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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Hoy hemos conocido los datos de afiliación a la Seguridad Social del conjunto del año 2020 y, por tanto, ya podemos hacer una primera evaluación
de cuál ha sido la evolución del mercado laboral durante este crítico y devastador año económico de pandemia.
En este sentido vamos a evaluar la evolución del mercado laboral español a partir de un documento que acaba de publicar el BBOVA Research
y que presentan algunas estimaciones que son, desde luego, muy interesantes y muy valiosas.
Primero, ¿cuál ha sido la destrucción de empleo vinculada a la pandemia?
¿Cuál ha sido la destrucción de empleo que ha sucedido durante este 2020?
Si tomamos los datos de afiliación a la Seguridad Social en crudo,
diremos que la destrucción de empleo, o mejor dicho, la pérdida de afiliados en la Seguridad Social, es de apenas 360.000 personas.
Es decir, que a finales de 2020 hay 360.000 personas menos afiliadas en la Seguridad Social que a finales de 2019.
Sin embargo, este dato debe ser matizado en varios aspectos.
Primero, ¿puede ser más interesante plantearse cuánta destrucción de afiliados a la Seguridad Social ha habido,
no desde finales del año 2019, sino desde el punto más alto de afiliación a la Seguridad Social durante este 2020?
Es decir, desde el momento anterior a que empezará la pandemia.
Si tomamos como referencia el punto más alto de afiliación a la Seguridad Social en 2020, antes de la pandemia,
la destrucción de afiliados sería de 430.000.
Es más, también podemos plantearnos cuántos afiliados a la Seguridad Social se han perdido,
no con respecto al cierre de 2019, o con respecto a los momentos previos a la pandemia,
sino con respecto a la cifra de afiliados que habría habido en España a finales de 2020,
en caso de que no hubiésemos experimentado una pandemia.
No olvidemos que la economía española estaba creciendo antes de la pandemia,
y, por tanto, ese crecimiento económico, si se hubiese extendido durante todo el año, habría arrojado creación neta de empleo.
¿Cuánto empleo hemos dejado de crear?
¿Hemos dejado de tener en la economía española como consecuencia de la pandemia?
Pues, de acuerdo a la estimación del VVOA Research, estamos hablando de una pérdida potencial de 830.000 afiliados a la Seguridad Social.
Es decir, que sin pandemia tendríamos 830.000 afiliados más a la Seguridad Social de los que tenemos hoy.
Por consiguiente, estas son las tres cifras que podríamos manejar en un principio para valorar la magnitud,
la dimensión de la destrucción de empleo de pérdida de afiliados a la Seguridad Social durante este año 2020.
360.000, si comparamos cierre y cierre, 430.000, desde el máximo al cierre,
u 830.000, si tenemos en cuenta los empleos que se habrían creado en ausencia de la pandemia.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que cualquiera de estos datos está bastante o está muy sustancialmente maquillado
por un instrumento público que se ha utilizado de manera masiva durante este año 2020,
y que contribuye a presentar una imagen distorsionada de la auténtica realidad del mercado laboral español.
Y me estoy refiriendo a los ERTE y a las prestaciones extraordinarias para trabajadores autónomos.
Los trabajadores acogidos a un ERTE, con los autónomos que reciben la prestación extraordinaria,
si bien están afiliados a la Seguridad Social y, por tanto, estos trabajadores y profesionales
no aparecen como empleos destruidos, como afiliados perdidos en la Seguridad Social,
si bien, como digo, aparecen en las cifras de afiliación en la Seguridad Social,
son trabajadores que, o bien, no están trabajando porque están en un ERTE o autónomos que tienen una actividad
tremendamente reducida y que a todos los efectos prácticos también han dejado de trabajar.
Es decir, que estamos hablando de empleos, de puestos de trabajo, de ocupaciones realmente destruidas,
o al menos suspendidas, a cierre de este año, de profesionales, de trabajadores que no pueden estar
generando valor por las circunstancias económicas generadas por la pandemia.
¿Cuántos trabajadores hay acogidos a un ERTE a cierre de 2020? 755.000.
¿Cuántos autónomos hay acogidos a la prestación extraordinaria a cierre de 2020? 350.000.
Es decir, que hay 1,1 millones de personas que, si bien están afiliadas a la Seguridad Social,
en realidad no están trabajando, no están generando valor dentro de la economía española,
tienen su actividad laboral suspendida, están parados en el sentido productivo, pero como el estado
les paga un salario y les paga también la afiliación a la Seguridad Social, la cotización de la Seguridad Social
no aparecen como afiliados perdidos. Pues bien, si sumamos esta cifra,
1,1 millones de personas a la pérdida efectiva de afiliados a la Seguridad Social, tendremos
que el empleo que realmente se ha perdido, que el empleo que ha dejado de estar trabajando a lo
largo de 2020, es de 1,5 millones de personas. Y si tenemos en cuenta los empleos que se han
dejado de crear como consecuencia de la pandemia, recordemos 830.000 afiliados menos, con respecto
al potencial que habríamos alcanzado sin crisis, estamos hablando de que la pandemia le ha costado
a la economía española prácticamente 2 millones de puestos de trabajo en este 2020. Las cifras
son verdaderamente espectaculares y desoladoras durante la anterior crisis económica, el peor año
de pérdida de afiliados a la Seguridad Social fue 2008 y desaparecieron 840.000 afiliados a la
Seguridad Social, es decir, que estamos hablando de que prácticamente se ha destruido el doble
de empleo en esta crisis con respecto al peor año de la crisis anterior, evidentemente la crisis
anterior duró muchos más años y por tanto la destrucción acumulada de empleo fue mayor, pero
en términos anuales se ha duplicado la destrucción de empleo con respecto al peor año de la crisis
anterior una vez eliminamos el maquillaje estadístico de los ERTE y de la prestación extraordinaria
de autónomos. Pero en segundo lugar no solo es importante conocer cuánto empleo efectivo se ha
destruido en la economía española durante este año 2020, sino que también es necesario plantearse
cuán rápidamente estamos saliendo, estamos escapando de esta depresión laboral tan profunda,
es decir, a qué ritmo está aumentando la afiliación a la Seguridad Social, a qué ritmo están saliendo
los trabajadores de los ERTE. Y a este respecto las noticias no son demasiado optimistas, en general
el ritmo de creación de empleo está siendo un ritmo muy lento especialmente en este cuarto trimestre
del año 2020. Diciembre de 2020 ha sido el año más lento a la hora de crear nuevos afiliados a
la Seguridad Social como podemos observar en este gráfico, es un diciembre de 2020 más lento que
los diciembres de todos los años anteriores. Es verdad que a esta cifra de nuevos afiliados a
la Seguridad Social habría que sumar las personas que han salido de un ERTE durante el mes de diciembre
y si lo hiciéramos en total se habrían creado más de 100.000 empleos en diciembre, lo cual no es
ni mucho menos una mala cifra. Pero también en este caso fijémonos que el ritmo de salida de los
ERTE y de las prestaciones extraordinarias de autónomos también es un ritmo que después de
experimentar una muy rápida reducción durante el tercer trimestre de este año también se ha
frenado casi casi en seco, es decir que aunque se reduce la cifra, la cifra está más o menos
estabilizada en cerca de un millón de personas cobrando ERTE y cobrando prestaciones extraordinarias
de autónomos y por tanto lo que está indicando es que la capacidad que tiene esta parte de la
economía para reabsorber estos trabajadores que tienen su actividad laboral suspendida es una
capacidad bastante modesta, no se está reabsorbiendo a un ritmo muy rápido porque la crisis sigue
enquistada en la economía española. Por supuesto esto no significa necesariamente que el año 2021
vaya a ser un año nefasto ni en términos económicos ni en términos laborales, si de verdad hay una
vacunación rápida y generalizada de la población, rápida generalizada y voluntaria de la población,
la actividad económica podría normalizarse con rapidez y si la actividad económica se normaliza,
muchos de los trabajadores en ERTE, muchos de los autónomos que están recibiendo la prestación
extraordinaria podrían volver a desempeñar sus antiguas ocupaciones y por tanto saldrían con
rapidez de los ERTE o dejarían de cobrar la prestación extraordinaria de autónomos. Es verdad
que aún así es muy probable que haya un cambio estructural de parte de la demanda final de la
economía española de los bienes y servicios que produce la economía española y eso provocaría,
eso haría necesario una cierta reestructuración del aparato productivo, pero aún así si hay
una recuperación rápida por normalización de la vida social y de la vida económica,
estas cifras se pueden dar la vuelta muy rápido. Sin embargo, de momento lo que tenemos es que
estamos a las puertas de una tercera ola, por tanto estamos a las puertas de una parálisis
económica persistente durante los próximos meses, la vacunación no está yendo de momento todo lo
rápido que debería estar yendo, al contrario España es uno de los países del mundo que más
lentamente está vacunando y todo eso nos lleva a consolidar una situación muy mala para el mercado
laboral durante los próximos meses, solo si estas tendencias se revierten, si salimos de la tercera
ola sin meternos en una cuarta ola, si generalizamos la vacunación y por tanto se puede volver a la
normalidad económica y social, estas cifras se podrían dar la vuelta, pero el saldo del año 2020
es un saldo absolutamente devastador, tanto en términos de hundimiento del producto interior
bruto, una caída del PIB de más del 10%, la mayor caída desde la guerra civil española,
cuanto en términos de destrucción de empleo. Una pérdida de 1,5 millones de empleos,
aproximadamente a partir de los datos de afiliados a la seguridad social y de los datos de trabajadores
en ERTE y de autónomos con prestación extraordinaria, y hasta 2 millones de personas que se han
quedado sin empleo con respecto al escenario en el que la economía española no hubiese
sufrido la pandemia y hubiese seguido creciendo. No son cifras, desde luego, por las que absolutamente
nadie debería estar sacando pecho.