This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
¿Está acelerando la invasión de Ucrenia por parte de Rusia la conformación, la emergencia
de un estado europeo que supere y que deje atrás los antiguos estados nacionales?
Veámoslo.
Decía el historiador Charles Tillie que la guerra hizo al estado y el estado hizo la
guerra.
Lo que quería expresar Tillie con esta afirmación es que los estados surgen históricamente
como máquinas de guerra, como organizaciones bélicas, ya sea para defenderte frente a
agresiones externas o ya sea para convertirte a ti mismo en un agresor, en un conquistador,
en un anexionador de territorios y poblaciones extranjeras.
Y asimismo, una vez se generaliza la forma política estatal, que, recuerdo, es una forma
política concebida y perfeccionada para hacer la guerra, lo que sucede es que la guerra
a gran escala, la guerra masiva, se extiende por todo el territorio mundial.
Esto es lo que quería decir Tillie con esta famosa afirmación de que la guerra hizo al
estado y el estado hizo la guerra.
Más recientemente, el también historiador Peter Turcin ha dado respaldo empírico historiográfico
cliométrico a esta afirmación de Charles Tillie.
De acuerdo con Turcin, los estados han surgido históricamente por alguna de estas tres vías.
En primer lugar, o bien porque un grupo de tribus vecinas se han unido voluntariamente
para defenderse frente a un agresor externo, o en segundo lugar, porque una de esas tribus
vecinas se ha convertido en tribu dominante y han accionado a la fuerza a las tribus vecinas
para defenderse frente a algún enemigo exterior, o en tercer lugar porque esas tribus son incapaces
de coordinarse militarmente, ya sea de manera voluntaria o de manera coactiva, y por tanto
terminan siendo derrotadas y sometidas por ese enemigo exterior que a partir de entonces
se convierte en su dueño y señor parasitario.
En un vídeo anterior ya expliqué por qué los estados en última instancia no son más
que la mafia dominante y monopolística dentro de un territorio.
Los estados por tanto se conforman en contextos bélicos, ya sea como herramientas de defensa
frente a enemigos externos, normalmente otros estados, o ya sea como maquinarias organizadas
de conquista para anexionarse a otros estados o todavía mejor a territorios, a poblaciones,
a tribus que no se han organizado estatalmente y que por tanto tienen una menor capacidad
defensiva que si se hubiesen organizado estatalmente.
En ausencia de ese contexto bélico, en ausencia de esa distinción entre amigo y enemigo,
que como decía Karlsmit, es la división básica en todo orden político, los estados no tienden
a emerger, no hay incentivos sociales-institucionales para que emerjan los estados.
De hecho es muy complicado que personas o grupos que no se identifican como parte de
una misma comunidad política terminen conformando un estado si no es porque reciben presiones
externas, ya sea oportunidades de conquista o amenazas de ser conquistados, para que se
unan y para que se cohesionen conformando de esa manera un nuevo pueblo unido una nueva
entidad política que no deja de ser en última instancia un ejército.
Así es como han surgido históricamente los estados y este modelo de conformación histórica
de los estados nos invita a reflexionar en la coyuntura actual si esto mismo no podría
estar ocurriendo a partir de la invasión de Ucrania por parte de Rusia con respecto
a la Unión Europea.
La Unión Europea es hasta cierto punto una entidad política sin alma, sin identidad
europea, es una organización suprestatal que emerge del encuentro de las élites políticas
europeas, pero no emerge tanto del encuentro de los sentimientos de las afinidades nacionales
de los distintos pueblos de las distintas naciones de las distintas sociedades que
conforman Europa, no existe una identidad europea arraigada en todo el territorio europeo
y sin esa identidad europea arraigada es muy complicado que esta organización suprestatal
que las élites políticas europeas o al menos parte de las élites políticas europeas
han querido convertir en un actor político global, en un estado, en un nuevo estado mundial
es muy complicado que ese nuevo estado termine germinando.
Básicamente habría una fricción permanente entre la organización política, estado
europeo y el sentir la percepción de la sociedad que no se vería así misma como parte del
mismo demos, como parte del mismo pueblo a partir del cual supuestamente se ha organizado
a surgido ese estado europeo.
De ahí que el ritmo de integración europea siempre haya tenido que ser lento porque
una integración muy rápida chocaría de lleno con los deseos de la inmensa mayoría
de la población europea que desde luego puede ser partidaria de que exista una organización
suprestatal llamada Unión Europea, pero que desde luego no es partidaria de que esa organización
suprestatal se convierta en una organización estatal que elimine o que suprima los antiguos
estados nación hacia los que la mayoría de ciudadanos europeos sienten una mayor vinculación.
No estoy diciendo cuidado que esto sea positivo, no estoy defendiendo que la mayoría de ciudadanos
sientan una muy estrecha vinculación con el estado nación, de hecho esa no es mi opinión,
yo no soy partidario de un estado europeo, pero tampoco soy partidario en absoluto de
los estados nación y de los sentimientos nacionalistas o patrióticos como los queramos
llamar hacia los estados nación.
Pero ese es otro debate, no estoy evaluando si es bueno o es malo que la mayoría de ciudadanos
se sientan identificados políticamente con el estado nación actual al que pertenecen.
Yo te constato que esto es así y que la identidad política hoy predominante en Europa no es
la identidad política del estado europeo, de la ciudadanía europea, sino la identidad
política de la ciudadanía española, francesa, alemana, italiana, etc.
Bien, las élites llevan décadas queriendo formar un estado europeo, pero no han tenido
la ocasión de hacerlo porque el sentir mayoritario de la población europea no es favorable
a ese estado europeo.
Pero ¿podría ocurrir que con la guerra en Ucrania las cosas estén empezando a cambiar?
Dado que los estados han surgido históricamente como formas de organizar la defensa frente
a amenazas exteriores o como forma de convertirte en una amenaza frente a otros pueblos no organizados,
podría ser que ahora mismo los europeos perciban a Rusia como una amenaza externa y frente
a esa amenaza externa consideren que ahora sí ha llegado el momento de organizarse
estatalmente como parte de una unidad política más amplia como podría ser la Unión Europea?
Pues así parece desprenderse de la evidencia.
En un reciente paper titulado los europeos se congregaron alrededor de la bandera de
la Unión Europea, después de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, los investigadores
se encuentran un efecto por la invasión de Ucrania entre la población a la que han
encuestado y entre la que se observa una mayor predisposición a integrarse políticamente
en un ente superior llamado Unión Europea, más en concreto la invasión de Ucrania
ha promovido que los ciudadanos sigan más atentamente la política europea que defiendan
una mayor integración y unificación estatal europea que consideren que su país se beneficia
de pertenecer a la Unión Europea que se sientan vinculados emocionalmente a Europa y que defiendan
el apoyo financiero entre miembros de la Unión Europea.
Lo que aparentemente todavía no ha conseguido la guerra en Ucrania es que uno considere
que se beneficia personalmente, no socialmente, no nacionalmente, sino personalmente de pertenecer
a la Unión Europea, la mayoría de encuestados no consideran que obtengan grandes ventajas
personales por pertenecer a la Unión Europea y tampoco ha conseguido de momento que uno
se sienta que uno se identifique como europeo.
Es decir, lo que ha conseguido es que más europeos, sin sentirse ciudadanos europeos
como tales, sin tener una identidad europea, estén a favor de conformar un mayor estado
europeo.
Incluso podríamos decir estar a favor de sacrificarse personalmente para apoyar un
mayor estado europeo, porque si yo no obtengo ventajas personales por la Unión Europea y
si yo no me identifico como europeo, pero aún así, apoyo defiendo promuevo un estado
europeo es porque acepto el sacrificio personal de conformar un estado europeo para un mayor
interés para un mayor bien general.
¿Cuál sería ese bien general por el cual me estaría sacrificando yo?
Básicamente organizar una defensa europea frente a una amenaza exterior como Rusia.
Y si eso termina siendo así, no nos quepa ninguna duda que con el tiempo ese estado
europeo terminará construyendo la propia identidad europea, por ejemplo a través del
control y la regulación de los planes de estudio de los estudiantes para que estudien
historia europea, literatura europea, valores cívicos europeos, política europea, etc.
Es decir, para que se vean miembros de la Polis Europea, no de la Polis Nacional sino
de la Polis Europea.
Ahora bien, tengamos en cuenta que todos los estados nacionales en su momento se comportaron
de la misma manera, es decir, no es que existiera una identidad nacional a partir de la cual
se construyera el estado, sino que en gran medida la identidad nacional es una construcción,
es una reconstrucción de un estado que se origina por los motivos que ya hemos expuesto
con anterioridad, ya sea por conquista o ya sea por asociación voluntaria o coactiva
como herramienta defensiva frente a un enemigo exterior.
En definitiva, uno de los efectos colaterales de la invasión de Ucrania por parte de Rusia
podría ser el incentivo a avanzar en una mayor integración política europea, un incentivo
que las élites europeas, las élites políticas e intelectuales europeas siempre han tenido,
pero que hasta el momento se había visto frenado, limitado, porque ese ímpetu suprapolitizador
de Europa no era compartido por la mayoría de la población europea.
Con la invasión de Ucrania y con la identificación de Rusia como una amenaza externa para los
diversos países de Europa, una amenaza externa frente a la que hay que defenderse y frente
a la que hay que organizarse para articular esa defensa, los ciudadanos, sin embargo,
están empezando a aceptar, están empezando a ceder ante el deseo de las élites europeas
de conformar esa unidad política supraestatal.
Se comprueba nuevamente, por tanto, que la guerra hace al Estado, y no perdamos de vista
que el Estado hace la guerra, y estados más grandes hacen guerras más grandes.