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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

En tan solo un día las acciones de Netflix se han desplomado un 35% y la compañía ha
perdido 50.000 millones de su valor.
Pero es que desde los máximos alcanzados el pasado 1 de octubre, las acciones de la
empresa se han depreciado en un 66% y la empresa ha perdido 200.000 millones de su valor.
En tan solo un día las acciones de Netflix han pasado de tener un precio de 350 dólares
por acción a 226 dólares por acción, una caída del 35% que supone una pérdida de
capitalización bursátil de 50.000 millones de dólares.
Es decir, el conjunto de la empresa, Netflix, vale hoy 50.000 millones de dólares menos
de lo que valía ayer, pero es que la situación es todavía peor si lo medimos con respecto
al pasado 1 de octubre, momento en el que las acciones alcanzaron su máximo histórico.
En ese momento las acciones de Netflix rozaron los 700 dólares por acción y por tanto pasar
de 700 dólares por acción a 226 dólares por acción implica que la capitalización
de la compañía se ha reducido en 200.000 millones de dólares.
En apenas medio año el valor del conjunto de la empresa ha pasado de ser de 300.000 millones
de dólares a apenas 100.000 millones de dólares.
Como es posible que se haya depreciado tanto, que se haya hundido tanto el valor de esta
compañía en apenas un semestre.
Bien, a largo plazo el precio de la acción de una compañía y también el valor, la
capitalización del conjunto de la compañía, que no es más que el precio de cada acción
multiplicado por el número de acciones en las que está divido el capital social de
esa compañía, a largo plazo el precio de una acción de una compañía depende esencialmente
de dos factores.
El primer factor son los beneficios que se espera que esa compañía vaya a cosechar
en el futuro y el segundo factor son los tipos de interés que se espera que vayan a prevalecer
en la economía en el largo plazo.
A mayores beneficios esperados en el futuro para una empresa, mayor tenderá a ser el precio
de la acción.
A mayores tipos de interés esperados en el futuro en el conjunto de la economía, menor
tenderá a ser el precio de la acción de esa empresa.
Pues bien, y por los motivos que vamos a explicar a continuación, estos dos factores
se han torcido para Netflix.
Por un lado, los beneficios esperados en el futuro para la empresa se han revisado sustancialmente
a la baja y por otro, y como todos sabemos, los tipos de interés están subiendo en el
conjunto de la economía.
Menores beneficios esperados en el futuro es un precio de la acción más bajo, mayores
tipos de interés esperados en el conjunto de la economía es un precio de la acción
más bajo.
Empecemos por el primero de estos dos factores.
¿Por qué los beneficios esperados en el futuro de Netflix se han revisado sustancialmente
a la baja?
Netflix puede incrementar sus beneficios futuros desde el lado de los ingresos o incrementando
el número de suscriptores abonados a sus servicios o incrementando el precio que paga
cada uno de los suscriptores que ya tiene abonados.
Y ayer descubrimos que el número de suscriptores de Netflix no sólo no está creciendo, sino
que ha empezado a decrecer.
En el primer trimestre de este año Netflix perdió 200.000 suscriptores y la propia
compañía anticipa que en el segundo trimestre va a perder 2 millones de suscriptores, dejando
la cifra total en alrededor de 220 millones de suscriptores, y además, también estamos
observando que el margen de la compañía para seguir encareciendo el precio de sus servicios
se está reduciendo cada vez más, porque los suscriptores sí están empezando a reaccionar
ante los más altos precios.
Las subidas de precios de Netflix ya se están empezando a traducir en cancelaciones sustanciales
del número de suscriptores.
Más en particular, ¿a qué se debe esta caída de 200.000 suscriptores en el primer trimestre
del año?
Y ¿a qué se debe la caída esperada de 2 millones de suscriptores en el segundo trimestre
del año?
Por un lado, y como decíamos, porque Netflix cada vez se está encontrando con mayores
dificultades para crecer en los mercados en los que ya está presente, ya tiene 220
millones de suscriptores en todo el mundo y en los mercados en los que está presente
ya posee una alta penetración.
Cada vez le cuesta más encontrar nuevos usuarios en Estados Unidos, en España, en Reino Unido,
que ya son muchas las familias que tienen contratado el servicio de Netflix.
Y además, con el fin de la pandemia, el atractivo de aquellas actividades que se realizaban
dentro de casa se está reduciendo.
Si durante 2020 muchos ciudadanos contrataron Netflix porque no se podía hacer prácticamente
otra cosa en casa, ahora que se puede salir libremente de casa y se pueden desarrollar
actividades fuera del hogar, incluso ir al cine, la demanda de los servicios de Netflix
no es tan intensa.
Y además, Netflix, como reacción a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, también ha
cancelado su servicio en Rusia, lo que le ha hecho perder en este trimestre 700.000
suscriptores.
Por consiguiente, incluso uno de los mercados en los que podía tener margen de crecimiento
Netflix, Rusia, pues es un mercado que acaba de perder en su conjunto.
Puede hacer algo Netflix para revertir esta tendencia e incrementar el número de usuarios,
pues parece que la compañía apuesta por limitar las posibilidades de compartir cuentas de
Netflix.
Actualmente una persona puede tener contratada una cuenta de Netflix y compartir esa cuenta
con otros usuarios que no tienen que pagar por esas cuentas compartidas.
Netflix estima que limitando la opción de compartir cuentas, obligando, por ejemplo,
a pagar algo a las cuentas compartidas, podría incrementar el número de usuarios en 100 millones
de suscriptores.
Y por otro lado, durante el primer trimestre de 2022, también constatamos la progresiva
incapacidad que va exhibiendo Netflix para subirles la tarifa a sus suscriptores actuales.
Y es que durante el primer trimestre de 2022, Netflix incrementó el precio de sus servicios
en Estados Unidos y Canadá.
El servicio premium se incrementó en Estados Unidos hasta 21 dólares mensuales.
Pues bien, como reacciona esta subida de las tarifas de Netflix, la compañía ha perdido
700.000 usuarios en Estados Unidos y Canadá.
¿Y por qué Netflix va teniendo cada vez menos capacidad para incrementar el precio
de sus servicios a sus suscriptores?
Bueno, en primer lugar, porque, al parecer, los suscriptores están empezando a valorar
negativamente la relación calidad-precio de esos servicios.
Si percibes que estás dando mucho a cambio de lo que estás recibiendo, lo normal es
que termines cancelando tu suscripción.
¿Por qué motivo la relación calidad-precios está deteriorando?
Por el lado de los precios es evidente, porque no dejan de subir, y por el lado de la calidad,
porque ésta no se incrementa o incluso se reduce.
Ya sea por la repetición de contenidos o por la ideologización de esos contenidos.
Para tratar de contrarrestar este fenómeno, Netflix ha anunciado que va a invertir 20.000
millones de dólares en mejorar la calidad de sus producciones durante este año, aunque
si la pérdida de calidad percibida de sus contenidos se debe a la ideologización de
los mismos, por muchos miles de millones que invierta si se mantiene esa ideologización,
la calidad, al menos entre determinados sectores de la población, se seguirá percibiendo
como baja.
Y también Netflix está planteándose ofrecer una opción low cost para sus suscriptores,
una opción en la que pagues una tarifa muy reducida, pero a cambio de ello tengas que
soportar anuncios publicitarios.
Y el segundo motivo por el cual Netflix está perdiendo capacidad para incrementar los precios
a sus usuarios es por la creciente competencia a la que se enfrenta.
Si la única plataforma de streaming fuera Netflix, muchos usuarios tendrían que tragarse
la subida de precios, salvo que prefieran quedarse sin ningún servicio de streaming.
Ahora bien, si hay muchísimas opciones alternativas de streaming que no están encareciendo tanto
los precios como Netflix, si Netflix sube apreciablemente los suyos, das el salto a otras que no los
hayan subido tanto o que no sean tan caras como Netflix o cuya relación calidad precio
sea más beneficiosa que la de Netflix.
Pues bien, si al parecer Netflix no tiene tanta capacidad como para incrementar en el
futuro el número de suscriptores, y a su vez tampoco tiene mucha capacidad para incrementar
el precio que pagan esos suscriptores, entonces la percepción, la sensación del mercado
es que los beneficios futuros de Netflix se van a estancar o no van a crecer tanto como
inicialmente se esperaba.
Y recordemos que hemos dicho que los beneficios esperados en el futuro son uno de los dos
factores que explican el precio de las acciones de una compañía.
Por ejemplo, en el primer trimestre del año Netflix ha ganado 1.500 millones de dólares.
Si extrapolamos ese resultado al conjunto del año, hablaríamos de unas ganancias anuales
de 6.000 millones de dólares.
La capitalización de la empresa, en su mejor momento, el 1 de octubre del año 2021, llegó
a ser de 300.000 millones de dólares.
6.000 millones de dólares anuales, en relación con 300.000 millones de dólares, equivale
a una rentabilidad exigua del 2%.
Es decir, que a los beneficios actuales y con la capitalización bursátil del 1 de octubre
salía más a cuenta comprar un bono estadounidense a 10 años que invertir en acciones de Netflix,
con la diferencia de que el bono estadounidense a 10 años es una inversión con mucho menos
riesgo que las acciones de Netflix, porque el gobierno estadounidense parece claro que
va a seguir pagando sus bonos y no está claro, sin embargo, que Netflix vaya a conservar
los actuales beneficios en el futuro.
Dicho de otra manera, si de alguna manera era justificable una capitalización de 300.000
millones de dólares para Netflix, esa manera era esperando beneficios futuros crecientes.
Si ya no se esperan beneficios futuros crecientes, entonces el precio de la acción y, por tanto,
la capitalización bursátil se desploman.
Actualmente, la empresa tiene una capitalización bursátil de 100.000 millones de dólares.
6.000 millones de dólares de beneficios actuales, en relación con 100.000 millones, proporciona
una rentabilidad anual de entorno al 6%.
Una rentabilidad que ya es mayor que la del bono a 10 años, pero, sin embargo, el riesgo
sigue siendo sustancialmente mayor y, sobre todo, las expectativas de subidas de tipos
de interés también son crecientes, de manera que quizá el bono estadounidense a 10 años,
en no mucho tiempo puede estar pagando el 3, el 4 o incluso el 5% de modo que invertir en
Netflix incluso a los precios actuales ya no resulte tan atractivo en comparación con
la inversión menos arriesgada en el bono estadounidense a 10 años.
Y este es el segundo motivo por el cual las acciones de Netflix están cayendo, por la
expectativa de que los tipos de interés van a subir en el futuro.
Esta expectativa daña perjudica el precio de todas las acciones.
Si los bonos se van volviendo más atractivos en relación con las acciones, el capital
puede migrar de las acciones a los bonos, pero resulta especialmente dañino para aquellas
compañías cuyos beneficios se espere que van a llegar más tarde en el tiempo.
Hay empresas que hoy ya están ganando mucho dinero, pero también hay otras empresas que
hoy no ganan mucho dinero, pero que sí se espera que vayan a ganar mucho dinero en
el futuro.
Pues bien, las subidas de tipos de interés perjudican especialmente a este segundo tipo
de empresas, a las que todavía no están ganando hoy mucho dinero aunque se espera
que vayan a ganarlo en el futuro.
Por ejemplo, imaginemos una empresa que gana 10.000 millones de dólares anuales y esperamos
que mantenga esos beneficios durante un siglo, durante 100 años, es decir, que a lo largo
de un siglo ganará 1 billón de dólares.
Y a su vez, supongamos otra empresa que gana 5.000 millones de dólares anuales durante
los primeros 22 años y a partir del año 23 y hasta el año 100 esperamos que gane
20.000 millones de dólares anuales.
En el conjunto de un siglo, esta segunda compañía ganará más dinero que la primera.
En particular, ganará 1,67 billones de dólares, un 66% más que la primera compañía.
Pues bien, si los tipos de interés están al 5%, el valor actual de ambas empresas,
la capitalización de ambas empresas será la misma, 200.000 millones de dólares.
El precio al que se podrán comprar ambas compañías será ese, 200.000 millones de
dólares.
Ahora bien, si los tipos de interés suben del 5 al 10%, el precio de la primera compañía,
la capitalización de la primera compañía, caerá de 200.000 millones a 100.000 millones,
una caída del 50%.
Como la capitalización de la segunda compañía caerá de 200.000 millones a 68.000 millones,
una caída del 65%.
La razón es sencilla, los tipos de interés más altos descuentan más agresivamente
los beneficios que lleguen más tarde en el tiempo, como la segunda compañía concentra
la mayor parte de sus beneficios en el futuro muy lejano, los tipos de interés altos la
perjudican sobreproporcionalmente con respecto a la primera compañía.
También Netflix, así como otras empresas, como Amazon o Facebook, son compañías cuya
mayor porción de los beneficios se ubican en el futuro muy lejano, porque las expectativas
son o eran que esos beneficios crezcan todavía más en el futuro, puede que ya sean altos
a día de hoy, pero la expectativa, repito, es que crezcan mucho más en el futuro y por
consiguiente un clima de tipos de interés altos perjudica especialmente a esas empresas
cuya valoración actual estaba fundamentada, pivotaba sobre todo en la expectativa de un
alto crecimiento de sus beneficios futuros, tipos de interés más altos descuento más
agresivo de esos beneficios futuros, aún cuando sigan creciendo, aunque en el caso
de Netflix ya hemos visto que ahora las previsiones están revisando a que los beneficios no van
a crecer tanto, por tanto menor previsión de crecimientos y tipos de interés más
altos precios de la acción que se desploman.
En definitiva, si el actual contexto de tipos de interés crecientes ya era desfavorable
para una compañía como Netflix, el hecho de que se hayan revisado sustancialmente a
la baja sus previsiones de beneficios futuros, tanto porque su base de usuarios se está
estancando e incluso decreciendo, cuanto porque la capacidad, el poder de mercado que tienen
Netflix para subir los precios a sus usuarios también se está resintiendo, todo ello constituye
una combinación perfecta para que la cotización de sus acciones caiga en picado.
Correcciones de precios tan importantes como la que ha experimentado Netflix, una caída
del 66% de la cotización bursátil en apenas medio año debería servir como cura de humildad
para todos aquellos que consideran que invertir en bolsa siempre proporciona ganancias, sobre
todo si se invierte en alguna de las grandes compañías tecnológicas que están dominando
el mercado mundial.
Invertir en bolsa, sobre todo seleccionando compañías específicas en las que invertir,
sigue siendo una actividad arriesgada porque el futuro no está escrito y escrutar ese
futuro no escrito es muy complicado y requiere muchas horas de análisis previas.
A toro pasado es sencillo explicar los motivos por los que cae la cotización de una empresa,
no es tan sencillo ni mucho menos anticipar meses antes esos motivos que llevarán a
que el precio de la acción de una compañía suba o se desplome.
Por eso muchos de los que invierten en bolsa con arrogancibre potencia en lugar de conhumildad
y esteticismo, es decir, muchos de los que invierten en bolsa sin hacer los deberes de
analizar las compañías en las que están invirtiendo, tarde o temprano, terminan siendo
barridos por el propio mercado.