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Gracias, Laura, Juan Ramón.
Tenemos que resignar a los más jóvenes a tener que compartir sí o sí,
porque el precio del alquiler está tan disparado
que es imposible encontrar.
Hablamos de ese problema de oferta y demanda,
pero es el único problema para poder hacer frente a este asunto,
de la burbuja inmobiliaria.
Bueno, la burbuja afortunadamente pinchó
y lo que estamos viendo ahora es que, como no se está construyendo
y como no se ha construido,
y la demanda al calor de la recuperación económica ha vuelto a aumentar,
desde 2013 a 2018,
los precios del alquiler han aumentado un 50%,
porque se ha creado casi tres millones de puestos de trabajo,
pues en la medida en que la demanda está aumentando
y lo oferta no lo está haciendo,
los precios de la vivienda, en general, alquileres y compraventa,
están aumentando.
Están aumentando más los del alquiler que los de la compraventa,
primero porque parte de la antigua demanda de compraventa
ahora está yendo hacia el mercado del alquiler
y luego porque también hay una normalización
entre el precio del alquiler y el de la compraventa.
Durante la burbuja, el precio de compraventa
subía muchísimo más que el del alquiler
y eso era justamente el síntoma de burbuja.
Ahora estamos volviendo a una proporción más normal,
pero ¿qué pasa? Es una proporción normal
que dificulta que muchísima gente pueda alquilar un inmueble.
Entonces, ¿cuál es la solución?
Si la demanda está aumentando y va a seguir aumentando
conforme se siga creando empleo
y conforme la economía se siga recuperando,
lo que hay que hacer es aumentar la oferta.
¿Y por qué la oferta no aumenta?
¿Por qué no sea rentable construir?
Bueno, en absoluto, si estamos diciendo
que construir cada vez es más rentable,
la oferta no aumenta porque las regulaciones urbanísticas
y muy en concreto la dotación de suelo urbanizable
en las grandes ciudades españolas
está contingentada por los ayuntamientos.
¿Por qué motivo?
Pues bueno, a ella podemos entrar
desde las corruptelas típicas que hemos visto
durante años en nuestros ayuntamientos
a obsesiones ideológicas de algunos consistorios
de que no les gusta que se construya
y también a un cierto compadreo
con grandes tenedores de vivienda
que, en contra de lo que se suele pensar,
no quieren que la oferta de vivienda aumente
porque si ellos tienen vivienda y aumentan la oferta
por otras partes de la economía,
su poder de mercado se reduce.
Por tanto, todos estos factores
pueden terminar influyendo en que los políticos
adopten la peor decisión que pueden adoptar
en materia de vivienda, que es congelar la oferta.
Sánchez, déjame que te haga una pregunta también
sobre este asunto concreto del alquiler, creo, ¿no?
Emilia, ¿quieres untar este...?
Juan Ramón, yo quería preguntar
si en otras muchas ciudades
y en otros muchos países de Europa
se está regulando el precio del alquiler
y se está poniendo coto a ese precio del alquiler,
como, por ejemplo, en Berlín, que se ha congelado
o como se va a regular en Portugal
o en otros, en Nueva York, se ha regulado en muchos países,
¿por qué en España no?
¿Por qué en España no podemos regular ese precio del alquiler
que está creciendo disparatadamente
y que, además, unido a la precariedad del empleo
que hablábamos antes,
deja a muchos jóvenes sin la posibilidad de poder tener,
poder planificarse un futuro?
Sí, bueno, en Portugal realmente nos ha limitado
lo que se han ofrecido, son incentivos fiscales
a aquellos propietarios que no aumenten el alquiler,
no es lo mismo que establecer topes máximos
al precio del alquiler,
porque si uno quiere alquilarlo al precio de mercado,
lo puede hacer solo que no disfrutaría de beneficios fiscales.
Es verdad que en algunas capitales europeas,
incluso estadounidenses,
históricamente se ha limitado el precio del alquiler,
pero la evidencia que tenemos con respecto a esto
es que, en general, es una muy mala política económica.
Si hay más demanda que oferta y establecemos un precio máximo,
por un lado, impedimos que los demandantes
prioricen quién se queda con el piso del alquiler y quién no,
y por otro, estamos desincentivando
que los propietarios de vivienda saquen viviendas en el alquiler
o construyan nuevas viviendas en el alquiler.
Es decir, a largo plazo, los controles de precios,
lo que hacen es deteriorar las ciudades,
pensemos que la gran política de control del alquiler
en España fue el control de precios franquista
durante los años 60, 70 y 80.
Recordemos cómo se deterioraron los centros históricos
de las ciudades como consecuencia de ese control de precios.
Nadie invertía en mantener sus viviendas
porque no era rentable en absoluto alquilarlas,
y luego, ya digo, a largo plazo tampoco se construye más
en la medida en que limitas la rentabilidad.
Y eso lo que hace es terminar agravando el problema
de la accesibilidad de vivienda.
Creo que hay un ejemplo muy ilustrativo que lo suelo mencionar,
que es esto colmo.
Esto colmo lleva años, muchos años,
controlando el precio de los alquileres,
y encontrar un piso de alquiler en esto colmo
es prácticamente imposible.
Es decir, hay bolsas de...
Hay bolsas de inquilinos en esto colmo
que están esperando 20 años en que les asignan un piso de alquiler.
Creo que ese no es el modelo.
El modelo no es racionar políticamente el alquiler,
tú alquilas, tú no alquilas,
sino permitir que se construyan.
Perdona, es que no lo estás escuchando.
Tenía una pregunta, Marta Nebo.
Perdóneme, no quería interrumpir, pero le escuchaba.
Usted pone los ejemplos que entiendo que a usted
le parecen mejores, pero yo también conozco otros ejemplos.
Hablenos de Viena, donde el parque de vivienda social,
de vivienda pública, es de más del 60%,
donde llevan más de 50 años invirtiendo en vivienda pública,
y donde, efectivamente,
los precios del alquiler están controlados
porque la oferta es una oferta pública.
Dígame algo, o sea que hay otros ejemplos,
más allá de los que usted da, que funcionan.
Sí, pero fíjate que en el caso de Viena
de lo que estamos hablando es de aumentar la oferta,
que es lo que decía yo antes.
La oferta la puede aumentar el sector público o el sector privado.
Claro, de que se puede hacer de muchas maneras.
Sí, sí, a ver, a ver, no, no.
Primero, yo he hablado de aumentar la oferta.
Si tú aumentas la oferta, ya sea por parte del sector público
o por parte del sector privado, los precios tienden a caer.
En Viena los precios no están regulados,
no hay límite máximo alquiler.
¿No hace falta? ¿Se ha autoregulado?
Bueno, claro que no hace falta,
porque se aumenta la oferta y a través de la competencia de la oferta...
60% es público.
Y a través de la competencia...
Bueno, a ver, el 60% de la oferta es público.
En Viena se lleva construyendo cada año 8.700 viviendas anuales.
No le parece un sistema buenísimo, a parte del viviente.
Viviendas privadas, privadas.
8.700 viviendas privadas cada año.
En una ciudad de 2 millones de habitantes
es como una operación chamartín cada año.
Entonces, claro, que estemos contraponiendo el ejemplo de Viena
donde se construye por parte del sector privado y del público,
pero también del sector privado,
masivamente con Madrid.
Lo que hago simplemente es tratar de poner otros ejemplos,
solo eso.
Marz, le que termine que está en mi prioridad de anuncios
por el tema de que no está en el plato.
Rayo, adelante.
Pero son ejemplos que no avalan la tesis
de establecer controles de precios al alquiler.
Son ejemplos que avalan la tesis de que tenemos que aumentar la oferta.
La aumenta el sector público, la aumenta el sector privado.
Si la aumenta el sector público,
¿quién tiene que pagar esto?
Lo tiene que pagar el contribuyente.
Imaginémonos que el 60% de las casas de Madrid
fueran públicas.
¿Cuáles serían los impuestos municipales
que habría que pagar en Madrid?
Serían impuestos brutales.
Bueno, si para solucionar el problema de la vivienda,
lo que se plantea es machacar impuestos a los residentes de Madrid,
digamos lo claro.
Ahora, la alternativa cuál es?
Dejar simplemente que se construya mucha más vivienda
sin cargarles...
Déjame que le diga una cosa más.
Y no cabe también la posibilidad, aunque sea remota,
de que todo esto del control del precio de los alquiler
sea algo moderno, nuevo,
que se está empezando a hacer en muchas capitales,
y que hay que investigar, y que hay que ver cómo se hace,
porque desde luego tenemos un problema
y el problema no va a pasar porque se construya más y más,
habrá que en algún momento tratar de buscar soluciones
a que todo no sea construir más.
También está diciendo que hay...
Es que no es algo moderno.
El control de los alquileres, perdóneme,
vení en Nueva York y en otras ciudades,
se ha empezado a hacer relativamente cuánto tiempo.
El control de los alquileres en España
lo implantó Franco en los años 60,
son los alquileres de la ventantiva...
Más allá de que Franco lo hiciera en su día,
de algo de la experiencia de ahora.
Bueno, sí, claro, pero es que en Europa y en Estados Unidos
los controles de alquileres,
después de la Segunda Guerra Mundial,
eran tremendísimamente abundantes
y los efectos fueron tan malos sobre las ciudades
y sobre la accesibilidad de la vivienda
que los fueron retirando.
No es algo que no hayamos probado nunca
y ahora estamos experimentando por...
Perdón, en Berlín...
Los economistas tenemos décadas y décadas...
Bueno, sí, en Berlín lo implantaron en 2015,
no funcionó y ahora lo endurecen para ver si funciona.
En París lo implantaron en 2016,
lo quitó Macron y ahora lo vuelven a implantar.
En Estocolmo lleva décadas y lo implantaron en Nueva York.
No, están dando palos de ciego
contra la evidencia de décadas
que conocemos que el control de precios de alquiler
es lo que hace es dificultar el acceso a la vivienda,
especialmente entre las clases más desfavorecidas.
¿Por qué?
Porque si un propietario no puede discriminar
entre una familia que quiera alquilar y otra
en función del precio que pagan,
va a elegir a aquella familia que es relativamente más solvente.
Si las dos familias, como mucho, van a poder pagar por ley
600 euros de alquiler,
si esa persona alquila el inmóvel,
se la alquilará la familia más pudiente,
no a la menos pudiente.
Y, por tanto, el control de alquileres
no soluciona el problema de accesibilidad,
si hay más demanda que oferta,
sigue faltando oferta para abastecer la demanda,
y lo que hace es empeorar el tipo de racionamiento
que se efectúa de esa vivienda.
Y lo empeora y lo sabemos,
tenemos mucha credencia al respecto,
perjudicando especialmente a aquellos más desfavorecidos.
Por tanto, es una política cargada de...
¿Pues qué son las opciones por ahí?
No, no, a ver, que los políticos hagan algo para ver...
En Nueva York, son todos tontos, o sea, no me lo creo.
Yo es que...
Primero, en Portugal no han implantado esta medida.
La secretaria de Vivienda ha salido públicamente a decir
que no piensan controlar el precio de los alquileres
porque se ha difundido el bulo de que van a hacerlo
y quiere dejar muy claro que no lo van a hacer.
En Berlín lo han empezado a hacer ahora,
pensar que los políticos toman medidas
que están siempre muy bien organizadas,
muy bien reflexionadas
y que no son políticas que van a favorecer
a determinada confusión de cómo funcionan las sociedades,
en que funcionan así,
determinados prejuicios ideológicos,
determinado cliché contrario a la evidencia,
determinados grupos de presión que se organizan
para que justamente se adopten estas medidas.
Hombre, sabemos que los políticos lo que buscan es revalidarse
en el poder, no buscar el bien común general
de todas las formas posibles
después de haber consultado con todos los expertos.
Entonces, los políticos hacen lo que cree
que les va a reportar más votos,
no lo que es más eficaz para solucionar
los problemas reales del país.
Dejadme introducir el trolamento
que creo que también va a generar bastante debate.
Desde luego, el alquiler vamos a seguir hablando.
Es un asunto muy importante,
tanto para el gobierno de la comunidad como el gobierno nacional,
pero el nuevo gobierno de la región
ya ha anunciado también una de sus grandes políticas
de esta nueva legislatura
y que va a pasar por la rebaja de impuestos.
Ya lo saben la presidenta Isabel Díaz Ayuso.
Bueno, se ha comprometido a impulsar
esa rebaja fiscal histórica,
ha dicho en todos los tramos de impuestos
sobre la renta, menos impuestos,
aseguran también, sin que se vean afectados
los recursos públicos.
Estos son los retos económicos
del nuevo Ejecutivo Regional.
Vean.
Rebaja de impuestos y eliminar las trabas
para que los ciudadanos se animen a contratar y emprender.
Bajo este titular se englobarían las principales propuestas
económicas de Isabel Díaz Ayuso.
En los próximos cuatro años
realizaremos la mayor rebaja fiscal
de la historia de la comunidad de Madrid.
Dicha rebaja será de medio punto
en cada uno de los cinco tramos autonómicos del IRPF
y era que se llegue a pagar hasta un 5,5% menos de este impuesto,
empezando por las rentas más bajas,
asegura la presidenta en una entrevista concedida a OK Diario.
Otras medidas económicas son
tarifa a plana para los autónomos de 50 euros durante dos años,
ayudas para los autónomos de hasta 10.000 euros
que contraten a un empleado por tiempo indefinido,
incentivos a las empresas para facilitar la reincorporación
de las mujeres que han tenido una baja por maternidad.
Y aún más significativa se da la deducción del IRPF
del tramo autonómico para las familias numerosas,
una rebaja del 50% para las familias con tres hijos
y una rebaja del 100% para las familias numerosas
de categoría especial.
Isabel Díaz Ayuso busca con estas medidas
frenar la subida de impuestos del gobierno de Sánchez.
Te mandaremos del gobierno central que no aumente los impuestos
sobre las familias y las empresas,
pero si finalmente lo hace,
la Comunidad de Madrid se compromete a las rebajas
de impuestos necesarias para compensar en lo posible
la aboracidad fiscal del gobierno socialista.
Y es precisamente desde el Partido Socialista
de donde vienen las primeras críticas frontales.
Algunos presidentes autonómicos han tachado de tramposas
estas rebajas fiscales.
Esta suerte de rebajas de verano positiva
es absolutamente irresponsable.
Plantear de una manera unilateral esta cuestión,
pues lo que está es generar una competencia fiscal
entre comunidades continuando esa línea de parezos fiscales
que se inicia en el pasado.
Si bien estas medidas pueden suponer una reducción
de casi 300 millones de euros los ingresos de la administración,
de acuerdo con el programa de Ayuso,
esto no mermará las inversiones.
Inversiones en las nuevas conexiones de Metro Sur,
en los municipios más despoblados,
en viviendas sociales sobre suelo público
con colaboración privada,
en I-MASD, alcanzando el 2% del PIB,
en la reforma de siete grandes centros hospitalarios
y la construcción de un nuevo hospital en la zona norte.
Bueno, son compromisos económicos para este gobierno
que empieza a andar en el día de ayer.
Juan Ramón, lo primero que te quiero preguntar,
¿estamos realmente ante una rebaja fiscal histórica
a la que ha anunciado Isabel Díaz Ayuso?
Bueno, en términos relativos, es histórica,
porque quizá no se han bajado mucho los impuestos históricamente.
Pero en términos absolutos,
estamos hablando de una rebaja de en torno al 5%,
que esto lo califiquemos como histórico,
5% en un impuesto, en todos los impuestos que pagamos.
Bueno, pues ya es muy opinable.
Desde luego, mejor que bajen los impuestos
a que sigan subiendo como nos habían acostumbrado
PEP y PSOE hasta la fecha.
Y esto se puede hacer, entiendo también,
porque desde el gobierno se ha comentado,
se ha criticado ese anuncio de rebaja fiscal,
sin desviar la deuda y también sin ningún tipo de recortes
en otras partidas para temas más sociales.
¿Se puede hacer la ecuación en caja?
Bueno, en caja sí, mantienen a raya los gastos.
No digo que haya que recortar los gastos,
pero desde luego no habrá que aumentarlos tanto
como se podrían aumentar si no se bajaran los impuestos.
Eso es evidente, pero por poner las cifras
en su orden adecuada de magnitud.
El año pasado, los ingresos de la Comunidad de Madrid,
los ingresos totales de la Comunidad de Madrid
aumentaron en más de 1.000 millones de euros.
Durante los últimos cuatro años,
han aumentado por año, en más de 5.000 millones de euros.
Rebajar 300 de este incremento de entorno a 1.000,
1.200 millones de euros por año de fondos de la Comunidad de Madrid
no es un disparate, no es algo imposible,
pero desde luego lo que tienen que hacer los políticos
es dejar de disparatar el gasto por todas las otras partidas.
Así que esas acusaciones que hemos escuchado
por parte de algunos presidentes autonómicos del Partido Socialista,
que estaban hablando, creo que, de damping fiscal
por esta guerra de desenfrenada por rebajar impuestos
en algunas comunidades, ¿tiene sentido o no tiene sentido?
Bueno, yo creo que la extrema demagogia,
incluso diría insultante de demagogia que se ha empleado
por parte de otros presidentes autonómicos, llama al cielo.
Primero, si las autonomías son autónomas,
son autónomas para gastar y para ingresar.
Y, por tanto, hay que respetar las decisiones
que han tomado los políticos autonómicos
y los votantes de esos políticos autonómicos,
que en la Comunidad de Madrid votaron mayoritariamente a partidos
que apostaban por bajar impuestos.
¿Quién es el señor Chimo Puig para decirles a los madrileños
que han de votar o que han de dejar de votar?
¿O cómo se ha de gobernar su autonomía, repito?
Segundo, si esas comunidades autónomas
consideran que están positivos para la economía,
bajar impuestos que los bajen ellas.
Si creen que bajar impuestos no es positivo para la economía,
que no los bajen.
Hay gente que puede preferir vivir en autonomías,
donde la presión fiscal se llama Salta
y los servicios públicos mayores, bien, que ofrezcan ese PAC
y que permitan que la gente vote con los pies
y escoja dónde prefiere vivir.
De momento, lo que estamos viendo es que la gente prefiere vivir
en aquellas comunidades como la de Madrid,
donde la presión fiscal es más baja
y donde, por tanto, se puede generar más riqueza
y hay más oportunidades de empleo,
pero si otras comunidades apostan por un modelo distinto,
que lo digan.
Y en todo caso, ¿por qué decía que la demagogia llega a ser insultante?
Hay tres comunidades en España
que sostienen la financiación de todo el resto de España,
Cataluña, Baleares y Madrid.
Estamos hablando de una rebaja del 5% del IRPF madrileño.
Si Madrid fuera autogestionada fiscalmente,
es decir, si todo lo que se recauda dentro de Madrid
se quedara dentro de Madrid,
no es que pudiésemos bajar el IRPF autonómico un 5%.
Es que podríamos eliminar la totalidad del IRPF
que se paga en la región de Madrid.
¿Por qué? Pues porque, según los datos del Ministerio de Hacienda,
los madrileños pagan 19.000 millones de euros al año,
más en impuestos de los gastos que reciben como madrileños.
19.000 millones de euros es más de lo que se recauda cada año
en la Comunidad de Madrid por IRPF,
tanto tramo autonómico como estatal.
O dicho de otra manera, los madrileños están pagando IRPF
para anotir de financiación al resto de comunidades autónomas
con la excepción de Cataluña y de Baleares.
Lo tenemos que dejar ahí para que nos quedamos sin tiempo.
Para bajar un poco los impuestos.
Nos quedamos sin tiempo, perdona que te corte,
nos quedamos sin tiempo y vamos a ir analizando las medidas
que vayan aprobando progresivamente el gobierno de la Comunidad de Madrid.
Bueno, yo, como siempre, buenas tardes.
Muchas gracias a vosotros.