicamente
es tener un título universitario para poder acceder a ella.
Pues no sé si Pablo quiere añadir algo sobre…
Nada, donde hay capital no manda marinero, ya ha dicho lo que tiene que decir.
Pues nada, muchísimas gracias a los dos por esta hora de conversación, 2000 personas
nos han estado viendo de manera sostenida durante esta hora, creo que habéis arrojado
bastante luz en el corto, medio y largo plazo, no sé si luz o más bien habéis colocado
cierta penumbra y ciertas tinieblas en el horizonte, pero bueno es lo que hay, precisamente
por no querer encender la bombilla con generación energética.
Lo dicho muchas gracias Pablo, profesor del máster en economía medioambiental de la
Universidad de Francisco Marroquín, empieza en septiembre, muchas gracias Luis, director
del máster en economía medioambiental de la Universidad de Francisco Marroquín, espero
teneros de vuelta en algún momento futuro porque por desgracia seguiremos hablando de
energía y no precisamente para bien.
Muchas gracias a todos y antes de terminar simplemente recordar que estas entrevistas
son posibles gracias al patrocinio, gracias a que apadrina esta sección desde hace ya
bastantes meses, creo que vamos a cumplir un año en breve, la Universidad de Francisco
Marroquín, Universidad guatemalteca con sede en Madrid que además también ofrece un
programa o varios programas entre ellos el que acabamos de comentar y que tiene sus puertas
abiertas a todos los que la queráis visitar aunque el máster del que estamos hablando
de economía medioambiental es un máster online y para terminar pues nada mejor que un vídeo
que lo suelo colocar pero no está de más repetirlo sobre cuáles son los principios,
las ideas que es en definitiva la Universidad de Francisco Marroquín, muchas gracias a
todos y nos vemos en algún momento a lo largo de las próximas semanas incluso con vacaciones
de por medio, hasta otra.
Gracias a Ramón, gracias a tus suscriptores, hasta luego Pablo.
La libertad es una idea insignificante, insignificante como darle swipe a la derecha o a la izquierda,
comprar o no comprarlo, escribirle, dejarlo en visto o bloquearlo.
La libertad puede ser así, pequeña, invisible, podrías decir que la humanidad es mejor gracias
a que se inventó la rueda, la imprenta, la producción en línea o el internet o que
somos mejores gracias al triunfo sobre la segregación, el reconocimiento de los derechos
humanos o el ejercicio del derecho al voto.
Podrías decir que las sociedades son mejores gracias a la lucha por la equidad de género
o la igualdad de oportunidades, incluso podrías decir que las economías prosperan gracias
a las empresas o a la competencia, pero no, lo cierto es que la humanidad nunca ha sido
mejor gracias a inventos, filosofías, revoluciones ni sistemas políticos, pues ninguno de ellos
podría siquiera existir si no fuera gracias a que alguien en algún lugar, en algún momento
de la historia tuvo la oportunidad o luchó por su derecho a crear, a creer, a cuestionar,
a pensar, a expresarse en libertad.
Libertad el principio y el final de todo, un ideal inmenso, absolutamente poderoso que
empieza con cosas insignificantes.
La próxima vez que hagas swipe, hagas clic, compres o no compres o dejes en visto, recuerda
que lo haces porque puedes hacerlo, no lo olvides, cree, piensa, discrepa, elige, actúa con libertad,
no existe nada más grande.
Universidad Francisco Marroquín, la Casa de la Libertad.