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La nueva Primera Ministra de Reino Unido, Liz Trash, anuncia los mayores recortes de
impuestos en 50 años y la Libra se deprecia, se hunde a sus mínimos de 40 años.
Porque ha sucedido esto?
Veámoslo.
Ayer, el Gobierno Conservador de Reino Unido anunció el mayor recorte de impuestos en
el último medio siglo.
Básicamente pretende cambiar de arriba a abajo la estructura del IRPF, pretende establecer
un impuesto sobre la renta de las personas físicas con únicamente tres tramos, del
cero al 19% del 19% al 40% y por encima del 40%.
Nada más.
Supone una rebaja de un punto porcentual desde el 20 al 19% en el tramo más bajo y supone
la supresión del tramo más alto que existía hasta el momento, el 45%, rebajándolo por
tanto hasta el 40%.
El impacto que esto tendrá sobre la renta disponible de los ingleses es muy variada.
Aquellos trabajadores que tengan un salario bruto de 20.000 libras retendrán anualmente
200 libras más, aquellos que tengan un salario anual de 60.000 libras brutas obtendrán
800 libras más y aquellos que tengan un salario de 200.000 libras brutas conseguirán
4.000 libras más cada año.
Además, y aparte del IRPF, el Gobierno detrás también anunció que no incrementaría el
impuesto sobre sociedades, tal como se había comprometido a hacer el Gobierno de Boris
Johnson desde el 19 al 25%, es decir, que el tipo del impuesto sobre sociedades permanecerá
en el 19%.
Además, se trata de un plan fiscal que no ha sido adoptado aleatoriamente por capricho,
sino que, de acuerdo con el nuevo ministro de Economía de Reino Unido, Quasi Quarten,
el objetivo de esta profunda reforma tributaria es elevar el crecimiento potencial de Reino
Unido hasta el dos y medio por ciento, y a pesar de lo que parece ser una buena idea
para impulsar el crecimiento económico de Reino Unido, con lo que nos hemos encontrado
es con una profunda depreciación de la libra en los mercados internacionales, de hecho
el tipo de cambio entre el dólar y la libra ha caído a su nivel más bajo desde el año
1985.
Actualmente, a cambio de una libra, se consiguen 1,08 dólares, cuando hace ocho años se
conseguían 1,65 dólares, y cuando hace 15 años se lograban prácticamente 2 dólares.
¿Por qué este importante plan de rebaja tributaria ha hundido el valor de la libra?
Pues por un motivo fundamental, es una rebaja fiscal financiada exclusivamente a través
de endeudamiento.
En términos generales, si un gobierno quiere bajar impuestos, y es una política acertada
a bajar impuestos, debería al mismo tiempo sufragar esa merma de recaudación fiscal
con recortes del gasto público, o al menos con una congelación estricta del gasto público
para que conforme pase el tiempo y conforme la economía crezca, los ingresos vuelvan
a remontar aún con tipos impositivos inferiores, y el gasto no crezca en paralelo al crecimiento
de la economía.
Es decir, que una rebaja fiscal no tiene que financiarse estructuralmente a través del
endeudamiento.
Esto es válido en términos generales, en cualquier momento.
Pero es que si un país está asumido, como lo está reinunido, en una crisis inflacionista,
esta recomendación, esta prescripción general, se vuelve absolutamente imprescindible.
Si un gobierno baja impuestos sin recortar el gasto, es decir, echando mano del endeudamiento,
lo que está haciendo es inyectar más gasto agregado que no gasto público, más gasto
agregado en el conjunto de la economía.
Y si la inflación ya es un síntoma de que el gasto agregado de la economía supera la
capacidad de esa economía para proporcionar bienes y servicios a un precio estable, es
decir, que el gasto agregado es muy superior a la oferta agregada, si tú cebas adicionalmente
la demanda agregada, el gasto agregado, la inflación se te va a incrementar todavía
más.
Y esa mayor expectativa de inflación, como no, se refleja en el tipo de cambio, es decir,
en el menor valor de tu moneda frente al resto de monedas del mundo.
No deja de ser esquizofrénico que el Banco de Inglaterra esté subiendo tipos de interés
para congelar, para reducir, para contener el gasto agregado y que al mismo tiempo el
gobierno británico esté rebajando impuestos con cargo al endeudamiento, insisto, lo grave
no es bajar impuestos, es bajarlos con cargo al endeudamiento, esté bajando impuestos
con cargo al endeudamiento para cebar esa demanda agregada que el Banco de Inglaterra
está intentando enfriar.
Pero es que el problema de esta medida no termina aquí.
Hemos dicho que el gobierno detrás está bajando impuestos sin recortar el gasto.
Pero si al menos hubiese mantenido o no incrementado sustancialmente el gasto, pues bueno, estaríamos
ante un endeudamiento importante, pero no crítico.
Sin embargo, no olvidemos que hace algunos días, antes de anunciar esta importante,
esta notable, esta histórica, rebaja de impuestos, el gobierno de Lizdras también
anunció un plan igualmente histórico para congelar la factura energética de los hogares
británicos.
En esencia, ningún hogar de Reino Unido pagará por su factura eléctrica y por su factura
de gas en conjunto más de 2.500 libras al año.
¿Y quién costeará la diferencia?
Porque el gas y la electricidad consumidas no tienen por qué costar sólo 2.500 libras
al año.
Y pues la diferencia la pagará el gobierno, por tanto, mucho más gasto público.
Sólo este plan de subsidios masivos de la energía en Reino Unido costará entre 90.000
y 100.000 millones de libras al año.
Y a su vez, el plan de rebaja impositiva que se anunció ayer costará, es decir, implicará
una merma recaudatoria de alrededor de 50.000 millones de libras al año.
En conjunto, estamos hablando de un incremento del endeudamiento de alrededor de 140.150.000
millones de libras anuales, algo así como el 6,5% del PIB británico y sólo por estas
dos medidas, aparte el déficit que ya tenga de serie Reino Unido.
Un déficit que, por ejemplo, en 2022 se espera que sea de entorno al 4% del PIB, de modo que
en estos momentos de alta inflación, cuando los gobiernos deberían estar reduciendo el
déficit para remar en la misma dirección que los bancos centrales, enfriar el gasto
agregado, Reino Unido se plantará con un déficit público de más del 10% del PIB.
Cómo no va a un déficit público extraordinario del 10% del PIB a depreciar la libra?
Cómo no va a hundir el valor de la moneda británica?
Si justamente lo esperable es eso, la moneda de cualquier país no deja de ser un pasivo
del gobierno, y si un gobierno emite mucha más deuda, muchos más pasivos, sean pasivos
en forma de moneda o sean pasivos en forma de bonos, lo que sucede normalmente es que
el precio de sus pasivos baja, es decir, que los tipos de interés suben, y en el caso
de la moneda, una caída en el precio de sus pasivos supone una depreciación del tipo
de cambio.
En definitiva, bajar impuestos es una buena idea, lo que no es una buena idea es bajar
impuestos con cargo a la deuda, es decir, bajar los impuestos hoy para que los paguen
las generaciones futuras, o si los mercados y los inversores anticipan que ni siquiera
los van a pagar las generaciones futuras, porque no te vas a atrever a subir los impuestos
en el futuro o no te vas a atrever a bajar el gasto en el futuro, entonces, quien termina
pagando esa rebajada de impuestos son las generaciones presentes.
¿Cómo? A través de una mayor inflación, es decir, con un impuesto adicional inflacionista
que no pasa por el Parlamento, pero que sí es cobrado religiosamente a cada ciudadano,
en cuyo caso, por tanto, no estaríamos realmente ante una rebajada de impuestos, sino ante
un cambio de la composición de los impuestos, menos IRPF y más impuesto inflacionista.
Por eso, bajemos impuestos, sí, pero recortemos el gasto también.